Capítulo 20

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—Está tardando demasiado tiempo —Dice Lonch con impaciencia.

—Calma —Dice Rynna mientras mantiene su mano sobre la cabeza de Vesta —Ya recordó. Ahora está buscando respuestas.

—¿Respuestas? Ya recordó todo ¿Qué más quiere saber?

...

Vesta llega a la mitad del bosque. Ha pasado bastante tiempo desde que hizo dormir a los demonios.

—Ahí está —Dice mirando el árbol.

—¿Qué buscas aquí?

—Este árbol soy yo —Todo comienza a estar cada vez más claro —Me volví parte del bosque cuando sacrifiqué mi cuerpo para finalizar el conjuro. Pero algo salió mal.

—¿Mal dices?

—Estaba asustada. No quería dejar a Borja y...

—Dudaste.

—Cometí un error muy grave. Tengo que...

Vesta logra ver cómo el árbol comienza a perder sus flores poco a poco. Ve cómo el hombre se acerca para recogerlas.

—Así lo hizo —Mira al brujo moverlos labios mientras mira la bolsa repleta con los pétalos caídos —Pero cometió un error —Rynna la observa con orgullo —Tengo que regresar al bosque de los demonios. Pero primero tengo que despertar.

...

Luego de que Stolas rompiera la liana, Raksha se interpone entre el brujo y el demonio.

—Ni un paso más, Stolas.

—¿O qué? ¿Me dejarás envuelto en enredaderas el resto de mi vida? —Mira a Remena —¿Intentarás ahogarme? —Mira a Ryuka —Me mandarás a volar o algo así.

Stolas enciende sus palmas solamente con llamas rojas, abriendose paso entre las brujas, al mismo tiempo que crea un circulo de fuego en donde solo él y Borja se encuantran dentro.

—Ahora, demonio. No tienes de otra más que obedecerme.

A simple vista, Stolas no es nada más que un simple humano ente un demonio que podría destrozarlo en segundos. Pero, Borja siente algo que le impide moverse para cerrar la boca del sujeto ¿Qué es esa sensación?

—¿Miedo, demonio? —Borja alza levemente la mira como si fuera un cachorro indefenso ante el cruel amo —Ahora me obedecerás, Borkoff —Ese nombre hace reaccionar al demonio, tornando nuevamente sus ojos amarillos en un brillante rojo —Por fin eres mío; y Rynna no está aquí para salvarte.

Oír aquel nombre confunde al demonio ¿Dónde ha oído ese nombre antes?

—¿No lo recuerdas? Rynna fue quien te trai...

—¡No lo escuches! —Interrumpe Raksha —¡Rynna intentó protegerte y a todos los demonios! ¡Ella...! —Stolas usa su poder para silenciar a la bruja.

—¡Raksha! —Grita Remena, completamente eterrada al ver a su hermana inmóvil en el suelo.

—Fue su error interferir —Vuelve a mirar al demonio y comienza a acercarse con una mano extendida —Ahora bien. Es tiempo de hacer de este mundo, completamente mío. —Borja cierra los ojos a la espera de que el brujo coloque su mano sobre su cabeza.

...

Antes de despertar, Vesta observa a su madre como si quisiera decirle algo; pero ninguna palabra sale de su boca. No sabe qué decirle.

—Descuida, cariño. Estaré ahí cuando despiertes —Acaricia su mejilla con suavidad —Te ayudaré hasta que note que puedes seguir por tu cuenta.

—Cuando haya recuperado a Borja —Rynna asiente con una sonrisa.

—Sálvalo, Vesta —Acuna el rostro de su hija en sus manos —Ustedes dos son lo que más amé estando en vida. Ahora él te necesita. Y tú lo necesitas para vencer a Stolas de una vez por todas. —Acerca su rostro para depositar un tierno beso en la frente de Vesta —Adelante.

—¡Vesta! —Exclaman los tres demonios al ver a Vesta despertar de forma tan sorpresiva.

—¿Estás...? —Dice Lanch,

—Tengo que regresar al bosque de lo demonios. —Los mira —Necesito al menos un pétalo para...

—¿Uno de estos? —Dice Gob, sosteniendo el pétalo que Lanch le había entregado mientras Borja destrozaba el pueblo. Vesta lo mira con una enorme sonrisa.

—Es suficiente por ahora.

—¡Raksha! —Escuchan el grito de Remena.

—Debemos darnos prisa. —Intenta levantarse; pero el frío impide que sus muscúlos la obedezcan. Todo duele. Y el frío es demasiado.

—Te ayudaremos —Dice Lanch, extendiendo su mano hacia Vesta —Andando.

—¿Qué planeas hacer con eso? —Pregunta Lonch, señalando el pétalo en las manos de Vesta.

—Las flores de ese árbol que creció en medio del bosque respresentan mi interior. Las flores blancas representan el don de poder crear lazos con ustedes. Y las flores rojas, representan mi poder —Dice llevando el pétalo hacia su pecho —Debemos volver al bosque para recuperar las flores que Stolas dejó atrás. Pero primero debo ir por Borja.

La piel de Vesta comienza a recuperar su tono original lentamente mientras siente cómo un ligero calor recorre sus músculos.

Ahora todo está claro para ella. Sus recuerdos han vuelto; pero ahora deberá recuperar el poder que le pertenece, salvar a quién la ha acompañado como un padre, y volver al único lugar que ha podido llamar hogar.

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora