Capítulo 53: Has perdido, León.

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En este capítulo se describen escenas violentas, se emplea lenguaje malsonante y violento. Si eres sensible a este tipo de contenido te recomiendo que no lo leas, si decides leerlo es bajo tu propia responsabilidad.

Disfrutad del capítulo.

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Alexei y la mayoría de sus hombres salen de la sala. Tan solo quedamos en ella dos de los guardaespaldas de Alexei, León y yo. Doy unos pocos pasos hasta colocarme a medio metro de Leone. Mis ojos recorren su expresión, lo agitada que es su respiración a causa del dolor que procesa, como la sangre emana de las recientes heridas que Alexei le ha causado, y cómo sus ojos se clavan en los míos con rabia y maldad. Mantengo su mirada, sus ojos verdes tratando de infundir el miedo en mi cuerpo, sin embargo no me detengo. Ahora soy yo la que tiene el control.

Su mentón se tensa, lo que me indica que el silencio abismal que inunda la sala y mis ojos tranquilos sobre él, hacen que el autocontrol se vaya desvaneciendo de su cuerpo.

— ¿En serio, Atenea?. — León finalmente habla mientras en su rostro se dibuja una sonrisa burlona. — ¿Crees que quedándote ahí y mirándome vas a conseguir asustarme?. — Se ríe, aunque los recientes golpes de Alexei en su estómago hacen que se le dificulte y muestre una mueca de dolor. — Eres lamentable... — Sonrío satisfecha cuando consigo la reacción que buscaba en Leone.

— ¿Crees que soy lamentable?. Yo no soy la que está sentada y atada en esa silla — le respondo con una sonrisa burlona para luego dar un paso más cerca de él. La mandíbula de León se tensa y la sonrisa que había en sus labios ya no es tan llamativa.

— ¿Y qué?. Puedo destrozarte incluso atado en esta silla, preciosa — masculla claramente irritado por mi actitud. — Tuviste suerte de que tu "noviecito" te salvase ayer... Mira la cara que tienes, podría haberte destrozado con facilidad.

— ¿De verdad?. — Me río. ¿Siempre has sido así?. ¿Tan megalómano, tan narcisista?. — Arqueo una ceja y sonrío con suficiencia. — Te crees mejor que nadie... Incluso ahora mismo... sabiendo que no vas a salir de esta.

— Maldita zorra. — Escupe un poco de sangre hacia su derecha, con una mueca rebosante de desagrado.

— Tal vez lo sea. — Me encojo de hombros y me acerco más a él para sentarme en la misma silla en la que Alexei se ha sentado hace unos minutos. — Es fácil leerte, León. Es fácil entrar en tu mente y saber qué tipo de persona eres. — Apoyo mis brazos en la cima del respaldo de la silla sin apartar la mirada de él.

— ¿De verdad crees que puedes saber el tipo de persona que soy?. No eres más que una niñata acomplejada, estúpida y malcriada.

— Si piensas eso significa que no me conoces... — Suspiro y pretendo dejar de lado mi empatía hacia lo vivido por Leone en su infancia. — ¿Por qué mataste a tu madre?. — Su expresión se torna más irritada y algo rabiosa al mencionar a su madre. Aprieta sus dientes y su mandíbula se tensa. — Oh, por la cara que has puesto parece que no te resulta agradable hablar de ello... ¿Me equivoco?. — Apoyo mi barbilla en mis brazos y muestro una pequeña sonrisa repleta de falsa inocencia.

— ¿Por qué quieres hablar de eso?. Deberías hablar de tu madre, ¿no crees?. Al fin y al cabo eres la hija de una desequilibrada y de un egocéntrico con complejo de superioridad.

— Por lo que veo, el tema de tu madre te molesta tanto que recurres a menospreciar a los míos... — Suspiro y dejo de apoyar mi barbilla en mis brazos aunque estos los mantengo sobre el borde del respaldo de la silla. — Eso hace que tenga más curiosidad. — Giro mi cabeza para observar durante unos breves segundos a los dos hombres de Alexei que están detrás de mí. — ¿Te arrepientes?. No, ya sé que no, así que... la pregunta correcta debería ser: ¿te avergüenzas de lo que hiciste?. — Su mirada se ensombrece y la fuerza con la que aprieta sus dientes aumenta ligeramente.

Soy tuya - LR - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora