Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 23: Celos y sexo [+18]

Estoy bailando con Ava. Nuestros cuerpos se mueven al ritmo de la música, lenta y sensualmente.

— ¿Dónde están los chicos? — me pregunta Ava sin dejar de bailar.

— Siguen en el reservado. — Señalo la planta de arriba, donde se encuentran Alexei y Pietro.

— No nos han hecho caso desde que entramos.

— Opino lo mismo. Deberíamos vengarnos.

— Quien te ha visto y quién te ve, Atenea Morgan — dice Ava riendo. — ¿Cuál es tu plan?

— ¿Ves a esos dos chicos de allí? — Señalo a dos chicos, uno con el pelo negro y otro rubio, bastante atractivos.

— Sí, ¿qué pasa con ellos?

— Tú sígueme la corriente. — Me giro hacia los dos chicos y comienzo a bailar sensualmente, haciendo que Ava haga lo mismo. En cuestión de segundos, mi mirada se cruza con la del chico rubio, es ahí cuando le guiño un ojo.

Ambos chicos se acercan hacia nosotras.

— Hola, preciosa — me dice el rubio antes de besar mi mejilla izquierda.

— ¡Hola! — El chico de cabello negro se acerca a Ava y comienza a hablar con ella.

— ¿Cómo estás, preciosa?

— Bien, y ¿tú?

— ¡Guau! Me encanta tu acento, ¿de dónde eres?

— ¿De dónde crees que soy?

— ¿Latina? ¿España?

— ¿Cómo lo sabes? ¿Me has espiado? — pregunto riendo.

— A una belleza como tú no me importaría espiarla. — Ambos reímos. — ¿Cómo te llamas?

— Atenea.

— Bonito nombre... Yo soy Marcus. — Y... Dime, preciosa. ¿Tienes novio?

— Sí, de hecho, está ahí arriba... Pero no me hace caso.

— ¿De verdad? ¿Qué clase de persona no hace caso a una belleza como tú?

— Buena pregunta.

— ¿Te apetece bailar conmigo, preciosa?

— Me encantaría.

Comienzo a bailar con Marcus, con nuestros cuerpos pegados y un ritmo lento.

Las manos de aquel chico viajan hasta mis caderas y se aferran a ellas.

Puedo notar su cálido aliento en mi cuello, cosa que hace que se me erice la piel.

Los minutos pasan hasta que siento como alguien empuja a Marcus.

Alexei.

— No te vuelvas a acercar a mi mujer, ¿me oyes?

— ¿Tu mujer? — Marcus se ríe. — Si de verdad fuera tu mujer no la dejarías sola.

Veo como el puño de Alexei se alza y yo lo detengo agarrándole el brazo. Me coloco delante de él y lo miro a los ojos para que se detenga.

Cuando lo hace, me doy cuenta de que Pietro está con Ava y a punto de pegar al otro hombre.

De pronto, Alexei agarra mi mano y tira de mí, sacándome de la pista de baile.

— ¿A dónde me llevas? — pregunto confundida.

Llegamos a los baños, para los cuales hay unas cinco personas esperando para entrar.

Alexei abre la puerta de los baños, encontrándonos con varias mujeres dentro.