Capítulo 43: Un largo día.

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Primera semana de prácticas en el nuevo hospital, completada.

Lo cierto es que la primera semana ha sido dura, como era de esperar; aunque también ha sido emocionante. Poder ver los casos de los pacientes de primera mano... Es estimulante. En clase, estamos acostumbrados a estudiar las diferentes enfermedades mentales desde un segundo plano, sin poder ver la sintomatología en plena acción.

Trabajar con el doctor Rodríguez es motivador. Su manera de analizar cada detalle es impresionante... Por algo es considerado una eminencia en su trabajo. Se entrega a su trabajo como si fuese cuestión de vida o muerte.

Hoy Lunes, comienza mi segunda semana de prácticas. Es por eso que ahora me encuentro frente al despacho del doctor Rodríguez, esperando a que llegue y poder comenzar las sesiones del día.

Espero unos cuantos minutos más hasta que el doctor llega:

— Buenos días, señorita Morgan — saluda a la vez que busca en uno de los bolsillos de su pantalón negro la llave de su despacho. Cuando por fin la encuentra abre su despacho y nos adentramos en él para que yo seguidamente cierre la puerta. — Siéntese, por favor — dice el doctor a la vez que deja varias carpetas oscuras sobre el escritorio. — Por cierto... El Sábado por la mañana recibí tus informes. Tenías hasta el Lunes para enviarlos... Veo que eres puntual con lo que haces.

— Me gusta entregar las cosas con tiempo. Prefiero organizarme y dedicarle tiempo a lo necesario e importante.

— Me gusta esa actitud. Profesional y trabajadora... El profesor Evans no se equivocaba contigo...

— Gracias...

— También quería comentarte... — Comienza a decir mientras abre una de las carpetas oscuras. — Me llama la atención la manera en la que realizas los informes.

— ¿A qué se refiere?

— Al punto de vista que empleas... Parece personal, como si lo vivieras de primera mano por la cantidad de detalles que das.

— Supongo que soy una persona muy empática y observadora — respondo sin darle mayor importancia. 

— Eso puede ser un arma de doble filo en este trabajo... Es decir, tiene que ser empática pero sin cruzar la línea, ya que un psicólogo no puede implicarse personalmente. Eso no sería ético ni profesional.

— Entiendo.

— Una pregunta, señorita Morgan... ¿Usted planea dedicarse a la Psicología en el ámbito privado o público?

— He oído que en ámbito privado puedo llegar a ganar mucho dinero, pero la verdad... Sabiendo cómo funciona la sanidad pública... Prefiero dedicarme al ámbito público e intentar hacer mejor lo que pueda. Tan solo hay seis psicólogos públicos por cada cien mil habitantes... Y en nuestro país el once por ciento de la población presenta alguna enfermedad mental.

— No puedo negarle la razón de sus palabras, señorita Morgan... La salud mental siempre ha sido un tema tabú, podemos agradecer que hoy en día se le está dando más visibilidad, pero... Sin fondos mayores, poco se puede hacer.

— Supongo que para ciertas personas eso sigue sin ser un tema importante...

— Por desgracia parece ser ese el caso.

Soy tuya - LR - (+18)Where stories live. Discover now