Capítulo 48: El olor de la sangre [TW: violencia]

13.8K 791 79
                                    

— ¿Dónde estás, preciosa? No te escondas...

La puerta se ha abierto con tanta fuerza que ha chocado con mi cuerpo, rebotando unos pocos centímetros. No hace falta ser muy inteligente para saber que aquello ha rebotado mi posición. Ahora debo estar preparada y actuar rápido para lo que pueda ocurrir ahora mismo...

El silencio engulle la estancia de tal manera que siento una extraña presión caer sobre mi cuerpo. Soy capaz de sentir como mis pupilas se dilatan ante la estresante situación para permitir la entrada de mayor cantidad de luz y reaccionar mejor. Los apresurados y marcados latidos de mi corazón resuenan en mi cabeza y llegan a mis oídos, incluso haciendo vibrar levemente mi pecho.

Sin previo aviso y de una manera tan rápida que casi es imposible reaccionar al instante, León aparece delante de mí, cerrando la puerta con otro brusco golpe. Sus ojos verdes se clavan en mí con completa maldad junto con una sádica sonrisa, provocando que un estremecedor escalofrío recorra de principio a fin mi columna vertebral y mi respiración se detiene durante unos escasos segundos.

— Aquí estás... — Su sonrisa se amplifica y la maldad que desprende es aún más llamativa. El instinto toma control de mi cuerpo. Doy un paso hacia delante, apoyando mi peso en esa pierna para poder emplear mayor fuerza en el puñetazo. Sin embargo, aquello es en vano. Uno de sus brazos me detiene en el acto, impidiendo el movimiento. Como respuesta, muevo el otro para intentar golpearle y zafarme de su agarre; pero este también es detenido...

No puede ser...

Con mis brazos inmovilizados por los suyos me empuja violentamente haciendo que mi espalda choque con brusquedad contra la pared y del impacto mi respiración se corte.

— ¿Por qué te escondes, Atenea? — Ladea su cabeza sin borrar esa maléfica sonrisa de su ensombrecido rostro. — Pensaba que me echabas de menos... — Susurra a una corta distancia de mis labios. El miedo recorre mi cuerpo, pero me esfuerzo por ocultarlo lo mejor que puedo y actuar con valentía. — Aunque... — Inmoviliza mis dos brazos con uno de los suyos. Aquello me provoca angustia ante la consciencia de su fuerza y la elevada posibilidad de que pueda hacer conmigo lo que le dé la gana. Con la mano libre agarra un mechón de mi cabello negro y trata de colocarlo detrás de mi oreja, no obstante, esto es detenido debido a unos pequeños pero bruscos movimientos, forcejeando. — No, no... — Niega con la cabeza y agarra mi cuello con brusquedad, haciéndose presente la significativa reducción de mi capacidad de respiración. — No has aprendido nada, ¿eh? — Acerca sus labios hacia mi cuello y desliza su fría y asquerosa lengua por mi piel. — Deliciosa... — Sus ojos buscan los míos, encontrándolos cerrados con fuerza. — ¿Por qué cierras los ojos? ¿No te gusta? O es... ¿Por qué no soy ese maldito ruso con complejo de superioridad? — Abro los ojos ante aquellas palabras.

— ¿Complejo de superioridad? — lo miro desafiante. — El único con complejo de superioridad aquí... Eres tú — espetó recorriendo su rostro de arriba a abajo con desprecio. El agarre que León ejerce sobre mi cuello se vuelve más asfixiante que antes, haciendo que una molesta presión estorbe en mi cabeza y mi vista comience a nublarse. Esto provoca que mis párpados comiencen a pesar y se me dificulte mantener los ojos abiertos. La inconsciencia comienza a aparecer...

"Por nuestro hijo..." " Confía en mí... Estaré bien" "¿Me lo prometes?"

Aquellas palabras son susurradas en mi mente, junto con muchos de los recuerdos creados con mis seres queridos... 

Mis padres, Ava, Alexei, nuestro hijo...

Un extraño dolor repleto de desesperación, frustración y rabia ataca mi pecho, provocando que una oleada de adrenalina haga despertar mi cuerpo con ferocidad y así reaccionar.

Soy tuya - LR - (+18)Where stories live. Discover now