Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 45: Seguir adelante.

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Disfruten de la lectura.

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— Atenea... ¿Qué quieres hacer? — me pregunta Alexei con la mirada más dulce que jamás habías visto.

Una parte de mí está aterrada ya que de manera intermitente aparecen pensamientos relacionados con que Alexei se deshará de mí porque no quiere un hijo... Nunca habíamos hablado sobre si queríamos tener hijos, por lo que pensar que no quería saber nada de esto era algo que me torturaba. Pero cuando mi lado racional aparece, ese tipo de pensamientos e ideas los contrarresta con la idea de que desde que se ha enterado ha actuado de una manera cariñosa y comprensible. Sé con certeza de que las ideas negativas que azotan en ciertos momentos mi mente son consecuencia de mi inseguridad... Alexei me ha demostrado cada uno de los días que he pasado a su lado que me quiere, respeta y apoya; pero la idea de que al tener un hijo todo cambie, incluidos sus sentimientos... Me aterra. Independientemente de eso, no me veo capaz de criar a un pequeño ser humano. Es pensarlo y me siento abrumada por ello...

— No lo sé, Alexei... — respondí intentando contener las ganas de llorar de nuevo. — Siento que soy una persona horrible por no alegrarme de tener un hijo, pero me vienen tantas cosas a la cabeza...

— ¿Qué es lo que te viene a la cabeza? ¿A qué te refieres? — Una de las grandes manos de Alexei me acaricia la espalda.

— Tengo tanto miedo de que nuestra relación cambie si tenemos o no un hijo.

— No entiendo a qué te refieres.

— Quiero decir que si decidimos seguir adelante con el embarazo cabe la posibilidad de que te acabes aburriendo de mí o algo parecido... Y si no seguimos adelante con el embarazo pienso que tus sentimientos por mí cambiarán y ya no querrás estar conmigo... — Explico avergonzada con un tono de voz bajo.

— Ven... — Me pide Alexei mientras extiende sus fuertes y largos brazos para que yo me acurruque en su pecho. — ¿De verdad piensas que mis sentimientos van a cambiar si tenemos un hijo o no? — Suspiró. — Pequeña... El amor que siento por ti es tan grande y firme que nada ni nadie podría romperlo... Cada vez que miro tus preciosos ojos me siento el hombre más afortunado del mundo por tenerte a mi lado... Las mañanas en las que despierto y no estas a mi lado mi pecho se comprime ante la idea de que todo haya sido un sueño... Atenea, te amo. Eres mi luz, la única luz que ilumina mi mundo lleno de oscuridad. — La calidez del pecho de Alexei consiguió calmar mi acelerada respiración y mis inseguridades. Siento como su pecho sube y baja con lentitud, haciendo que coordine mis respiración con la suya y por lo tanto me sienta más relajada.

— Pero... Y ¿si...? — Iba a continuar planteando dudas y escenarios pero Alexei me interrumpe.

— Y si nada. No hay nada que pueda cambiar eso. Para que deje de estar a tu lado tendrán que matarme, y todavía nadie ha podido hacerlo — responde con seguridad.

— ¿Qué deberíamos hacer entonces?

— Decidas lo que decidas yo estaré a tu lado para apoyarte y ayudarte en lo que necesites. No te voy a dejar sola pase lo que pase. Si decides tenerlo, a esa criatura no le va a faltar de nada, y si decides no seguir adelante, te apoyaré y acompañaré en ello. Te lo prometo. — Aquellas palabras son selladas con un delicado beso en mi frente.

— Pero... ¿Tú qué quieres hacer? ¿Qué opinas? No quiero tomar una decisión que nos afecte a los dos.

— Si te digo lo que opino estaré condicionando tu decisión y es lo último que quiero.