Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 18: Juguetes [+18]

Es de noche, madrugada.

A causa del jet lag no puedo dormir, al igual que Alexei que está trabajando con su ordenador en el sofá de la suite.

Me levanto de la cama, con solo una camiseta y bragas.

Me acerco a Alexei, aparto su ordenador y me siento a horcajadas sobre él.

— ¿No puedes dormir? — me pregunta a la vez que posa sus manos en mis caderas.

— No... No puedo — respondo mientras coloco mis manos en sus hombros. — ¿En qué trabajas?

— Tan solo reviso un par de cosas, nada importante... — Noto como sus ojos azules viajan hasta mis pechos, para luego fruncir el ceño. — ¿No llevas sujetador?

— No... — Me muerdo el labio inferior.

— Vaya... — Una de sus manos, antes fijas en mi cadera, se coloca sobre uno de mis pechos para comenzar a masajear uno de mis pezones y hacer que de inmediato un pequeño gemido se escape de mis labios.

Abro más mis piernas, haciendo que mi cuerpo caiga sobre el de Alexei y mi feminidad entre en contacto con el bulto de sus pantalones.

Muevo mis caderas, sintiendo como el bulto de Alexei aumenta de tamaño y ante ello sus manos aprietan mi cuerpo.

De pronto, sus movimientos se detienen y con una sonrisa llena de lujuria me dice:

— Mira en el fondo de mi maleta. — Algo desconcertada me aparto de él y camino hacia la maleta de Alexei, la abro y comienzo a buscar bajo el montón de ropa. Para mi gran sorpresa, encuentro varios objetos, juguetes sexuales, de colores morados y negros.

Me giro hacia Alexei con una expresión llena de desconcierto y el sonríe ante ello.

Oigo como Alexei se levanta del sofá y camina hacia mí, haciéndome levantar.

— Quítate la ropa y túmbate en la cama — dice con tono demandante. Yo, sin quejarme, hago lo que dice. Dejo caer mi camiseta y mis bragas para luego tumbarme en la cama boca arriba.

Me incorporo levemente para ver como Alexei coge varios de los juguetes, entre ellos distingo un vibrador, unas esposas y un dildo.

— No te olvides de los condones — suelto a modo de burla. Él me mira desafiante y me muestra la caja con condones.

Coloca los juguetes sobre la cama, menos las esposas, las cuales acerca a mi para luego tumbarme con fuerza, estirar mis brazos y con las esposas atarme al cabecero de la cama. Muevo mis muñecas para comprobar el agarre de las esposas.

— Si te aprietan mucho las esposas, dilo ahora... Porque cuando empiece no pienso parar. — Desliza su lengua por su labio inferior para a continuación besar mis labios. Se sube a la cama y agarra uno de los juguetes, para colocarlo a mi lado.

Vuelve a besar mis labios, apasionadamente; dejando entrar su tibia y húmeda lengua en aquel ardiente beso.

Se desliza hasta mi cuello, por el cual pasa su lengua, provocando todo tipo de placenteras sensaciones en mi ser; mientras agarra uno de mis pechos.

Su lengua se mueve por mi cuello hasta bajar a mis pechos para luego atacar uno de mis pezones. Clava su lengua en él, provocando que gima y note como el calor aparece en mi cuerpo y note como mi feminidad se humedece ante su contacto.

Una de sus manos viaja hasta mi feminidad, desliza sus dedos por ella y dice:

— Estás tan mojada...

Sus palabras provocan un escalofrío que recorre todo mi ser.

Coge el vibrador colocado a mi lado y lo enciende, haciendo que me sorprenda la potencia de este. Empieza a recorrer mi cuerpo con el vibrador, haciendo que note el temblor en todo mi cuerpo.

Arqueo mi espalda cuando siento como aquella vibración llega a mi feminidad y comienza a estimular mi punto de placer.

La vibración hace que enloquezca y arquee mi espalda ante el increíble placer que me proporciona.

— Me gusta ver cómo te retuerces ante el placer... — Me susurra Alexei en el oído.

De pronto, la vibración se vuelve más potente y grito ante ello. El placer es irresistible y no lo puedo manejar más que con fuertes gemidos.

Siento como mis piernas comienzan a temblar para que a continuación la vibración se detenga.

— No pienso dejar que te corras tan pronto — dice Alexei con una sonrisa llena de superioridad.

[Narra Alexei]

— Y... ¿Qué piensa hacer, señor Volkov? — me pregunta Atenea con la respiración agitada.

Antes de responderle me coloco un condón y acto seguido coloco sus piernas en mis hombros.

— Esto, señorita Morgan. — De un solo movimiento entre ella, provocando un grito en ella y fuerte gemido en mí.

— ¡Joder! — gime ella con una sonrisa.

— Prepárate... — Comienzo a moverme, lentamente. Entro y salgo de ella con movimientos suaves y delicados para luego ir aumentando la velocidad de los mismos.

Los pechos de Atenea comienzan a moverse a causa de mis movimientos.

Los gemidos de ambos comienzan a llenar la habitación del hotel, haciendo que probablemente algunos de los huéspedes nos oigan.

Atenea intenta mover sus manos para aferrarlas en mi espalda, pero debido a las esposas no puede hacerlo.

Los movimientos vuelven a ser lentos, pero esta vez secos e intensos.

Agacho mi rostro hacia su cuerpo y comienzo a besar uno de sus pezones para luego jugar con él entre mis dedos. Ella arquea su espalda ante mis acciones, cosa que me vuelve loco.

Sin pensarlo dos veces, vuelvo a coger el vibrador y lo coloco sobre su punto de placer, haciendo que ella grite ante ello y vuelva a retorcerse en la cama.

— Alexei si haces eso voy a correrme enseguida — grita llena de placer.

— ¿No lo entiendes, muñeca? Quiero que te corras. — Me muerdo el labio inferior, y mientras aplico aquella vibración sobre ella me muevo intensamente, entrando y saliendo de su feminidad.

Atenea pone los ojos en blanco y arquea su espalda, indicando que un apetecible y exquisito orgasmo recorre su precioso cuerpo. Su cuerpo junto con sus piernas procesan varios espasmos, sobre todo en su sexo, provocando que mi placer aumente y sin poder evitarlo llegue al clímax también.

Su respiración es acelerada. Sus pechos suben y bajan en un perfecto vaivén.

— ¿Qué te ha parecido? — le pregunto mientras desato sus muñecas.

— Creo que no hay nada mejor que lo que acabo de sentir contigo...

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Helouuu.

Aquí me tenéis de nuevo, como dije, hoy publicaba jajaja.

La verdad es que no estoy muy orgullosa de este capítulo, es decir, considero que no es de los mejores que he hecho, pero bueno, es lo que ha salido. 

Espero que os guste el capítulo. 

Mañana no sé si publicaré o el jueves. Who knows.

Besooos.

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