Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 38:¡Nos vamos de boda!

Ha pasado una semana desde que Alexei me propuso matrimonio y acepté.

Hasta el momento no se lo he contado a nadie, ni siquiera a Ava... Tampoco es que haya tenido la oportunidad perfecta para contárselo, ya que la mayor parte de las veces que nos hemos visto ha sido en la universidad.

Tengo que contárselo a mis padres también, pero no tengo prisa en hacerlo... Además, tengo que emplear la estrategia de contárselo delante de mi madre para que no arme algún escándalo y se vuelva loco. De hecho, temo que llegue el día en el que se lo vaya a contar...

A Alexei, en cambio, le hace gracia, hace bromas al respecto y todo... No entiendo como este hombre vive tan relajado con el tipo de vida que tiene... Aunque supongo que también tiene que ver porque es el ambiente en el que se ha criado y el que lleva tanto tiempo...

Entro a la cafetería de al lado de la universidad en la que he quedado con Ava antes de entrar a clase. El lugar no está muy lleno, a estas horas del día la mayoría de estudiantes, profesores y personal de la universidad está trabajando, por lo que Ava y yo, cuando tenemos tiempo, aprovechamos esta hora para sentarnos y tomar un café.

Busco con la mirada a Ava entre las pocas personas sentadas en las mesas, hasta que la veo sentada en la mesa que está justo al lado de la cristalera.

— ¡Hola! — saludo con energía a la vez que me siento delante de ella para luego dejar mi bolso negro en el que llevo el ordenador y varias hojas en el suelo, al lado de la cristalera.

— ¡Hola! No te había visto — responde Ava con una pequeña sonrisa. — Me había quedado embobada mirando por el cristal porque uno de los profesores casi se cae y se tira el café encima. — Comienza a reírse recordando la escena, haciendo que yo me ría también. — ¿Cómo estás?

— Bien, la verdad que bastante bien. ¿Tú qué tal? — Alzo uno de mis brazos para que uno de los camareros se acerque y le pueda pedir un café con leche.

— Yo bien, algo cansada con el tema de las prácticas y demás, pero mi jefa me ha dicho que tengo posibilidades de conseguir un contrato fijo.

— ¿De verdad? Eso es genial, Ava. Me alegro mucho.

— ¡Gracias! Estoy contenta por ello, aunque todavía no es nada seguro.

— Bueno, no te preocupes. Estoy segura de que lo vas a conseguir...

— Por cierto... — Comienza a decir Ava. — Tengo la sensación de que desde hace unos días estás actuando diferente... ¿Algo que me quieras contar? — Muestra una sonrisa, arquea una ceja y se cruza de brazos.

— ¿Diferente? ¿A qué te refieres? — pregunto riendo.

— Vamos, Nea. No te hagas la tonta, hay algo que no me estás contando.

— Tienes razón — reconozco riendo. — Hay algo que te quiero contar... Pero, por favor te lo pido, no grites ni montes un escándalo.

— Vale, vale... — Pone los brazos sobre la mesa y me dedica una mirada llena de intriga junto con una sonrisa. — Reconozco que me estoy imaginando todo tipo de cosas... ¿Estás embarazada? — Pregunta con los ojos abiertos como platos.

— ¡No! No es eso — respondo riendo de nuevo. — Verás... Hace una semana... Alexei y yo fuimos a cenar al restaurante en el que nos conocimos, y al final de la cena... Me pidió matrimonio...

— ¿¡Qué!? — Sus ojos se vuelven a abrir como platos y toma aire de manera exagerada a modo de sorpresa. — No me lo creo. ¿Estás de coña? ¿Lo dices en serio? ¿Qué dijiste? ¿Dijiste que sí?

— Dije que sí — respondo algo tímida.

— ¡Nos vamos de boda! — exclama a la vez que se levanta de la silla y levanta los brazos a modo de victoria.