Capítulo 31.

362 70 58
                                    

Vera desviaba la mirada del auto de Shawn hacia mí, lo hizo varias veces hasta que Shawn finalmente emprendió su rumbo nuevamente hacia la carretera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Vera desviaba la mirada del auto de Shawn hacia mí, lo hizo varias veces hasta que Shawn finalmente emprendió su rumbo nuevamente hacia la carretera. Ni siquiera se había percatado de que nuestra vecina estaba mirándolo con ojos de ciervo alumbrado por los faros.

Incómoda de la situación empecé a caminar en dirección de la puerta principal, lastimosamente tenía que pasar a un lado suyo y por supuesto que no dudó en detenerme.

—Lucy.

—Hola, Vera—saludé como si nada, aunque los ojos de la mujer me estuviesen perforando —. ¿Estás bien?

—¿Ese era Shawn?—cuestionó con otra pregunta como si no me hubiese escuchado.

—¿Shawn? Eh, no, creo que te equivocas—dije haciendo la desentendida—, era solo un amigo del conservatorio que hizo el favor de traerme.

La chica lo meditó por un tiempo, creí por un minuto que Vera se había tragado mi mentira al ver la confusión en sus suaves rasgos.

—Pensé que era su placa—susurró en voz baja a la nada, luego se recompuso y me sonrío —. Ya casi no te veo Lucy, ¿cómo va el conservatorio?

Ignorando el hecho de que conociera de memoria la placa del auto de Shawn. ¿Casi no me veía? Nos hemos cruzado desde que llegué de Toronto. Además, no es como si fuésemos amigas del alma, solo era una vecina.

—Todo bastante bien—decidí contestar buscando una salida. Cuando vi a la señora Henderson regar sus plantas supe que podía ser mi coartada perfecta—. ¡Oh, es la señora Henderson! Debo hablar con ella sobre... ¡Las cañerías de mi cocina! Sí, eso, las cañerías están taaaaan tapadas.

Lo mío era la música, no la actuación.

—Entonces te veo por ahí.

—Seguro, Lucy—Iba a caminar, pero de nuevo la chica me detuvo, esta vez colocando su mano sobre mi antebrazo —. ¿Podrías hacerme un favor?

—Oh, sí claro, ¿qué necesitas?

—Si ves a Shawn por los pasillos, ¿podrías decirle que responda mis mensajes?—Me tomé un minuto en asentir—. Gracias, dejé unas... cosas en su apartamento la última vez que estuve ahí, ya sabes...

¿Estaba insinuando que se acostaba con Shawn o eran solo ideas mías?

—Seguro, si lo veo, le diré.

—Muchas gracias, Lucy, eres una increíble vecina—me mostró su sonrisa de mil vatios, parecía un poco más relajada—. Nos vemos, que tengas linda noche.

Siguió su curso por las calles del vecindario mientras yo entraba al edificio. La señora Henderson me miró de reojo no muy concentrada en el agua de sus plantas, estaba segura de que intentó averiguar lo que hablaba con Vera.

La saludé con un ademán de manos y luego subí directamente al ascensor.

Una hora después estaba arrojada sobre el sofá escribiendo una nueva canción mientras la caja cuadrada sobre la mesa de centro aún tenía algunos pedazos de la pizza que había pedido a domicilio.

La melodía de Lucy | Hijos de sus padres #1Where stories live. Discover now