Capítulo 18.

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Pasó otra semana agitada en donde solo coincidía con Shawn en el salón de clases

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Pasó otra semana agitada en donde solo coincidía con Shawn en el salón de clases. No había tenido la oportunidad de hablar con él con respecto a nuestro asunto. ¿Habría charlado con el decano? ¿Por qué no había cruzado ninguna palabra conmigo?

—No puede ser que vaya a conocer el lugar en donde vive Shawn—Las palabras de Meera me despertaron de mi ensoñación—. ¿Cuál es el porcentaje de que pueda verlo en calzoncillos?

—Menos cien porciento.

Meera puso mala cara.

—¿Nunca ha salido al menos sin camiseta de su apartamento? Dime que has visto ese espectáculo.

—Lamento desilusionarte, pero lo máximo que he visto es a Shawn con pantalones de pijama—Era verdad, si por él fuera estaba segura de que dormiría con camisa y pantalones de vestir.

—Oh Dios, delicioso. Recuerdo la primera vez que lo vi en smoking, recuerdo que mis bragas estaban empapadas —sin poder evitarlo solté una risita. Parecía que Meera no había superado su platónico con nuestro profesor —. ¡Te lo juro! No sé qué es mejor, Shawn profesor, Shawn elegante. Oh Dios, ¿te imaginas un Shawn con uniforme? ¿Cuál crees que le luciría mejor?

—Chef—respondí sin pensarlo.

Meera me devolvió la mirada pícara y ambos reímos imaginándonos la escena.

El británico con solo un delantal y un gorro blanco de chef. ¿Cómo lo describió Meera? Delicioso.

—Somos el uno para el otro, Lucy. Gracias por invitarme a tu casa.

Meera se había ofrecido a ayudarme a empacar para mi fin de semana largo, acción de gracias sería el lunes, volvería el martes. Y la guerra de bromas empezaría mañana mismo una vez que pisara suelo canadiense. Meera aún no sabía que Shawn iría conmigo a Toronto, de hecho, no estaba segura de decírselo.

—Gracias a ti por ofrecerte a ayudarme empacar, tengo que planificar mis bromas.

—Es una acción puramente egoísta, Lucy—Volteé mis ojos ante su declaración, lo imaginaba, Meera solo quería saber el lugar en donde vivía Shawn—. Sobre esta guerra de bromas, ¿ya sabes cuál será el premio?

—No, papá no quiere revelar nada. Dice que fomenta la competitividad.

—Tu familia es genial—destacó ella, pero pude sentir el halo de tristeza en su voz, lo que me hizo sentir mal.

Mis padres eran maravillosos a pesar de que a veces tenía mis roces con ellos, mis hermanas me sacaban de quicio, pero al final eran mis hermanitas, daría la vida por ellas. Mis abuelos, mis tíos, mis primos, todos eran importantes, todos siempre demostraron lo mucho que me querían, que Meera no haya tenido esa experiencia me hacía sentir mal.

—La oferta de acompañarme sigue en pie—Se lo había propuesto luego de la charla el otro día en su casa, pero no aceptó.

—Como dije me encantaría, pero no puedo, el sábado será una de las cenas aburridas de mi familia y quieren que sonría a la cámara.

La melodía de Lucy | Hijos de sus padres #1Where stories live. Discover now