Capítulo 10.

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Ser amiga de Meera Richardson trajo muchos beneficios en el conservatorio, pero todo beneficio también trae consigo problemas

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Ser amiga de Meera Richardson trajo muchos beneficios en el conservatorio, pero todo beneficio también trae consigo problemas.

Meera tenía muchos amigos, pero también enemigos, una de ellas era Lancy Gallagher, la llamada reina perra. Iba un año delante de nosotras y había tenido el gran privilegio de ser escogida como violín principal en su primer año en el conservatorio, Meera odiaba ese hecho, estaba convencida de que tenía que quitarle su lugar.

—Mírala, esa sonrisa hipócrita me pone de los nervios—dijo la morena sentada a mi lado mientras observaba a la pelirroja al otro lado de la cafetería—. Aunque no me sorprende, siempre ha sido una falsa.

Meera mordió con fuerza una de sus papas.

No dije nada, me limité a mirar de reojo a la pelirroja quien en mi segundo día de clases me chilló solo por haber chocado accidentalmente con ella cuando había sido Lancy la que no había estado mirando por donde caminaba, en cambio sus ojos estaban fijos en su teléfono.

—No es muy amable—mascullé en cambio robándome una papa, acción que hizo que Meera finalmente me observara.

—¿Amable? Esa palabra no está en su vocabulario. Es vil, manipuladora y malcriada, es la viva imagen de su madre.

—¿La señora Gallagher es igual?

—Es peor, es la perra mayor—Meera fingió un escalofrío e instaló una mueca de asco en su rostro—, además, tiene un gusto bastante particular.

Arqueé una ceja de la curiosidad que me invadió.

—Se dice que se ha acostado con la mitad de su personal, pero lo que más le gusta a la señora Gallagher es la carne bastante fresca.

—¿Carne bastante fresca?

—Tener veinticinco es demasiado viejo para la señora Gallagher —explicó ella y arrugué mi rostro sin poder evitarlo. Meera soltó una risita—. Te diría que son solo las malas lenguas las que hablan, pero estar en el círculo te hace ver cosas, ojalá pudiera borrarlas de mi mente.

No quise indagar sobre que estaba hablando, tampoco quería tener escenas explícitas de una señora mayor buscando jóvenes con los cuales acostarse.

De repente la expresión corporal de Meera cambió, sus hombros se tensaron y sus labios se entreabrieron un poco, el odio que sentía por Lancy fue dejado a un lado dando paso a la... ¿añoranza?

Me giré de nuevo, esta vez menos discreta hacia la misma dirección donde estaba Lancy, esta vez en su grupo de amigos se había unido alguien más, otro pelirrojo, al que podía asegurar era otro Gallagher.

—¿Quién es él?

—Leo Gallagher—susurró mi amiga como si evitara que alguien pudiera escucharla, por lo que volteé a verla, sus ojos se habían cristalizado un poco, pero al darse cuenta que la miraba tan fijamente se recompuso de inmediato—, es el hermano mayor de Lancy, toca el violín en la Filarmónica de Los Ángeles, se graduó el año pasado.

La melodía de Lucy | Hijos de sus padres #1Where stories live. Discover now