Capítulo 9.

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El resto del día fue increíble, mientras exploraba aún más el conservatorio sabía que estaba en el lugar correcto, mi sonrisa no se borró en ningún momento y Meera, a pesar de que se burlaba de mi emoción trataba de compartir mis primeras impresiones

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El resto del día fue increíble, mientras exploraba aún más el conservatorio sabía que estaba en el lugar correcto, mi sonrisa no se borró en ningún momento y Meera, a pesar de que se burlaba de mi emoción trataba de compartir mis primeras impresiones.

Eran las tres de la tarde cuando finalmente abandonamos el conservatorio. Meera me había invitado un café, según ella quería conocer mejor a su protegida. Sí, insistía en llamarme de esa manera. La morena era demasiado enérgica, en un punto del día me sentí agotada de lo mucho que hablaba, sin embargo, Meera era divertida y en ningún momento se comportó como una perra conmigo. Tenía experiencia con las perras.

—No puedo creer que seas francesa, no se nota, hablas como una californiana más—dijo antes de darle un sorbo a su latte de calabaza descafeinado.

Un latte de calabaza descafeinado no era un café, le había dicho, por lo que ofendida ella me obligó a darle un sorbo. Sip, sabía exactamente como se veía, a mierda. Y no, estaba lejos de ser café, no sabía ni se veía como mi aburrido café americano, así Meera había bautizado mi bebida.

—Eso se puede deber a que viví un tiempo Estados Unidos, otros más en Canadá. Mamá y papá siempre hablaban en inglés en casa, la mayor parte de mi familia está en Toronto también—Sonreí ante el recuerdo de mi numerosa familia—. El francés solo fue un adicional obligatorio por el lugar en donde vivía, los franceses se ofenden mucho cuando no les hablas en su idioma.

—Lo entiendo, el francés es sexy. Es el idioma para hablar durante el sexo.

—Lo que menos se hace durante el sexo es hablar—mascullé entretenida ante el comentario de Meera.

Se miró pensativa.

—Tienes razón, me corrijo, el francés es el idioma para que te ordenen durante el sexo, ¿suena mejor, mi pequeña amiga francesa? ¿Qué opinas?

Me encogí de hombros.

—Quisiera opinar, pero no he tenido la dicha de que me ordenen en francés durante el sexo. ¿Qué me ordenen hacer cosas en otras situaciones? Por supuesto. ¿En el sexo? Conozco la teoría y por supuesto como hacerme un trabajo manual.

Meera abrió los ojos sorprendida.

—Dime que estás jodiéndome.

—Oh, eso sería una historia sexual bastante interesante, Meera.

—¿Eres... virgen?—menciona la palabra como si estuviera nombrando a Voldemort.

—Despues de mis muchos intentos, ya no lo veo para tanto—tomé el último sorbo de mi café ante la mirada atenta de mi nueva amiga—. ¿Mi último novio? Bueno, terminó siendo gay, solo salía conmigo para cubrirse las espaldas con su padre.

—Dime que no es cierto.

—Mi gay radar ha estado defectuoso por un montón de tiempo—contesté en su lugar.

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