Capítulo 15.

393 91 104
                                    

Shawn me observó como si no comprendiera lo que estaba hablando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Shawn me observó como si no comprendiera lo que estaba hablando. Lo entendía, después de todo él no era solo un vecino, era mi jodido profesor. Un profesor. ¿Acaso no estaban prohibidas las relaciones de alumnos y profesores? Bueno, tampoco es que lo estaba invitando a una cita, solo a casa, en Toronto, con mi familia.

Totalmente normal.

—¿Acaso estás...?

—Sí, invitándote al fin de semana de acción de gracias con mi familia—Su usual rostro inexpresivo estaba sorprendido, al parecer lo había tomado por sorpresa. Lo que hizo que me acobardara—. Lo sé, es estúpido, olvida lo que dije. Volvamos de nuevo con el profesor Kavanagh. Yo... Emm... Me voy, adiós.

Ajusté la correa de mi mochila en mi hombro y procedí a salir del salón de clases. Huir es un verbo mucho mejor para explicar la situación.

En minutos estuve en el estacionamiento en donde Meera estaba acorralando al pobre Zac contra su auto.

—Eres bastante lindo, ¿sabes?—le escuché decir.

Le palmeé la espalda todavía nerviosa por lo que había pasado con Shawn hace minutos.

—Déjalo en paz, Meera, estás rozando lo acosador—Zac asintió rápidamente con su cabeza súper nervioso, hasta podía jurar que estaba temblando—. Es tu día de suerte Zac, llegué para salvarte.

—Gra-gracias, Lu-Lucy.

Se deshizo del brazo de Meera con delicadeza y corrió, cuando estuvo fuera de su alcance Meera sonrió.

—Es lindo.

—Es un simple pececito que está siendo cazado por un tiburón. Y si hay dudas el tiburón eres tú —Meera se carcajeó.

Una vez estuvimos en su auto emprendimos camino a su casa. Todavía nerviosa me removía en el asiento del copiloto. Obviamente Meera no se perdió aquellos movimientos.

—¿Sucedió algo? ¿Estás en problemas con Shawn?

—No.

—Lucy—insistió alargando mi nombre—. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan nerviosa?

—¿Por qué? Oh, puede ser porque le pedí a Shawn Kavanagh, mi jodido profesor, a venir conmigo a casa por acción de gracias —Meera frenó de repente ocasionando que mi cabeza hiciera un contacto brusco con la ventana. El auto detrás de nosotros tocó la bocina en señal de reclamo—. ¡Cuidado!

Meera tenía su boca y ojos bien abiertos, luego esta se echó a reír volviendo a poner el auto en marcha sin importarle al loco maniático que teníamos atrás quien no dejaba de tocar la bocina.

—¡Dios! Pensé que estaba delirando, pero estás coladísima por nuestro profe de teoría musical.

—¡No lo digas de esa manera!

La melodía de Lucy | Hijos de sus padres #1Where stories live. Discover now