ACCIDENTALMENTE TUYA © 1º PAR...

Galing kay AmandaJqueiroz

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Un accidente, dos mundos que colisionan uniéndose en uno. Bybee no ha tenido precisamente suerte en la vida... Higit pa

Antes que nada
SINOPSIS.
01.BYBEE
02. BYBEE
03. BYBBE
04.BYBEE
05. BYBEE
06. BYBEE
07.BYBEE
08.WES
09. WES
10. BYBEE
11. BYBEE
12. BYBEE
13. BYBEE
14. BYBEE
15. BYBEE
16. WES
17. WES
Duda
18. BYBEE
19.BYBEE
20.BYBEE
21. BYBEE
22. BYBEE
23. BYBBE
24. BYBBE
25. BYBBE
26. WES
Meme personajes
27. WES
28.WES
29. BYBEE
30.BYBEE
31. BYBEE
32. BYBEE
33. BYBEE
34. BYBEE
35. BYBEE
36. WES
37. WES
38. BYBEE
39.BYBEE
40. BYBEE
41. BYBEE
42. WES
43. WES
44. BYBEE
45. BYBEE
46. BYBEE
47. BEE
48. BEE
49. BEE
50. BEE
51. BEE
MOMENTO MEME
52. BEE
53. WES
54. WES.
55. BEE
56. BEE
57. BEE
58. BEE
Momento meme
59. BEE
60. WES
61. WES
62. BEE
63. BEE
64. BEE
65. BEE
66. BEE
67. BEE
68. WES
69. WES
Momento meme de la semana
70. BEE
71. BEE
72. BEE
73. BEE
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76. WES
77. WES
78. WES
79. BEE
80. BEE
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86.WES
87. WES
88. WES
89. BEE
90. BEE
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93. WES
94. WES
95.WES
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100. BEE
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109. WES
110. WES
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114.BYBEE
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116. WES
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119. BEE

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Galing kay AmandaJqueiroz

119
Álbum: Tomadura de pelo.
Canción: Dont slack - Justin Timberlake

El resto de la semana fue pasando, no me devolvió las llamadas ni mucho menos me contestó a los mensajes y llegó a un punto que no entendía nada.

¿Rachel le había convencido para que volvieran? ¿Tan rápido se había olvidado de mí?

Me desperté más temprano de lo normal. Con una mano encendí la lamparilla de la mesita de noche y mantuve los ojos clavados en el techo.

Al fin había llegado San Valentín, y por ende mi cumpleaños.

—Menudo cumpleaños...—susurré y seguido apreté mis labios con fuerza, reprimiendo un sollozo.

Mis cumpleaños siempre habían sido los peores días de mi vida, pero ese en concreto parecía querer superar con creces a todos los demás.
Mis padres por primera vez no estarían, al parecer Wesley había terminado conmigo y ni siquiera me había dado un motivo, y estaría sola.
Katz había hecho planes con Bronik, Eve estaba en Inglaterra y Emily tenía doble turno, así qué, por primera vez, estaría más sola que la una en mi cumpleaños.

Una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla sin que pudiese evitarlo.

Sentí la vibración de mi móvil y lo busqué con la mano debajo de mi almohada. Era un mensaje de mi madre, abrí la aplicación para leerlo con una sonrisa en los labios.

Feliz cumpleaños, bichito.
Un regalo te espera en la puerta...

Alcé una ceja intrigada y de un brinco me levanté y fui corriendo a la entrada para descubrir qué era. Mi corazón galopaba en el pecho a punto de salirse por la boca, si es que fuese realmente eso posible. Al abrir la puerta me encontré con una cesta regalo. Abrí la boca formando una perfecta O, la cogí con manos temblorosas, cerré la puerta con un golpe de cadera y me dirigí a la cocina a curiosear. Coloqué la cesta en la isla y abrí el envoltorio de plástico tras cortar el enorme lazo rosa que lo sujetaba.

—Ay, mamá...—susurré con la vista borrosa por los lagrimones que me caían por mi mejilla. El móvil volvió a vibrar y lo miré. Era una llamada de mi madre.

—Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños, te cantamos a ti...—canturrearon ella y mi padre al otro lado de la línea—. ¿Te ha gustado el regalo? Bianca nos ha ayudado a que te llegara.

—Gracias, sois los mejores...

Lloré sin poder remediarlo.

—No llores cariño, ya sabes que si pudiésemos estaríamos ahí...—dijo mi padre con voz aterciopelada—, eres nuestro bichito y sabes que siempre haremos el esfuerzo, pero esta vez no podemos...

—No te preocupes papá, lo entiendo, y sabéis que os puedo enviar dinero para el calefactor, no seáis cabezotas.

—Mientras esté bien y pueda trabajar no necesitamos tu dinero y no pienso discutirlo otra vez.

—Vaaaale—alargué la frase con una media sonrisa mientras jugueteaba con un trozo del envoltorio.

Coloqué el teléfono entre mi hombro y mi oreja para tener ambas manos libre. Retiré el plástico y curioseé lo que había dentro.
Visualicé muffins, galletas de mantequillas personalizadas con mi nombre, una mini tarta también con mi nombre junto a un colorido «feliz cumpleaños». También habían varios pastelillos hojaldrados, mini alfajores, zumo tropical, refrescos, y un par de licores.

—¿Qué pretendéis? ¿Engordarme y emborracharme a la vez?— me reí y les oí hacer lo mismo.

—La verdad es que se ha encargado tu hermana, haz una foto y envíanos para ver qué hay, bichito tenemos que dejarte acabamos de llegar al supermercado...

Antes de que pudiese contestar se cortó la línea.
Miré el móvil unos segundos desconcertada, abrí la cámara, hice la foto y les envié al chat.

—¿Feliz cumpleaños?—Oí la voz de Katz en mi oído y pegué un bote soltando un grito del susto—. ¿Es tu cumpleaños y no me has dicho nada?

Me encogí de hombros.

—No es un día que me guste celebrar.

Me fulminó con la mirada y tiró de mis manos para envolver sus brazos a mi alrededor y abrazarme con fuerza. En los primeros segundos me resistí, Katz no era precisamente cariñosa y eso me cogió desprevenida, pero acabé devolviéndole el abrazo con efusividad.

—¿Cómo no te va a gustar celebrar tu cumpleaños criatura de Dios?—preguntó apartándose y cogiéndome de las manos nuevamente—. ¿Tienes algún plan para hoy?

Negué con la cabeza, cabizbaja.
Le solté las manos y me acerqué a la cesta para coger una galleta. Comer mitigaría mi pena, o eso quería creer.

—Hecho. Pues te vienes con Bronik y conmigo.

Negué frenéticamente con la boca llena.

—No pienso hacer de sujeta velas, y menos hoy.

Chasqueó la lengua y se acercó para mirar la cesta.

—¿Quién te lo envía?

—Mis padres—contesté, encogiéndome de hombros.

Ella alzó ambas cejas y cogió una galleta de mantequilla sin decir nada.

—¿Y el patán?

Volví a encogerme de hombros y ella suspiró.

—Pues no hay más que hablar, no pienso dejarte aquí amargada el día del tu cumpleaños.

—No pienso hacer de sujeta vela, déjalo.

Cogí un cuchillo y corté dos porciones de tarta, una para ella y otra para mí. Katz hizo café y juntas desayunamos.

—¿Por qué nunca mencionaste que era tu cumple?—preguntó tras un largo silencio.

—No es que no quisiera contaros, pero es un tema que prefiero omitir en las conversaciones...—confesé y me metí un gran trozo de tarta de calabaza a la boca.

—¿Por qué?—insistió.

Suspiré.

Katherine no era alguien a quien le gustase quedarse con la duda.

—¿No es un poco obvio? En San Valentín el que tiene pareja va a cenar y luego...

—Folla...—me interrumpió y yo suspiré.

—...y el que no tiene pareja se buscar una cita y...

—Folla también.

Ignorándola proseguí.

—Y el que ni uno ni otro...

—Se consuela solo.

No pude evitar y empecé a reírme a carcajada y ella me siguió. Acabé dándole un golpe amistoso en la pierna.

—Eres de lo que no hay.


Katz hizo mi día más llevadero, bailamos mientras arreglábamos la casa, cocinamos juntas y después de la comida ella se fue a echar la siesta y yo bañarme. Estaba a punto de meterme en el baño cuando sonó el timbre, di un paso hacia atrás sujetándome del marco de la puerta y mirando a la entrada de la casa, miré en dirección de la habitación de Katz pero estaba cerrada y no escuché ningún ruido demás.

Suspirando fui a ver quién era.

Al abrir la puerta me encontré con un par de ojos castaños esperando con impaciencia.

—¿Señorita Cohen?

—¿Sí?

—Le traigo un paquete...—Alzó una caja grande y rectangular en mi dirección. Automáticamente hice lo mismo, para recogerlo—. Necesito que firme aquí.

Tras firmar, me despedí de él y cerré la puerta con un golpe de cadera. Picada por la curiosidad, intenté con una mano abrir la tarjeta negra que estaba pegada en el centro de la caja blanca.

Feliz San Valentín Bybee, te paso a recoger a las 18:00 para una noche inolvidable. (Wes)

¿Feliz San Valentín? ¡Estás de coña! Llevas toda la semana sin hablarme y me vienes con ¿Feliz San Valentín?

En un principio sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, posteriormente creía que me daba un tembleque y a continuación una llama fue creciendo lentamente hasta explosionar y un calor insoportable se adueñó de mi, dando paso a un furia incontrolable.

—¿¡Estas de coña!?— chillé, segundos después Katz sacó la cabeza por la puerta de su habitación preguntándome qué pasaba—. Métete en tus asuntos Katherine.

Pasé por ella mientras me contestaba dubitativamente «Ok».

Entré en mi habitación, tiré el regalo sin mirar sobre la cama y busqué como loca el móvil, el cual parecía haberse evaporado de la faz de la tierra.
—¿Dónde estas?—pregunté al borde del llanto . No se me daba muy bien gestionar la ira, siempre que me cabreaba acababa llorando—. No voy a llorar, ya he llorado toda la semana, idiota.

Acabé encontrándole debajo de la caja regalo después de desordenar toda mi habitación, fui al listado de llamada y al encontrar su número debajo del de mi madre, quien había sido la última persona con la que hablé di a llamar. Los primeros tonos de llamada hicieron que me pusiera más nerviosa de lo que pensaba.

—Hola Bybee.

Su voz me paralizó unos segundos. Raramente me llamaba por mi nombre de pila y como de costumbre, seguía sin saber cómo reaccionar cuando se daba la ocasión. Parecía tranquilo, sin culpa en la consciencia por haberme ignorado toda una semana. Recordar ese hecho volvió a encender la llama de furia que se había apaciguado con los nervios previo a la llamada.

—¿Como qué «hola, Bybee»?—dije en tono rocoso—. Te pasas una semana entera ignorando mis llamadas y mensajes y ahora me vienes con ¿hola, Bybee?

Le oí respirar hondo y un pequeño silencio se hizo entre nosotros.

—Lo siento...

No pude esperar que contestara y seguí hablando.

—¿Qué lo sientes? ¿Qué sientes; ignorarme, herir mis sentimiento o hacerme creer que se acabó y de pronto enviarme un regalo creyendo que con eso lo arreglas todo?

—Bybee, no quiero discutir...te prometo que esta noche te cuento todo, será una sorpresa que nunca olvidarás...

Solté un grito frustrado y se calló.

—¿De verdad crees que puedes arreglar todo con un regalo?¿Una sorpresa?

—Claramente no.

Su tono era rudo, casi herido pero que se sintiera herido sólo me cabreó más. ¡Él había pasado de mí!Había ignorado mis llamadas y mis mensajes, no yo, no tenía derecho a sentirse ni lo más mínimo herido.

—Mira Wesley, no sé como han sido tus relaciones pasadas, pero conmigo eso de cagarla y luego venir con regalitos no funciona, o maduras y decides tener una relación de mayores, o no cuentes conmigo.

Y sin más, le colgué.

Wesley me gustaba, me encantaba pasar tiempo con él y descubrir cosas nueva sobre su vida, pero no pensaba dejar que otro tío me tomase el pelo.
Me senté en la cama y miré la caja, tenía una cinta negra que iba de lado a lado y luego se cruzaba yendo al otro extremo para acabar coronado por un perfecto lazo.

Suspiré.

No sabía lo que era, tenía miedo de abrirlo y al hacerlo darme cuenta de que estaba siendo estúpida al ni siquiera plantearme escuchar su explicación.

HOLA BOMBONES! Lo sé, he tardado mucho, pero he estado bastante desconectada este mes, lo siento.
Intentaré subir capítulo una vez por semana, martes o viernes, según lo tenga. Sé que tenéis dudas de si terminaré la novela o no, pero siiii, haré todo lo posible. PROMISSEEEEE. Hasta pronto bombones💕

Le dais amor en instagram? GRACIAS

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Magugustuhan mo rin

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