Regreso a Casa.
Amélie Larsson.
—Compermiso... Compermiso....
Abrió la puerta del comportamiento Blaise entrando con un montón golosinas.
—Me gusta comer mientras veo la nieve.—comentó sentándose y levantó sus brazos que estaban abrazando las golosinas.–¿Quieren?
—No gracias.—murmuré negando, Draco solo negó con la cabeza pero Theo no se quedó quieto y estiró su mano agarrando una.
—De regresó a casa...—dijo Blaise viendo los árboles llenos de nieve que se veían por la ventana.
—Chicos, los extrañare.—dijo Theo.— me cayeron muy bien, y eso que tenemos muy poco hablando...
—No te pongas sentimental, nos veremos en unos días.—le dijo Blaise con su boca llena de chocolate.
—Ya quiero llegar.—dijo Malfoy acostándose en mi hombro mientras cerraba los ojos.—Aún faltan varias horas.
—Chicos, envíenme cartas.—dijo Theo.—Me aburro mucho en casa, y... bueno, no tengo novia ni nada con quien hablar.
—Tranquilo Theo, te mandaremos cartas.—le sonreí.— ¿Verdad, Malfoy?—levante un poco mi hombro despertándolo.
–Eh...sí, sí.—balbuceó volviéndose a recostar y durmiéndose.
–No serás el único, Nott. Yo tampoco tengo con quien hablar, te tendré que molestar un rato.—le dijo Blaise.
—Bien, oigan no se si les comente pero...—se inclinó un poco acercándose con nosotros.—Es que bueno, está Malfoy.
–Está dormido.—le dije.
—Sí, que el huroncito no te detenga con lo que tengas que decir, ándale.—dijo Blaise interesado.
–Es que es algo raro y tal vez, no me crean.—admitió Theo rascándose la nuca.
—Vamos, ¿acaso viste algo como a Mis pastelitos besándose con Filch?—preguntó Blaise burlesco, todos hicimos cara de asco.
—No.. no es eso, pero... bueno.—suspiró.—¡Se los dire pero de aquí no sale nada!
—Dale, Dale, la estás haciendo mucho de emoción Nott, yo quiero saber.—dijo Blaise.
–Antes de venir a sentarme por acá, estuve de curioso viendo los compartimiento y bueno... vi a Luna y Pansy en el mismo comportamiento y yo seguí caminado por qué no le tome importancia pero después dije ¿Luna y Pansy? Entonces me regrese y bueno... en eso se besaron.—explicó.
Todos nos quedamos callados.
Silencio incómodo.
—Te la creo más lo de Miss pastelitos con Filch.—dijo Blaise.—Hablo de que... ¿Párkinson y Lovegood? No lo veo. Aparte Párkinson anda con este hurón.
—Párkinson ya no es mi novia.—escuchamos que dijo casi en un susurro Malfoy.— Así que dejen de hablar de mi.
—¿Ya no eres novio de Párkinson?—dijimos al mismo tiempo los tres, Malfoy levantó su cabeza recargándose ahora en el asiento y humedeció sus labios.
—No, terminamos antes de subir al tren.—explicó.— Así que....—se encogió sus hombros.—Ella es libre de hacer lo que quiera.
—Vaya, ya se estaban tardando. Parecen más novios Amélie y tú.—dijo Theo sorprendido.
—¿Apoco no hacemos linda pareja?—preguntó Malfoy pasando su brazo por arriba de mis hombros.
–¡Sin duda!—se apresuró a decir Blaise.— Siempre me ha gustado la pareja que hacen, aparte de que con ella no eres un idiota.
—Sí ha sido idiota.—repliqué, riendo.
—Pero ya no más.—dijo Malfoy.
—Sigo... en.... bueno... impactado.—dijo Theo comiendo su golosina.—¿Quieren contarme cómo se conocieron?
—No hay mucho que contar, sus padres son amigos de los míos y nos conocimos en mi casa.—dijo Malfoy.
—Me acuerdo cuando supe que eran novios en primer año.—comentó Blaise.—A esa edad solo pensaba en que me saliera bien el Wingardium Leviosa.
—Todos creo que pensaron lo mismo.—dije riendo.— Pero parecíamos más amigos que novios en primer año de hecho.
—Le di un beso nomas, en primer año y fue de pico.—dijo Malfoy.—Con eso tuve para enamorarme aún más, pero nunca nos besábamos. Ya en segundo año una que otra vez, pero éramos unos niños.
—Enamorarte aún más eh.... aquí ya está saliendo la cosa.—dijo Blaise riéndose, Theo también se reía frotándose las manos. Malfoy se puso rojo, girando su cabeza viendo hacia la ventana.
—Oh, cállense.—les dijo sin voltearlos a ver.—Si le dicen a alguien esto, les voy a pegar.
—Ni quien quiera un golpe tuyo, con esos anillos.—carcajeó Theo.—No se como no le destruiste la cara a Weasley.
—Yo pensé que pelearía más Weasley, pero estaba muy pasado de vasos ese día.–dijo Blaise.—Aposté con los gemelos Weasley a que ganarías, andaban entre los estudiantes haciendo sus apuestas.
—Lo normal, ves que a tu hermano le están dando una golpiza y te pones a hacer negocios.—dice irónico Theo.
—Los Gemelos Weasley no hicieron nada, por que saben que la comadreja de su hermano, lo arruinó.—dijo Malfoy viéndonos, ya no estaba tan sonrojado, tenía sus mejillas rosadas.
—Ni vale la pena mencionarlo.—dijo Blaise.—Ya sabremos a quien no invitar a las fiestas de Slytherin.
—Ni a ninguna fiesta, ese chico y la sangre sucia de su noviecita arruinaran de una u otra forma las fiestas.—opino Theo.
—Somos mejores prefectos Amélie y yo.—dijo Malfoy sonriendo.—Claro, pues somos de Slytherin.
Y el viaje de regreso a Casa siguió, entre platica y broma de los chicos, creo que nunca había oído reírse tanto Malfoy con las cosas que decían Blaise y Theo. El me volvió a abrazar mientras seguía platicando con ellos. Llegamos a casa a las 7 de la tarde, ya casi era de noche, bajamos del tren con nuestras cosas.
—Entonces... nos vemos después chicos.—se despidió Theo con la mano.
—Nos hablamos después.—dijo Blaise agarrando sus cosas mientras entre sus labios sostenía una golosina.
Busqué a mi padre con la mirada y me acerqué a él.
—¡Mi niña!—dijo emocionado abriendo sus brazos, llegue hasta el y lo abracé.—¿Qué tal el viaje?
Atrás mío llegó Malfoy, con su maleta y la mía, dejándolas en el suelo, estrechándola la mano a mi padre.
—Señor.—dijo sonriendo.
—Malfoy, me da gusto saber que pasarás la navidad en casa... yo no podré estar mucho por cuestiones de trabajo.—hizo una mueca.—Pero me alegra saber que mi hija se quedará contigo.
—Cuando lo supe, no podía dejar que Amélie se quedará sola en navidad.—dijo Malfoy.—Para mi es un placer hacerle compañía.
—¡Perfecto!—aplaudió mi padre.—¿Nos vamos?
Los dos asentimos, me agaché para agarrar mi maleta pero Malfoy se negó.
—Yo lo llevó.—murmuró.—Vamos.