Amélie Larsson.
—¡Larsson, Ey Larsson!—gritaba Goyle mientras me acercaba a ellos.—¡A que no sabes quien se encuentra aquí en Hogwarts!
—¿Quién?—pregunte confundida.
—Tu suegra vino a ver la tercera prueba, Larsson.—hablo ahora burlesco Malfoy.—¿Qué acaso Weasley no te dijo que vendría?
—No.—fruncí el ceño.
—Bueno, puede que no te quiera presentar con su madre.. ya sabes... por ser una Slytherin.—se inclinó para murmúrame lo último.
—A la señora Weasley no creo que le importe mucho de que casa pertenezca, Malfoy.—dije entre dientes.
—Quien sabe, tal vez y sí, he sabido que no les agradábamos mucho por ser de Slytherin.—se encogió sus hombros.— Weasley ha de tener mucha pena de presumirte con su madre.
—Solo lo estás diciendo para molestar.—bufé.
—Yo solo te digo lo qué se me hace mas coherente por qué se me hace raro que Weasley siendo tu novio, no te ha dicho que su familia iba a venir a ver la tercera prueba.—contesto con indiferencia.
—Claro, como digas.—fuimos hacia el Gran Comedor entrando, y efectivamente ahí estaba la Señora Weasley y Bill, junto a Fred, George, Harry, Ron y Hermione. Ron me volteo a ver y me sonrió apretando sus labios, le regresé la sonrisa.
—Te lo dije.—me codeo Draco arrastrándome a la mesa de los Slytherin. Nos sentamos esperando que los demás llegaran.
—Es muy bonita.—dije viendo a la mesa de Gryffindor, Malfoy me miró sin entender.—La mamá de Ron.
—Sí, claro.—bufo.
—¿Emocionado por la prueba de hoy?
—Estoy emocionado de ver cómo Diggory gana.
—¿Has apostado?—arquee mi ceja, él me miró unos segundos pero desvió la mirada sin responder. Al notar que lo seguía mirando suspiró.
—Sabes bien que sí.
Negué con la cabeza sonriendo, todos en el Gran Comedor estaban ansiosos por esta noche. La mesa de Hufflepuff era la que más ambiente tenía, todos portaban los colores con orgullo hablando y cantando algunas canciones que habían escrito para hoy.
Note que Draco estaba callado viendo a un punto fijo, me miró por el rabillo de su ojo pero al notar que también lo estaba viendo sonrió de lado.
—Malfoy, ¿Cómo... cómo les haces para siempre aparecer en el artículo de Rita Skeeter?—lo interrogue.— Que causalidad que haya sabido sobre Potter y su desmayo en Adivinación.
Se giró a verme completamente.
—¡Pero si eso no fue desmayo! Parecía perro revolcándose en el lodo.—carcajeó.— Aparte de que estaba llorando y quedándose de que le dolía la tonta cicatriz. "Me duele, me duele."
Apreté mis labios,—Bueno creo que eres el menos indicado en burlarte.
—¿Y tú por qué dices eso?
Me incline a él quien sonrió al tenerme algo cercas,—¿Quieres que recuerde cómo te pusiste en tercer año?
Dejo de sonreír quedando frente a mi,—Potter solo lo hace para tener un poco más de atención.
—No creo que lo haya hecho para tener atención.
—A ver Amélie.—me paró.— Acepto y entiendo que salgas con la comadreja, pero que estés defendiendo a San Potter enfrente mío? Eso si no me lo esperaba, creo que te esta haciendo mal salir con ellos.
—No lo estoy defendiendo, Malfoy.—comente.—Solo di mi opinión, hablo de que.. en clase se veía muy mal ese día, no creo que haya pretendido que le estuviera doliendo, se le veía en la cara que estaba sufriendo y no me vas a dejar mentir.
—Tal vez es bueno actuando, siempre quiere el protagonismo solo por ser El Elegido.—masculló.
—Eres un caso perdido.—negué.
—No nos vamos a pelear por Pottah, ¿verdad?—se inclinó un poco para adelante viéndome.— Se me haría una estupidez, aparte, ya pasó.. el artículo ya salió, ni si quiera me metí con tu novio.
—¿Por qué siempre sacas a Weasley?
—¡Por qué puedo!—dijo entre dientes.— ¿Podemos ya dejar este tema en paz?
Mantuve la mirada con él durante unos segundos sin decir nada, pero solía tener esa expresión de que no se encontraba muy contento.
—Está bien.—dije finalmente.
—Bien.—asintió dándome una recorrida con su mirada hasta que se detuvo.
—¿Qué pasa?—baje mi mirada.
—¿Por qué no tienes puesto la pulsera que te di?—pregunto viendo mi muñeca, la agarro subiendo la manga.
—Se me olvidó ponérmela, Malfoy. Si alguien.—lo mire mal.—No me hubiera estado apurando para bajar, la hubiera agarrado.
—Pero claro el anillo de la comadreja si lo tienes puesto.
A su lado se sentó Pansy seguido por su grupo de amigas, yo solo me volteé a ver a Ron quien seguía platicando con su madre.
—¿Te vas a molestar?—pregunte.
—Es tu novio, le debes de dar más preferencia a él ¿no?—sonrió irónicamente.
—Se me ha olvidado la pulsera, Draco. De verdad.
—No, nunca se te había olvidado hasta ahora.
—Tú sabes que aprecio mucho esa pulsera.
—Sí, se nota.
—No puedo creer que te pongas así solo por una vez que no me haya puesto la pulsera.
—¿Está todo bien?—preguntó Pansy sonriendo, Draco le dio una mirada.
—Sí, todo está bien.—dije viendo a Draco para levantarme de la mesa a lo que él abrió sus labios para decir algo. Me di vuelta sin darle tiempo de que pronunciar algo caminando a donde estaba Tracey.
—Hola.—murmuré, ella sonrió.
—¿Qué paso con Malfoy?
Suspiré,— Solo es Malfoy.
—Nunca me quieres hablar de lo qué pasa con él, Amelie.—se quejó,—pensé que éramos mejores amigas.
—Lo somos.—afirme,—en otro momento te lo contaré.
—Se ve que es duro de entender.—murmuró viendo a su dirección.
Asentí,—Lo es.
—Pero bueno.—sonrió aún más,—¿Ron ya te presento a su familia?—negué,—Oh... bueno, puede que ahorita lo haga.
—¿Tú crees? no me comentó nada de que vendrían hoy de hecho.—fruncí el ceño viendo hacia dónde estaba platicando con su madre.
—Lo más seguro que se le haya olvidado, tú no te preocupes.
—Sí es verdad.—sonreí de lado, ella pasó su brazo por encima de mis hombros.
—Mejor hay que hablar de lo guapo que se ve Cedric.
—Si Blaise te escucha se pondrá celoso.—me burlé codeandola, soltó la carcajada.
—Blaise no está por aquí. Aparte, no pasa nada por ver un poco...
—Pero tú sueles enojarte si él ve a alguien más.—dije confundida.
–Amelie, solo disfruta de la vista.—dijo frustrada sonriendo,— ¡Mira!... está volteando para acá, sonríe.
Miré a la mesa de Hufflepuff donde se encontraba Cedric junto con sus amigos, él me sonrió a lo que yo le respondí la sonrisa.
—¡Te sonrió!—chilló emocionada Tracey,— ¡Te odio Amelie, siempre te consigues a los más lindos!
—Solo me sonrió, no es como que me haya pedido salir.—ladee mi cabeza.
—Eso no importa, desde que te estuvo gritando por el Gran Comedor... por Salazar, todos se dieron cuenta de eso.—quito su brazo para quedarse frente a mi,— ¿Qué era lo que quería?
—Ya te había dicho, Tracey.
—Pero capaz se te olvidó decirme algo... no se... tal vez que te invito a salir o algo.
—Tengo novio.—le recordé riéndome.
—¡Eso no importa, es Cedric Diggory!
—Y él tiene novia.
—Ve el lado bueno.—dijo dándole una mirada jugando con la orilla de su túnica,— no están casados, pueden terminar.
—¿Y tú por qué no le hablas?
—No me hace caso, le he intentado hablar pero... ¡es Cedric por Salazar!—exclamó asombrada,— tartamudeaba al llegar con él.
Solté una risa al verla,— A ti te emocionan demasiado los hombres.
—Hay hombres que daría todo por estar con ellos.—confesó suspirando.
—Pero tienes a uno que te hace caso.
—Blaise es guapo.—asintió,—muy guapo, tiene buen carisma... pero claro, también hay otros chicos que daría todos por estar con ellos.
—A ti te gustan todos.—me enderece.
—Tampoco soy ciega, Amelie. Tú tampoco lo eres, sabes qué hay chicos más guapos.
—Es mejor sentarnos.—dije caminando a la mesa para tomar asiento, ella me siguió.
—No me evitas el tema, Amelie.
—Y no lo hago.
—Sí, claro. Sabes bien que lo haces.
—¿Crees que den pollo de cenar?—murmuré colocando mi codo en la mesa para recargar mi mejilla en la mesa de mi mano aburrida, ella se quejó.
Ron Weasley.
Estaba parado junto a la mesa de Gryffindor junto a mi madre, mi hermano, Harry, los gemelos y Hermione cuando vi que entró Amélie al Gran Comedor seguido por Malfoy, Crabbe y Goyle. Le sonreí, y ella también lo hizo, en eso vi que Malfoy se inclinó para decirle algo y la camino hasta la mesa de Slytherin, fruncí el ceño.
—Madre, ¿Qué acaso el pequeño Ronald no le ha contado que ya tiene novia?—pregunto Fred con una sonrisa maliciosa viéndome.
—¡Ron!—me miró sorprendida.—¡¿Cómo está eso que tienes novia y yo no sabía?! ¿Quién es? ¿Se encuentra aquí?
—Eh madre sí tengo novia.—mire mal a Fred.—Luego te la presento, lo qué pasa es que ella no es de esta casa.
—Oh, entiendo... ¿De qué casa es?
Fred y George me miraban divertidos, Harry estaba más pálido de lo normal ya que faltaba poco para la prueba, Hermione hablaba con Bill y Mi madre me miraba impaciente.
—Slytherin.—conteste.
—¿Estas saliendo con una Slytherin?—abrió su boca en una perfecta "o."
—Sí, ¿porqué? ¿te molesta?
—No es eso, hijo. Solo me sorprende que tu principalmente salgas con una Slytherin cuando los odiabas.—comenta.
—Bueno es que sí los odio.—rodé los ojos.— Pero mi novia es punto y aparte, madre. Ella... ella me gusta.
—Su novia fue novia de Draco Malfoy.—hablo ahora George poniéndose alado mío.
—Y ahora es mejor amiga de él.—continuo Fred.—Pero dejando alado todo eso, es buena chica, a mi me cae bien.
—De hecho a mi también, hasta creamos un plan Fred y yo para que se hicieran novios.—dijo George orgulloso.
—Me gustaría conocerla, Ron.—comentó mi madre sonriendo.— Ha de ser una chica maravillosa para que se haya ganado tú corazón, y la de tus hermanos.
—Oh, sin duda alguna lo es.—suspiré.—Venga, vamos a sentarnos.