Tenías que ser tú. |Draco Mal...

By 011204j

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Claro... tenías que ser tú, siempre fuiste tú. Fecha de publicación: 29/09/2020. Fecha de finalización: 09/1... More

Bienvenida.
Comienzo.
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FINAL.
Epílogo
Continuación.
CAPITULO EXTRA.
CAPITULO EXTRA.
CAPITULO EXTRA.

53.

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By 011204j

Ron Weasley.

El día de ayer estuve todo el día con Amélie, no la quise dejar sola ningún segundo, aprovechando que hablamos varias cosas y como se la estuvo pasando en casa. Al día siguiente, bajamos a desayunar al Gran Comedor: Hermione, Harry y yo.

Cando llegaron las lechuzas, Hermione las veía impaciente.

—Percy no habrá tenido tiempo de responder.—dije ya que estábamos esperando respuestas.—Enviamos a Hedwig apenas ayer.

—No, no es eso.—repuso Hermione.—Me he suscrito a Él Profeta, estoy harta de enterarme de las cosas por los de Slytherin.

—¡Bien, pensado!—aprobó Harry.—¡Eh, Hermione, me parece que estás de suerte!

Una lechuza gris bajaba hasta ella.

—Pero no trae ningún periódico.—comentó ella decepcionada.—Es...

La lechuza gris se posó delante de su plato, seguida por cuatro lechuzas comunes, una parda y un carábo.

—¿Cuántos ejemplares has pedido?—preguntó Harry.

—¿Qué demonios....?—exclamó Hermione, que agarró la carta de la lechuza gris, la abrió y comenzó a leerla.—Pero ¡Bueno! ¡Hay que ver!—farfulló, poniéndose colorada.

—¿Qué pasa?—inquirí.

—Es... ¡Ah, qué ridículo!

Le pasó la carta a Harry, me incliné hacia el queriendo ver también, la carta no estaba escrita a mano, si no tenía recortes de letras de El Profeta.

eRes una ChicA malVAdA. HaRRy PottEr se merEce alGo MejoR quE tú. vUelve a tU sitIO, mUggle.

—¡Son todas por el estilo!—dijo Hermione desesperada, abriendo una carta tras otra.—"Harry Potter puede llegar mucho más lejos que la gente como tú..." "Te mereces que te escalden en aceite hirviendo..." ¡Ay!

Al parecer acababa de abrir un sobre, Y un líquido verde amarillento con un olor a gasolina muy fuerte se le derramó en sus manos que empezaron a llenarse de granos amarillos.

—¡Pus de bubotubérculo sin diluir!—dije agarrando con cuidado el sobre y oliéndolo.

—Será mejor que vayas a la enfermería.—le aconsejo Harry al tiempo que echaba a volar las lechuzas.—Nosotros le explicaremos a la profesora Sprout adónde has ido...

Hermione con lágrimas en los ojos, se paró y salió casi corriendo del Gran Comedor, bufé y lancé el sobre a la mesa.

—¡Se lo advertí!—dije a Harry.—¡Le  advertí que no provocará a Rita Skeeter! Fíjate en está.—Agarre una de las cartas que había dejado Hermione.—"He leído en Corazón de bruja como has jugado con Harry Potter, y quiero decirte que ese chico ya ha pasado por cosas muy duras en esta vida. Pienso enviarte una maldición por correo en cuanto encuentre un sobre lo bastante grande." ¡Va a tener que andarse con cuidado!

—Tendremos que tenerla al tanto.—dijo Harry haciendo una mueca.—Cambiando de tema, ¿Qué tal te fue con Amélie ayer? ¿Si pudieron hablar?

—Sí, me contó que se la pasó en su casa, no salió a ningún otro lado y que recibió todas las cartas sólo que no estaba de muchos ánimos para andar contestando, cosa que entendí, hablamos y lloró, la abracé, y bueno, le dije que la quería y que iba a estar ahí para ella.—comente.— No me gusta verla mal ¿Sabes? Es mi novia, y aún así me siento muy culpable por no haber ido con ella.

—Lo se Ron, pero se hizo lo que se pudo. Hermione y yo sabemos que intentamos todo, lo bueno que ella ya está aquí ¿No?.—sonrió.—Apúrate que tenemos que ir a Herbología.

—Oh, y a que no sabes qué me contó.—dije levantándome.

—¿Qué paso?—me miró con curiosidad.

—Malfoy si fue a verla.

—Pensé que eso ya lo sabías.

—Solo lo suponía, no pensé que fuera verdad.—arrugue mi nariz negando con la cabeza,— y me dijo que durmió ahí.

Harry abrió sus ojos al tope,—¿Durmió con ella?

—¡No!—me apresuré a decir,—no se...

—¿Cómo que no sabes?

—No le pregunte dónde durmió exactamente él.

—¿Por qué no?

—Por qué no quería hablar ya de eso, y no quise presionarla.—salimos del Gran Comedor,— sabes... no me gusta su amistad.

—¿Celoso de Malfoy?—me miró burlesco, lo empuje.

—No tendría por que estar celoso, te recuerdo que Malfoy fue quien la termino.

—Ya lo se, pero se que ve quiere estar cerca de Amelie.

—Es por qué Malfoy no sabe estar solo.—espeté esquivando a los alumnos de Hufflepuff.

—Nah, yo creo que estás celoso.—rió sonoramente,—Oh vamos Ron, sabes que lo estás.

—Claro que no, y cállate que vamos tarde a clase.—dije no muy feliz por lo que había dicho.

~.~

Al salir del invernadero para ir a la Clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, vimos a Malfoy, Crabbe y Goyle descendiendo la escalinata de la puerta del castillo. Pansy Párkinson iba cuchicheando y riéndose tras ellos junto con su grupo de amigas de Slytherin, nos volteo a ver y dijo;

—Potter, ¿has roto con tu novia? ¿Por qué estaba tan alterada en el desayuno?

Harry y yo seguimos caminando ignorando lo que había preguntado Párkinson. Al llegar afuera de la cabaña de Hagrid, vi que Amélie se encontraba con Tracey y Blaise, ella al verme se separó de ellos caminando hasta mi, sonreí dándole un beso en la mejilla cuando se posicionó a mi lado.

Vimos un montón de animalitos negros de aspecto esponjoso y largo hocico.

—Son escarbatos.—explicó Hagrid.—Se encuentran sobre todo en las minas. Les gustan las cosas brillantes, miren.

Uno de los escarbatos dio un salto para intentar quitarle de un mordisco el reloj de pulsera de Pansy Párkinson, que gritó se hecho para atrás. Amélie a mi lado se rió a lo bajo haciéndonos reír a Harry y a mi.

—Resultan muy útiles como detectores de tesoros.—dijo Hagrid contento.—Pensé que hoy podríamos divertirnos un poco con ella. ¿Ven eso?—Señalo el trozo grande de la lechucería.—He enterrado algunas monedas de oro. Tengo preparado un premio para el que agarre al escarbato que consiga más. Pero lo primero que tienen que hacer es quitarse las cosas de valor, luego escogen un escarbato y prepárenlo para soltarlo.

Harry se quitó su reloj, guardándolo en su bolsillo. Yo me quite también el mío, Amélie en cambio se quitó unas pulseras, y el anillo que le había regalado. Se los guardo.

Cada quien se acercó agarrando un escarbato, eran bastante cariñosos.

—Esperen.—dijo Hagrid viendo al interior de la caja.— aquí queda un escarbato. ¿Quién falta? ¿Dónde está Hermione?

—Ha tenido que ir a la enfermería.—expliqué.

—Luego te lo explicamos.—le dijo Harry en tono bajo, Hagrid asintió.

—¿Qué le pasó?—me preguntó Amélie confundida.

—Después te cuento, es una larga historia.—murmuré, ella solo asintió.

Los escarbatos entraban y salían de la tierra como si ésta fuera agua, y acudían a nosotros corriendo para depositar las monedas en nuestras manos. El mío parecía muy eficiente, no tardo en llenarme el regazo de monedas.

—¿Se pueden comprar y tener de mascotas, Hagrid?—le pregunte emocionado mientras mi escarbato se volvió a hundir en la tierra.

—A tu madre no le haría gracia, Ron.—repuso Hagrid sonriendo.—porque destrozan las casas. Me parece que ya deben de haberlas recuperado todas... ¡Miren ahí está Hermione!

Se acercaba por la explanada. Llevaba las manos llenas de vendajes y parecía triste. Pansy Párkinson la miró escrutadoramente .

—¡Bueno, comprobemos cómo ha ido la cosa!—dijo Hagrid.—¡Cuenten sus monedas! Y no merece la pena que intentes robar ninguna. Goyle.—agregó.—Es oro leprechaun: Se desvanece al cabo de unas horas.

—Sácalas de tu bolsillo, Goyle.—le dijo burlesca Amélie, Goyle la miró mal mientras vació sus bolsillo.

~.~

Amélie.

La clase había terminado y el que más moneda había agarrado fue eso escarbato de Ron, como recompensa Hagrid le entregó una enorme tableta de chocolate de Honeydukes.

—Te has perdido de una clase estupenda—le dijo Harry a Hermione.—Los escarbatos son los mejores ¿a que sí, Ron?

Pero Ron miraba ceñudo el chocolate que Hagrid le había dado. Parecía preocupado por algo.

—¿Qué pasa?—pregunto Harry.

—¿No esta bueno, Ron?—pregunte ahora yo llamando su atención.

—No es eso.—replicó Ron suspirando,.—Harry, ¿Por qué no me dijiste lo del oro?

—¿Qué oro?

—El oro que te di en los Mundiales de quidditch.—explicó Ron.—El leprechaun que te di en pago de los omniculares. En la tribuna principal. ¿Por qué no me dijiste que había desaparecido?

Harry se quedó callado como si estuviera recordando algo.

—Ah...—dijo.— No sé... no me di cuenta de que hubiera desaparecido. Creo que estaba más preocupado por la varita.

Subimos la escalinata de piedra, para poder entrar así al vestíbulo.

—Tiene que ser estupendo.—dijo Ron, de repente.—eso de tener tanto dinero que uno no se da cuenta si le desaparece un puñado de galeones.

—¡Mira, esa noche tenía otras cosas en la cabeza!—dijo Harry manteniendo la poca paciencia.—Y no era el único, ¿Recuerdas?

Me mantuve callada al no saber que decir a la conversación, tampoco quería entrometerme mucho al no saber bien lo que estaba sucediendo.

—Yo no sabía que el oro leprechaun se desvanecía.—murmuró Ron.—Creía que te estaba pagando. No tendrías que haberme regalado por navidad el sombrero de los Chudley Cannons.

—Olvídalo ¿quieres?—le pidió Harry.

Nos quedamos parados antes de entrar al Gran Comedor, Ron tenía su cabeza agachada. 

—Odio ser pobre.

Harry, Hermione y yo nos miramos.

—Es un asco.—siguió Ron.—No me extraña que Fred y George quieran ganar dinero. A mi también me gustaría. Quisiera tener un escarbato.

—Bueno, al menos ya sabemos que podemos regalarte de navidad, cariño.—dije para animarlo agarrando su mano.

—No sabes cuanto me costo el anillo que te di en navidad, tuve que hacerle muchos favores a Fred y George para que me los consiguieran.—sonrió tristemente.

—El anillo me encantó, demasiado Ron. Aprecio que hayas tenido el detalle de darme algo.—admití sobando su brazo.

—Te quiero.—me abrazó y suspiró.— Creo que es hora de comer.

—Yo también te quiero, y...—mire a Harry y Hermione.— Los dejó, Tengo que ir con Tracey.

—Claro que sí, Amélie. Nos vemos después.—sonrió Harry.

Hermione solo asintió, no le tome importancia. Me aleje de ellos caminando hacia los estudiantes de Slytherin que iban hablando entre ellos, apresuré mi paso queriendo alcanzar a Tracey.

Me posicione a su lado cuando ella me volteo a ver y sonrió.

—¿Tú novio te ha dado chocolate?

—No.—negué,— estaba algo triste.

—¿Por qué? Ha ganado un chocolate.

—Problemas.—murmuré,—¿Y Blaise?

—Se ha ido con los chicos de Quidditch, creo que para ver el siguiente partido, me dijo que me vería en el Comedor. ¿Y Draco?

—No se donde está.

—Yo tampoco, lo más posible que esté con Parkinson.

—¿Pero que no ella estaba con sus amigas?

—Entonces está por algún lado del castillo engañándola.—se rió, la miré fijamente,—¿Qué?

—¿Tú sabes algo?

—¿Saber algo como que?

—Sobre Draco.

—Oh Amelie, pensé que no te interesaba Malfoy.—me codeó.

—Es mi amigo.—acomode mi cabello entrando al Gran Comedor,—solo eso.

—Si claro.—sonrió maliciosamente,— Bueno, no se nada... pero creo que si se ha hablado con varias chicas por lo que he sabido.

—Primero dices que no sabes nada y luego que sí.

—Es complicado, solo se lo que Blaise me ha contado.—encogió sus hombros,—no se mucho.

Abrí mi boca para decir algo cuando mi mirada cayó en Draco que estaba ya sentado en la mesa hablando con Goyle. Me sentí más tranquila al verlo, y camine a donde estaban ellos con Tracey siguiéndome el paso.

—Hola chicas.—sonrió coquetamente Goyle viendo a Tracey, ella la miró raro.

—Pensé que estarías con la comadreja.—dijo Draco cuando me senté.

—Me encontraba con él, pero es la hora de comer.

—Sí... me lo debí suponer.—se cruzó de brazos apoyándose en la mesa sonriendo de lado, lo miré unos segundos su perfil cuando noté que me miró por el rabillo de su ojo. Me enderece torpemente viendo a Goyle.

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