El llanto de mamá no cesaba, estaba tan pálida como un papel, los sollozos reinaban en la mansión.
Yo tenía un fuerte dolor de cabeza en ese momento, quería morir, morir por haber matado a papá.
Ambas llorábamos intensamente pero más mamá, me acerqué para sacar la daga de su cuello.
—¡¡NO!!— gritó mamá— ¡¡ SAL DE AQUÍ!!
El sentimiento de culpa no se iba, pensar que no lo vería sonreír nunca más, ni abrazarme, llamarme hija, ni besar mi frente y frotar mi cabello me dolía, me consumía.
No había analizado las cosas bien, papá bajo las escaleras y mamá solo lo siguió, luego ella corrió a la habitación y él se percató de que yo estuviera dormida para hacer no se que cosas con mamá.
Toda la historia había concluido en su muerte por mano de su hija, las lágrimas pararon, una idea llegó a mi mente y avance nuevamente hacia el cadaver, saqué la daga de su cuello escuchando como crujía y di dos pasos atrás.
—Te amo mamá.
Él llanto de mamá se detuvo.
Sus ojos me miraron con confusión, en ese momento clavé la daga en mi clavícula y me dejé caer por lo que sentía.
***
Lo único que recordaba era haber estado en un gran lugar blanco y luego en el hospital por unos 7 días por la herida casi hecha en el cuello.
Fue la primera vez que intenté quitarme la vida.
Ya no recordaba las veces que quise morir por haber matado a papá, el cuerpo lo enterramos en el jardín y sembramos sobre él uno de los árboles del patio trasero.
Cada vez que lo veía recordaba su risa y cuando gritaba mi nombre para que lo escuchara desde la cocina.
Muchas veces no nos damos cuenta de el daño que le podemos causar a alguien en solo un instante.
Me acerqué a la ventana decidida a no llorar más, odiaba llorar me hacía sentir débil, debía controlarme.
—En nuestros próximo encuentro prometo dejarte heridas— pensé en voz alta.
La puerta sonó y entró Grace apresurada.
—¿Que sucede? ¿necesitas algo?
—No es nada, solo estoy disfrutando la vista al bosque— respondí.
—Disculpa si te Asusté, te escuché hablar así que creí que necesitabas algo— fingió una sonrisa.
Ambas miramos al bosque, y mi mirada se interrumpió por Grace.
—Estabas con Dániels hace un rato, ¿verdad?
Ahí estaba otra vez con su interrogatorio.
—Si, me habló de las preguntas que le hizo la policía— y casi nos besamos— pero nada más— corté.
Su mirada viajó al cristal de la ventana, parecía que se contenía.
—¿No te ha hablado de mi?— explotó.
No.
—Si
Una sonrisa se dibujo en su cara ya sonrojada.
—¿De verdad? ¿Que te ha dicho?
Ay Grace, creo que cometí un error, no debí decirle eso.
La cuestión era que ya no podía deshacerlo, no podía matar la ilusión reflejada en sus ojos, ¡sí que le gustaba él jardinero!
—Pues...
Dejo descansar su cuerpo en la ventana y se dispuso a escuchar.
¿Que mentira podía decirle que no fuera comprometedora?, no quería problemas con Dániels, no bebía meterlo a él en situaciones como esta.
—Ha preguntado cosas como tu edad y tu nombre, pero nada más allá— mentí.
Ahogó un grito.
—Ay es tan lindo, has notado como me mira, se nota que está interesado— sonrió —necesito que le hablas más de mi Jhal, no voy a conseguir nada si no le hablas de mi.
Ni en un millón de años.
—Esta bien, lo intentaré
***
Lunes.
Uno de los días en los que Tósdel hacia de las suyas.
De camino a la escuela sólo podía pensar en mamá, la había tomado por sorpresa el atentado, ¿que pasaría si moría?
La horas habían pasado con una lentitud abismal, luego del informe del clima nos habíamos reunido en la cafetería, todos me miraban con ojos de lástima.
Observaban mi pierna como si supieran que había debajo de el jean.
Me senté con Grace en silencio.
—Todos lo saben.
—¿Saben que?— pregunté.
—Saben del incidente del viernes, la policía parece que habló con los directivos del instituto y creen que tu caso tiene que ver con el de la chica del pasillo, todos se enteraron.
Lo que faltaba, lastima gratis y a domicilio, no la quería.
Sabia perfectamente que era necesario que pasara, ahora tenía claro que el asesino era un hombre fuerte y un poco alto, podia buscar candidatos.
Y no solo eso, sino que volvería a pasar, el asesino atacaría en mas ocasiones debía por lo menos descubrir su rostro en el siguiente atentado.
Puse mi mirada en lo que tenía en la bandeja de merendar y no miré a nadie más.
Sentir todas las miradas y como hablaban en susurro de mi me incomodaba.
La bocina de la escuela sonó para avisarnos la entrada nuevamente a clases, me levante sin esperar a nadie camino al tercer piso.
Me correspondía la clase de actuación.
El coordinador entró sin saludar, solo a lanzar su morral en él escritorio.
-Su docente de actuación ha sido trasladado, yo tomaré este curso por él, ¿alguna pregunta?-
Un chico habló.
—Pero usted no es maestro de actuación, ¿como podría dictarnos el curso?
El coordinador miró a todos lados como si el chico no hubiera dicho nada y extendió sus manos.
—Ok, no hay preguntas, empecemos.
Todos entendimos el mensaje, que testarudo era.
Tomé mi lugar y deje caer mi mochila al suelo, estaba tan abrumada que podria simplemente desmayarme y morir de pereza.
—Señorita...— susurró una voz.
Miré a todos lados a ver si era conmigo pero no.
—Señorita Jhalia— susurró aun más bajo.
Mire hacia atrás para encontrar a Daniels inclinado con su mentón apoyado en su mano.
—¿Está bien?
¿Porque todos me hacían esa estúpida pregunta?
—¿Estás en esta clase o solo entraste?— pregunté.
—Claro que si, solo quería que notaras mi presencia, ¿nos vamos juntos?
Muy buena pregunta, ¿Me iría con Dániels? Debía decir no, Le había dicho a Grace que no me gustaba, porque era así, él no me gustaba, ¿o si?
Lo cierto era que tenía que responderle, la última vez había sido muy grata su compañía, que confuso, mientras pensaba el coordinador hablaba.
—Conociedo ya el termino actuación hagamos una pequeña demostración— Habló él coordinador —¿Alguien quiere participar?
Nadie levantó la mano entonces la vida me recordó que tenía una pésima suerte.
El profesor junto sus manos en su espalda y lo dejó salir.
—Señorita Philip, gracias por levantar la mano— sonrió.
—Eeh, no. No lo hice, disculpe— expresé.
Soltó una carcajada mirado al rededor y luego volviendo a poner sus ojos en mi.
—Sabemos que está encantada, igual que todos, pase al frente.
Por el Maldito que...
Supongo que no tenia opción.
Todas la mirada estaban nuevamente en mi, vaya suerte.
—Necesitamos a alguien más para una escena, quien se apunta.
No Necesitó obligar a nadie esta vez
—Yo lo haré— propuso Dániels quien se puso de pie y caminó hacia mi.
—ok, lo haremos así, todo va a depender de su imaginación, la actuación es un arte, asegúrense de que se note real, ¿ok?— asentimos —...entonces la escena es esta, estamos en un teatro cada uno tiene los libretos en sus manos y él te pregunta algo y se dejan llevar, luego tu lanzas las hojas y cruzas tus manos en su cuello y se unen en una brazo, ¿Bueno? nada vergonzoso nada forzado, empecemos.
Rodaron sus asientos y el escritorio para así dejar el espacio vacío para la actuación.
Ni siquiera me habían preguntado si quería hacerlo, no era justo.
Tomaron una hojas del morral del coordinador para simular los libreros y nos dieron un par a cada uno.
Daniels iniciaría, solo debía seguir la corriente.
—Inicien, ya.
Luego de un silencio Daniels empezó
—Entonces, eeeh, ¿Que decidiste?— preguntó.
Supongo que debía llevar él hilo.
—Después de pensarlo mucho, lo haré, lo he estado meditando y no hay salida— hablé mirando la hojas en blanco como si tuviera todo un libro escrito en mi mano.
—Ooh, nunca imaginé que quisieras que nos fuéramos juntos de nuevo, es un lindo gesto— exclamó.
Espera... Estaba usando esto para hacer que camináramos juntos a casa. No sería tan fácil.
—Y yo nunca imaginé que te lo creyeras tan rápido— me acerqué a él —Aunque me habría encantado...
Lancé las hojas a un lado y entrelace mi manos en su cuello.
La voz de la rectora dando instrucciones para la votación del instituto se oyó en todo el tercer piso pero el coordinador no nos quiso interrumpir
—Continuen, continuen— dijo emocionado mientras a la mitad de la clase le daba cringe.
—Rompiste mi corazón al no corresponder mi amor— Daniels tocó mi rostro.
—¿Cuando te Mentí diciéndote que no lo hacía?
Los alumnos empezaron a caminar por el pasillo hacia la patio del instituto mientras nuestros rostros se acercaban.
"¿dejarás que te bese Jhalia?"
—Ok más que suficiente, fue perfecto, como ensayado, tienen talento— Nos dio una palmada en la espalda y sonrió —Quiero escenas iguales a esta hechas por ustedes para la próxima clase, pueden salir.
Silencio entre ambos.
Daniels tomó mi mochila y la cargó, bajamos los escalones hacia el patio trasero.
—Fue una linda actuación— opiné.
Él frotó su cabello y noté algo de nerviosismo, quizás se sonrojó un poco.
—No estaba actuando— exclamó.
Sonreí.
—Ibas a besarme, ¿verdad?
Nos acercabamos al final de las escaleras.
—Si el coordinador no hubiera interrumpido tu también lo habrías hecho.
Fue mi turno para sonrojarme, era cierto, quizás si sentía algo por él, algo de cariño, algo de...
—¿Qué habrías hecho Jhal?— interrumpió Grace subiendo las escaleras.
Momento perfecto.
No supe que decir, miré su cara y luego la de el jardinero.
—Me habría besado— completó Dániels.
Jhalia, Jhalia. Vaya destino te ha tocado.
Alonsom0430