Amélie Larsson.
Las semanas habían pasado, nos encontrábamos de nuevo en Hogwarts. Después de navidad regrese a casa con mis padres, y no vi a Draco de nuevo. Las clases habían comenzando, nos encontrábamos en fila en el patio, Hagrid había encendido una hoguera de salamandras, nos dijo que recogiéramos leña para llevarla al fuego y así este no se apagará. Me acerqué a Ron una vez que lo visualicé .
—Me encantó el regalo.—admití sorprendiéndolo, el parecía seguir dormido pero sonrió al verme alce mi mano dejando a su vista aquel anillo que llevaba.– ¿Una corona? Es muy lindo.
—Eres la princesa de Slytherin, diría Reina.—explicó.— Me alegra que te haya gustado, no sabía que regalarte la verdad.
—Te extrañe.–apreté mis labios, comenzamos a buscar leña.
—Créeme, yo también.—me miro.—¿Qué tal estuvo tu navidad con los Malfoy?
—Algo...—me quedé pensando.—Normal, la verdad no hay mucho que contar.
—Me imagino.—se agacho a agarrar un poco de leña seca.
Seguimos buscando leña mientras platicábamos sobre las vacaciones y lo que habíamos hecho, después volvimos para echarla al fuego.
Después de eso tuvimos clase de Adivinación,la cual no estuvo muy entretenida, me senté junto a Goyle y Crabbe se sentó con Malfoy.
~.~
Los días pasaban, veía como siempre todas las tardes a Ron, por lo que supe era que seguía enojado con Hermione aunque no quiso hablarme bien el por qué. Solo dejaba que se desahogará, Entre al Gran Comedor junto a los demás para la hora del desayuno sentándome alado de Tracey. De un momento a otro todos empezaron a murmuran mirando a la entrada del Gran Comedor donde se encontraba Harry, llevaba con el una Saeta de Fuego, todos se encontraban emocionados, menos Malfoy.
Todos se acercaron a la mesa de Gryffindor para apreciarla más de cerca, Malfoy no se quedó atrás se levantó de la mesa acercándose junto a Crabbe y Goyle, Tracey y yo los seguimos.
—¿Estas seguro que puedes manejarla, Potter?—pregunto con tono frío. Harry se volteo a verlo.
—Sí, creo que sí.—dijo Harry.
—Muchas características especiales, ¿verdad?—dijo Malfoy con un brillo de malicia en sus ojos.—Es una pena que no incluya paracaídas, por si aparece algún dementor.
Crabbe y Goyle se rieron.
—Y es una pena que no tengas tres brazos.—le contesto Harry.—De esa forma podrías atrapar la Snitch.
El equipo de Gryffindor rió con ganas haciendo que Malfoy se marchara ofendido, aproveche y me acerqué aún más a la mesa para verla.
—Mucha suerte, Harry.—le dije, el equipo de Gryffindor me vio desconfiado.
—Gracias, Amélie.—contesto y sonrió, yo solo asentí y mire a Ron quien me guiñó el ojo, Tracey y yo nos regresamos a la mesa de Slytherin.
—¡¿Ron Weasley?! ¿Es Enserio, Amélie?—me preguntó confundida,—¡¿En que momento?!
—Tracey, tranquila.—reí.— Solo somos amigos, nada del otro mundo.
—Claro.—alargó la "a."— Por eso siempre se dan miraditas en las comidas, ahora lo entiendo... estoy... sorprendida.
—¿Sorprendida? No tendría nada de malo que me fijara en Weasley.
—Lo se solo que... ¿Sabes la burla que le harán a Malfoy al saber que lo cambiaste por un Weasley?—pregunta incrédula.
—Bueno, no me importa.—me encogí los hombros.— Mira..—levante mi mano enseñándole el anillo.—Me lo dio en navidad.
—¡Que bonito!—chillo emocionada agarrando mi mano viéndolo.— Que buenos gustos tiene Weasley, hay que admitirlo.
—Lo se.—sonreí.
—Pues bueno, ahora menos Malfoy te tiene que reclamar si es que llegas a tener algo con Weasley.—dijo soltando mi mano.
—¿Porqué lo dices?
—Escuche a las demás chicas decir que Pansy tiene pensado pedirle que sean novios.—expliqué, me atraganté con mi saliva.
—¿Ella a el?
—Parece que sí, eso escuche.—hizo una mueca.—Lo siento, pero bueno.. aún falta que Draco la acepté.
—Te diría que Draco nunca aceptaría ser su novio, pero a este punto ya no lo sé.—murmuré viendo a Draco hablando con el equipo de Slytherin.
—La pareja de Slytherin siempre serán Draco y tú, los "reyes" por así decirlo.—me animo haciendo una mueca y suspiro.— Pansy no te llega ni a los talones, así que no te desanimes.
—Bueno en eso te doy la razón, Pansy es una odiosa que parece que no tiene dignidad al andar tras un chico que siempre la ha rechazado.—conteste empezando a desayunar.
—Todos sabemos que ella siempre ha sido rechazada por Malfoy, por eso se nos hace raro que el le hiciera caso después de terminar contigo.
—La verdad no lo sé.—confesé.
A las once de la mañana nos dirigíamos al estadio, Era un día fresco y despejado, Hoy era el partido Gryffindor vs Ravenclaw. Después de unos minutos el partido había empezado, todos pusimos atención mientras el partido avanzaba.
—¡Gryffindor gana por ochenta a cero! ¡Y miren esa saeta de fuego! Potter le está sacando partido. Vean cómo gira. La cometa de Chang no está a su altura. La precisión y equilibrio de la Saeta es realmente evidente en estos largos...
—¡JORDAN! ¿TE PAGAN POR HACER PUBLICIDAD DE LAS SAETAS DE FUEGO? ¡SIGUE COMENTANDO EL PARTIDO!
Todos soltamos la carcajada, Si Cho atrapaba la snitch antes que Harry, Ravenclaw ganaría.
—¡Expecto Patronum!
Se escuchó gritar a Harry a los dementores, todos lo volteamos a ver. En eso se oyó el silbato de la señora Hooch. El partido había terminado, y Gryffindor había ganado. Una vez que todos bajaron de sus escobas, todos los de Gryffindor saltaron al campo emocionados acercándose a los chicos. Bajamos igual al campo para acercarnos a Harry donde todos lo felicitaban.
—Los dementores no me afectaron en lo absoluto.—dijo Harry emocionado.—No sentí nada.
—Eso sería porque...porque no eran dementores.—dijo el profesor Lupin.—Ven y verás.
Todos confundidos lo seguimos, Tendidos en el pasto estaban Malfoy, Crabbe, Goyle y Marcus Flint, El Capitan del equipo de Slytherin, todos forcejeando por quitarse unas túnicas largas, negras y con capucha. Delante de ellos estaba la profesora McGonagall enojada;
—¡Un truco indigno!—grito—¡Un intento cobarde e innoble de sabotear al buscador de Gryffindor! ¡Castigo para todos y cincuenta puntos menos para Slytherin! Pondré esto en conocimiento del profesor Dumbledore, no lo duden.
—¡Genial, gracias a su inmadurez nos quitaron puntos!—me queje alado de Ron el se rió a mi lado y lo fulminé.
–¡Oh vamos, es divertido! ¡Míralos!—carcajeó apuntando a los chicos, reí negando con la cabeza. Se inclinó un poco hacia mi acercándose a mi oído.—¿Vendrás a la fiesta de celebración?
—No creo que quieran una Slytherin.—le respondí de vuelta.
—¿Porqué tienes que ser Slytherin?—me preguntó quejándose como niño pequeño.
—¿Porqué tienes que ser Gryffindor?—pregunte igual que el.
—Festejare por ti.—sonrió.
—Eso espero, Weasley.
—Aparte no creo que sea muy divertido estar en la fiesta cuando tú no estás ahí.
—Tendrás que sobrevivir entonces a la fiesta sin mi.—dije burlesca, el sonrió de lado y pasó su brazo por arriba de mis hombros mientras caminábamos fuera del campo.
—Claro, será todo un reto para mi.—dijo divertido.— Aunque con Fred y George en la fiesta, no son aburridas de hecho, te diviertes mucho viéndolos.
–Ellos son los alma de las fiestas.—canturreo.
—Lo son. Siempre los invitan a todas las fiestas, y nunca faltan es como si tuvieran que estar ahí sí o si.
—Les gusta divertirse.—me encogí mis hombros.
—Ya quiero que estemos en quinto año, así empiezan a invitarnos a las fiestas de los mayores.—se quejo.—ahora solo nos tenemos que conformar con la fiesta de celebración y supervisaba.
—Seguramente eres muy de ir a fiestas.—me burlé viéndolo.
—Soy muy divertido, Amelie.—me miró sonriendo.—Pero no me conoces totalmente, te sorprendería.