el pelirrojo no sabía cómo empezar, se había puesto nervioso al estar frente de la rubia y al saber que estaba a punto de hacer algo que luego iría a arrepentirse. pero ya no había marcha atrás, ya había llegado a ella y tenía toda su atención, era el momento de actuar y no quedar como un idiota.
"tenemos que hablar...seriamente"
ann puso los ojos en blanco al escuchar aquella introducción, qué comentario tan dramático y redundante.
"bien, ¿sobre qué?" —ella preguntó para llegar más rápido al grano. entonces el muchacho tragó saliva, no había pensado que sería más complicado de lo que pensaba.
la rubia tenía las mejillas rojas, al ser extremadamente blanca, su piel se tornaba notoriamente colorada debido a la calentura de su fiebre. todo había empezado aquella noche en la que ann se había quedado en llamada con bonnie hasta la madrugada tomando una gaseosa helada, algo que solía hacer en el verano, pero lamentablemente, aunque de vez en cuando la temperatura aumentaba, aún seguían en pleno otoño. el día anterior había sentido un leve malestar y aquel día, había comenzado a sentirse fatal.
el pelirrojo intentó dar una pequeña introducción, pero al no dar con las palabras adecuadas, decidió ser directo con ella. después de todo, eso era lo que la muchacha esperaba. él bajó la mirada y entonces se rascó la nuca, trató de sonar lo más convincente posible.
"tenemos que decir que hemos terminado"
ella lo miró sorprendida, ¿por qué había cambiado de decisión tan abruptamente? de todos modos, era una pésima idea, principalmente porque habían especificado que llevaban apenas una semana y toda la noticia de la relación estaba muy reciente. la muchacha no lo vio viable, no estaba dispuesta a aceptarlo o a debatirlo.
"oh, no, no haremos eso" —fue lo que ann concluyó e intentó cerrar la conversación al darle nuevamente la espalda y abrir la llave para lavarse las manos.
aiden se quedó atónito al escuchar el rechazo por parte de su mejor amiga, aquello era lo último que esperaba. estuvo en trance por unos segundos, hasta que trató de hacer entender a la muchacha que tenían que hacerlo y que era de vida o muerte.
"es que no entiendes, es por algo importante" —el muchacho no quiso entrar en detalles, con simplemente hacerle saber la gravedad del asunto y sonar lo suficientemente preocupado ya era todo lo necesario.
"¿y qué es lo importante? ¿dejar de mentir a nuestros compañeros, que el padre de freddy se fuese a enterar y nos regañe o...?" —ella pausó, estaba a punto de usar el arma que por tanto tiempo, había mantenido bajo llave— "solucionar tu problema con toddy ditt, ¿o me equivoco?"
el pelirrojo guardó silencio al sentirse descubierto, ¿cómo era posible que ann supiese sobre eso? se suponía que era un secreto, algo que solo él, bonnie y freddy sabían. bajó la guardia y entonces pensó que quizás, a brennan se le había escapado en alguna conversación con la rubia o peor aún, ella lo había deducido sola. pensó que quizás no había sido lo suficientemente cuidadoso o tal vez, la rubia era muy inteligente como para dejar pasar ciertos detalles que ocurrían frente suyo.
"si vas a dejarme sola en esto, solo porque crees estar en algún tipo de deuda con ella, entonces solo estarías cometiendo un gran error" —ella afirmó— "lo creas o no, no eres el único que se siente así respecto a ella"
ann y toddy no eran amigas, eso no era un secreto para nadie. durante todos esos años, ambas muchachas habían sido comparadas constantemente al ser muy diferentes, pero similares al mismo tiempo. la pelirroja tenía una muy buena reputación, era amable y servicial con todos, tenía una personalidad muy dulce, era preciosa y muchos chicos de grados menores estaban perdidamente enamorados de ella, a los cuales toddy trataba con cordialidad y respeto. por otro lado, ann era muy reservada y callada, solo charlaba con sus demás compañeros cuando era necesario, pero su frialdad resultaba atractiva, ella era muy hermosa y sus compañeros lo valoraban, era cierto que muchos la despreciaban, pero nunca nadie iría a negar su belleza.
"no sabes nada acerca de ella" —él la defendió, pero supo que no era culpa de ann que ella pensara así. después de todo, ella no conocía toda la historia que ambos mantenían y porque sabía que ninguna se llevaba bien con la otra.
aiden nunca comprendió la rivalidad que ambas mantenían, cómo y cuándo inició, quién empezó y por qué aún no se solucionaba. no obstante, si ninguna le había comentado acerca del tema, entonces sabía que no debía entrometerse.
el pelirrojo estaba muy tranquilo, a diferencia de la rubia, la cual estaba comenzando a perder la paciencia y se frustraba aún más al reconocer que el motivo, iba a ser la pelirroja de grandes ojos azules.
"entonces dime, ¿cuál es el plan?" —ella cuestionó con un tono que denotaba la indignación que sentía— "vamos a decir que hemos terminado, para que puedas ir y pedirle a alguien, por quien no sientes absolutamente nada más que lástima, que sea tu novia y sean todos felices porque finalmente estás con quien deberías de estar"
el muchacho la observó sorprendido, pero entonces se dejó llevar por el enojo que sintió en el momento.
"¿tú cómo puedes saber qué es lo que siento?" —el muchacho reclamó al sentir molestia porque ann acababa de asegurar algo que solo él sabía y podía decidir.
ann sentía que mientras más hablaba el pelirrojo, más estúpido sonaba. no era necesario que aiden le dijese explícitamente las cosas, ella había convivido con él por más de 4 años, había conocido hasta el detalle más insignificante suyo y al haber compartido tanto tiempo juntos, era capaz de reconocer ciertos gestos del muchacho. sabía cuándo le mentía, cuándo estaba enojado, cuándo no tenía ganas de nada o cuándo estaba aburrido, para ella, era muy sencillo leerlo.
"por favor aiden, te conozco" —ella aseguró, un poco harta de todo el asunto— "podrás engañar a cualquiera, incluso a ti mismo, pero a mí, jamás"
el muchacho quiso replicar su actitud, pero en el fondo sabía que ella tenía razón. entonces bajó su enojo y entonces, un poco desganado, lo admitió.
"no es exactamente como tú piensas"
ante los ojos de ann, era todo completamente estúpido. ¿realmente estaban discutiendo por algo que claramente estaba mal? ella no sabía cómo hacérselo entender ya que el pelirrojo insistía en algo de lo que él no estaba ni la mitad de seguro.
"no puedo creer que seas tan idiota" —ella finalmente confesó, se sentía muy decepcionada— "crees estar haciendo lo correcto pero no, te estás mintiendo a ti y le vas a mentir a ella ¿y por qué? por tu puta necesidad de querer complacer a los demás, vaya mierda"
a nadie le gusta que le digan sus defectos en la cara y aiden no era la excepción.
"yo no soy como tú" —él atacó— "a mí me preocupan los demás, porque yo no quiero dañar a las personas, tengo que hacerlas felices porque soy bueno en eso"
el muchacho entonces supo que se había equivocado, al ver la expresión de su mejor amiga, supo que nada bueno iba a salir de allí.
"¿tú crees que a mí no me importa absolutamente nadie?" —ella elevó la voz y entonces sacudió la cabeza— "porque sí, claro que sí carajo, pero ¿sabes cuál es la diferencia? que yo sé ponerme como mi máxima prioridad y respóndeme, ¿de qué te sirve ser bueno en hacer feliz a los demás si tú no lo eres al hacerlo?"
aiden guardó silencio, ¿por qué de pronto la rubia intentaba explotar su cabeza? el muchacho giró la cabeza y empezó a frotar su rostro para lograr calmarse, no iba a llegar nada bueno si explotaba en ese instante y sinceramente, consideraba una estupidez el frustrarse por ello. ann no tenía la intención de hacerlo enojar, pero el tono con el que se expresaba, ciertamente lo sacaba de sus casillas.
el muchacho dio un fuerte suspiro y entonces se volvió a dirigir a su mejor amiga.
"de acuerdo, eres buena para juzgar a los demás" —él admitió un poco más sereno, entonces contraatacó— "pero nadie es perfecto y si te crees tan segura al juzgarme a mí, espero que primero lo hayas hecho contigo misma"
la rubia arrugó la nariz al escuchar la acusación que él había lanzado, ¿qué le interesaba al muchacho lo que ella pensaba de sí misma cada noche antes de acostarse? no podía creer que fuese capaz de soltar algo así y si el muchacho procedía a profundizar su punto, ella no sabía de lo que sería capaz a raíz del enojo.
"eso es asunto mío" —ella murmuró entre dientes— "son cosas que a ti no te competen"
"eres mi mejor amiga y si está en mis manos el poder hacer algo que pueda ayudarte, claro que lo haría"
la muchacha guardó silencio por unos segundos, intentando encontrarle relación a una cosa con la otra.
"¡no me cambies el tema!" —ella reclamó.
"escucha ann, solo tenemos que salir y decir que hemos terminado porque nos llevamos mejor siendo amigos" —aiden volvió a intentar convencerla— "dejaríamos de mentir y podríamos seguir cada quien en lo suyo, sé que no te gusta la idea de estar en una relación, ¿por qué no quieres?"
la muchacha movió la cabeza de izquierda a derecha, completamente inconforme con lo que su amigo comentaba. ella no estaba dispuesta a entrar en detalles, pero ciertamente no quería decir que habían terminado porque no tenía ni la más mínima intención de darle la razón a todos aquellos que creían que juntos no irían a funcionar, ¿qué sabían realmente aquellos extraños de ambos? nada, entonces no estaba dispuesta a ceder. usualmente a ann no le interesaba la opinión del resto, pero aquella ocasión, no pudo evitar tomarse personal todos los comentarios que hacían sobre ellos.
"tú nos metiste en esto, pero yo seré quien nos saque" —ella culminó— "no lo haremos, no me interesa tu plan en lo más mínimo. así que, déjame salir"
la rubia intentó pasar al pelirrojo, sin embargo fue detenida por éste, no estaba dispuesto a irse sin una aprobación como respuesta.
"ann, por favor, piensa en toddy" —él insistió— "no es justo para ella"
la muchacha rodó los ojos ante su comentario, el pelirrojo seguía pensando en otros hasta el final.
"¿crees que no dejarme salir es justo para mí? ya te he dicho que no" —la muchacha intentó empujarlo, por lo que el pelirrojo decidió tomar sus muñecas para retenerla, lo que despertó una gran indignación en la rubia—"suéltame idiota, eres un cobarde, me subes a este barco y luego intentas dejarme varada"
"¡yo nunca te dejaría sola en algo! lo estás malinterpretando" —afirmó el pelirrojo, completamente confundido al escuchar lo que ann estaba asegurando— "estás hablando desde el enojo"
nuevamente la muchacha intentó sacudirse para escapar del agarre, más le fue imposible al no tener suficiente fuerza como para provocar siquiera algo en el pelirrojo. ella se maldijo por dejar de hacer ejercicio y no mantener una alimentación saludable, desde luego que no le era sorpresa tener una deficiente fuerza física. al comprender que lo único que podría sacarla de esa situación, eran sus palabras, optó por respirar hondo y volver a elevar la voz.
"¡lo único que te pido es que cumplas con lo que acordamos!" —chica sintió un pequeño dolor en la cabeza e inmediatamente pausó para tratar de soltarse. su amigo la estaba sacando de quicio, tenía que alejarlo de ella antes de que terminase explotando, entonces ella, llena de rabia, elevó la mirada y exclamó— "¡lárgate de aquí antes de que yo—!"
ambos estaban tan enojados entre ellos que no sabían si era la calentura por la rabia de fox, la fiebre de ann o lo hormonales que eran los adolescentes a los 17 años; que el pelirrojo no pudo evitar acorralarla contra el borde de la encimera con fuerza. debido a la impresión, la muchacha terminó retrocediendo e intentó cubrirse con las manos, pero terminó exponiéndose al mayor, el cual terminó tomándola.
él sujetaba las manos de la muchacha sobre su pecho, no pudo evitar percatarse de que la tenía muy cerca y ella no pudo ignorar la sensación cálida que sentía en el abdomen. el muchacho mantuvo aquella presión y entonces se preparó para hablar, un poco seguro al estar en una posición favorable, decidió retarla.
"¿o qué?" —cuestionó el pelirrojo rompiendo el silencio. en esa posición, ella se veía completamente indefensa y las tenía de perder. en definitiva, era imposible de que saliera victoriosa.
ann se veía tan pequeña a comparación suya, observó su rostro, sus mejillas enrojecidas y sus rosas labios húmedos, los cuales no hacían más que provocar al pelirrojo, además de que no era indiferente al hecho de que ella estuviese mirando su boca.
entonces lo tomó como un consentimiento.
por otro lado, una pelirroja caminó con lágrimas retenidas en los ojos, estaba destrozada. se apoyó en la pared de un pasillo que se encontraba solitario y trató de respirar profundo para mantener la calma y pensar qué era lo que debía hacer a continuación. sin embargo, se dio con la sorpresa de que no se encontraba tan sola como pensaba, cuando un chico de larga trenza y lentes negros, le extendió una toallita de papel.
"¿quieres una?" —owynn preguntó con un falso tono amable, el cual usaba para fingir interés.
la muchacha lo observó un tanto insegura, pero luego aceptó el detalle y secó una de las lágrimas que había caído sobre su rostro. el muchacho con heterocromía sonrió triunfante, había encontrado a una nueva marioneta.