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[01] aiden fox ashton

el nacimiento de aiden había sido un milagro para su familia.

tras un fallido primer embarazo, monet canseco -su madre- nunca creyó volver a intentar un embarazo de nuevo, hasta que años después, pudo quedar en estado. la mujer de pelo naranja fue lo más cuidadosa posible para evitar perderlo y finalmente, convertirse en lo que tanto había anhelado: una madre.

fue un 21 de octubre del año 2002 que su primogénito nació y brindó a la vida de monet y su esposo, mucha esperanza. aquel pequeño pelirrojo de ojos dorados significaba un nuevo comienzo, una oportunidad de ser felices juntos y tratar de ser los mejores padres. en aquellos primeros años de vida, monet trató de enseñar a su hijo a apreciar las cosas pequeñas que a simple viste parecían insignificantes, pero que realmente eran mucho más que eso. las gotas de lluvia, el aleteo de una mariposa, las hojas cayendo, los rayos de sol en la mañana, fox era feliz al presenciar aquellos detalles.

la vida era buena para el pequeño y lo fue hasta que llegó un cálido día de abril, en el que escuchó a su madre darle una extraña noticia a su padre y ambos se abrazaron, extremadamente felices. aiden estaba coloreando en la sala cuando los escuchó, cuando su padre se agachó para explicarle lo que sucedía, él no lo entendió y fingió estar alegre ya que era así como debía sentirse, se sintió contagiado por la emoción del momento y no pensó más al respecto, después de todo, ¿qué era una hermana? quizás una cosa de adultos que él no debía preguntar.

el estilo de vida al cual aiden estaba acostumbrado, cambió de la noche a la mañana en el momento en el que fue a la clínica aquella mañana junto a sus abuelos, para ver a un muy pequeño bebé de piel pálida a través de una ventana, el cual estaba durmiendo plácidamente en una incubadora.

"esa bebita es megan, es tu hermana menor" -murmuró su abuela mientras lo cargaba para que él pudiese verla.

entonces eso era una hermana.

avanzaban los días y toda la atención recaía en megan, lo cual fue sorprendente para el pequeño. ¿acaso sus padres se habían olvidado de él? su hermana recibía un trato diferente y quizás era porque aún estaba muy pequeña, además de que había llegado a casa 3 meses después de su nacimiento. pero entonces, años después, su hermana cumplió la edad que él tenía y la atención seguía sobre ella. el pelirrojo se guardó todas sus preguntas y nunca dijo nada, más que continuar siendo el mismo niño que había sido y evitar que sus padres lo odiasen por completo.

monet adoraba la música y su mayor sueño, era que sus hijos compartieran el mismo interés hacia esta. el día en el que ella llevó a ambos niños a su tienda principal de instrumentos, recorrieron cada área disponible hasta encontrar el indicado para ellos. aiden no se interesó en ninguno, pero encontró la batería un poco divertida y cuando quiso mencionárselo a su madre, la encontró observando a una meg de 3 años entusiasmada con un micrófono y tratando de vocalizar las canciones pop que estaban de moda en ese entonces.

fox no podía competir contra eso, así que no volvió a mencionarlo y en el camino a casa, no interrumpió a su hermana, la cual trataba de explicar la conexión que había sentido al estar sobre un escenario y tener un micrófono en la mano. cuando bajaron del carro y meg corrió a los brazos de su padre, monet trató de preguntar a aiden si algún instrumento le había llamado la atención y entonces él respondió que ninguno.

claro que la batería había despertado un interés en el pelirrojo, de hecho le pareció muy interesante y quizás le había dado una oportunidad. no obstante, no sentía una verdadera pasión por la música ya que pensaba que eso era algo de meg, algo que él no podía compartir con ella. el muchacho tenía que encontrar algo que le perteneciera solo a él, algo que lo haga sentir completamente feliz e interesado en lo que hiciese. además, solo así podría complacer a sus padres y hacerlos sentir plenamente orgullosos de él.