Aiden.

بواسطة Poli_MDE

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Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... المزيد

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 7: El ataque de los otros.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 13: A tu lado.
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 19: Desconocido.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 51: Lado sádico.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 68: El deshielo.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 46: Armadura.

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بواسطة Poli_MDE

Wade agarró a Hedia por la cintura y la llevó hasta el centro de la habitación, allí fueron el punto de atención para todos y bailaron abrazados como si nadie más estuviese ahí.

Él la tenía contra su cuerpo con cariño mientras balanceaban sus pies al ritmo de la música y sentía el fuerte golpe de su corazón aumentar con cada segundo.

-Hedia -la llamó y la muchacha puso sus ojos cafés en él -Te amo.

Ella sonrió con ternura.

-Ya lo haz dicho antes.

Wade negó incomprendido.

-No entiendes yo... Creo que no hay palabra que explique realmente lo que siento, pero "te amo" es la más cercana y... Hedia yo te amo, te amo realmente.

En ese preciso instante el primer encuentro que tuvieron vino a la mente de Hedia. Recordó haberlo visto en el corredor de su instituto, era arrogante y tenía una mirada cínica con la cual pretendía espantarla, sin embargo la vida los unió de igual modo.

-Yo también te amo Wade Peichell -le dejo un suave y tierno beso sobre sus labios -Y te amaré toda la vida.

****

Amy se puso de pie mientras limpiaba sus lágrimas con las muñecas.
Elián dió un paso atrás, también de pie, y antes de que pudiera hacer algún otro movimiento sintió como los delegados y suaves dedos de Amy tomaban su mano apretándola levemente.

Un latido fuerte se expandió por su pecho y observó a la joven delante suyo. Todo por un momento lucía en cámara lenta, podía apreciar la delicadeza de su belleza bajo el brillo lunar y las estrellas.

-Ven conmigo -ella murmuró y tiró de su agarre.

-¿A, a dónde iremos?

A pesar de las lágrimas y tener un tanto rojas las mejillas, Amy sonrió dulcemente.

-A donde todo comenzó.

****

-¿Rory? -Megan buscó por la cocina a la pequeña niña que estuvo corriendo hace un momento y detectó su presencia bajo la mesa -¿Aquí estás verdad?

Levantó el mantel y se encontró con una pequeña niña de cabellos negros y ojos azules que la miraba llena de entusiasmo.

-Ey, te encontré.

-¡Sí, de nuevo!

Megan rió, tomó la manito de Rory y la ayudó a salir de su escondite.

-Oye, eres muy buena en este juego -halagó a la pequeña -¿Cómo hiciste para ser tan profesional?

Rory se encogió de hombros y dejo que Megan la tomara en brazos.

-Mi papá juega mucho conmigo, él me enseñó.

-¿Enserio? Vaya dotes de enseñanza tiene tu padre -exclamó mientras le colocaba bien una hebilla de mariposa en el cabello -Al parecer es bueno en todo lo que hace ¿Verdad?

-¡Sí! ¡Mi papá es súper! -extendió las manos hacia arriba -Él siempre hace muchas cosas, siempre trabaja pero cuando llega a casa a la noche nunca está cansado ¡Siempre podemos jugar!

Megan sonreía pero no dijo nada con respecto a ello, pensar que Thomas era padre, líder de un ejército y alfa debía de ser realmente agotador y aún así, cada vez que volvía a casa jugaba con Rory como si nada ocurriera.
Su vida no debía ser fácil.

Rory bostezo y se acurrucó entre los brazos de Megan quien la llevaba hasta su habitación.

-Aún no tengo sueño -se quejó la pequeña adormilada.

-Bien, te llevaré a tu cama y ahí te leeré un cuento hasta que te duermas ¿Qué dices?

-Sí.

La rubia sostenía a la pequeña con cariño.

Thomas estaba llevando unos vasos a la cocina cuando paso por el corredor y observó tal escena en donde sintió su corazón acelerarse.

****

Minutos antes...

Evan paseaba por la sala de estar, observando cada retrato de la familia y se detuvo en uno donde aparecía su hermana mayor sonriente, tenía en brazos a Rory recién nacida y junto a ella estaba Thomas con una fingida cara de tristeza porque traía globos celestes por si resultaba ser niño, pero al final nació una niña y él había pasado semanas pensando en nombres para niño. Eso le había pasado por no querer saber el sexo del bebé hasta que naciera.

Evan rió ante tal fotografía y la tomó entre manos, con la yema de sus dedos acarició la imagen de Victoria que parecía estar mirándolo felizmente desde su lugar.

-Si estuvieses aquí me regañarías.

En ese momento alzó la mirada a la ventana frente a él, y está daba al jardín trasero, ahí vio a Elián poniéndose de pie y junto a él estaba Amy, sonrojada.

Tuvo la sensación de que en su pecho algo se contraía pero se negó completamente a dejarse llevar por ello y cuando iba a apartar la mirada se llevó la sorpresa de ver como Amy tomaba a Elián de la mano, entrelazando sus dedos con los suyos y se escabullian entre la multitud para irse de la fiesta.

Evan bajo la mirada nuevamente a la fotografía entre manos.

-Lo sé, "te lo dije" -exclamó desganado -Tú siempre tienes la razón.

"Cuando eran tan solo unos niños, Victoria corría por un enorme jardín cargando la falda de su vestido para que no se manchara de verde mientras Evan, que era un niño más pequeño iba detrás de ella sonriendo de par en par. Aquel fue uno de los pocos días de su infancia donde fue feliz.

-¡Vamos, vamos! -le gritó la pequeña pelinegra de ojos azules -Ten cuidado, que hay pozos y te vas a tropezar.

-¡Claro que no! ¡Soy más inteligente que t...! -no llegó a acabar de hablar cuando metió sin querer la pierna en un hoyo y su hermana rió a carcajadas mientras él se desesperaba por liberarse -¡Ayúdame, Vicky!

-Ya voy, ya voy -ella se acercó a él y tiró de sus hombros para liberarlo de aquel agujero. Evan cayó asustado al suelo y su hermana lo señaló -Recuerda esto, tu hermana mayor siempre tiene razón.

Evan frunció el ceño, se mordió el cachete interno y apartó la mirada.

-¡Tonterías!"

Dejo nuevamente donde estaba la fotografía y se volvió a ver la salida principal.

¿Debería ir tras ellos?

No, de seguro Victoria le diría que no y lo llamaría idiota.

****

-"Eres el único capaz de hacerlo" -la voz de Clary resonaba en la mente de Austin el día que lo envió a asesinar a Lucian cuando aún era un humano cazador.

A pesar de que tuvo las mejores intenciones no pudo quedarse mucho tiempo en la fiesta, no se sentía de buenos animos y prefirió irse de allí, así que ahora estaba solo, sentando sobre la parte delantera de una camioneta observando las estrellas mientras llevaba el pico de una botella de cerveza casi vacía a sus labios.

De repente un ruido en particular llamó su atención, cualquiera podría decir que fue un animal pero él con sus años de entrenamiento como cazador y vampiro había adquirido habilidades que lo hacían superior en muchos aspectos.

-No necesitas esconderte, Bastián -anunció en voz alta y notó como de entre las malezas y sombras de los árboles se asomó un rostro familiar -¿Por qué me persigues?

El otro vampiro salió de su escondite y se cruzó de brazos.

-¿Por qué estás solo aquí?

-Yo hago las preguntas -demandó con tono autoritario -¿Por qué me sigues?

-Porque es parte de mí profesión como acosador -bromeó y su sonrisa decayó un poco -Y porque me preocupe -se había oído más como una pregunta que una afirmación.

Austin dejo de mirar al cielo y aquellos ojos verdes de costado se fijaron en Bastián, quien no pudo evitar tragar saliva al ver su perfecto perfil.

-¿Preocuparte por qué?

-¡Por ti, tonto!

Austin entrecerró los ojos sin comprender aquella actitud y volvió a apartar la mirada, luego dejo caer la botella al suelo.

-No tengo nada, no me duele nada, ahora puedes irte.

"La puerta metálica de las celdas fue abierta y un viejo cazador de criaturas sobrenaturales arrojó al pequeño niño dentro de la minúscula habitación.
El niño temblaba de frío, las pocas telas que tenía como ropa estaban totalmente húmedas y presentaba muchas marcas de golpes y cortes en sus brazos tanto como piernas.

-¡Austin! -un pequeño de cabellera café corrió hacia él para auxiliarlo al notar la sangre deslizarse por la piel pálida del pequeño niño -¿Estás bien?

Austin se apartó de pronto al sentir sus pequeñas manos tocarlo de manera delicada para no hacerle daño y se arrastró por el piso hacia atrás. Alzó la mirada y a pesar de la tierra y la sangre en su semblante se podía ver claramente su expresión de enojo.

-Estoy bien.

-Pe, pero tus heridas...

Austin dejo de tener contacto visual con el pequeño Bastián y se puso de pie a duras penas, como para mostrarle con seguridad que no se encontraba mal.
Aún que Bastián notó claramente la forma en cómo aquel otro niño parecía querer ocultar sus emociones ante el dolor o la tristeza, queriendo transmitirlo cómo ira... y sintió pena por él.

-No necesito la ayuda de nadie, puedo hacerlo solo ¿Ves? -las manos le temblaban y debía aferrarse con uña a la puerta metálica para no caer -Puedo hacerlo, no me duele, no siento nada.

-Austin...

Austin bajó la mirada, no quería que lo vea a la cara y aún así Bastián notó como le temblaba el labio inferior mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla hasta caer al vacío.

-Un día yo... Seré tan fuerte que nada me hará daño... Ya nada me dolerá -y pasó su brazo lleno de frustración por sus ojos -Yo seré el mejor de todos.

Bastián llevo ambas manos a su corazón y apretó los labios.

-Pa, para no sentir nada tú deberías dejar de tener sentimientos Aus y eso es imp...

-¡Entonces lo haré! -gritó frustrado volviendo a mirarlo fijamente a pesar de las lágrimas -¡Ya no sentiré nada! ¡Nada me afectará! -estaba cansado, tan agitado que apenas podía respirar y volvió a ver al suelo húmedo -Así seré libre de una vez.

Bastián que era un niño delgado y mucho más débil se acercó a él y se agachó a su lado, apoyó una mano sobre el hombro de Austin y el otro pequeño lo apartó de un manotazo.

-Déjame, déjame...

-Pero, eres mi amigo.

-¡Yo no tengo amigos! -y lo empujó con fuerza hacia atrás haciendo que caía de espaldas al suelo. En el instante en que Bastián se percató del golpe empezó a llorar y Austin se espantó -Yo lo, lo siento.

Austin a pesar de las heridas, se acercó a Bastián, lo ayudó a sentarse y lo abrazó. En ese momento el otro niño se percató de las heridas que nuevamente surcaban la espalda de Austin, otra vez lo habían azotado y suavemente le devolvió el abrazo.

A pesar de sus heridas y el dolor Austin se había centrado en apaciguar el llanto de su amigo y lo protegió como si Bastián fuese el herido.

-Lo siento, no quise hacerte daño. Yo solo... solo quiero volver con mamá a casa"

-¿Por qué siempre dices eso?

Austin sacó un cigarrillo de un bolsillo junto a un encendedor y llevó dicho cigarrillo a sus labios.

-¿Decir qué?

-¡Eso! ¡Lo de que estás bien, que nada te duele!

Una nube de humo floto por el aire hasta deshacerse un poco más arriba luego de que Austin la dejara ir. Ni siquiera volteó para ver a Bastián, solo lo miró de costado por el rabillo de su ojo y esbozó una sonrisa de lado.

-¿Qué pasa, Bastián? ¿Estás sentimental hoy?

El chico de cabello oscuro apretó los puños y fue hacia él. De pronto le dió un golpe al cigarro haciendo que caiga al suelo y Austin se volvió por completo a verlo con un gesto de ira.

-¡¿Qué rayos te pasa?!

-¡¿A ti qué te pasa?! ¡¿Por qué actúas así?!

-No entiendo de qué hablas.

-¡De tu maldita vida, Austin! ¡De eso habló! ¡Habló de tu estúpido padre que te obligó a ir a la sede de cazadores bajo la tutela de esa dictadora y no se lo haz dicho a tus hermanos para mantener la imagen de ese sujeto como un héroe para ellos, mientras a ti te señalaban como el hijo rebelde!

Austin apretó la mandíbula y observó a su alrededor esperando que nadie haya oído eso.

-Basta.

-¡No! No me voy a callar ¡Quiero que hables conmigo! ¡Quiero que dejes de ser tú el fuerte con todos!

El viento sopló suavemente y golpeó las hojas de los árboles cercanos.

-¡Quiero que me digas qué sientes! ¡Háblame! No puedes guardarlo todo... ¡No puedes fingir que no sientes nada para siempre!

-Pero no siento nada.

-Mientes -Bastián estaba harto, había estallado su ira, ya no podía aceptar que aquel niño amable que conoció se tuvo que volver un roble solo para sobrevivir a las torturas de Clary. Aquellas torturas habían acabado, era hora de salir de la armadura. -Por favor, Austin. Viste a tu madre morir ante tus ojos ¡Clary la mató delante tuyo para torturarte! ¡Tú madre imploró piedad y tú no moviste un dedo porque sabías que si lo hacías Clary mataría a tus hermanos! ¡Tú la viste llorar frente a ti y no pudiste hacer nada! ¡¿En serio no te duele?!

Austin se puso de pie y acortó la distancia entre ambos, a pesar de lucir enfadado en sus ojos había algo más.

-No me duele.

Bastián llevó sus manos a su pecho y bajo la mirada al suelo al recordar aquel día; recordó a Christin, la madre de Austin pidiéndole ayuda, tocándole los pies y él permanecía firme observándola inexpresivo.

Podía jurar que aquel día sintió su dolor como la vez en aquella celda cuando eran niños, cuando Austin pidió por su madre sabiendo que ella no iría.

-¿Acaso no sentiste dolor al verla morir? ¿No sentiste nada cuando tus hermanos te despreciaron por no haber ido al entierro de tu estúpido padre que te entregó a Clary? -tapó sus ojos con ambas manos, no lloraba, solo sentía mucha frustración -¿Acaso no te dolió ver a tu hermano muerto frente a ti? ¡¿No te dolió tener que asesinar a tus ex camaradas?! -Bastián volvió al alzar la mirada -¡¿No te dolió oír que Amy quiere que la mates tú?!

En aquel momento Austin se quedó helado recordando aquel momento donde habló con Amy, no obstante él no se había percatado de la presencia de Bastián.

-¿Estabas ahí?

Bastián asintió sin poder verlo a la cara.

-Había ido a verte, iba a ser una sorpresa, me oculté porque tú sobrino Aiden había llegado y ambos... lo escuchamos.

Austin cerró los ojos por un momento y soltó un suspiro.
Apartó las manos de Bastián que volvieron a cubrir su rostro y lo tomó por la quijada e hizo que lo viera fijamente con esos hermosos ojos claros.

-No tienes que sentirte mal por ellos.

-¡No lo hago, idiota! Me preocupo... por ti.

Fue la primera vez en mucho tiempo que alguien parecía interesarse en sus emociones y aunque le resultaba extraño a Austin, aún así no le disgustaba.

Se acercó aún más a Bastián y lo besó primero lentamente y luego con un poco más de pasión hasta que sus corazones latían a gran velocidad y sus respiraciones parecían pausarse, hasta entonces se habían besado y luego lentamente se apartó de él.

-No lo hagas -exclamó y entonces lo abrazó.

Bastián miró al cielo por un momento recordando a aquel niño herido que lo consoló a pesar de sus heridas y cerró los ojos.

"¿Por qué haces esto?" Pensó "¿Por qué debes ser tú quien proteja?"

-Quisiera que pudieras expresar lo que sientes, tan solo un poco.

****

Hora actual...

Los picos de los grandes árboles formaban hileras que se miraban desde lejos por la carretera mientras el zumbido del motor era lo único que producía el automóvil cuando se acercaban a tan inmenso lugar.

-¿El bosque oscuro? -preguntó Elián al ver los enormes troncos de pino y los enmarañados arbustos del alrededor.

-Ahora solo es un simple bosque, aunque a veces siento como si fuese parte de mí. -exclamó Amy aparcando el vehículo a un lado de la carretera.

-Supongo que es parte de todos.

Una vez que el motor se apagó ambos jóvenes salieron del automóvil en medio de la noche.

-¿Recuerdas a Amber? -preguntó Amy al rodear el vehículo e ingresar al bosque.

Elián la siguió sin duda y se sorprendió un poco de la nueva Amy, ya que la anterior le tenía escalofríos a ingresar a ese sitio y todavía podía recordar su expresión de miedo la primera vez que vinieron.

-¿Quién?

-La bruja que intentó matarte en este bosque con una manada de lobos.

-Aaah, ella -respondió distraído -Apenas si la recuerdo, es que no era algo importante para mí.

Amy rió mientras esquivaba un par de ramas sueltas y pozos.

-Tú sigues igual que siempre ¿Verdad?

Elián se encogió de hombros a pesar de que Amy no pudo verlo.

-¿Qué? No, juro que he cambiado.

Amy volvió a reír y tropezó sin querer con una rama que por poco la hace caer si no fuera por los rápidos reflejos de Elián, quien la sostuvo de inmediato.

-Gra, gracias -murmuró avergonzada y siguió camino -Sin embargo creo que sigues igual... La que ha cambiado soy yo.

-Caperucita, yo te veo igual que siempre.

La joven bruja rió sutilmente y acomodó su cabello detrás de sus orejas para disipar todo aquello que le impidiera ver con claridad el camino. El lugar era muy oscuro de por sí y estar ahí en medio de la noche era realmente complicado.

-Es porque me amas. -musitó tranquilamente a pesar de que Elián se detuvo un instante a contemplarla. -Elián ¿Sabes? Yo siempre te culpe por todo lo que me había ocurrido en el pasado; desde la muerte de mi madre que fue asesinada por Clary, luego lo de Thomas, Lucian y lo demás. Sin embargo, hace un tiempo me di cuenta de que no debería ser así; desde que nos conocimos tú haz estado para mí.

«Cuando mi madre murió tú estuviste ahí a pesar de que te odiaba, cuando Lucian murió tú no te alejaste de mí, incluso cuando Megan enfermó y todos parecían odiarme tú estuviste ahí... Cuando te dejé por Thomas tú... jamás dejaste de protegerme.

Amy se detuvo un momento, estaba a un metro de distancia de Elián y cruzaron miradas. Los ojos del vampiro parecían verla con gran intensidad mientras que ella lucía como si ocultara algo más.

-Haz estado para mí desde el primer momento y yo... aún así, te culpe.

-Lo hago porque te quiero.

Amy inhaló profundo y su mirada transmitió un sentimiento de tristeza que no pudo explicar.

-De todas formas me enamoré de ti... Te ame tanto y me percaté de lo fuerte que eran mis sentimientos por ti cuando moriste por primera vez, cuando sentí que el mundo se destruía a mi alrededor si no estabas. -murmuró deslizando una de sus manos por la corteza de un árbol cercano.

-Amy...

-Aquel día lloré tanto que creía que moriría y que aún así mi alma no estaría en paz sin ti. -su mirada dubitativa no parecía querer contemplarlo -Deseé morir para estar a tu lado pero no podía hacerlo, porque temía que un día volvieras y yo no pudiera estar a tu lado.

Amy observó a su alrededor y reconoció un viejo sendero. Siguió caminando estando insegura de lo que diría mientras que Elián estaba tan sorprendido por sus palabras que pocas cosas lograba decir.

Pasaron unos minutos hasta que al fin llegaron a un pequeño claro dónde las copas de los árboles formaban un círculo y dejaban ver el inmenso cielo estrellado.

-Viví dos años de mi vida pidiendo por ti, quería sentir tu piel, tu aroma, oír tu voz... -exclamó la muchacha -Creía que la sola idea de olvidar una parte de ti me volvería loca. Yo... quería que volvieras a mí y por eso he hecho tantas cosas malas.

«He cambiado tanto, herí a tantas personas y todo por desear tener un poco de felicidad -se volteó a verlo con una sonrisa triste -Es que... Yo contigo soy feliz.

Amy se detuvo en medio del claro para observar el cielo y entrelazó sus manos detrás de su espalda baja.

-Yo siempre voy a amarte Elián, sin importar cuanto tiempo pase, no importa si es en esta o la otra vida, a dónde quiera que vaya yo volveré a amarte, una vez más.

Elián estaba parado a un par de metros dentro del claro, observándola casi boquiabierto pues Amy estaba expresándole sus sentimientos como nunca antes, llena de calma que parecía traer oculta una tormenta.

-Tú liberas mi alma, contigo soy Amy Oliver, la chica que fui desde que nací.., contigo siento que puedo ser aquella adolescente que alguna vez conociste, porque tú despiertas ese lado de mí.

«Tú despiertas mi magia y me ayudas a controlarla, contigo se siente como si todo estuviese bien y eso me hizo creer que estaba mal, porque nadie puede ser tan feliz ¿Cierto?

Bajó lentamente la mirada y la posó en el precioso chico que la contemplaba atentamente.

¿Cómo podía ser tan lindo?

¿Y por qué después de tantos años seguía habiendo aquel brillo de ilusión en su mirada?

Amy se mordió el labio inferior y apartó de inmediato su vista, no podía aguantar verlo un instante más, porque al hacerlo solo podía recordar su pasado juntos.

-Con Evan mi magia despierta de un modo distinto, a su lado siento que nada podría detenerme, que soy poderosa, que puedo obtener lo que yo quiera con solo intentarlo. Con él siento que el mundo no se detiene -musitó apretando los puños -Yo... También amo a Evan.

Un silencio se hizo entre los dos. Claramente Elián estaba sorprendido por todo lo dicho pero, a pesar de que estaba decepcionado de cierto modo, aún así sentía felicidad porque estaban teniendo aquella charla que tanto se merecían.

Habían pasado más de dieciocho años desde que su romance acabó y sin embargo aún tenían sentimientos mutuos, y al fin estaban hablando sobre ello.

Era una conversación merecida.

-Yo los amo a los dos, y sí, es por igual, ahora lo es -llevó sus manos a su corazón -Lo amo tanto como a ti... Eso sucede cuando tienes dos almas y cada una tiene su hilo rojo.

«Tú eres el final de aquel hilo Elián, pero también lo es Evan, estoy segura.

Elián inhaló profundo y suspiró lentamente. Al observar a su alrededor solo había una tenue oscuridad que intentaba opacar a las estrellas pero le era imposible.

-¿Y crees que no lo sé?

Amy se volvió a verlo, está vez ella era la sorprendida por sus palabras.

Elián esbozó una sonrisa de lado.

-Sé que lo amas... y sé que me amas por igual.

Amy frunció el ceño y antes de que pudiera acercarse fue Elián quién acortó la distancia y se mantuvo a un par de pies de ella, mirándola con cariño y un tanto de pena al verla sufrir.

-¡Cuando moriste yo era un caos, para mí todo era destrucción, todo era tristeza y sangre! -Amy temblaba al hablar -Ya no había días felices, solo una mera existencia hasta que él apareció.

Amy recordó el día que Evan volvió a aparecer en su vida, estaba parado bajo el marco de una puerta, la luz lo iluminaba por detrás y le sonreía con arrogancia como si nada hubiese pasado cuando ella lo odiaba por haberle mentido a todos.

-Era arrogante y meticuloso, pero por alguna razón lograba controlar lo que había en mí y sé que no se trata del lazo, porque esto es diferente a esa sensación.

«Con él mi magia tomaba una dirección y dejaba de herir a todos, se fija en un punto exacto y ataca. Con él es como tener una armadura de acero a mi alrededor, se siente libre pero me impide hacer daño a los que me importan sino que se centra en el enemigo, con él mi alma sigue en constante caos, no deja de ser un desastre dentro mío, pero está en control.

Amy se acordó de cuando Elián y ella escaparon juntos para tener su primera noche juntos a pesar de que él, en ese entonces, no tuviera recuerdos juntos por culpa de Dominic. Recordó su mirada cálida aún cuando no compartían el mismo pasado y que aún así él la amo esa noche como ninguna otra.

-Y contigo es diferente, a tu lado también siento que todo estará bien, pero de un modo distinto; contigo no tengo deseos de matar, contigo estoy en total paz, contigo soy feliz, contigo siento que la guerra no importa... ¡Contigo hasta podría perdonar a Clary! Porque tú me haces volver a ser esa Amy del pasado, la chica que debí ser si nada de esto pasaba.

La morena fijo sus ojos grises en Elián y estos se llenaron de lágrimas.

-Si no hubieras muerto de seguro yo estaría a tu lado, me habría casado contigo, habríamos criado juntos a Aiden, contigo hubiese tenido aquella vida con la que soñé mucho tiempo... A tu lado Elián, yo sería simplemente Amy Oliver.

Elián se acercó a Amy pero ella retrocedió y mantuvo la distancia entre los dos extendiendo el brazo para que respetara su alejamiento.

-Y no puedo permitirlo. No más.

-No entiendo porqué me dices todo esto, Amy.

La bruja secó sus lágrimas caídas con el dorso de su mano derecha e inhaló profundo. Quería volver a retomar la calma pero cerca de él simplemente sentía que se desmoronaba.

-Cuando apareciste ese día, para ayudarme, mi magia alborotada se desvaneció por completo. -continuó con más convicción -Fue como si en vez de tener una armadura fuese un traje de burbuja que asfixia el fuego en mi interior; podía ver el mundo a mi alrededor pero ya nada dolía, a nadie podía lastimar, ya no tenía deseos de guerra o matar. Todo era paz... Y me gustó.

«Pero eso está mal, porque en estos días de guerra no puedo permitirme sentir algo así. Sí lo hago perdonaré a Clary, perdonaré sus pecados y todo lo que hice hasta ahora será en vano, todo por lo que luche, todo lo que sacrifiqué se irá por el caño si estoy a tu lado.

El recuerdo de cuando Clary incendio su casa con sus hijos dentro le azotaba el alma, así como cuando vio como hería a Liam frente a ella, solo para torturarla.

-Necesito que mi caos siga siendo fluido pero controlado y solo con Evan lograré algo así, pero... si tú sigues aquí jamás podré lograrlo.
«Necesito a Evan, necesito estar con él para lograrlo.

-No quiero alejarte de quienes amas, Amy. No pretendo hacerte daño.

Con tan sólo unas palabras él lograba hacer que ella dejará de sentir ira y su tristeza aumentaba.

Amy se dejó caer al suelo, en medio de aquel claro y se cubrió el rostro con ambas manos para llorar. Elián al verla se acercó cauteloso hasta estar a su lado, agachado y le acarició la cabeza, apartando su cabello café hacia su espalda.

-Por favor, no llores.

-Te amo tanto Elián Morgan -Amy se giró a verlo con las mejillas rojas y los párpados rojizos por llorar.

De inmediato Elián la tomó con ambas manos por la quijada, atrayendola hacia él y la besó. Sus labios estaban hinchados y cálidos; y besarla se sentía como tocar el maldito cielo.

Amy llevó ambas manos al cuello de Elián y le siguió el beso produndizándolo un poco más. Era un beso dulce lleno de pasión y anhelo que rápidamente se desataba y lo consumía todo como enormes flamas. Empujó a Elián haciéndolo caer de espaldas y lo siguió besando casi desesperadamente hasta subirse sobre él a la altura de su pelvis.

-Te amo -susurró aún entre sollozos -Te amo Elián.

Se apartó lentamente de él, apoyando sus manos sobre su pecho, sintiendo el constante latido fuerte de su corazón y preguntándose "¿Esos latidos son por mí?"

Elián sonrió en grande, todo en él expresaba cariño hacia ella sin saber que eso era lo que más le dolía a Amy.

-Pero este amor me destruye -continuó abatida viendo cómo lentamente la sonrisa hermosa de Elián decaía -Y hasta que todo esto acabe jamás podré pensar en ser feliz, quizás aún así tampoco lo sea. Pero debo cumplir mi palabra.., jure matar a Clary, ese es el gran motivo por el cual sigo adelante y no puedo fallar ahora.

Elián negó sin poder comprender aquello.

-¿Y qué hay de los demás? ¿Qué sucede con tu familia?

-Ellos están mejor sin mí.

-¿Por qué me dices estás cosas? Hablas como si fueses a morir.

-¡Porque así será!

-No pasará, no lo permitiré. -intentó tranquilizarla queriendo acariciarle la mejilla pero Amy apartó su mano de un golpe.

-¡Ya basta! ¡Deja de protegerme!

Y sin pensarlo dos veces hizo que del suelo brotarán unas enredadera mágicas que atraparon el brazo derecho de Elián contra el suelo y él alarmado intentó zafarse, pero obviamente fracasando.

-Amy ¿Qué estás haciendo? -susurró nervioso -¿Qué es todo esto?

Sus ojos azules por primera vez la vieron con temor y eso era algo que Amy jamás iba a poder olvidar, se iba a quedar plasmado en ella así como la culpa que traía dentro.

-Solo si tú no estás yo sabré que no hay otra opción, solo de ese modo dejaré de pensar en la paz, dejaré de desear abandonar todo. -deslizó suavemente sus manos por el pecho de Elián y su cuello hasta la línea que marcaba su mandíbula -Solo si tú no estás yo olvidaré la burbuja pacífica y me quedaré dentro de la armadura, de ese modo ganaré.

-¿Acaso eso es lo único que te importa? ¡¿Ganar?!

"No me odies, por favor" imploró mentalmente y sus lágrimas se estrellaron contra la piel del vampiro.

-No... el poder. Necesito superar a Clary y para ello debo deshacerme de mi humanidad, de mi corazón.

-¿Entonces... quieres que me vaya del pueblo otra vez?

-No sería suficiente.

En ese momento del suelo brotó una gruesa raíz de árbol que Amy tomó y se partió en forma de estaca. Al verlo Elián se paralizó y en ese momento otras raíces que nacieron del piso atraparon sus piernas y parte de su torso para mantenerlo inmóvil.

-Amy detente -murmuró asombrado -No tienes que hacer esto.

-Debo hacerlo -ella acarició su mejilla limpiando las lágrimas que habían caído sobre él, sin poder soportar la mirada de aquellos ojos azules que tanto amaba.

-Caperucita....

-No lo digas.

-Caperucita.

-¡No lo digas! -gritó con la voz rota, cerró los párpados con fuerza y sus lágrimas cayeron nuevamente sobre el rostro de Elián -¡Deja de llamarme así!

-Tú no eres así.

De repente los ojos de Amy se abrieron y sus iris se habían vuelto totalmente negros.

-Ahora lo soy -contestó fríamente.

Y aferrándose con ambas manos a la estaca, la trató de enterrar en el pecho de Elián, pero él con su mano libre luchó para detenerla.

La Amy que conocía jamás haría algo así.

****

Lucian cerró la persiana de la ventana en su cocina mientras que la cafetera acababa de calentar el café. Sirvió dos tazas, las colocó en una bandeja y con mucho cuidado la llevó hasta la sala de estar donde Sasha lo esperaba. Ella observaba la televisión cubierta con una manta hasta la cintura mientras comía unas palomitas de maíz.

Era tan hermosa que no pudo evitar detenerse a contemplarla hasta que la pelirroja se volvió a verlo con aquellos grandes ojos verdes.

-¿Sucede algo, cariño?

Lucian sonrió y negó lentamente.

-Solo te veía -respondió rodeando el sofá y dejando la bandeja sobre una mesa de centro -Es que eres muy bonita.

Sasha rió enternecida.

-Lo dices porque estoy embarazada.

-Eso te hace aún más bonita.

-Cállate -sonrió -Pásame mi café, por favor.

Lucian tomó una de las tazas de café caliente y se la estaba por dar cuando notó de repente como la bella sonrisa de Sasha decayó.

Sasha se llevó una mano al pecho con la mirada perdida en el suelo, hacia tiempo que no sentía algo tan profundo.

-Bombón ¿Estás bien?

Sasha no pudo responder, aquel dolor que traía en el pecho era diferente al que había sentido alguna vez.

-Sasha -Lucian dejo la taza a un lado y se agachó ante ella -¿Qué sucede? ¿Es el bebé? ¿Estás bien?

-Me... duele -murmuró y apretó su pecho entre sus uñas al sentir una punzada profunda.

-¿Quieres que llame a un médico?

-No... Es... -en su mirada se notó el pánico -Es Elián.

-¿Qué? Imposible, su lazo está roto.

Era cierto, el lazo estaba roto, pero éste dolor que sentía era diferente, quizás como una especie de sexto sentido. Tal vez como una corazonada por los años de unión que tuvieron.
De repente Sasha soltó un sollozó ahogado y sus ojos se cubrieron de lágrimas.

-¡Sasha!

La pelirroja empezó a llorar y observó a Lucian, él no sabía qué hacer más que tomar su mano entre las suyas.

-¿Por qué me duele? -balbuceó entre lágrimas.

-¿Qué sientes?

Ella buscó desesperadamente las respuestas en su cabeza sin saber exactamente qué decir, pero cada vez el dolor era más agudo.

-Él está tan triste -susurró.

****

Elián sostenía con ambas manos las muñecas de Amy, haciendo un gran esfuerzo para evitar que la estaca se entierra aún más, pero lentamente sus fuerzas fracasaban por la insistencia y el poder de Amy que influía mucho en ello.

Su ropa se había roto, su piel se había perforado y la punta de la estaca se estaba clavandose en su carne hasta que en un momento Elián decidió soltar su agarré y Amy lo contempló sorprendida al sentir que ya no luchaba.

-¿Qué estás...?

Y sintió su corazón romperse en el momento en que vio a Elián sonreír tristemente.

-Esta vez... esta vez no quiero morir.

Amy negó de inmediato, no quería oír esas palabras.

-¡Cállate!

-Esta vez, quiero vivir para estar junto a mi familia.

-No, basta...

-Te quiero Amy.

La muchacha cerró los ojos nuevamente y puso aún más presión contra la estaca que se hundió un poco más en el pecho de Elián.

Mientras tanto los recuerdos de ambos, desde que se conocieron hasta ahora pasaban por sus mentes, desde el primer beso de amor, las sonrisas, los abrazos, el dormir uno al lado del otro, el bromear, cenar juntos, bailar y reír.

-Perdóname, Elián.

-Si lo haces -él gruñó de dolor al sentir como cada milímetro la estaca se acercaba a su corazón -Jamás... jamás te perdonaré.

Amy abrió los ojos de par en par, por un momento sus manos temblaron de duda y sin embargo su la voz en su cabeza, aquella que había oscurecido su mirada era aún más fuerte.

-No puedo ser ambas Amy ¿Entiendes? Está vez seré aquella que no dejará con vida a Clary, seré quién busca venganza y te prometo que cuando todo termine yo pagaré por lo que hice... Yo esta vez estaré a tu lado.

La punta de la estaca se enterró con fuerza y rozó la costilla de Elián justo cuando Amy empujó su peso corporal al frente.

Elián pegó un grito de agonía y aferró su mano libre a las muñecas de Amy tratando de detenerla, aún que ya no tenía fuerzas para hacerlo.

-No... quiero... que mueras, Amy... Quiero que... vivas... qué seas libre al fin... Qué seas fe, feliz.

-Perdóname.

Y en instante en que la estaca se hundiría los milímetros que faltaban para tocar el corazón, una filosa estaca que fue arrojada desde la oscuridad atravesó el hombro de Amy y la y hizo caer a un costado; ella gritó de dolor y a duras penas se puso de pie, observando a su alrededor en busca del atacante.

-¡¿Quién eres?! -gritó dando un par de pasos mientras apretaba la herida sangrienta -¡Sal ya!

-Aquí estoy.

Furiosa se volvió a ver, pero aquella furia se volvió asombro al encontrarse con Evan parado junto a Elián.

-¿Evan?

-No vas a matarlo, Amy -exclamó con un tono severo.

Evan se agachó junto al cuerpo de Elián, lo miró con molestia y sin más le arrancó la estaca de un tirón. El vampiro soltó un grito de dolor y se llevó ambas manos al pecho apretando la herida con fuerza.
A su vez Evan lo liberó de aquellas raíces que perdieron su poder cuando Amy fue atacada.

-¡¿Acaso no lo ves?! ¡Sí Elián muere entonces solo seremos tú y yo! ¡¿Acaso no es eso lo que querías?!

Evan furioso se volvió a verla.

-¡Claro que sí! -gritó apretando los puños -Pero no de este modo, no así.

Evan estaba lleno de una ira incontrolable que no sabía si era exactamente él o las emociones de Amy.
Odiaba está situación, odiaba lo que estaba ocurriendo, pero lo que más odiaba era tener que verla a los ojos y sentir que estaba perdiendo a quien amaba.

-Si Elián es parte de tu otra mitad, si él es tu otro hilo rojo, si con él mantienes tu humanidad ¡Entonces no lo dejaré morir!

Evan dió un paso al frente apretando los puños, sintiendo una horrible mezcla de emociones en su interior al enfrentarse a ella.

-No dejaré que acabes con la mujer que amo -bajo la mirada y miró de soslayo la silueta de Elián que se ponía de pie lentamente, adolorido -...Que amamos.

Amy observó la sangre que descendía por el brazo de Evan y goteaba contra el suelo, producto del ataque que recibió. Él había sido capaz de herirla para salvar a Elián, al sujeto que supuestamente odiaba, y solo por ella.

-Evan...

-Si intentas matarlo entonces tendrás que matarme a mí también -la interumpió -¡Nos tendrás que matar a los dos y morirás! ¡¿Es eso lo que quieres?!

-¿Cómo... puedes... protegerlo?

Una vez que Elián logró estar de pie, se quedó junto a Evan. Apenas podía respirar claramente y había perdido gran parte de su sangre que ahora teñía sus ropas pero aún así no decaería.

Sí Evan le había salvado la vida lo mínimo que haría era estar a su lado para ayudarlo en lo que sea, después de todo estaban aquí por el mismo motivo.

-Yo... no voy a perderte Amy, ninguno de los dos lo hará -exclamó Elián -No sé que tienes, pero no dejaremos que siga así.

Amaban a la misma mujer con la misma intensidad y ella había admitido amarlos por igual, quizás no todos fueran a entenderlos, quizás ellos se odien pero aún así, en este momento y como una vez ocurrió en el pasado, sus diferencias estarían de lado pues hoy debían de pelear juntos para salvarla.

Amy cerró los ojos, su cuerpo se arqueó hacia atrás y gritó de dolor ante un enorme poder que se expandió por su ser y parecía querer hacerla explotar.

Evan sintió aquel mismo dolor dentro suyo y por poco cae al suelo si no fuera por Elián que lo sostuvo y lo ayudó a ponerse de pie, pasando su brazo por sobre sus hombros.

Entonces Amy volvió a estar recta luego de aquel enorme dolor que se extendía por ella constantemente. Abrió los ojos y estos eran tan negros como hace un momento pero la mirada que traía era aterradora y fría, como si no pudiera conectar con sus emociones.

Ya lo habían dicho una vez, una bruja de sentimientos, sin poder conectar con ellos era un claro símbolo de peligro.

-Los hijos de demonios son tan divertidos -se burló con una voz más seductora -Le das un poco de cariño y creen que pueden ser tus dueños. Qué criaturas tan patéticas.

-Esa mirada se parece a la de... -y en ese momento Elián recordó vagamente a Dominic.

Amy extendió una mano hacia ellos y sonrió como si hace tan solo un momento no estuviese llorando.

-Entonces solo tengo que apartarlo a él y matarte a ti.

Elián y Evan cruzaron miradas, ambos sabían que era su fin pues no tenían el poder o la fuerza para huir de ella en ese estado.

-Sencillo.

Y justo cuando Amy iba a cerrar su puño para que decenas de ramas como estacas vuelen hacia ellos una extraña bruma negra apareció a su alrededor. Confundida observó a sus lado y para cuando se dió cuenta tenía en frente suyo, a tan solo un paso a una hermosa adolescente, menor que ella que le sonreía amigablemente.

En aquel preciso instante Amy sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo de arriba a abajo. No hubo necesidad de si quiera acortar la distancia con esa chica para sentir su inmenso poder, solo necesito mirar a sus ojos claros para darse cuenta.

-¿Qui, quién eres? -susurró asombrada.

La adolescente de largos rizos dorados y actitud jovial tomó la muñeca de Amy y la apretó levemente.

-Mi nombre es Diana -se presentó -Y vine por ti.

-¿Qué?

Amy observó por sobre el hombro de aquella joven y descubrió que había otra persona tras Elián y Evan, ese sujeto de ojos negros y mirada fría que la miraba con asco.

No necesitaba tocarlos para darse cuenta del poder que ambos tenían y juntos hicieron que Amy quisiera retroceder. Tenía miedo.

-¿Vas a... matarme?

-¡Amy! -Elián quiso ir hacia ella pero aquel sujeto lo tomó por el hombro y solo ahí se percataron de su presencia ya que antes ni siquiera lo habían oído llegar.

-¿Y tú quién demonios eres? -le espetó Evan y aquel pelinegro de ojos igual de oscuros los tomó a ambos por el cuello elevándolos del suelo, haciendo que sus pies no tocaran el césped.

-No te mataré, a menos que lo merezcas -aclaró Diana llamando la atención de Amy nuevamente.

Y en aquel instante el sujeto de vestimentas negras envolvió a Evan y Elián entre sus sombras para desvanecerse con ellos dos en la nada.

-Dime Amy ¿Lo mereces?

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