Secretos (Editando)

By Gabilanzillotti

31.3K 4.5K 3.8K

Los sueños son fragmentos de las situaciones vividas durante el día o eso es lo que nos quieren hacer creer. ... More

Anuncio
Prefacio
Capitulo 1- Pesadilla
Capítulo 2- Vacaciones arruinadas
Capitulo 3-Niñero
Capitulo 4-Fiesta
Capitulo 5- Viaje imprevisto
Capitulo 6-Mariposas
Capitulo 7-Relicario
Capitulo 8-Circus
Capitulo 9- Bosque
Capitulo 10- Lago
Capitulo 11- ¿Quien eres?
Capitulo 12- Amiel
Capitulo 13- Un, dos, tres, te encontre
Capitulo 14- Secretos
Capitulo 16- Sombra
Capitulo 17- Sumergida
Capitulo 18- Nuevo comienzo
Capitulo 19-Arauzys
Capitulo 20- Miracle
Capitulo 21-Detras del muro
Capitulo 22- Todo estara bien
Capitulo 23- Chocolate caliente
Capitulo 24- Baile I
Capítulo 25- Baile II
Capitulo 26- Margaritas
Capitulo 27- Dulce planeta
Capitulo 28- Tú, otra vez
Capitulo 29- Libros
Capitulo 30- Carrusel, pastel y payasos
Capitulo 31- Encerrada
Capitulo 32- Duelo
Capitulo 33- Muerta
Capitulo 34- Una princesa
Capitulo 35- Bandas de rock
Capitulo 36- Rebeldes
Capitulo 37- Tapiz
Capitulo 38- Diferente
Capitulo 39- El inicio del fin
Capitulo 40- Vida después de la muerte
Epilogo
Carta escrita y nunca entregada
Capitulo Extra
¡¡Tenemos un webtoon!!

Capitulo 15- Secretos, secretos, secretos y mas secretos.

666 106 136
By Gabilanzillotti

Cuando era niña solía jugar con las mariposas, ellas se acercaban a mi, de todos colores, pero las más abundantes eran las de color violetas.

Cuando tenía diez años descubrí que no era normal que las mariposas se acercaran tanto a una persona, las mariposas no se acercaban a más nadie y menos si estos estaban en movimiento.
Recuerdo un día cuando estaba en la parte trasera de mi casa bailando, ellas bailaban conmigo y hasta parecían espectadores en el aire, es importante recalcar que sentía una conexión inexplicable con ella y aún la siento.

—¿Puedes seguir leyendo? —dice Lussy a mi lado.

—Si, claro, lo siento.

Seco la lágrima que rueda por mi mejilla.

Disperso mis pensamientos y sigo leyendo lo que mi abuela tiene para decirnos.

Después de introducirlas a lo que fue mi vida y a la raza que pertenecen, debo confesar que no sé por donde empezar a escribir, pero haré todo lo posible por explicarlo de la mejor manera.

Yo soy una humana, convertida al ocultismo y con dones otorgados, mi don es viajar interdimencionalmente, no todas las personas que practican el ocultismo pueden hacer eso y no todas las personas que nacen de un ocultista, heredan sus dones, quizás lo tengan, quizás no. Lo que si puedo decir con seguridad es que heredaran el don de su abuelo.
Sé que nunca lo conocieron y pensaran que me abandonó, pero lo que sucedió fue diferente, esa es otra historia que les contaré más adelante.

—Pero yo quiero saber quién era el abuelo.

Lussy hace puchero.

—Dice que luego nos lo dirá, dejame leer.

Tu abuelo era de una raza llamada Arauzy, como ya te lo dije, sus dones están unidos al aire.
Así que ustedes mis niñas, son mestizas y tendrán dos dones por lo que presiento.
Todo irá bien a lo largo de su niñez, pero en el momento en que cumplan los dieciséis años empezarán a manifestar que no son normales y las irán a buscar.
En la tierra solo pueden habitar terranos, personas sin magia ni el conocimiento de ella y ellos tienen el derecho de reclamarlas como suyas, pertenecen a su reino.
Yo las oculte lo más que pude para que su vida fuera lo más normal, tenía la esperanza de poder vivir hasta que cumplieran la edad maldita, pero mis queridas niñas, el pacto puede más que yo y ya siento como quiere reclamar lo que es suyo.
Así que por eso dejo este cuaderno para que ustedes estén preparadas.

Cuando era una jovencita e iniciaba mis viajes dimensionales encontré una en especial que llamó mi atención, los humanos tenían magia y ella iba ligada fielmente a los cuatro elementos, aire, fuego, tierra y agua.
Las razas cada una tenían un nombre. Los de tierra eran Tarzumis, los de aire Arauzys, los de fuego Innifus y los de agua Adaquare.
En mi poco tiempo allí conocí a tu abuelo y nos enamoramos, después de tener que volver a la tierra nuevamente, él me siguió visitando por años, cada vez menos, hasta que no pudo volver a venir, pero quedé embarazada, de su madre claro está.

—¿Por qué mamá no tiene ningún don?

—No lo sé, Lussy.

Hojeo el libro, falta tan poco para leer y tantas dudas que resolver.

Observó la vela que me da la luz para leer, está ya está a punto de apagarse y la verdad es que siento la vista cansada y mi cuerpo también, otra noche que tendré que escoger el dormir.

—Es hora de dormir, vamos arriba.

Lussy patalea un poco, pero luego de eso sube tranquila y resignada, se acuesta en la cama y se queda dormida en cuanto cierra los ojos, lo noto por cómo va su respiración.

Me sorprende lo bien que se ha tomado todo lo que hemos leído. Me sorprende que yo misma me crea esto, aunque algo que me de respuesta a lo que me está pasando es reconfortante, el cuaderno lo subí y me acuesto abrazándolo. Es como tener una parte de mi abuela y en cierto modo lo es.

Entonces, somos de una raza llamada Arauzys, y personas vendrán a reclamarnos como parte de su reino ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Por qué reclamar a dos niñas que nisiquiera están consientes de lo qué son? Con estas incógnitas me quedo dormida.

Pero no despierto en ningún lugar, está vez puedo dormir placenteramente y descansar. Sin ninguna razón aparente dejo de ir al limbo de sueños.

Algo rebota en la cama a mi lado, por un momento olvidó que no estoy sola y el juego de Lussy me hace despertarme muy alerta.

—¿Qué haces? —digo gritando un poco con el corazón desbocado.

—Solo quería jugar.

Mi hermana detiene su rebote y se sienta en la cama y me observa.

—¿Seguiremos leyendo el libro?

—Aun no, ve a cepillarte y bañarte, no debes empezar el día sin acearte primero.

—Agua fiestas. —Se va zapateando hasta el baño.

Espero que se escuche el agua de la ducha caer para volver a dormir un poco más, la deliciosa sensación de descansar se instala en mis huesos y me brinda paz y tranquilidad.

La segunda vez que despierto la luz entra por la ventana más amarilla y alumbra todo, no se escucha nada.
Tomo el teléfono que he empezado a olvidar que existe y observo la hora, diez de la mañana, abro mucho mis ojos y examinó la habitación, una nota de mi hermanita sobre la almohada me descoloca.

Fui a casa de Noah, cuando despiertes buscame.
Ah, me llevo el libro.

Lussy.

Suspiro un poco frustrada, Dios, nadie más debía ver ese libro, me aseo y visto para luego bajar corriendo las escaleras.
El día se siente caluroso y hermoso cuando abro la puerta, pero es un calor húmedo, de esos que sabes que es muy probable que llueva en cualquier momento. Aunque el sol brilla bien alto en el cielo, es perfecto para relajarse y pasar unas vacaciones excepcionalmente alegres. Pero no es mi caso, mi madre no está con nosotras en este viaje, mi padre nos abandonó hace años y mi abuela muerta me dejó mensajes en un cuaderno diciendo que no soy humana, para que la situación sea más molesta, no entiendo que dones serían los que habla si solo tengo pesadillas.

Mi situación sentimental no se queda atrás, el chico que me ha gustado por un año entero me ha tenido en una montaña rusa de emociones y a decir verdad... Ya no sé lo que siento.
Subo al bote y remo lentamente hasta llegar a la otra orilla, bajo de el y observo a lo lejos, la casa de mi abuela y el lago, en el se refleja brillante y redondo el sol, la casa de mi abuela se ve oscura y deshabitada.

Camino y me detengo en el pórtico de entrada de la casa de la madre de la señora Roxane, la abuela de mi crush, la mejor amiga de mi abuela y una señora con muchos secretos.
Tocó la puerta suavemente esperando que quien la abra sea uno de los chicos o quizás su madre, pero la sorpresa me la llevo en el momento en el que me abre la puerta Amiel, la chica morena que vive en la cabaña que está a unos metros, ¿Qué hace aquí?

—¡Hola! Bienvenida, tu hermanita dijo que vendrías en cualquier momento.

—Y... ¿Qué haces aquí? —pregunto.

Ella alza un poco la ceja derecha, aprieto mi puño y me muerdo la lengua para no decir nada, realmente no sé porque mi repulsión hacia ella, pero existe y es real, no puedo ocultar que no me gusta para nada.

—Noah me invitó a venir.

Y ahí está, ese ácido que sube por mi estómago, no sé qué significa, pero es una sensación horrible.

—Ah, que bien. —Sonrió y respondo con voz chillona.
Algo que hago cuando miento.

Noah baja las escaleras con mi hermanita y este me ve, ella lleva el libro de mi abuela entre sus brazos y me doy cuenta él porqué me mira así, ya leyó algo, pero me pregunto si Amiel también, lo cual espero que no.

—Hola —saluda cuando está frente a mi.

Parece ignorar completamente a Amiel, cuando miro hacia ella parece un poco molesta.
¡Ja!

—¿Cómo estás? —le pregunto—. Ayer no te despediste antes de irte.

—No quería incomodar a mi hermano y... A su nueva pareja.

Me parece escuchar un poco de molestia en su voz pero no le prestó atención.

—No somos pareja.

—Ah, ¿no?

—Zoey. —Lussy tira de mi vestido para que le preste atención.

Giro hacia ella ignorando a los demás y me agacho, me hace señas para decirme un secreto. Acerca su boca a mi oreja y la rodea con sus manos.

—Noah leyó lo que ya leímos, pero es difícil alejarlo de Amiel.

Hago lo mismo que hizo ella y le susurró.

—¿Cómo reaccionó?

La pregunta se queda en el aire porque Noah nos regaña.

—¡Hey! Niñas, ¿No saben qué secreto en reunión, es de mala educación? —dice con un poco de risa.


—Lo sentimos.

Después de hablar al mismo tiempo que mi hermanita me río y me levanto del suelo.
Amiel se sienta en el sofá y observa por la ventana ignorando el que estamos ahí.

—¿Podemos caminar un momento? —pregunto.

Observó directamente a los ojos violetas e intensos de Noah.

—Sí, claro. —Gira hacia Amiel—. Iré a dar una vuelta con Zoey, ya volvemos.

Lussy sube nuevamente las escaleras diciendo que iría a jugar con la señora Roxane.
Salimos de la casa y caminamos por el sendero hacia el bosque que tanto me gusta.

Los árboles altos y el ambiente más fresco pero con la misma o quizás más humedad, me da una sensación dulce de paz.

—¿Por qué está ella acá? —Rompo el silencio, inmediatamente me arrepiento de lo que pregunte, él se de tiene.

—¿Por qué no?

—Bueno, no importa si respondes, no es de eso que quería hablar.

—Me parece perfecto, porque no veo el sentido de hablar de a quién y a quien no invito a mi casa.

—¿Por qué estás a la defensiva? Nisiquiera te he dicho que me desagrada. Porque si lo hace. —Levanto las manos en rendición.

—Y a mi me desagrada tu relación con mi hermano, pero no ando por ahí, diciéndote con quien y con quién no debes estar.

—¡Lo estas haciendo justo ahora! ¡A demas eres tu él que me ha estado diciendo una y otra vez masoquista! —empiezo a levantar la voz.

—¿Y estás totalmente segura de qué eso no es lo que pasá?

Lo observó y por un momento olvidó lo que iba a decir y me giro bruscamente para seguir caminando, escucho sus pasos tras de mí, se queda callado. Más adentro del bosque, más oscuro se va poniendo todo o es que las nubes están a punto de estallar como predije hace un momento.

El viento empieza a soplar fuerte, y me detengo, observo como las ramas de los árboles se mueven desbocadas y de entre ellas salen mariposas, recordándome a las mariposas de mi niñez, me detengo y estiro mi mano así una mariposa se posa en ella, es perfecta, es una monarca azul.

—¿Cómo haces para qué se queden y no vuelen? —pregunta Noah sorprendido, ahora a mi lado.

—No lo sé —susurro.

La mariposa vuela pero no por mis movimientos, nisiquiera porque Noah se acercó, se va por las gotas de lluvia que empiezan a caer, siento como el agua fría empieza a mojarnos limpiando la pelea anterior. Escucho como él se ríe y me giro para observarlo, estira su mano y me dice sonriendo:

—¿Quieres bailar conmigo?

—Pero si no hay música.

—Claro que la hay, ¿qué otra música que la de las gotas caer a nuestro al rededor?

Acepto tomando su mano, el momento es perfecto, sus pasos son graciles al igual que los míos, parece un bailarín nato, me gira una dos y tres veces, la sensación es magnífica, la lluvia a nuestro al rededor y nuestros pies llenándose de lodo.
Terminamos cansados y riéndo, nos sentamos en un tronco caído, aún mojado ysucis, pero felices.

—Ya olvidé porque discutíamos —dice jadeando.

—Yo igual.

Me río un poco porque ambos sabemos el porqué.
Pasamos un minuto en silencio hasta que el rompe el rugir de la lluvia en la tierra con sus palabras.

—Leí lo que escribió tu abuela.

—¿Qué piensas de ello?

—Deberíamos leer más para sacar conclusiones, pero algo me deja pensando.

—¿Qué? —Trago saliva.

—Si tu abuela y mi abuela hicieron lo que hicieron, tu obtendrás esos dones porque tu abuelo es un Arau lo que sea, ¿Por qué yo tengo los ojos de este color y tengo sueños tan raros?

—¿Quizás porque tu abuela práctico lo mismo que la mía?

Son muchas incógnitas y pocas respuestas, caminamos devuelta a su casa y cada uno entra a su habitación, Amiel me sigue a mi y entra sin preguntar.

—Oye, es de mala educación...

Me quedo callada en el momento que veo sus manos, en ellas sostiene el libro de mi abuela y sonríe leventente.

—¿Qué haces con eso? Es mío.

—¿Esto? —pregunta irónicamente—. Nada, lo encontré.

—Devuelvelo, por favor. —Mi voz sale extrangulada por apretar los dientes.

—No.

—¿Qué? ¿Por qué no?

La temperatura desciende unos grados, o es quizás porque yo tengo la ropa húmeda, y su presencia no me ha dejado cambiarme.

En sus ojos puedo ver el destello rojizo que vi la primera vez que la encontramos, ella camina lentamente por la habitación hasta detenerse en la ventana que no había notado que estaba abierta.

—Hay secretos que no deben saberse, querida. —Estira su mano y deja caer el cuaderno. Afuera aun llueve.

—¡No! ¿Qué te pasa? —grito alterada y al salir por la puerta veo como Noah sale persiguiendome.

Bajo corriendo las escaleras y me mojo nuevamente con la lluvia, corro debajo de la ventana por donde tiro el libro y lo encuentro mojado, pero creo que aún es rescatable.

Cuando estoy adentro de la casa Noah me observa expectante.

—¿Qué sucedió?

Amiel baja las escaleras con su rostro inocente.

—¡Ella aventó el libro por la ventana! —grito acusándola, y señalándola con el dedo.

—¡Claro que no, yo solo quise ayudarla y ella me atacó por tener su libro! —Se defiende llorando.

Se hace la víctima y muestra un rasguño que nisiquiera sé cómo se hizo.

—No puedo creer que de verdad tengas tanto fastidio por una persona que nisiquiera conoces, Zoey. —Se gira hacia ella—. Pensé que eras diferente.

Eso fue lo último que escuché hacia mi antes de que se dirigieran a buscar el botiquín para curar su herida.
Herida es como me siento yo, humillada y atacada y lo peor de todo es que él no me cree.

Me trago las lágrimas hasta subir a la habitación con mi cuaderno para buscar a mi hermana, mientras esa harpía siga en esta casa, ninguna de las dos volverá.
Salimos aunque este lloviendo y vuelvo a la casa de mi abuela.
En el momento en que estoy sola bajo el agua tibia de la ducha, sin mi hermana haciéndome preguntas, me derrumbó. Lloró y siento un alivio que no sentía hace mucho.

Continue Reading

You'll Also Like

SOLO ME VIO By Lina

Teen Fiction

2.5K 505 31
Corría tan rápido como podía, no me percataba de donde llegaría pero necesitaba escapar, perderme, que no me encontrara, nunca, no quería verlo, nunc...
55.4K 2.3K 31
Las pequeñas decisiones que tomes hoy pueden cambiar el mañana Guadalupe, una ¿típica nerd? Tal vez, ha estado enamorada de un chico por muchos año...
2.6K 466 25
Aquí yacen todos los versos rotos que deambula en las paredes de mi cuarto
16.9K 2.2K 57
La era de la extinción se acerca, con el final de la guerra. Nadie sabe quién ganará, o si quizás habrá un ganador. Lo único que saben es que la vida...