Capitulo 6-Mariposas

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Abro los ojos y noto dos cosas.
Uno: Me quedé dormida.
Dos: Hay algo escondido entre las sombras.

Mi sueño es uno de esos tan reales que sientes que podrías morir si mueres en el.
Un lago se abre oscuro e intrigante frente a mi. Detrás la entrada a un bosque negro e intrigante, donde si observó detenidamente me parecen ver ojos rojos mirar directo a los míos. Unas mariposas salen volando desperdigadas por los aires desde los árboles. En el momento en que una de ellas se intenta posar en mi mano, despierto.

-¿Estas bien? -Noah a mi lado me observa con los ojos muy abiertos. En realidad cuatro pares de ojos me ven esperando una respuesta.

Trago saliva y me arreglo el cabello. Que vergüenza con todos, en especial con Nick.
Mis mejillas se llenan de un color rojo y noto que había estado sudando.

-Estoy bien, sólo fue una pesadilla.

Solo una pesadilla, es por eso que no quiero dormir, esa es la razón por la que debajo de mis ojos hay dos surcos negros. Disimuladamente saco una de mis pastillas para mantenerme despierta y junto con una bebida energética la tomo.
Siento que Noah me observa pero este disimula cuando volteo.

La señora Roxane toma el mando nuevamente en la mañana. Cuando nos detenemos a desayunar en un restaurant de carretera, yo utilizo el baño para lavarme los dientes y la cara, y traigo a mi hermanita conmigo para que ella haga lo mismo. A pesar de ser una niña ha estado muy callada y tranquila en la parte de atrás de ese auto.

-¿Qué te tiene tan tranquila, cariño? -La ayudo a que se vea en el espejo.

Sonríe a mi reflejo.

-Sé que te gusta Nick -susurra.

Me quedo congelada en el acto. me atrapó, pero ¿Cómo?

-¿Cómo lo descubriste Sherlock? -bromeo con ella.

Esta vez quiero intentar ser una buena hermana.

-Tus ojos brillan cuando lo ves -chilla-. Es tan romántico.

Me río y la bajo. Me agacho un poco para quedar a su altura y mirarla a los ojos.

-Escucha -suspiro-. El amor es una cuestión extraña. Él me gusta, pero creo que yo a él no. Así que este será nuestro secreto.

-Bien.

-A demás no creo que lo veamos muchos, ellos estarán del otro lado del lago ¿No?

Se encoge de hombros y se da la vuelta para entrar a un cubículo.

-No te sientes -le advierto.

Quince minutos después salimos del baño y comemos el desayuno, seguimos el resto del camino para el medio día.
La madre del chico que me gusta maneja todo el día hasta sentirse cansada y cambiar de puesto, pero esta vez con Nick.
El chico de mis sueños enciende el estereo al momento de sentarse en el asiento del conductor.

-No te excedas en volúmen -lo reprende su madre.

Rueda lo ojos pero aún así pone la música. Mi canción favorita de su banda suena y me hace cantar. Me observa detenidamente por un momento despegando la mirada del camino y ladeando un poco el auto.

-Lo siento -se disculpa antes de que su madre lo reprenda-. No sabía que te gusta tanto la banda.

Mierda, ¿cómo le digo que me di a la tarea de escucharlos hasta aprenderme las canciones en un día? O ¿Cómo le digo que me sé todo su álbum?

-Esa es mi favorita -resuelvo decir con las palabras atascadas en la garganta.

-¿La banda o la canción? -aunque él no sabe, su pregunta me acorrala.

Secretos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora