Capitulo Extra

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Noah

Camino por toda la cocina de la casa de Zoey, escuché los gritos, claro que lo hice, me acerqué a su casa y vi todas las luces apagadas, en ese momento no pude entrar ¿Cómo entra un Innifus a la casa de un Arauzy sin invitación? No se puede, desgraciadamente no se puede, si hubiese llegado a tiempo todo hubiese sido diferente.

—No debí hacerte caso y venirme a casa —susurro.

—De cualquier modo pudo haber pasado, ¿Por qué no nos contaron lo que sucede con ese demonio? —Me recrimina Domenica desde la puerta de la cocina.

—No creímos... Ya había pasado tiempo suficiente y nunca hizo acto de presencia.

—¿Qué más ocultan, Noah?

Observo como Marisol le da una mala mirada a su hermana, no quiere presionarme.

Las palabras se quedan atascadas en mi mente, pero no salen. Lo he buscado, yo solo recorrí gran parte del bosque tras el muro. No pude arriesgar más a Zoey. No me perdonaría que algo le sucediera. Por eso me sorprendió sobre manera el beso que me dio en el baile, frente a todo el mundo.

La tranquilidad de las chicas es impoluta, pero sé que están preocupadas ahora, al igual que yo.
No puedo creer que haya sido ella quien se haya causado tales heridas, vi su rostro y no parecía la misma.
Se me contrae el corazón de tan solo recordar la sangre en sus manos.
Suspiro.
Domenica y Marisol se acuestan a dormir en el sofá, yo no puedo hacer lo mismo, solo puedo pensar.

Las horas pasan, mi cuerpo pide un descanso pero no puedo volver a esa casa triste y vacía que me asignaron cuando llegue, no puedo decirle hogar, mi hogar es donde esté ella.

Me levanto de la silla y subo las escaleras en silencio. Su puerta está abierta y puedo verla dormir plácidamente como si nada hubiese sucedido. Sonrío ante la presencia de mi sudadera en su cuerpo, la hace ver tan pequeña e indefensa. Me siento en el piso junto a su cama, siente mi presencia, se remueve un poco hasta que acarició su rostro. Su tranquilidad vuelve y en sus labios se dibuja una suave sonrisa.

Recuerdo cuanto me divertía viéndola querer enamorar a mi hermano, como todas las demás chicas ella se fijó en Nick. No la culpo, el muy desgraciado tiene el don de la atracción.
No me atrajo a primera vista como en las novelas, ni mucho menos esa noche donde estaba indefensa en esa calle oscura, pensando que con el vidrio de una botella podría defenderse de un ladrón o violador. Solo quise ser su amigo, fue la única de sus amigas que no se volvió loca al verme.

Pero con los días me fui acercando más a ella, tuvimos momentos y... Como anhelaba ser yo mi hermano cuando me di cuenta lo que sentía por primera vez, ser el afortunado que estaba en su mente.

Verla llorar por ese idiota me rompió el corazón, y fue en ese momento que lo note.
El tiempo es relativo y es así como te puedes enamorar de una persona tan rápido como llega un disparo al corazón, el dolor viene después, claro, cuando sabes que le harás daño aunque no es lo que deseas.
Cupido, el hijo de perra sólo espera que la persona no solo te parezca atractiva, si no que también te agrade personal e intelectualmente y es ahí cuando dispara la bala que acaba con toda tu auto preservación y te enamoras, no es algo de años, ni tiempo, es inmediato cuando sonríe, irremediablemente se junta todo lo dicho anteriormente y explota la sonrisa que hace que te des cuenta.

Estoy enamorado.

Mis pensamientos son cortados por su revuelo en la cama, la admiro por toda la noche, vigilando sus sueños por si algo se atreve a perturbarla.

Jamás me perdonaría si algo le pasa, sería capaz de hacer cualquier cosa con tan solo protegerla. Siento como la necesidad de dormir invade mi cuerpo pero no puedo ir a más ningún lado, solo me atrevo a quedarme aquí, en el piso de su habitación vigilando que esté segura, me basta con saber que está bien para obtener descanso.

Secretos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora