Capitulo 19-Arauzys

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Después de despertar de un sueño profundo, uno de esos que no tenía hace mucho tiempo, que no disfrutaba.

Me siento en la cama observando a la nada, analizando mi vida nuevamente, dándome cuenta de algo... ¿Y si quiero volver a la tierra? ¿No podría? ¿Mi estadía aquí es permanente?

La tristeza intenta instalarse en mi corazón, pero la ahuyento de inmediato y me levanto de la suave cama que ahora es mía. Todo ha cambiado, está es mi nueva vida, debo aceptarlo y seguir. Mamá me abandonó, la abuela me obliga, aunque no esté, a vivir esto.

Abro el armario que ocupa una gran parte de la pared de mi nueva habitación, un sinfin de ropa color violeta intenso me deslumbra, vestidos, camisas y faldas, lo único diferente son los pantalones, hay pantalones negros de cuero. Toda la ropa es exactamente de mi talla, es como si hubiesen sabido que veníamos.
Tomo dos prendas, una chaqueta de cuero violeta que hace juego con el pantalón negro del mismo material, será difícil acostumbrarme a vestir de color.

Tomo una ducha tibia y me visto, observó el reloj que está en mi habitación, las cinco de la mañana, quizás si me acuesto otro poco pueda dormir.
Estiro mi cuerpo en la cama y cuando estoy a punto de tomar el sueño, una alarma que yo no coloque, suena.

—Maldita sea.

Tocó el reloj para apagarla y vuelvo a levantarme, tendré que comenzar el día.
Bajo las escalera y preparo el desayuno, aquí la comida es más orgánica que en la tierra, todo es más fresco a pesar de estar en el refrigerador.

—Buenos días. —Escucho como Lussy se sienta malhumorada en la mesa.

—¿Dormiste bien?

—Sí, hasta que sonó esa estúpida alarma —responde malhumorada.

Le pongo la comida en frente y me siento con ella, escucho golpes en la madera de la puerta. Con el reconocimiento de que es Noah, la abro con una sonrisa en los labios.

—Buenos días.

—Buenos días, pequeña —dice, su rostro es de cansancio.

Le hago espacio para que entre, lo observó detenidamente, su ropa es la que dijo Anely seria la de los Innifus, el negro resalta su piel blanca y su cabello alborotado en la frente, el cuero hace que se vea más rudo.
Camina como si estuviese en su casa y se sienta con nosotras a la mesa, acostumbrándome a su presencia constante en mi vida, le sirvo un plato y todos comemos juntos.

Mientras él esta distraído, yo le doy pequeñas miradas furtivas, entre ellas noto algo que me deja perpleja e intrigada.

—¿Tus ojos no eran violetas? —digo después de observar en él, unos ojos café.

—Uso lentes de contacto.

Lo observó masticar.

—¿Por qué?

—Mi abuela me dijo que los usará, todo pasó desde que encontramos a Amiel, ella se comportó diferente.

Concluye la conversación metiendo en su boca otro bocado de comida. Terminamos de comer y la puerta suena nuevamente. Corro para abrirla, está vez frente a mí se encuentra Anely.

Entra a la casa y nos sonrie a todos, junta sus manos y nos habla.

—Bien, hoy es el primer día de todos en la escuela, Lussy se podrá incorporar a las clases de los niños de su edad, pero ustedes dos empezarán clases con los demás reintegrados.

—¿Existen más personas recientes? ¿Comó nosotros? —interrumpo con mi pregunta.

Lo piensa un momento.

Secretos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora