Ocho veces, ocho llamadas desviadas.
Decidí no insistir más e intentar dormir, pensando que quizás al despertar encontraría un mensaje o algo de Santiago...
Pero aquí estoy, sin saber nada de él, medito la idea de marcar su número de nuevo con mi teléfono en la mano, pero no lo hago, yo ya intente hablar con Thiago, explicarle porque Gastón estaba en mi casa, pero él no quiso y lo que piense ya no es mi problema ¿Verdad?
— Créeme, el que sigas viendo tu teléfono no hará que te llegue esa llamada o ese mensaje— dice mamá mientras se sienta a mi lado con una taza de café en su mano. — ¿Todo bien con Santiago?
— Si, solo... — dejo la frase a medias cuando papá entra a la cocina.
— No se preocupen por mí, yo ya me voy— señala sin siquiera mirarnos, toma las llaves de su auto y se va.
— ¿Él está bien? — señalo la puerta por la que acaba de salir.
— Algo así...— responde mamá — Pero tú me estabas contando algo primero — sonríe y por la manera en que lo hace sé que algo no va bien.
— Solo fue un mal entendido — concluyo y ella asiente con la cabeza.
Sé que algo no va bien con mi padres, quisiera preguntar que pasa pero mamá no me lo dirá, es demasiado hermética cuando quiere y papá aun no me habla, solo quiero creer que lo que está pasando no es culpa de él...
Desde que Thiago me conto lo que paso con su papá no puedo dejar de pensar en Graciela y papá juntos ¿Qué tan fuerte tuvo que ser su relación para provocar eso? Y lo peor es que si fue así de fuerte, puede que aún haya algo entre ellos y una parte de mi me dice que si lo hay pero otra (la que no puede dejar de verlo como un héroe) me dice que no y yo quiero hacer caso a esa parte.
Termino de hacer todas las cosas que tenía pendientes para hoy más rápido de lo que pensaba y tengo tiempo suficiente para verme con Isabel, que al final la idea de vernos hoy si le agrado y creo que su visita no me vendrá tan mal porque con ella mantendré mi mente distraída y podre aplacar un poco el impulso de llamar a Thiago, que hasta ahora no devolvió ninguna de mis llamadas...
Repaso mentalmente los minutos antes de que Gastón se fuera y estoy segura que no hice nada: hablamos, se disculpó, nos despedimos y se fue... Se volteó para abrazarme y... claro... ¿Lo hizo a propósito? Vio que Santiago estaba ahí y me abrazo.
— ¿Me estas escuchando? — Isabel agita su mano para captar mi atención.
— Si — respondo y ella me mira divertida. Está sentada en la parte de de abajo de mi cama con las piernas cruzadas.
— ¿Entonces estás de acuerdo?
Bien, intento acordarme de lo que me estaba hablando pero no logro obtener una idea clara de las escasas palabras que entendí de todo lo que dijo.
— Te decía que mañana es Halloween y hay una fiesta a la que tenemos que ir... — me explica los detalles de la fiesta y esta vez sí le prestó atención. — Hace mucho que no salimos — concluye y me muerdo la lengua para no hacerle recuerdo él porque...
Perdonar es olvidar, perdonar es olvidar... Me repito varias veces, pero Isabel me pone las cosas muy difíciles, en especial con ese tipo de comentarios.
Sonrió lo mejor que puedo e intento darle mil y un excusas por las que no podre, pero increíblemente para todas tiene una solución y eso es algo que siempre me agrado de ella aunque en este momento es algo que me está llegando a irritar.
— Puedes ir con tu novio si quieres — suelta con una sonrisa, suspiro y ella parece entender — O mejor solo nosotras, sin chicos, así será más divertido, solo una salida de primas.
Parece que no se dará por vencida, así que al final acepto y estoy segura que ella estuvo muy cerca de aplaudir por la alegría.
Comienza a hablar de los disfraces y ella propone la idea de que ambas tenemos que ir combinadas a lo que me niego rotundamente, porque la conozco y se que Isabel siempre usa disfraces tipo: Enfermera (sexy) monja (sexy) colegiala (sexy) y para cualquier disfraz que exista ella tiene la versión sexy; vagabundos, vacas, dinosaurios, hamburguesas... lo importante para ella es llevar poca ropa y llamar la atención de todos y siempre triunfa en eso, no importa que se ponga o no se ponga...
Estamos hablando de la fiesta del año pasado cuando mi puerta se abre de golpe y entra mi hermano.
— ¿Porque Jazmín no sabe nada sobre mañana?
¿Mañana? Mierda... me olvide del asunto de la cita doble.
Isabel me mira confundida y veo que modula el nombre de Jazmín sin entender bien que pasa.
— Mau lo siento pero creo que lo de mañana se canceló... — intento explicar, no quiero entrar en más detalles y menos delante de Isabel.
— ¿Y que se supone que haga? Tenías que ayudarme a conseguir una cita con ella — reclama molesto.
— ¿Mau necesita ayuda para tener una cita con una chica?— pregunta Isabel sin saber que está pasando — ¿Desde cuándo? Es Mauro...
Mi hermano se da cuenta de su presencia y la mira con algo de disgusto por lo que acaba de decir.
— Isa no quiero tu... — está por decir algo desagradable, estoy segura, pero ella se le adelanta.
— Invítala a la fiesta de mañana — propone y Mau frunce la frente — Lib y yo iremos, puedes acompañarnos e invitarla. Vamos en grupo así tu "cita" será más discreta, si es lo que quieres...
Mauro permanece en silencio unos segundos, como si estuviera considerando la idea y saca su teléfono de su bolsillo.
— ¡Eres brillante! — besa la cabeza de Isabel. Desliza su dedo por la pantalla y escucho el sonido de la llamada — Invítala tu... — estira su mano con el móvil hacia mí y me toma por sorpresa.
— ¿Qué? Claro que no — alejo su mano.
— Me lo debes — señala y vuelve a acercarme el móvil.
— No te debo nada — afirmo pero él deja su teléfono sobre mis piernas. — No lo hare, si quieres salir con... — escucho una voz femenina que sale del teléfono y Mauro murmura un "Por favor"
No puede ser...
— Hola Jazz, te habla Libertad — digo y veo a Mau con sus manos juntas y a Isabel aguantando la risa. Jazmín me saluda amablemente — Si, te llamaba para invitarte a una fiesta mañana...
— ¿Una fiesta? — pregunta del otro lado.
— Si, por Halloween... — tomo aire — Mauro se muere de ganas por que vengas con nosotros. — suelto y veo que los ojos de mi hermanos está por salirse de sus órbitas, Isabel no puede aguantar más y tiene que taparse la cara con la almohada para que no se escuche su risa. — Aja... Si... Esta bien, sí. Adiós
Cuelgo y siento que algo se estrella contra mi cabeza, un león de peluche acaba de atacarme y se lo arrojo de nuevo a Mauro.
— Hey no me parece la manera de agradecerme — digo y él está por contestarme pero me adelanto — Dijo que te mandaría la dirección de su casa para que pases por ella. — termino de decir eso y siento como me levanta de la cama.
— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — dice y tiene una sonrisa enorme en su rostro.
Son ya dos días que no sé nada de Thiago y me cuesta creer que de verdad se molestara por algo así.
Antes de tomar esa posición intransigente, podía haberme escuchado. Si, Gastón me abrazo pero eso no significa nada y me molesta que reaccionara así, no podemos empezar lo que sea que empezamos si desconfía tanto de mí.
Termino de amarrarme el pañuelo rojo en mi cabeza, maquillo mis ojos con sombras oscuras y creo que ya estoy lista. Miro mi reflejo: la camisa blanca de mangas holgadas, el corsé de cuero café, falda negra, botas negras de caña alta, si parezco un pirata, me coloco las argollas en mis orejas, pulseras doradas y un mensaje de Isabel me llega diciendo que ya llego.
Isabel se ve muy bien con su disfraz estilo steampunk; su sombrero de copa, botas bucaneras, guantes y su vestido corto con un súper escote hacen que se vea muy bien, su corsé ajustado resaltan sus curvas y apenas entramos a la fiesta hace que todas las miradas se posen sobre ella. Isabel sonríe porque su objetivo esta logrado.
Una vez adentro ubicamos a Mauro que esta disfrazado de leñador, no me sorprende la sencillez de su traje, porque el noventa por ciento de este, es su ropa, pero se esforzó en conseguir un hacha (que espero que sea falsa) y a su lado esta Jazmín, disfrazada de Marilyn Monroe, una pareja algo extraña... Pero ambos se ven felices y me alegra ver a Mauro tan contento.
Nos acercamos para saludarlos, la música esta fuerte así que tenemos que elevar la voz para escucharnos.
— Lib — Jazmín se acerca a mí — ¿No viniste con Santi?
— Yo... — pienso que decirle pero no se me ocurre nada, así que niego con la cabeza, Jazz me mira, sonríe y no vuelve a preguntarme sobre su amigo.
Por suerte Mau se la lleva hacia la barra para pedir algo de tomar y la aleja de nosotras.
Isabel me deja por un payaso, en el sentido literal, se va con un payaso de peluca roja a bailar, dejándome sola, no sola no, con la grata compañía de una cerveza fría.
— Hola ¿Quieres bailar? — un chico vestido de piloto aparece frente a mí con una sonrisa. Tiene el pelo rubio peinado pulcramente para atrás y cierta picardía en sus ojos grises.
— ¿Un piloto y una pirata? — me burlo y él se ríe — ¿Qué dirá la gente? — tomo un sorbo de mi cerveza.
— Hay que averiguarlo ¿No crees?— estira su mano hacia mí.
Es solo un baile, además con quien yo pensé que tenía algo simplemente decidió ignorarme y desaparecer...
Termino la poca cerveza que tengo en mi botella y acepto su invitación.
Durante un par de canciones bailo con el piloto y la paso bien, es divertido y agradable, además que no es nada feo.
— ¿Puedo saber tu nombre?— dice mientras nos alejamos de la pista.
— Libertad — digo por encima de la música para que me escuche. Él rubio sonríe y asiente con la cabeza.
— Tomás — dice acercándose a mí — Un nombre bastante aburrido comparado con el tuyo.
— No es aburrido, es más... ¿Clásico?—digo y ambos sonreímos. — Creo que necesito otra bebida.
Pasa su mano por mi espalda y me guía hacia la barra para pedir dos cervezas.
— Creo que ya cargamos nuestra energía — dice tomando su último sorbo. — ¿Vamos? — señala la pista de baile y yo le muestro mi botella, que aún tiene un poco menos de la mitad — Perfecto, me da tiempo de ir al baño. — sonríe
Pide permiso y va caminado rápido hacia los baños.
Trato de localizar a Isabel y la veo bailando súper pegada con el payaso, que hay que aceptar, es un payaso muy sexy. Paso mi mirada por el lugar para encontrar a mi hermano pero no lo veo por ningún lado, hay mucha gente que hace que sea complicado buscarlo.
Espero sentada junto a la barra durante varios minutos pero Tomás no regresa, quizás el baño este muy lleno, termino mi cerveza y pido otra, igual no tengo nada mejor que hacer ya que mi prima y hermano están muy ocupados...
Me distraigo observando todos los disfraces que pasan cerca de mí, y lo sé es patético pero tambien es divertido; vampiros, brujas, astronautas, arlequines...
Escucho que piden un vaso de ron a mi lado, intento ver disimuladamente al diablo que esta junto a mí: lleva una gabardina negra de cuero, camisa color rojo sangre y puedo ver que unos cuernos rojos sobresalen de su cabeza. Un diablo muy bien vestido pero que no da miedo.
Veo que Tomás camina hacia la barra con una sonrisa, pero antes de que pueda acercarse a mí, siento como me toman de la mano y tiran de mí en dirección opuesta al piloto.
— ¡Suéltame! — intento soltarme y por la forma en la que me agarra, se de quien se trata.
Pasamos por entre las personas y pese a mis esfuerzos por librarme, el diablo me lleva con él...
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¡Hoaaa!
Este capítulo si lo subí a tiempo (o casi) espero que les guste. Hoy conocieron levemente a un nuevo personaje, que quizás sea importante en futuro...
Gracias por su apoyo y por leerme, también mil gracias por los votos ☆ y comentarios ♡que dejan, me encanta leerlos!!💜
¡Los quiero muchísimo!❤☄
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