Capítulo 64.
Me siento junto a Ignacia en una esquina de la piscina y observamos a los chicos divertirse mientras realizan las competencias. A mi parecer, es demasiado cansador.
Cuando den por finalizado el juego estoy segura que estarán quejándose por el dolor de brazos.
-Niall está celoso. —Le comento a mi amiga. Ella se gira y se queda mirándome.
-¿Por... Tú ya sabes quien? —Asiento. —¿Él ya lo sabe?
-Él debe tener sus sospechas. Nunca lo había visto actuar tan posesivo, cuando Harry se acercó a nosotros su semblante cambió completamente. —Le explico. —Su rostro pasó de la alegría a la seriedad en cuestión de segundos. Y cuando Harry se ofreció a enseñarme a nadar, Niall le dijo que ya se había ofrecido ayudarme, pero en realidad nunca lo hizo.
Ignacia suspira.
-¿Has pensado en decirle? De todas formas, tampoco es tu culpa que Harry se haya fijado en ti. —Me dice.
-Lo pensé hace algunos minutos. Pero él querrá saber los detalles y no puedo decirle que sé esto hace tiempo. Cuando ellos se enfrentaron en el apartamento de Harry, Niall creyó que solo estaba pasando un mal momento y que todo lo que dijo fue producto del alcohol. —Le explico. —Imagínate si se entera que realmente es porque yo le gusto, se enfadará conmigo por no haberlo dicho, por haberme quedado callada.
-Entonces pretendes guardarlo el secreto para siempre.
-Por ahora no diré nada. —Murmuro. —Ahora solo estoy albergando la esperanza de que Harry se olvide de lo que pasó y Niall ya no continúe sintiéndose así.
-Yo te lo dije, debes alejarte de Harry. Es la única forma en que las cosas se calmen.
-Lo sé. —Respondo. —Es lo que estoy haciendo. Las veces que hemos hablado es porque él a venido hasta mi.
-¿Y tú le has dicho a Harry que se aleje de ti? —Niego. —Ahí está el primer error. Debes decírselo, dile que se aleje, que no te hable y punto.
-Es que me da pena. —Susurro.
-Magda. —Se queja. —Debes dejar de ser tan blanda. ¿Quién es tu prioridad?
-Niall, por supuesto.
-Entonces es más fácil de lo que crees.
Suspiro.
-Sí, lo sé. —Murmuro volviendo a ver a los chicos.
Ellos ya han terminado de jugar y como sospechaba, ya están quejándose. Niall está en la otra orilla de la piscina junto a Louis, se ríen y divierten. Zayn viene hasta nosotras e invita a Ignacia a nadar.
Los veo alejarse, abrazarse y ser empalagosos.
-¿Estás segura que no quieres que te enseñe a nadar? —Harry se acerca a mi lado, aún está dentro de la piscina.
Las palabras de Ignacia me golpean con fuerza. Podría decirle que no me hable, que Niall ya no se siente cómodo con él por lo que he percibido, pero sus ojos risueños y simpáticos me dejan con aquellas mismas palabras al fondo de la garganta.
-Niall dijo que lo haría. —Le recuerdo.
Él se gira y mira a mi novio, quien está demasiado entretenido con los demás.
-No lo veo venir hasta aquí. Vamos, puedo enseñarte algunas cosas, después él te enseña el resto.
Suspiro.
-Bien. —Susurro deslizando mi cuerpo de nuevo bajo el agua. —Ay, está tan fría.
Harry se ríe.
-Cuando permaneces mucho tiempo bajo el agua, después puedes sentir que está caliente. ¿Te ha pasado?
-¡Sí, es verdad! —Sonrío. —Pero supongo que es solamente porque nuestros cuerpos ya están demasiado entumecidos.
-Uhmm, lo tendré que investigar. —Él se ríe.
Me quedo mirándolo. Podría decírselo.
-Entonces ¿Como vas a enseñarme? —Prefiero decir.
-Bien, primero que todo ¿Sabes flotar?
-Eh, sí creo que si.
-¿Que más sabes hacer? —Me pregunta.
-Bueno, he podido hacer lo que hacían ustedes, eso de moverme un lado a otro... —Mi voz se hace pequeña cuando miro detrás de Harry. Niall está mirándonos.
-¿Con los brazos extendidos verdad?
-Sí. —Respondo mirándolo. No debería sentirme nerviosa, tampoco estamos haciendo algo malo.
-Eso es nadar.
-Sí, osea si puedo hacer eso. Mi problema es cuando no toco el fondo, me desespero y mi cuerpo se hunde completamente.
Él sonríe.
-A mi hermana le pasaba exactamente lo mismo. —Me cuenta. —Le temía mucho, pero después lo superó con mucha práctica y ahora es una experta.
-Vaya, entonces debería ser una motivación. —Ambos sonreímos.
-Sí. Bueno entonces... —
-Hey ¿Qué hacen? —Ignacia se acerca a nosotros, Zayn también se nos une.
-Le voy a enseñar a nadar. —Le explica Harry.
-Creí que Niall te enseñaría. —Responde ella mirándome.
-Sí, bueno es que él está con los chicos... —
-Uhmm. —Murmura ella mirando a Harry. —¿Podemos quedarnos? Osea, para mirar. Es que tampoco sé muy bien.
-Oye, yo puedo enseñarte. —Se ofrece Malik.
-Sí, únete a Harry, pueden enseñarnos juntos. —Dice.
Sé lo que está haciendo.
-Sí. —Responde Harry con una sonrisa.
Ella no se aparta de mí mientras nos quedamos con los chicos. En varias ocasiones intento explicarle que no pasa nada, que él no sería tan estúpido de cometer un error con los ojos de Niall mirándonos en cada momento. Y que por supuesto yo no dejaría que él siquiera lo intentara, ya que al primer indicio que él me hiciera sentir incomoda le diría que es suficiente. Pero Harry en todo momento ha actuado de una manera en que no puedo simplemente decirle que se aleje de mi.
Sé que ella no lo puede entender, sé que ella tiene un carácter muy diferente al mío. Quizás es un poco más fría y puede tomar decisiones con facilidad, pero yo no soy así. Desde que conocí a Harry, supe que podría ser un gran amigo, y así fue hasta que él decidió confundir las cosas. Pero antes de eso, jamás me sentí de una manera extraña delante de él.
Incluso me sentí tan mal cuando me dijo que jamás habíamos sido amigos, porque yo realmente creí que lo éramos. Entonces, si él actúa de buena manera y ya deja de comportarse como si yo aún le gustara, sé que podríamos ser amigos otra vez. Realmente quiero creer que podríamos.
-Hola. —La voz suave de Niall cerca de mi oído me hace sonreír. Sus manos abrazan mi cintura desde atrás.
-Hola. —Respondo girando levemente mi rostro y recibiendo un suave beso de su parte.
-¿Qué hacen?
-Solo intentar nadar. —Le explico. —Pero me hundí dos veces. —Él suelta una risita.
-Puedo enseñarte.
-Claro. —Le sonrío. —Pero quizás en otro momento, es que me duelen los brazos y ya siento un poquito de frío.
-Sí quieres podemos cambiarnos de ropa y acurrucarnos dentro de nuestra tienda. —Me ofrece.
-Me parece perfecto. —Él me gira. Sus ojos me observan risueños. —Tus labios están morados.
-Necesito que me des calor. —Susurra.
-Por supuesto. —Me acerco a él y lo beso.
Cuando estoy alejándome, él vuelve a besarme. Tal cuál lo hizo cuando Harry estaba cerca de nosotros.
-Bien, ahora si podemos salir. —Él mira detrás de mí brevemente antes de guiarme hasta las escaleras.
Cuando me doy la vuelta disimuladamente, noto que efectivamente Harry y Zayn continúan charlando dentro de la piscina. Él toma mi toalla y la envuelve en mi cuerpo mientras continúa lanzando miradas furtivas hacia donde ellos se encuentran.
Sus celos son palpables y sé que debo hacer algo urgente para borrar todo rastro de ellos, necesito que él sepa que mis ojos son exclusivos para él y que no tiene nada de qué preocuparse.