𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

77.

Capítulo 77.

Niall

El sol comienza a esconderse en el horizonte y con los chicos nos divertimos en el jardín de la residencia. Nos entretenemos jugando fútbol, nuestro último partido de fútbol hasta que nos volvamos a reencontrar otra vez.

—¡Pero Niall! —Se queja Louis al ver que pateo el balón y este cae directamente en la copa de un árbol.

Nos reímos a carcajadas.

—¡Iré por él, iré por él! —Lo tranquilizo entre risas.

—Más te vale. —Responde Liam sin dejar de reír.

Todos juntos caminamos hasta el árbol, pero no alcanzo ni siquiera a dar un paso cuando escucho los gritos.
Me quedo paralizado viendo de dónde provienen.

—¡¿Qué demonios ocurre contigo?! —Grita ignacia y es cuando las veo.

Corro hasta donde Magdalena está siendo sostenida por el cabello. Sussy la amiga de Harry está golpeándola y la furia mezclada con confusión se apoderan de mi.

—¡¿Que mierda estás haciendo?! —Le grito mientras le quito las manos de encima de mi novia, prácticamente la envío directamente al suelo por mi fuerza desmesurada.

Magda está llorando desesperadamente mientras se toma la cabeza. Mis brazos la rodean y es ignacia quién habla.

—¡La idiota de Sussy! —Se queja la rubia.

—¡¿Qué estás diciendo hija de perra?! —Le responde esta mientras se levanta.

—¡Ah no, yo te mato! —Ignacia camina hasta ella pero Zayn la toma de los brazos mientras Harry hace exactamente lo mismo con su amiga.

—¡Que alguien explique que está pasando! —Grita Liam.

—Sussy comenzó a decir palabras hirientes contra Magda. —Responde Ignacia más calmada. —Palabras ofensivas hasta que decidió golpearla.

—Sussy no es así. —Responde Harry perplejo. —No es así ¿Verdad? —Pregunta mirando a su amiga.

Magda está temblando en mis brazos y lo único que puedo hacer es llevármela lejos.

—Niall, sácame de aquí, por favor. —Me pide.

—Por supuesto, nos iremos.

—¡Niall! —Grita Liam detrás de mi.

—Ahora no Liam. —Le pido.

Nos metemos en la habitación y nos sentamos en la cama. Ella me observa mientras arreglo su cabello.

—¿Que ocurrió? —Le pregunto apenas en un susurro.

—Estábamos allí, ella no nos había visto. Hablaba por teléfono con alguien más y le decía que estaba feliz de que nos fuéramos, que éramos... —Ella se detiene y niega con la cabeza.

—¿Que cosa? Cuéntame. Necesito saber que pasó para intentar solucionar esto.

—Dijo que éramos unas chicas que solo estábamos allí por su dinero, para tener fama y esas cosas. Entones ignacia la escuchó y la encaró, pero no contábamos con que ella se iría contra nosotras. —Me explica. —Yo no sé pelear, entonces fue cuando ella me tomó del cabello.

—Maldita sea. —Susurro aterrado. —¿Te duele mucho? —Ella niega. —Hablaré con Harry, no puede seguir trayéndola aquí.

—Nos iremos mañana, no tiene sentido.

—Ven aquí. —Le pido y ella se adhiere a mi pecho. —No creí que era ese tipo de chicas, tan malvadas. Siempre la vi risueña y simpática.

—Las personas nunca son como uno cree.

—Es verdad.

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—Niall, no pueden irse así. Hablemos. —Me pide Liam pero ya es demasiado tarde.

—Liam, nos iríamos de todos modos esta noche. Es mejor dejar las cosas así. —Le pido.

—Deberías hablar con Harry, está triste por lo que pasó.

—Lo llamaré más tarde. —Le digo mientras veo a Magda despedirse del resto.

Acomodo la última maleta dentro del maletero y luego camino hasta Liam. Él asiente y nos damos un abrazo. También me despido del resto excepto de Harry que debe estar con su amiga.
Magda se acerca y me pido entrar en el Nissan, ella asiente y eso es todo, nos marchamos de la residencia.

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Mi apartamento se ve jodidamente abandonado cuando cruzamos la puerta. No subo las maletas de Magda porque mañana nos iremos, así que solo arrastro la mía hasta el cuarto y luego enciendo la calefacción.

—¿Tienes hambre? —Le pregunto.

—No, solo quisiera irme a la cama. —Me pide. —Pero si tienes hambre puedo acompañarte en la cocina.

—No, comí demasiado en la barbacoa. —Respondo. —¿Quieres darte una ducha conmigo?

—Sí, me encantaría.

Le sonrío mientras la guío hasta el cuarto de baño. En silencio nos sacamos la ropa y nos metemos bajo el chorro de agua caliente. Ella se relaja en mis brazos mientras pongo el shampoo en su cabello y le doy masajes en la zona donde esa estúpida chica la golpeó. Ella se queja y lo lamento.

—Estoy siendo muy brusco. —Murmuro y ella sonríe.

—Esta bien, no pasa nada.

Le sonrío y luego contínuo por sus hombros. Al terminar nos envolvemos el las toallas y nos cambiamos de ropa. Magda se seca el cabello y yo preparo la cama, acomodo las almohadas y ella viene a mi lado cuando termina.
Nos abrazamos en medio de la oscuridad.

—Mañana nos iremos al medio día. —Susurra mientras acaricia mi mejilla.

—Sí.

—¿Estás nervioso?

—Un poco. —Admito.

—Yo estoy feliz. Echo de menos mi casa. —Me dice con tristeza.

—Entonces no podrías vivir aquí en Londres conmigo. —Susurro.

—Podría, pero primero debo resolver los asuntos que hay en casa, hablar con mis padres.

—Amaría tenerte conmigo.

—¿De verdad? —Susurra.

—Sí. —Susurro de vuelta. —Estar contigo me hace tan bien, me siento feliz, tranquilo.

—Yo también me siento así.

—Es porque me quieres. —Le digo.

—Te quiero y te amo Niall. —Susurra cerca de mi oído. —Te amo, te amo.

Mi piel se vuelve de gallina. Es la primera vez que ella me dice que me ama y mi corazón se acelera como nunca antes lo había hecho.

—Te amo, Magda. Yo también te amo a ti. —Respondo.

Ella se acerca y me besa los labios.

—No quiero dormir. —Me dice. —Quiero hablar contigo sobre una cosa. Más bien, preguntarte algo.

—Por supuesto.

—Espero que no te enfades conmigo.

—Jamás lo haría. Dime que ocurre.

En medio de la oscuridad puedo escucharla suspirar y moverse un poco nerviosa. Así que abrazo su cintura y la animo a contarme.