𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

42.

Capitulo 42.

Lo admito, deseo a Niall ahora mismo. Todos mis intentos por prolongar nuestro tiempo en la cocina solo para no tener que irme a la cama tan rápido se desvanecen.
Diría que es extraño todo esto que está pasándole a mi cuerpo, pero se trata de Niall Horan ¿Quién no querría irse a la cama con él?
Aunque el pensamiento en cierta parte me inquieta, sé que es así.

Después de terminar mi lata de coca cola, le digo que deberíamos ir a descansar, igualmente ya es demasiado tarde, y quizás debe estar agotado.
Niall solo asiente y me ofrece su mano, la cual acepto inmediatamente.
Cuando estamos en su habitación, él me ofrece un pijama, un cepillo de dientes nuevo y una toalla de mano.

-Espero que pueda servir este pijama, es grande pero será solo está noche. —Me dice con una linda sonrisa.

-Si, está bien. Gracias. —Respondo tomando todas las cosas.

Cuando entro al baño me cambio inmediatamente. Niall tiene razón, me queda grande su pijama, pero no tanto. Ni siquiera me doy el tiempo de mirarme en el espejo, me lavo los dientes y luego la cara.
Cuando estoy lista, vuelvo a la habitación.
Niall está sentado en la cama, también se cambió a un pijama muy bonito.

-No me queda tan grande. —Digo y él sonríe.

-Te ves perfecta. —Musita mientras abre las mantas. —Ven conmigo.

Apenas me meto bajo el edredón él se acerca a mi cuerpo. Sus brazos rodean mi cintura y mi mejilla se apoya en su pecho.
Niall enciende la televisión y comienza a buscar algo, nada en particular. Él sólo está cambiando de canal una y otra vez, verlo me causa risa.

-¿Qué? —Me pregunta con diversión.

-No es nada. —Respondo acomodando mi cuerpo.

Sin la más mínima intención de crear alguna reacción en él, abrazo su cintura por debajo de su sudadera. No sé si Niall puede sentir los latidos frenéticos de mi corazón, y es que acariciar su piel con las yemas de mis dedos es realmente espectacular.
Durante un rato él ve un programa de Golf, mientras yo intento con todas mis fuerzas poder dormir, pero nuestra cercanía puede contra mí, manteniendome más despierta que nunca.

Creí que sólo serían mis manos las que estarían acariciandolo, pero al parecer Niall se siente de la misma manera. Porque sus dedos levantan la parte superior del pijama que él me prestó y comienza a dejar suaves caricias en mi piel, sobre mi cadera y la parte baja de mi espalda.
Ser inmune a sus caricias es imposible, deseo que continúe acariciandome, que lo haga como aquella noche en su habitación en la residencia, pero él no lo hace, no guía su mano a otras áreas de mi cuerpo.

-Bien, nada interesante que ver. —Musita y apaga la televisión. Él intenta dejar el mando de la tv en la mesita que tiene al lado de la cama pero éste se cae al suelo y él se rinde. —Que se quede allí.

Sus palabras me hacen soltar una pequeña risita.

-Buenas noches. —Susurro y beso su mejilla.

No espero su respuesta, simplemente me doy la vuelta abrazando una de sus almohadas.
Niall no me responde por varios segundos, pero luego se abraza a mi cintura.

-No tengo sueño. —Me dice depositando un beso en mi hombro desnudo. —Realmente te queda grande mi pijama.

-Sí.

-Pero me gusta.

-¿Por qué?

-Porque puedo besar esta zona sin ningún problema. —Susurra con sus labios sobre mi cuello. Él deja un suave beso y después otro. —Y aquí también. —Agrega deslizando su boca por mi hombro y después volviendo a subir hasta mi cuello otra vez.

Mi pulso estalla, y la piel se me pone de gallina.

-Podríamos decir que son las ventajas de usar un pijama tuyo. —Digo y él sonríe volviendo a dejar otro beso en mi cuello.

-Exactamente. —Susurra. Su aliento caliente golpea mi piel dejándome realmente aturdida.

Mi cuerpo lentamente se acerca mucho más al suyo sin dejar un espacio entre los dos. Mentiría si dijera que no puedo sentir su erección, mentiría si dijera que eso no me gusta.
Niall suspira y desliza su mano por debajo del pijama abrazando mi cintura desnuda. Sus dedos lentamente acarician mi estómago, y luego comienza a subir hasta llegar a mis pechos.
Que él pueda sentir mis pezones duros contra la palma de su mano es un poco vergonzoso, pero esto es lo que él me hace sentir.

-¿Te había dicho lo suave que es tu piel, y lo mucho que me gusta? —Susurra en mi oído.

-No me acuerdo. —Digo apenas audible. Niall sonríe contra mi cuello.

-Me gusta mucho. —Me dice mientras sus dedos acarician mis pechos, provocando que aquella sensación la sienta directamente en la parte baja de mi vientre.

No sé qué responder. Ninguna he tenido una conversación sobre lo suave que son mis senos, es por eso que me dejo llevar por mi instinto y me nuevo sobre su erección, provocando que desde el fondo de su garganta suelte un pequeño gemido de placer. Niall empuja sus caderas hacia adelante, frotándose contra mi trasero.

-Te deseo. —Me dice. —No sabes cuanto Magdalena.

Quiero responder, decirle yo también a él, pero las palabras se quedan al fondo de mi garganta cuando él desliza su mano hacia la parte baja de mi vientre.
Yo espero, espero y espero que él continúe bajando, pero no lo hace, sé que espera mi respuesta.

-Y yo a ti. —Susurro.

-Bien. —Susurra y besa mi cuello una vez más. —Vengo enseguida.

-¿Ah? —Respondo.

Niall se levanta rápidamente y a oscuras se pasea por la habitación. Él enciende la luz del baño y luego cierra la puerta.
Me quedo desorientada y con el corazón agitado. ¿Eso fue todo? Me pregunto. Cuando él sale un minuto después, antes de que pueda apagar la luz noto lo que trae en sus manos.
Por alguna extraña razón me siento aterrada, pero también muy dispuesta hacer lo que él me pida.