James Miller.
-¿QUÉ HACÍAS CON MI MUJER, PALMER? - grite saliendo tras él.
Alex acababa de irse con Steve y enseguida Palmer caminó hacia la salida ignorándome completamente. Escuché que mi reina le dio las gracias y poco me importó averiguar qué había pasado, estoy tan cabreado que lo único que quiero es una explicación; me urge saber por qué estaban juntos.
-Hazme caso de una puta vez - no sé de dónde saco fuerza para contenerme y no lanzarme a golpearlo - ¡QUÉ DEMONIOS HACÍAS CON MI MUJER!
-En lugar de venir a reclamarme o insultar a Alexandra, tu esposa - enfatiza encarándome - Sin siquiera saber por qué estaba con ella, deberías investigar lo que pasó y encargarte de buscar a la puta de April - su voz apacible contrasta con su mirada pesada - Ella es el verdadero enemigo y quiere dañar a tu mujer.
Hace media hora intentaban secuestrar y violar a tu mujer, de no haber sido por mí lo habrían hecho y tú, ¿dónde estaba tú? - Quedé estupefacto, no podía ser cierto - Estabas haciéndote una y mil conjeturas erróneas. - responde.
¿Cómo responderle a algo tan cierto?, mi desconfianza siempre será mi ruina.
-Nos vemos pronto, Miller - subió a una camioneta que estaba esperándolo, dejándome ver como el mayor imbécil de todos.
¡Maldita sea! - Puta April, todo es culpa suya. Juro que me las pagará muy caro y no descansaré hasta matarla con mis propias manos.
-Henderson - mi escolta a espaldas mío dio un paso al frente - Vayan por las camionetas, ¡ya! - salió corriendo avisando por los comunicadores y camine hacia mi hermano quién se encontraba unos metros adelante.
-Si vienes a pedirme que me encargue de despedir a los que faltan porque piensas irte, no lo hare - niega severo - Te comportaste igual que siempre, como un jodido cabrón.
-Evan...
-No James - me calla - Estoy enojado y decepcionado, pensé que habías cambiado, aunque mínimamente con ella.
-Fue suficiente Evan - interviene Lizeth - Yo me encargaré de todo. Pero será la última vez que lo haga si es por ir detrás de Alex con finalidad de disculparte - asentí - Ya no eres un niño James.
Auch.
Di vuelta y sentí como me jalaron regresándome bruscamente, propinándome un puñetazo en la cara.
-¡QUÉ DEMONIOS! - grité enojado aclarando mi visión.
-Eso mismo debería preguntarte yo - vocifera Kyle en un tono fúrico - ¡QUÉ DEMONIOS, JAMES!
Los escoltas iban sobre Kyle al ver su reacción - No se metan - ordena Evan - Déjenlos.
-Te lo advertí, Miller. Desde el principio te dije que no tratarías a mi hermana de esa manera, ¡Y FUE LO PRIMERO QUE HICISTE!
No hice atisbo por defenderme, entiendo perfectamente su enojo y si yo estuviera en su lugar haría lo mismo o algo peor para defender a mi hermana.
-No te quiero ver cerca de la casa, mucho menos de ella - dicho eso salió, subió en su auto y se fue.
-¿Qué harás ahora? - Cuestiona Liz - Lo escuchaste, Ninguno te quiere cerca de Alex.
-Soy el rey, Lizeth; a nadie obedezco - sonreí ladino y salí del lugar sin mirar a nadie.
-Dominick, manda algunos chicos a limpiar y recoger los cuerpos dentro del edificio - pedí subiendo al auto - A casa, Henderson.
La situación comienza sobrepasarme y no puede ser así. Soy el rey, ¿por qué entonces todo está saliéndome mal?
Sencillo, antes no me importaba nadie que no fuera yo y si bien tengo hermanos, ellos saben cuidarse solos. Alex es como una muñeca de porcelana en mi vida, una chica que vivió engañada toda su vida, creció siendo la niña consentida de papá; creció siendo alguien que no se preocupaba por persecuciones y por ende, no sabía cómo defenderse.
-¡SOFÍ! - grité llamando a mi nana apenas cruce la puerta.
-Aquí estoy - llega corriendo - ¿Y Alex? - Preguntó extrañada al no verla - Pensé que regresaría contigo.
Niego soltando un suspiro - Metí la pata nuevamente - levanto un dedo - Antes que me regañes, te pido que vayas a tu habitación hacer maletas - comunico sin duda en mi voz - Voy a irme y tu vendrás conmigo, si te hace falta algo yo te lo compro allá. Solo apúrate por favor nana, partimos en media hora.
Subí corriendo hacía mi habitación - ¡James Miller!, tú y yo tenemos una plática pendiente y no te libraras de un buen regaño - escuche su grito de Sofí.
Veinte minutos después, baje bañado, arreglado, con varias maletas y un maletín lleno de documento importantes. Mi nana esperaba junto a la puerta sosteniendo su maleta.
-Dominick, que suban las maletas - señale todas las maletas - Dile a Erick que venga, tengo algo que decirles - éste asintió - Henderson, ¿tú y los chicos están listos? - en el camino le informe que el viajaría conmigo, al igual que 10 chicos más.
-Sí Señor, ya subimos todo a las camionetas.
-Bien. Tráeme a todos los escoltas, los quiero aquí ya - salió y en menos de un minuto todos estaban en el salón reunidos.
La noticia que voy a dar es algo precipitada, pero para mí es la mejor en varios aspectos.
-Saldré del país por un tiempo - informé - Los diez que van conmigo ya saben que no serán vacaciones; seré más exigente y no solo con ellos sino con todos ustedes. Quienes se quedan, se encargarán de cuidar la casa y sobre todo a mi familia, a ellos más que a nadie y no me importa si tienen que dar su vida por ellos, saben que conmigo así son las cosas y por eso trabajan para mí - unos asienten, otros se quedan inmóviles; al final, la lealtad en sus ojos es evidente y eso es algo que valoro de ellos - Nadie puede saber nada sobre dónde voy, no pueden darle información a nadie sobre mí - Alex me matará - Sin importar que sean de mi familia. A veces mandaré nuevas órdenes y Dominick se las hará saber, pero nadie dirá nada.
Saben cuáles son las reglas y si rompen alguna se atendrán a las consecuencias - sentencie frívolo - Pueden irse, menos Dominick y Erick - todos salieron dejándonos a solas - Sofí ve con Henderson, enseguida te alcanzo - ella salió sin chistar.
-Ustedes dos tendrán otras órdenes, es un trabajo MUY - enfaticé - importarte.
...
-James, ¿por qué nos vamos? - Preguntó Sofí cuando el jet despegó - ¿Piensas irte sin buscar a tu esposa?
-Ella es principalmente por quién me voy - confieso - Primero tengo unas cosas que arreglar antes de volver a buscarla.
-¿Qué ocurrió está vez?
-Mi desconfianza, ¿qué más? - Ella hace una mueca removiéndose en su asiento - Soy un idiota y siempre termino lastimándola con mis comentarios; no mido mis palabras y solo hablo sin pensar siquiera o analizar la situación.
-Anteriormente te lo había dicho - responde obvia - Mi niño, no tuviste un buen ejemplo. Pero no sigas los pasos de tu padre, tú eres diferente y sé que amas a Alexandra, sin embargo; debes confiar en ella. Toda base de una buena relación es la honestidad y confianza.
Debes cambiar por ella y tu hijo, James.
-Lo se nana - voltee hacia la ventanilla sumido en mis pensamientos - Lo sé - musité nostálgico.
Alexandra es fundamental en mi vida, es mi debilidad y si algo le pasara me moriría.
Intentar protegerla de los peligros no es suficiente, sobre todo si el mayor peligro en su vida, soy yo. Merece algo muchísimo mejor, merece amor, estabilidad y una familia; si en verdad la amo, cambiaré y seré yo quien se lo brinde.
Tengo que cambiar, por ellos lo hare.