Capítulo 22.
Louis nos enseña el interior del lugar. Tanto Ignacia como yo miramos asombradas todo lo que nos rodea.
La residencia es enorme, sobre todo el salón principal donde los chicos suelen reunirse para divertirse en sus tiempos libres.
Es increíble la cantidad de consolas y videojuegos que hay aquí, de todo tipos y tamaños. Mi hermano estaría fascinado.
-Las llevaré hasta la habitación que compartirán. —Nos dice Louis subiendo las largas escaleras.
-¡Este lugar es precioso! —Exclama Ignacia muy feliz.
-El jardín es mucho más bonito, podrás verlo por el balcón de la habitación. —Le cuenta Louis.
-¿Tenemos un balcón? —Pregunto yo alucinada.
-Claro, la mayoría de las habitaciones la tiene.
-Me siento como en una película de Disney. —Murmura mi amiga y todos reímos.
Louis nos guía por un largo pasillo lleno de puertas. Esto es como si fuera un hotel, Jesucristo.
-Es aquí. —Nos anuncia mientras abre la puerta para nosotras. Una hermosa habitación de paredes blanco invierno nos da la bienvenida. —Ehmm, bueno pueden acomodarse cuando gusten, una de esas puertas es el baño y la otra el closet que deberán compartir, también aquí hay un sofá. —Nos cuenta mientas caminamos detrás de él por el interior del lugar. —Y allí está el balcón.
-Muchas gracias Lou. —Le digo y él me sonríe antes de dejarlos solas en la habitación.
Veo a Ignacia salir al balcón y soltar un gritito de alegría. Cuando me acerco, entiendo perfectamente del porqué lo hizo. Insisto una vez más, desde que conocí a Niall que no dejo de sorprenderme.
Louis tiene razón, el jardín es precioso, enorme, las áreas verdes son preciosas y la piscina enorme al final del lugar lo es más.
Me siento tan impresionada de estar en un lugar así.
-Magda, esto no puede ser real. —Me dice ella sentándose en las bellas sillas que están aquí afuera. Me siento a su lado y me quedo mirándola. —Es que, esto es un sueño.
-Me siento igual que tú. —Admito.
-Es que no entiendes. —Me dice. —Soy una chica insignificante, que no ha echo nada bueno en la vida como para merecer estar aquí. —Me dice y sin poder evitarlo me rio.
-No eres insignificante, eres la mejor chica que he conocido. —Le aseguro. —Me hubiera gustado poder conocerte antes.
-Y yo a ti. La mayoría de mis amigas en el instituto no entienden mi amor por estos chicos, es difícil encontrar personas que piensen como uno.
-Concuerdo plenamente contigo. —Ambas sonreímos.
-¿Cuánto tiempo debemos quedarnos? Le prometí a mamá que me iría cuando tú lo hicieras, pero si decides quedarte un año no puedo hacerlo. —Me dice divertida.
-¿Un año? ¡Mamá me mataría! —Digo y ella se ríe. —Quizás unas dos semanas, no lo sé. Honestamente no quiero pensar mucho en el futuro, porque me entristece saber que tendré que separarme de él.
Ella asiente y suelta un suspiro.
-Le gustas mucho. —Me dice y no puedo evitar ruborizarme. —Puedo notarlo cuando te mira, en la forma que toma tu mano para tener algún contacto contigo.
-Los demás creerán que hice alguna especie de brujería. —Bromeo.
-¡Dios mío! ¿Enserio? Necesito la receta, quizás así pueda conquistar a zayn.
Nos reímos a carcajada, como dos tontas adolescentes aunque ya dejamos de serlo. Recordar a Zayn, me hace pensar otra vez en lo que escuché en la Van.
Sé que está mal que tenga este tipo de pensamientos, pero sería realmente feliz si él terminara con su novia para darle una oportunidad a Ignacia.
¡Lo sé, no desees lo que no te gustaría que te desearan!
Pero me gustaría verla feliz, me gustaría que sintiera lo mismo que yo al estar cerca de Niall.