-Descubrimos que el tipo detrás de todo se llama Francisco Palmer, es un mafioso que se quiere quedar con mi puesto y una persona con quien tuvo problemas tu padre en el pasado. Al parecer quiere cobrar venganza e intenta matar dos pájaros de un tiro, siendo tú su objetivo principal.
-¿Yo? - Frunció el ceño confundida - ¿Por qué yo?
-Porque tú amor mío, eres hija del mafioso con el que Francisco tuvo problemas. Sabe que eres su única hija, la débil e indefensa princesa Alexandra, que a diferencia de los otros dos hijos de Mark Coleman, no tiene ni idea de cómo es este mundo; la única que no está involucrada.
Por mi parte, se debe a que te amo con locura y sabe que eres mi talón de Aquiles, mi debilidad. Si algo te pasara me vendría abajo y entonces aprovecharía eso para matarme y quedarse con mi puesto. Esas son las razones por las que te cuido demasiado, tengo miedo y no quiero que te pase algo.
-James, tal vez no tenga idea de cómo se maneja su mundo de mafiosos, pero es seguro que estoy dentro desde el momento que nací por el simple hecho de ser hija de Mark y tú - hizo una pausa negando - No tienes que cuidarme todo el tiempo, no quiero que por mi culpa termines herido.
-Tu seguridad no se discute Alexandra, ahora más que nunca es necesario mantenerte protegida. No quería involucrarte demasiado en mis peleas, pero creo que tu sola lo hiciste cuando pusiste a April en su lugar.
-¿A qué te refieres?
-Al presentarte como mi mujer ante los mafiosos te involucre en este mundo, ellos saben que si se meten contigo su muerte estaba firmada.
Tú te peleaste con April y te metiste en problemas desafiándola a ella con Palmer, ya que ambos tienen una relación.
-Creo que ya entiendo por dónde vas - pareció analizar la noticia - En pocas palabras, ella fue a chillarle a Palmer sobre lo ocurrido conmigo e hicieron complot para matarme - asentí.
Tengo una vieja inteligente carajo.
-Es lo que creemos por las fotos del día que te emboscaron - su semblante cambio, no logra disimular su enojo - Lizeth descubrió que efectivamente, ellos dos están aliados y mantienen una relación, hasta el momento desconocida para nosotros. Cuando mi hermana me conto se me ocurrió una idea - cambie mi tono a uno más cauteloso - Una estrategia que me parecía buena, hasta ahora.
-Por favor dime que no es lo que estoy imaginando - dijo llevando una mano cubriendo su cara en un tono evidenciando enfado y dolor, mientras movía la cabeza negando. Se levantó enojada soltando un bufido - Demonios, dime que es una jodida broma lo que estoy pensando Miller - dio vueltas agarrando su cabello frustrada; se detuvo frente a mí mirándome con enojo - ¿Te acostaste con ella?
Por Dios, cómo se le ocurre eso si ella sabe perfectamente que no lo haría.
Me apuntó con su dedo amenazadoramente - Si me mientes, juro te arrepentirás James Miller - no cabe duda que lleva sangre mafiosa y cuando se propone intimidar o amenazar, parece una maldita sin sentimientos.
Cualquiera, incluyéndome, agacharía la cabeza ante su frivolidad. Si el título de rey me queda bien, a ella reina de la mafia le queda a la perfección.
Alexandra Coleman
Voy a matar a esa tipeja si se acostó con mi hombre y a Miller le cortare las pelotas por cabrón - ¡Acaso no se le pudo ocurrir algo mejor! - enojada era poco, estaba furiosa, quería cortarle la cabeza y esto no se quedará así.
-No, no me acosté con ella amor - apaciguando mi enojo me cruce de brazos - Te lo juro.
-Explícame por qué llegabas tarde, por qué llegabas desarreglado y qué significa la mancha de labial - taconee el piso con mi pie descalzo, ansiosa por una explicación. Moví la mano desesperada para que hablara de una buena vez.
-Últimamente eh estado ocupado con unos negocios importantes de la mafia, eso es lo que me ha consumido mucho tiempo - eso lo creo porque Steve me comentó que estaba loco por un negocio muy fuerte - La empresa pronto abrirá un nuevo hospital para personas con diferentes enfermedades y estoy organizando la apertura - esto es impactante, no sabía nada de eso - Respecto a April, hemos estado viéndonos.
-Deben divertirse mucho.
-Fue a la oficina, admito que me abraza y quiere andar de melosa, pero no dejo que me toque o me bese, ni yo a ella. Ayer beso mi cuello y supongo que ahí fue cuando mancho de labial la camisa.
Enserio no ha pasado nada más y lo del beso dudo haya sido un accidente - accidente mis... Esa tipa se ganó una paliza.
-No fue accidente, lo hizo a propósito para que yo me diera cuenta que se están viendo - afirme - Por otro lado, si quieres podría ayudarte a organizar el evento mientras tú te encargas de los negocios.
-No te dejare trabajar - hablo poniendo un tono dominante de macho alfa - Aparte sigues estudiando y dadas las circunstancias, lo mejor será que estudies en casa.
-No, seguiré yendo al instituto y no pienso discutirlo. Tomaré precauciones para prevenir otro ataque y por las tardes podría ir a la empresa un rato para coordinar los preparativos del evento.
-Alexandra - empezó hablar amenazadoramente, autoritario dispuesto a dictar sentencia, decidido a negarse rotundamente a mi idea. Por supuesto no se saldría con la suya.
-James, no - respondí igualándolo - Esta vez no te hare caso. Te ayudaré, seguiré en el instituto y punto, nada está en discusión.
Me quede sumergida en mi mente pensando unos instantes sobre lo que quiero hacerle a la maldita perra de silicón porque ahora saber que ella también está detrás de la emboscada, causó una furia apoderarse de mi sistema. Una vocecilla de maldad me susurraba que no dejará pasar los hechos, que me vengara; quiero hacerle pagar el que casi pierdo a mi bebé por su culpa y su osadía al desafiarme.
La mataré por querer poseer lo que es mío, por desear a mi hombre y se lo advertí.
-Con respecto a la fiesta con los mafiosos, iré contigo James. Le plantare cara a April, quiero que me vea entera, no dejaré que se salga con la suya y tú amor mío - trago en seco atemorizado de mis palabras. Jamás vi así a mi rey, parece un gatito asustadizo - Idearas un nuevo plan para llegar a Palmer y te alejaras de esa tipa si no quieres que cometa un homicidio contigo, producto de los celos - sonrió arrogante por saberme celosa - Y te ayudaré a terminar con todo este problema - automáticamente su sonrisa desapareció.
-¡No Alexandra!, estás loca si piensas que te dejare adentrar a este mundo y ayudarme con la aniquilación de Palmer, arriesgándome a que puedas salir dañada si algo sale mal - dijo enojado, pegando un salto del sillón quedando frente a mí, apretando los puños - No me voy arriesgar a perderte- apretó la mandíbula, me levante decidida hacerle frente.
-No te estoy pidiendo permiso James, esto ya llego demasiado lejos y no permitiré que te dañen.
-¡Preferiría morir mil veces antes que te maten a ti, o a nuestro hijo! - gritó eufórico.
-Y yo no quiero que les pase nada a ustedes, ¡entiende, no pienso perderlos!, no soportaría perderte mi amor - apenas pude terminar de mediar palabra por el nudo formándose en mi garganta. Los ojos estaban llenándoseme de lágrimas e instantáneamente lo noto, acuno mi cara entre sus manos pegando su frente con la mía, mirándome directamente a los ojos.
-Rilassati amore. (Tranquila amor)
-Son lo que más amo, no soportaría perderlos.
-Ni yo a ustedes, pero por favor no insistas en esto porque me negare.
-Sabes que de alguna u otra forma lo hare - separándose de mí comenzó a jalarse el cabello irritado por la frustración.
-ERES UNA NECIA, COLEMAN.
-NO PIENSO QUEDARME DE BRAZOS CRUZADOS, SE METIÓ DONDE NO DEBIDA.
-No siempre te saldrás con la tuya Alexandra Coleman, que quede claro - dijo rindiéndose, dando por hecho que había ganado la partida. Sonreí victoriosa caminando hacia la habitación con él detrás, deteniéndome en la entrada voltee a verlo.
-¿Algo más que agregar? - Cuestione en un tono neutral, él negó - Bien, iré a dormir y tú te quedas en la otra habitación o en la sala; no pienso dormir contigo, por lo menos no esta noche.
-¿Por qué no?
-Por mentirme, por verte con April y dejarla estar cerca de ti. Estoy enfadada, irritada y ahorita no quiero estar cerca de ti.
Su semblante enojado cambió a arrepentimiento - Perdóname mi reina, no fue la mejor decisión, soy un imbécil.
-Lo eres - obvié - Te perdono. Sin embargo, no cambiaré de parecer.
No sigas insistiendo y por favor hazme caso o me iré justo ahora.
-Está bien - rodó los ojos suspirando frustrado - Descansa amor - beso mi frente.
-Gracias, tú también.
Cerré la puerta conservando la dignidad antes de permitirle quedarse conmigo. Ni siquiera es orgullo, tengo razón en enojarme por su estúpido plan.
Me acosté en la cama mirando el techo - No hagas cosas buenas que parezcan malas - bien decía mi madre.
No hay palabras para describir lo enojada que estoy, parezco una maldita bomba esperando a ser apretado su detonante - April; mi detonante - Tengo infinitas ganas de cruzarme con ella y arrancarle esas extensiones mal puestas.
-Deseo terminar pronto con esos malditos para poder vivir más tranquilos y felices con nuestro hijo - desee en voz alta acariciando mi abdomen.
Pocoa poco fui cerrando los ojos cayendo en un profundo sueño.