Mis pies se detienen delante de el enorme edificio. Lágrimas caen como cascadas por mis mejillas pero en instantes me deshago de todas esas gotas saladas. Tengo que ser fuerte.
Abro paso hacia los adentros de el hospital y al llegar a sala de espera rápidamente luego de preguntar como siguen mis padres solo me hacen pasar a la habitación donde se encuentran ambos.
Un nudo se forma en mi garganta al ver a mis padres postrados en esas camillas. Era todo sumamente doloroso.
Me les acerco y ya entremedio de ambos , tomos una mano de mi madre y otra de mi padre.
Dios. Los extraño tanto.
Recuerdo que Harry me a comentado que aunque ellos este en coma pueden escucharme por que la audición es lo último que se pierde.
Les doy un leve apretón de manos y respiro hondo. ¿Sería verdad o solo un mito?
-Papá...Mamá...¿Pueden escucharme?- susurro entre sollozos y una lágrima roda mi mejilla.
Nada. Ningún movimiento. Bueno , soy una tonta. El en ningún momento dijo que se iban a mover o algo así.
Que torpe.
-Los extraño tanto...- más lágrimas caen por mis mejillas. -Estoy sola...vuelvan por favor. - muerdo mi labio fuerte para evitar gritar. Sentía que me rompía a cada segundo que contaba mi vida. Estaba perdida.
-Señorita...ah acabado las visitas , lo siento. - hablan a mis espaldas y yo solo opto por asentir.
Genial. Llegue demasiado de muy tarde para las visitas. Supongo que tendré regresar más tarde.
-Gracias. - susurro y me doy la vuelta para entonces ahí encontrarme con un chico , es enfermero supongo , ya que lleva unos pantalones en azul y una camisa de el mismo material que los pantalones , y de el mismo color. Si , es un enfermero.
Me regala una cálida sonrisa y hace un ademán con la cabeza.
-No es nada , puede venir en el próximo horario , es a las siete. - cierra la puerta de la habitación de mis padres ya cuando ambos estamos afuera.
Sonrío amable. -Si , lo haré. - me doy la vuelta y emprendo camino pero un cuerpo caminando a la par mía me hace detenerme confundida. Era el chico enfermero. -¿Disculpa? - hablo algo aturdida.
-Si perdón ¿Querrías ir a tomar un café? digo , esta bien si no quieres , entiendo por lo que estás pasando. - dice y sonrío.
Parecía buen chico y además necesito despejar la mente.
-Deacuerdo. - acepto y el sonríe.
Todo nuestros camino a la cafetería vamos en completo silencio. No tenía la más remota idea sobre que decir.
Ordenamos los nuestros cafés y el se ofrece a pagar ya que el a invitado. Buscamos una mesa lejos de todo y rápidamente tomamos asiento.
-Gracias...fue algo amable de tu parte. - agradezco y le regalo una pequeña sonrisa , la cual el me devuelve.
-No es nada...entonces...estudias. - ve mi uniforme y luego vuelve su mirada a mi rostro.
Había olvidado por completo que llevaba puesto mi uniforme. Oh Dios , esto es vergonzoso.
-Si...oye , nunca te había visto por aquí.-hablo y le doy un sorbo a mi café.
El asiente y también bebe de su café. -Ni yo a ti , y llevo mucho tiempo aquí. - dice.
-¿De verdad? ¿Hace cuanto trabajas aquí? - lo veo con atención.
Era un chico bien parecido. Sus ojos eran color miel , su piel canela , su cabello castaño , nariz perfilada y una bonita sonrisa sumamente blanca.
-Hace ya unos seis años , en un mes cumplo siete años con este maravilloso trabajo. - se recuesta de su silla mientras juega con el borde de el vaso con café.
¡Vaya! Siete años es bastante tiempo ¿Que edad tiene?
-Oh ¿Y a que exactamente te dedicas? - cuestiono curiosa y sonríe.
-Enfermería pediátrica.
Una tonta sonrisa se dibuja en mis labios al escuchar a lo que se dedica. Es enfermero de niños. Es algo encantador.
-Eso es genial.
-Si , es increíble. - truena sus dedos contra la mesa así haciendo un ritmo gracioso con la yema de sus dedos. -Oye ¿Como te llamas? Después de tanto tiempo y no te eh preguntado. - ríe y me le uno.
Este chico es simpático.
-Perla O'Donell ¿Y tu?- extiendo una mano y el acepta el saludo.
-Mucho gusto , soy Raul Rodríguez. - dice y frunso el ceño. ¿Rodrígez? ¿Que clase de apellido es ese?
-Soy latino. - aclara y yo sonrío. Es como su hubiese leído mi mente.
-Oh , eso explica el apellido tan raro. - suelto una risita y el se me une.
-Si muchos lo dicen...- suspira. -Oye...¿Que harás ahora? Falta mucho para las siete. - dice.
Desvío mi mirada a mi móvil y maldigo para mi interior. Apenas eran las cuatro y treinta de la tarde.
No quiero ver a Harry pero también algo me grita que si deseo verlo y besarlo hasta dejarlo sin aire. Lo extraño ¿Que demonios sucede conmigo?
-Supongo que vuelvo a casa.
Raul frunse el ceño y me ve fijamente a los ojos.
-¿Sola? ¿Quieres que te acompañe? Es mi hora de descanso. - se pone de pie y por un momento me siento algo intimidada. ¿Se volvió mas grande? Me sentía como una hormiga a su lado.
Dudo en aceptar pero luego de una guerra conmigo misma acepto.
Vamos caminando , un silencio nos rodea pero ya la incomodidad a desparecido.
-Disculpa por ir a pies , no tengo auto.
Sonrío y niego con la cabeza. Este chico es dulce.
-No importa. - agarro bien mi mochila. -¿Que edad tienes? - me atrevo a preguntar , estaba aburrida.
El ríe y niega con la cabeza.
-La edad no se pregunta. - dice.
Suelto una risita.
-¡Dime! ¿Veinte? - cuestiono y el levanta una ceja.
-Me alagas , desearía tener esa edad.- sonríe.
-¿En serio? ¿Cuantos años tienes? Prometo no burlarme. - le muestro mi dedo meñique y el ríe. Acerca el suyo y hacemos un juramento. -Bien , yo tengo dieciocho. - digo y el sonríe.
-Treinta y uno. - dice y quedo atónita. Oh por el amor de Dios. Es casi un anciano.
«Exagerada»
-¿Lo vez? Por eso no quería decirte. - dice y despierto de mi trance.
Estoy exagerando.
-Ommm...- suelto una risita y recuerdo que Harry tiene veintisiete. -No es nada , en la amistad no hay edad. - extiendo mi mano y el la acepta.
El resto de el nuestro camino le explico donde exactamente vivo y en instantes nos encontramos delante de la casa de Harry.
-Bueno , gracias Raul.- extiendo una mano y el acepta estrechando nuestras manos.
-No es nada ¿Te veo a las siete? - sonríe de lado y yo asiento con la cabeza.
Raul se retira y yo opto por ya abrir paso al interior de la humilde casa. Voy por un vaso de agua pero me detengo al escuchar una conversación.
Maldita zorra. ¿Porque mierdas insiste tanto?
-Harry ya debes superarlo. ¿Porque no aceptas ir a mi lugar? La podemos pasar bien. - habla Dina de lo más animada y un fuego incontrolable corre todo mi sistema.
-No lo se Dina , creo que necesito tiempo. Ella...ella es importante y creo que...
-Yo creo que debes ya dejarla ir. Es una tonta adolescente ¿Que esperabas? - ella se adelanta y grito para mis adentros.
¿Porque no mete sus narices en otro lado? Imbécil.
-Yo estoy cansado , gracias por preocuparte...
Me asomo y ahí quedo perpleja. El besa su mejilla y comparten sonrisas.
No. Que alguien me sostenga. ¡Maldita! ¡Malditos los dos!
Salgo de ahí como bala y voy a mi habitación. Bien. Tengo que controlarme. Ya terminamos , lo hemos decidido ayer aunque haya sido lo peor pero lo hemos decidido.
Quito toda prenda de mi cuerpo y quedo solo en mi ropa interior.
¡Dios! Estoy tan estresada. Me siento pésima.
Me doy la vuelta dispuesta a entrar al baño pero ahí al ver la puerta de la habitación abrirse quedo estática.
-¡Perla! ¡Oh por Dios no sabía que estabas aquí!
Es Harry. Este me ve sorprendido con una mano sobre su pecho.
Avergonzada busco una toalla rápidamente sobre mi cama y me cubro.
-¿Que haces aquí? - susurro tímida y el suspira.
-Yo...solo vengo a ver si todo esta en orden. - encoge sus hombros y yo frunso el ceño. Algo no estaba bien aquí , el no estaba siendo sincero.
-¿Seguro? - me cruzo de brazos y lo veo fijamente a los ojos.
El se ruboriza y cambia la mirada. Lo sabía.
-Si...bueno...no. - habla viendo a su regazo y sonrío. Era sumamente tierno aunque aún sigo molesta por toda esta estúpida situación entre nosotros.
-¿Y bien?- doy un paso hacia adelante y el rápidamente levanta el rostro. Sonríe de lado y mi pulso se acelera.
¡Dios! El estaba aquí por mi. Lo se.
-Yo solo quería asegurarme de que estes bien...te sigo amando ¿Sabes? - susurra cabizbajo y juega con sus manos.
Mis ojos se cargan de lágrimas y rompo el espacio entre nosotros. Me vale poco si se molesta. Me lanzo sobre el y presiono mis labios contra los suyos. Solo habían pasado veinticuatro horas y lo necesitaba como el aire hace falta para vivir.
-Te amo Harry , Te amo demasiado. - acuno su rostro en mis manos y el rodea mi cintura con sus brazos.
Esa maldita Dino no se iba a salir con la suya. Este hombre es mío.
-Perla ¿Que te parece si...¡Oh por el amor de Dios! ¿¡Que están haciendo!?
Mi corazón se vuelve más rápido que un auto de carreras al ver a nuestras espaldas.
Oh por Dios ¿Que es lo siguiente? ¿Caer embarazada? Lo cual es imposible pero ya que están sucediendo todas las cosas malas ¿Porque no? Eso sería el colmo de los colmos.