Un amor a lo prohibido [Termi...

By Lyle0816

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¿Como reaccionará el universo al enterarse que la hija de Hades y la hija de Zeus se conocen, viven una avent... More

Prólogo
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
X.
XI.
XII.
XIII.
XIV.
XV.
XVI.
XVII.
XVIII.
XIV.
XX.
XXI.
XXII.
XXIII.
XXIV.
XXV.
XXVI.
XXVII.
XXVIII.
XXIX.
XXX.
XXXI.
XXXII.
XXXIII.
XXXIV.
XXXV.
Epílogo
¡Gracias!
¿Propuesta?
Segundo libro

I.

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By Lyle0816

Entrenar. Entrenar. Entrenar. Esa es mi rutina mañanera. No es aburrida cuando eres la hija de Satán, alias Hades. Digamos que soy su mano derecha, su comandante de más confianza, su hija preferida, tengo un ejército que responde solo a mi mando, podría rebelarme contra mi padre si así quisiera y ellos me apoyarían en lo que decidiera. Pero no gracias, estoy conforme con mi padre y mi lugar. Después de entrenar por 3 horas, salgo de mi gimnasio personal, entro a mi baño y me doy una ducha rápida, me pongo unos pantalones negros rasgados por las rodillas, una camiseta de mi banda favorita, Metallica, y mis botas militares negras, salgo mientras me seco el pelo con magia. Agarro mi chaqueta junto a mi cinturón de armas, me pongo el cinturón de armas al igual que mi chaqueta, bajo las escaleras hacia los dormitorios normales de mi instituto. Si, vivo en un instituto porque mi padre es un desastre en las mañanas y no me apatece que descargue su furia en mí.

-¡Brooke!- escucho el llamado de mi mejor amiga, me detengo y ella me abraza.- Hasta que bajas, hay una chica nueva y el director mando a llamarte a la oficina.- gruño.- Te llevaré a cazar si no lo destrozas hoy.- sonrío.- Esa es mi chica, anda, ve.- asiento.

Sí, mi nombre es Brooke, Brooke Hemsworth. Tengo 16 años, soy alta, pelo castaño, ojos azules verdosos, amo el negro y leer. No daré más información, odio las presentaciones. Llego a la puerta del director y doy dos golpes ligeros, escucho un pase y entro, mis ojos se ven capturados por la presencia de una chica en la oficina del director. Ella me mira y sonríe, mi mundo se detiene al verla. Sus ojos de chocolate me cautivan y me hacen ver el universo. Parpadeo y reacciono, cierro la puerta, me recargo en la puerta y me cruzo de brazos, veo al director quien me mira tratando de descifrar mi siguiente movimiento.

-Señorita Hemsworth, ella es una integrante nueva del instituto, fue seleccionada para ser su tutora y enseñarle el lugar, su habitación está en el segundo piso, séptima puerta a la derecha.- asiento, mira a la chica nueva.- Señorita Mayers, puede acompañar a la señorita Hemsworth fuera de la oficina.- Me nuevo hacia un lado y le abro la puerta, se levanta, sale de la oficina no sin antes regalarme una sonrisa, miro al director.

-Espero que me de comida más rica por hacer esto.- murmuro con una voz grave, salgo dando un portazo.- Iremos a tu habitación, te instalas y pasaré a dejarte en la cafetería, puedes pedirle a una chica que te de el recorrido, no tengo tiempo para esas cosas absurdas.- empiezo a caminar, ella me sigue en silencio, llegamos al pasillo principal y todas nos observan.- ¿Que miran mocosas?- todas vuelven a lo que estaban, incluso unas salen corriendo, sonrío burlonamente.

-No deberías ser brusca con ellas.- escucho su suave voz, me detengo y la observo.

-No me das órdenes.- suelto sin ninguna pizca de brusquedad.

-Hey, Brooke, no seas agresiva.- escucho a mi mejor amiga.- Hola, soy Thalía, mejor amiga de la chica que es brusca con todos menos conmigo y si tengo suerte, contigo tampoco lo será.- miro a mi mejor amiga amenazadoramente.- Eso no funciona conmigo.- gruño.

-Hola Thalía, soy Cristina, es un placer conocerte, verás, tú amiga está enojada y gracias por llegar a tiempo.- sonríe, me cruzo de brazos.

-No está enojada, actúa así por protección.- le susurra, ambas me miran, ruedo los ojos y emprendo mi caminata hacia los dormitorios.

-Oh, bueno, me alegro de ello pero yo no la voy a lastimar o insultar...- estoy empezando a irritarme.

-Deja de hablar de mi Thalía que voy a golpearte.- se ríe y me rodea con un abrazo.

-Ambas sabemos que no lo harás porque yo te consigo comida.- sonrío.

-Tienes razón.- Llegamos al dormitorio de Cristina.- Y está es tu habitación, apúrate que mi desayuno me espera.- asiente y entra a su habitación.

-Me agrada la chica, ¿podemos adoptarla?- la miro como si estuviera loca.- Vamos, no te vendría mal una nueva amiga.- Me suplica, suspiro.

-Con que no me estorbe estoy bien, podrá juntarse con nosotras.- empieza a saltar de la emoción al mismo tiempo que Cristina sale de la habitación y la mira, se ríe.

Dios, su risa es lo más angelical que he escuchado en mi vida, la miro. Ella me mira, nota que la observo y se ruboriza, mira hacia otro lado, me río.

-Bueno Cris, te llamare así, tú nombre es un poco largo, podrás juntarte con nosotras mientras no hagas enojar a Brooke, te cuidaremos de las mocosas de las "perfectas" que se ganaron una paliza de Brooke por insultarla, mientras estés con nosotras nadie te molestara.- miro a Thalía.

-¿Ya podemos ir a desayunar? Me van a matar de hambre si no se apuran, platican en la cafetería pero déjenme comer.- las dos se ríen, las agarro del brazo, aparecemos en la cafetería y todas las miradas están sobre nosotras, las suelto.- Con que nos sigan viendo así las pateare a todas en su culo.- todas vuelven a comer, empiezo a caminar a nuestra mesa, una chica se acerca corriendo y le da una bandeja repleta de comida a Thalía quien le agradece, nos sentamos.- Por fin, comida.- Thalía me da mi almuerzo personal, lo abro, le doy una mordida al sándwich con salsa chipotle, le da otro sándwich a Cris y ella agarra el suyo.

-Comes como si no hubiera mañana.- observa Cris, la miro, me trago el último pedazo del sándwich.

-Perdóneme señorita come despacio, ustedes demoraban en moverse, mi sistema pedía a gritos por comer.- se ríe, trato de grabar esa risa que tanto me está cautivando.

El timbre suena, las chicas se comen el sándwich rápidamente, nos levantamos, las agarro, aparecemos en el gimnasio donde entrenamos todo el día, en eso se basan nuestras clases, en entrenar y ser una sola mejores guerreras, obviamente, yo no ocupo esas clases pero me obligan a practicar, las suelto, empiezo a caminar a mi lugar especial. Las dos me miran. Thalía le susurra algo a Cris que no logro escuchar, me siento en una silla para levantar pesas, me acuesto y me acomodo para levantar una pesa de 80 kilos. La levantó como si levantara una pluma, alguien coloca más ruedas a la pesa y empiezo a sentir un poco de peso, sigo haciendo flexiones como si nada, el peso aumenta y cada vez me cuesta hacer flexiones. Llega un punto en el que ya no puedo flexionar, cuando lo hago, me es difícil subir los brazos, una ligera capa de sudor me cubre el rostro, unas manos envuelven las mías y me ayudan a impulsar las pesas con mucho esfuerzo, las colocamos en su lugar, me suelta, me siento y mis manos tiemblan de tanto esfuerzo.

-Tienes suerte de que haya llegado a tiempo.- escucho a Cris, mi cuerpo se tensa.- Alguien estaba jugando con su magia y estaba tratando de matarte.- se coloca enfrente de mí, levantó la vista y la observo.

-Yo... G... Gr...- trata de pronunciar esa palabra que dice Thalía cuando la ayudo con su tarea en forma de agradecimiento.- No puedo pronunciarla...

-¿Gracias?- asiento.- No es nada, por cierto, la instructora dijo que tenía el mismo potencial que tú, que podía entrenar contigo.- Me levantó, estamos tan cerca que se ruboriza, sonrío de lado.

-Claro chica que come muy despacio.- sonríe y su rostro es rojizo, camino hacia la zona donde puedo golpear sacos a mi antojo, hay dos por suerte.- Veamos que puedes hacer, golpéalo.- Me colocó atrás del saco y lo agarro, ella me mira.- No me dolerá, el dolor me hace entender que soy débil, no puedo sentirlo.- asiente, se agarra su pelo del color del sol amarillento en una coleta alta, se pone en posición de ataque y golpea el saco, no me muevo.- Mas fuerte.- vuelve a golpear con más fuerza y sigo sin moverme.- Pfff, más fuerte.- vuelve a golpear y nada.

-No quiero lastimarte...- suelto una carcajada, suelto el saco y me acerco a ella, retrocede lentamente, me voy acercando más a ella, me quito mi cinturón de armas y lo dejo sobre una silla, me voy acercando más a ella, ella retrocede conforme avanzó, me quito la chaqueta y la lanzó a la silla junto a mi cinturón de armas.- Estas demostrándome ser débil, así no llegaras a ser nadie en la vida, ni siquiera podrás llegarme a los pies, estoy segura de que mi abuela golpeaba más fuerte que tú.- un brillo de enojo surge en su rostro.- Un día te matare y no podrás defenderte porqués eres una debilucha.- un puño impacta mi mejilla y mi cabeza se ve obligada a girarse hacia la derecha, alcanzo a ver a mi mejor amiga sorprenderse y empezar a correr hacia nosotras.

-Cállate, eso no es verdad.- patea mi estómago, agarro su píe y la observo, me río, se lo tuerzo y se queja, la tumbó, me siento sobre ella impidiéndole levantarse, levantó mi mano en puño, se lo estampó en la mejilla, ella golpea mi rostro, no me duele.

-¡Brooke! ¡Cris! ¡Deténganse!- Cris logra empujarme y se coloca encima de mi ahora, estampa su puño contra mi mandíbula, la observo.

-Allí está, esa es la fuerza que tienes que usar y dejar de lado la cara de temor de lastimarme, debes de atacar a todos con esa fuerza con la que me atacaste.- la aviento contra la pared y me levanto de un salto, me acerco a ella.- Nunca debes tener piedad a la hora de atacar.- Me mira confundida.- De algún modo tenía que hacerte enojar para que despertaras tu odio hacia mí y atacaras con toda tu fuerza y funciono.- unas manos agarran mis mejillas y me hacen voltear a ver, miro a Thalía quien me mira horrorizada.

-¿¡Estas demente!? ¿¡Que estabas planeando!? ¿¡Iniciar una guerra!? ¡Deja de actuar como si fueras la maldita reina del lugar!- Me reprende mi mejor amiga, me quito sus manos.

-Déjala Thalía, solo estaba despertando mi furia para que viera la magnitud de mi fuerza.- sonrío al ver que entendió.

-¿Ves? No iba a iniciar una pelea grave aunque si planeo empezar mañana a entrenar con un oponente digno en combate cuerpo a cuerpo.- mi amiga nos mira como si estuviéramos locas.

-El día que una de ustedes derrame una sola gota de sangre llamare a tu padre, Brooke y le diré que has sido una estúpida, sabes que hará si le digo eso.- un escalofrío recorre mi cuerpo.

-No Thalía, ni te atrevas a llamarle que te dejo de hablar el resto de mi vida y lo cumpliré.- la miro asustada al escuchar que se le ocurrirá hablarle a mi padre.

-Entonces deja de actuar así.- asiento, nos abraza a las dos.- Creí que de verdad iban a matarse, no hagan eso, me asustan.- Cris y yo soltamos una pequeña risa, mi amiga nos suelta.- Me iré a entrenar y no peleen por hoy, hagan flexiones o que se yo pero no peleen entre ustedes.- asentimos, ella se retira.

-Lo lamento por los golpes.- niego, camino hacia el saco de box.

-Me lo merecía por lo que te dije, por cierto, no fue verdad lo que dije.- Me envuelve en un abrazo, me tenso.

-¿Qué tal si vamos a dar una vuelta al patio, no se darán cuenta que faltamos, la instructora está muy ocupada regañando a un grupo de chicas que no hacen las cosas bien.- Me río, esta chica está empezando a caerme bien, agarro mi chaqueta y mi cinturón de armas, me pongo este último y cuelgo la chaqueta en uno de mis hombros, salimos del cuarto para encontrar el pasillo principal vacío, caminamos, ella sube las escaleras y la miro confusa, la sigo.- ¿Podemos ir a tu habitación? El mío está lleno de cajas por mi mudanza.- Me encojo de hombros.

-No hay nada que ver, es una habitación ordinaria.- le explico.

-Anda y te compro dos de tus sándwiches especiales.- la miro, sonrío y ruedo los ojos.

-De acuerdo.- camino hacia el final del pasillo, dobló a la izquierda y subo las escaleras, saco las llaves de mi bolsillo del pantalón y abro la tercera puerta, la miro, ella entra y la sigo, cierro la puerta.

-Vaya... Vives en una habitación de lujo, ¿porque tú vives aquí y las demás no tienen habitaciones así?

-Mi Padre es un hombre muy importante, tengo privilegios gracias a él.- camino hacia mi cocina.- Y es como un departamento no una habitación querida.- abro el mini bar y saco dos botellas de agua.- Piensa rápido.- Me mira y lanzó una de las botellas, la atrapa, la abre y toma un poco, repito sus acciones, camino hacia el sillón.

-Vaya, es genial, podría dormir en un sillón y ni me notarias.- Me río, me siento en uno de los sillones.

-¿Que te trae en este internado de chicas, Cris?- Me mira mientras se sienta en la otra punta del sillón donde estoy sentada.

-Mi Padre me inscribió aquí porque no hacía nada productivo en casa.- algo me dice que miente pero no digo nada por respeto.

-Bueno, aquí entrenarás casi todo el día y en las tardes salir al centro comercial enfrente por órdenes de Thalía, ustedes se pueden ir y yo me podría quedar aquí dormida.- Me gusta mucho la idea.

-Bueno, pero creo que yo también querría quedarme a dormir en mi cuarto.- un estruendo se escucha y la hace correr a mis brazos, se aferra a mí, por mi parte estoy más que sorprendida.

-Solo fue un trueno, tranquila, quédate aquí... Iré a ver a mi padre, es su modo de avisarme de que está aquí.- Me suelta y me mira asustada, se arregla el pelo al igual que la ropa.- Te ves bien, no te preocupes.- Me levanto y enciendo la tele, ella se sienta bien, camino hacia la puerta, la abro, miro a mi padre.- Hola...- Lo saludo un poco nerviosa, me mira para después inspeccionar la habitación, su ojos se posan en Cris, ella lo mira asustada.- Papá, ella es Cristina, Cristina, él es mi padre Satán, alias Hades.- miro a mi padre, el me mira.

-Venía a darte una vuelta a ver cómo estabas y a traerte ropa.- me da una mochila.- El fin de semana hay cena familiar, puedes invitar a tu amiga a la casa.- se retira, cierro la puerta y me dejo caer al piso, un inmenso dolor en el pecho me hace imposible levantarme, me quejo mientras ejerzo presión en el punto del dolor, los pasos apresurados de Cris se detienen junto a mí, se inca y me mira asustada.

-¿Que tienes?- chilla asustada.

-Mini bar... Anillo negro...- logró pronunciar, ella se levanta y sale corriendo, la respiración empieza a fallarme, escucho que regresa y toma mis manos, coloca el anillo, lo gira para acomodarlo y eso es suficiente para devolverme la respiración, respiro bocanadas de aire.

-¿Que fue eso?- pregunta ya más calmada.

-Padre cuando me visita suele recordarme que es el dolor por si lo desobedezco me muestra una pizca antes de que sienta el verdadero dolor.- Me mira angustiada mientras me ayuda a levantarme, caminamos hacia el sillón, nos sentamos.- Estaré bien, lo prometo, lamento que hayas visto eso.- niega.

-Deberías descansar, me iré para que duermas.- se aleja de mi pero agarro su muñeca.

-No me dejes...- Me mira sorprendida.- Puedes dormir en la segunda cama pero quédate...- se lo piensa por un momento para después asentir, me levanto y camino hacia el dormitorio.- Ten una bonita noche o tarde lo que sea.- se ríe, me acuesto en mi cama, ella se acuesta en la otra cama, agarro el control de la tele y lo lanzo a su cama.- Por si no tienes sueño aún, puedes ver series o cualquier película con mi cuenta en netflix.- Me mira, le sonrío para después acomodarme para dormir.

-Buenas noches, Brooke.- escucho antes de quedarme dormida en los brazos de Morfeo.

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