Un cuarto frio, como la sensación de estar la primera vez en un cementerio, junto conmigo chicas desesperadas por salir.
Laura: 12 años
Estefanía : 14 años
Valentina : 14 años
Julieth: 13 años
y yo Sara (15 años)
Asustadas y con lagrimas en su rostro, intentaron contarme lo que había sucedido pero lo más curioso era que todas pasamos por la misma experiencia. La probabilidad de que todo era planeado llevaba un porcentaje alto. Me encontraba en un lugar de energía pesada, las esquinas de los techos estaban cubiertas de telarañas, tal vez era viejo. Paredes de sangre, arriba había un pequeño radio que retumbaba con un fuerte sonido, las luces se habían encendido, él había comenzado a hablar.
La pesadilla había comenzado
- Ninguno tiene idea del porque se encuentra en este lugar, sus padres tal vez lo sepan, Sé que se conocen entre ustedes, lleguemos a la siguiente etapa. Desde pequeño me encanta la sangre, pero es aún más satisfactorio verla derramarse en vivo. Córtense, dame un poco de tu elixir, sólo eso necesito por ahora, mientras piensan en como salir. Hacerlo no es fácil, pero si quieren ver a sus padres, unas pequeñas gotas valdrán la pena. Obedéceme, no intentes escapar, no quiero que otra de ustedes sea entregada para comida de cerdos.