13 Pisos

By MPMUniverse

20.5K 3.1K 3.4K

Un lugar cuya ubicación es desconocida, un grupo de personas sin escrúpulos se reúne para realizar cosas atro... More

Prólogo
Capítulo 1: Piso 12
Capítulo 2: Un cambio en las reglas
Capítulo 3: Piso 11
Capítulo 4: Salón de clases
Capítulo 5: Prodigio, no te equivoques
Capítulo 6: Si juegas con fuego te quemas
Capítulo 8: Zona industrial
Capítulo 9: Acorralados
Capítulo 10: piso 9
Capítulo 11: El piso de los sacrificios
Capítulo 12: ¿Ángel o Demonio?
capítulo 13: Jaque Mate
Capítulo 14: La balanza no distingue entre el oro o el plomo
Capítulo 15: Piso 8
Capítulo 16: Parque de diversiones
Capítulo 17: Jugando según las reglas
Capítulo 18: Las reglas son para romperse
Capítulo 19: En la guerra la moral es relativa
Capítulo 20: Charlotte Evergarden
Capítulo 21: Piso 7
Capítulo 22: Restauran de carne
Capítulo 23: Sed de sangre
Capítulo 24: No soy capaz de matarte
Capítulo 25: La motivación viene de lugares inesperados
Capítulo 26: piso 6, casa de muñecas
Capítulo 27: Sólo uno
Capítulo 28: ¿Vas a luchar o a huir?
Capítulo 29: Elías
Capítulo 30: Luz y oscuridad
Capítulo 31: Bienvenida
Capítulo 32: Adiós, Charlotte Evergarden
Capítulo 33: Piso 3, Prostíbulo
Capítulo 34: Monstruo vs Demonio
Capítulo 35: Inocencia
Capítulo 36: Capaz de todo
Capítulo 37: Decisiones
Capítulo 38: Lo que no se pudo decir
Capítulo 39: Fin del juego
Epílogo
Agradecimientos
¿Y ahora qué?
One shot <3
One Shot parte 2
One Shot final
ES IMPORTANTE

Capítulo 7: Piso 10

588 74 175
By MPMUniverse

Milena Spencer: directora del colegio de niñas de Santa Clare
Monto pagado: 240.000
Tributos comprados: 9
Es una mujer bastante sencilla, tiene un cierto gusto por las sierras y casi siempre deja un desastre, por lo que de limpieza siempre se quejan por recoger los restos y quitar la sangre de las paredes.

Logan Black: profesor de física de la universidad estatal.
Monto pagado: 12.000
Tributos comprados: 1
Es uno de los clientes más jóvenes, pero tiene un buen gusto, les gusta que sean chicas y sobretodo morenas, hay que admitir que es bastante hábil con los sopletes, aunque el olor a cabello quemado es muy desagradable.

George Evans: rector de la academia Editte.
Monto pagado: 1.000.950
Tributos pagados: 25
Uno de nuestros mejores clientes, viene una vez por mes desde hace unos tres años, no le tenía mucha fe cuando lo vi tan viejo y demacrado, pero me sorprendió, no solo todo su conocimiento, es muy preciso al cortar. Rebanaba los dedos de sus estudiantes como si fueran zanahorias, me hizo reír mucho, bien podría ser un chef, eran cortes limpios y casi del mismo grueso, el anciano tenia buen ojo para eso. El problema que ensuciaba demasiado y recoger los trozos tan pequeños es complicado.

La información dentro de la carpeta, se repetía hoja tras hoja, todas hablando de lo mismo, de las personas que eran los jugadores habituales y que hacían, describiendo en algunas fichas de forma muy  detalladas formas de como los asesinaban. La rubia seguía examinando los archivos hasta que se detuvo en uno en específico y trago saliva.

-¿Algo interésate en esos papeles? – raspando la sangre seca del cuchillo.

-Información de los jugadores del piso anterior.

-Vaya cosa más inútil ¿Qué importancia tiene ahora que salimos? - La joven toma un papel y se lo enseña a Elías, quien lo observa de reojo con poco interés - ¿Qué pasa con eso?

-Este hombre… es mi profesor de biología – murmura haciendo señas a la fotografía adjunta – lo conozco desde que entre a estudiar.

-Uy, pues que mal ¿alguna otra cosa?

-No realmente, solo que todos tienen relación con la educación, no me espera que realmente fueran profesores.

-Cada quien con sus fetiches ¿no?

-Supongo, pero es extraño los valores de dinero que salen en cada informe – la joven hace una mueca – incluso si se divide en la cantidad de tributos, los precios no concuerdan.

-¿Y? – pregunta sin ningún interés.

-La cantidad a pagar dependerá del tipo de tributo, un ejemplo son los 10 mil que ofrecieron por mí, en contraste del medio millón que ofrecen por tu cabeza.

-Genial, valgo más.

-Eso quiere decir que más personas intentaran matarte.

-¡Mierda!

-De todos modos, no conozco los parámetros que utilizan, pero por lo que he oído eso varía según la raza y el sexo, pero lo que más determina el valor es la edad, tal parece que los niños tienen un costo muy elevado.

Elías guarda su arma y se cruza de brazos.

-No le veo la gracia de hacer eso, es como matar un perro, sabes que no tiene posibilidad alguna de ganar – estira los brazos por sobre su cabeza – asesinar a una rata acorralada no es para nada divertido.

Un nudo se le forma en el estómago a Charlotte que la hace arrugar los papeles entre sus manos. De pronto sentía como un sudor frio caía por su espalda.

-¿Elías? – murmura con voz temblorosa y con la cabeza agachada.

-¿Hum?

-Tu… - muerde su labio - ¿tú has matado… a niños?

Se forma un silencio sepulcral entre los dos, donde solo el ruido del ascensor descendiendo reina. El ambiente se vuelve incómodo y de inmediato Charlotte se arrepiente por haber preguntado algo como eso, en ocasiones la curiosidad de la rubia podía ser peligrosa, y este era un ejemplo de ello.

-Puede ser, no lo recuerdo.

-¿No te acuerdas? – repite de forma automática.

-¿Tu recuerdas cada mosquito que has aplastado en tu vida?

-Pues… - la rubia calla.

-Sí, eso pensé.

Las puertas del ascensor se abren muy oportunamente, liberando de ese modo la aplastante tensión que se había formado en su interior. Elías no tiene reparos en salir, por otro lado la joven se toma un momento para guardar la carpeta nuevamente en su bolso, el cual observa con el ceño fruncido. Lo había notado antes, pero solo ahora se dio el tiempo de revisar con más cuidado, y era que los libros, así como los cuadernos que ella portaba antes de despertarse en este lugar habían desaparecido, y reemplazados por otros, no comprendía el objetivo de eso, entendía el hecho de que le quitaran su  móvil y su billetera con documentos ¿pero qué razón tenían para quitarles sus apuntes? Hubiese sido más sencillo quitarle el bolso completo y ahorrarse las molestias. La joven respira profundamente, tratando de no volver a entrar en pánico, sus pertenencias eran lo de menos, ahora tenían que enfrentarse con otro piso y desconcentrarse  por esa pequeñeces podía ser fatal.

Cuando salió, se vio de frente a un escenario que le recordaba mucho a una zona industrial, se veían tuberías, cables y conductos por todas partes, incluso se podía ver algunos escapes de vapor en la uniones de algunos tubos, el sonido de los metales era molesto, muy ruidoso para su gusto, literalmente era como haber entrado a una fábrica. El contraste de un piso a otro era aterrador.

-Joder, siento que Freddy Krueger viviese aquí – se queja Elías – como sea no hay de otra.

-¿De verdad no te da miedo caminar como si nada?

-No, solo es como una casa del terror pero repleta de asesinos reales ¿Por qué tendría miedo?

-¿De qué te maten?

-Como si eso fuera posible. Muévete, o te dejare atrás.

Como lo había mencionado Elías, aquel lugar tenía un aspecto inquietante y que los hacía sentir como si algo los persiguiera. El vapor que había en el aire hacia que fuese difícil ver en algunos sitios, sin mencionar que era muy caliente al tacto, por lo que caminar en medio de la vía era la mejor opción. A la distancia se podía oír el constante golpeteo de algo metálico y muy pesado, era uno de esos sonidos a los cuales alguien prefiere no ir a investigar. Charlotte por instinto caminaba lo más cerca del muchacho de cabello oscuro, quien iba con las manos en los bolsillos, como si estuviese dando un paseo por el parque. Bien era muy confiado o muy ingenuo para darse cuenta del peligro que los acechaban.

No pasa mucho para que se topen con una zona más abierta, aunque con el mismo aspecto industrial, se podía ver algunas entradas que habían sido cubiertas por tablas para impedir el paso, pero por las grietas era evidente que no había ninguna luz en su interior, lo cual no era buena señal. De improviso Elías se detiene, haciendo que Charlotte choque contra su espalda.

-Auch – se queja - ¿Por qué te detuviste?

-Hay marcas de balas más adelante.

-¿Balas?  - la joven lo rodea y se acerca a mirar los pequeños cráteres en el suelo, son muchos y todos están sobre una enorme mancha marrón rojizo – esto es sangre – murmura por lo bajo y observando la escritura a un lado – "sigue en camino amarillo" ¿de qué va eso?  No hay nada de ese color por aquí. Además no se parece en nada a la historia del mago de Oz. Me siento estafada.

La joven comienza a observar todo a su alrededor y solo ve un montón de balas y basura tirada por todas partes, pero nada que le indique por dónde ir. Este lugar no parecía tener pistas muy claras. Frunce el ceño. Pero algo no dejaba de molestarla ¿Por qué había tantos disparos en el suelo? Entendía que los hubiese en las paredes, pero esto no tenía sentido para ella y la cantidad de sangre era anormal. Tampoco había un lugar lo suficientemente alto como para dispararle a alguien ¿y qué sentido tendría? Era mejor hacerlo de frente o de espaldas si se deseaba matar a alguien.

-¿Elías?

El chico deja de patear una lata vacía para mirarla de reojo.

-¿Qué quieres?

-No creo que sea buena idea que estemos tan a la vista.

-¿Ah? ¡Pero si hay cámaras por todo el puto lugar!

Charlotte camina hacia Elías cuando el silencio se ve interrumpido por el sorpresivo disparo de armas de fuego que salen del techo. Un ataque tan rápido que la rubia no tiene tiempo de reaccionar a la letal lluvia de plomo que se avecina sobre ellos, que atraviesa fácilmente todo a su paso y solo basta que una de esas balas los alcance para que esto llegue a su fin.

Aquellos disparos eran ensordecedores, sobretodo cuando golpeaban el metal y hacían salir chispas por el impacto. Se escucha a Elías maldecir por lo bajo, para luego tomar a la joven de la cintura y huir hacia el interior de una de las construcciones, derribando la madera que bloqueaba su paso. Las astillas se dispersan como el cristal, mientras que afuera la interminable lluvia de balas continua acribillando todo a su paso, para finalmente y luego de unos interminables segundos detenerse tan rápido como había aparecido. El olor a pólvora impregnaba el aire que parecía ser más espeso que antes.

-¡Mierda! Eso estuvo muy cerca, primero debo escapar, luego me electrocutan y ahora casi me vuelven queso suizo, definitivamente no es mi día – suspira - ¡Hey, mocosa!  ¡¿Por qué demonios te quedaste ahí parada como tonta?! – Le grita a la chica que esta boca abajo sobre sus piernas – te estas volviendo una molestia – añade apoyando la cabeza contra la pared.

-Lo siento – murmura apartándose y sentándose sobre sus talones – no supe… cómo reaccionar.

-Si lo note ¡no lo vuelvas a hacer, maldita sea!

-No lo haré – murmura – gracias por salvarme.

-Ni lo digas, haces que se me revuelva el estómago, no lo hago porque realmente lo quiera, estoy consciente de que si te mueres tendré graves problemas – se rasca la nuca – pero tener que cuidarte el culo también lo es ¡así que pon de tu parte y deja de ser tan tonta y evita morirte!

-Lo intentare.

Elías suspira.

-De verdad que das asco ¿en serio estas tratando de salir de aquí con vida?

-¡Por supuesto! – Dice con seguridad – mi mamá y papá deben de estar preocupados, nunca me retraso después de la escuela, nunca me desaparezco sin avisarles – se lleva las manos al pecho – debo de regresar con ellos.

Elías la mira de reojo, para luego simplemente volver a suspirar.

-Vaya mierda más cursi, pero si eso te motiva a seguir, por mi está bien – se pone de pie sacudiendo el polvo de su ropa - ¿y ahora que hacemos?

La joven se toma un momento para examinar el lugar, era una habitación completamente vacía, y lo único que se podía apreciar era los cables y tubería que cruzaban por el techo y se dirigían quien sabe a dónde. También había una que otra lata de refresco tirada por ahí, aunque eso no les seria de ninguna ayuda. Charlotte se pone de pie y se asoma por la entrada, salir no parecía la mejor opción luego de lo sucedido, por lo que abandono rápidamente es idea y se dirigió hacia la única puerta que había, una metálica y algo estrecha. La rubia hace un intento con todas sus fuerzas pero no consigue ni moverla un centímetro. Suspira con frustración y con la cara roja por el esfuerzo.

-Elías… ¿puedes abrir esto? – le señala la puerta.

El chico hace una mueca de disgusto pero aun así hace lo que se le pide, pero tampoco consigue nada.

-¡Esta porquería no se abre! – gruñe molesto.

-Debes tirar, no empujar.

-¡¿Y tú como lo sabes?! 

-Lo dice en el cartel.

Elías observa el cartel pegado sobre la misma puerta, que dice con grandes letras verde “Tire”

-¡Cállate! Ya lo sabía.

Abre la puerta haciendo uso de una sola mano, dejando pasar primera a Charlotte que lo queda mirando por un instante.

-¿De verdad no te dio problemas el peso?

-¿Ah? ¿De que estas hablando? Esta cosa no pesa nada, el problema es que tú eres muy débil.

-Puede ser – la chica revisa la habitación con la mirada y nota que esta tan vacía como la anterior – no veo otra  puerta, pero creo que podemos pasar por esa grieta en la pared.

-Sera divertido ver cómo le haces para llegar allí.

-Tampoco esta tan alto.

-Claro.

La joven decidida a no dejar que el chico tuviese la razón, camina derecho a la grieta que estaba casi a su altura, era un espacio bastante amplio, no tendría problemas para pasar por allí, lo que no sabía es como hacerlo, no había nada en esa habitación para usar como banca y cruzar. Y aunque podría haber corrido para tomar impulso eso tampoco hubiese funcionado, no tenía la suficiente coordinación para saltar y aferrarse, aun así su poco orgullo la obligaba a no pedir ayuda.

Elías miraba con las manos en la cintura como la chica trataba de subir. “realmente patético”  piensa para sí mismo. Puede que eso le tome algo de tiempo, por lo que se pone a patear una piedra imaginaria ¿realmente era buena idea seguir con ella? Hasta el momento solo le había causado problemas, y unos muy dolorosos, pero también habían llegado hasta el piso diez, eso era un punto a favor. Suspira. La mantendría consigo solo por otro tiempo, si es que no se mataba por accidente por andar de curiosa.

Cuando vuelve a mirar a la joven, está ya se encontraba a horcajadas sobre la muralla, aunque estaba más muerta que viva, se veía exhausta.

-Si… pude – murmura jadeante.

-Que bien, solo te queda medio camino, lo bueno es que es de bajada. Trata de no romperte el cuello.

Charlotte lo ignora y salta hacia el otro lado, cayendo casi de rodillas al suelo sobre un charco oscuro.

-Ew ¿Qué es esto? – pregunta en voz baja, pero estaba tan oscuro que no podía distinguir bien el líquido, pero se sentía viscoso.

Elías sube la pared como si nada y llega hacia donde está la joven.

-Qué asco ¿Qué es esta cosa? Es pegajoso.

-Ni idea, pero aquí también hay marcas de balas – murmura señalando la pared – lo cual es raro ya que no hay forma de entrar a menos que sea por la grieta o por allí – señala un espacio en una de las esquinas.

-¿Ah? ¿Y quién cabria por ese espacio tan diminuto?

-Yo si quepo.

-¿Por qué será que no me sorprende? Y aunque tú lograras pasar por allí, yo me quedaría atascado en esta habitación.

La joven hace una pausa y mira la habitación, en parte Elías tenía razón, él era muy grande para pasar por ese espacio, pero salir a los pasillos no era seguro, no podían arriesgarse de ese modo. Rasca su mejilla ¿Qué es lo que deberían hacer? Hasta el momento no había nada que los ayudase a salir de allí, necesitaban el código y encontrar el ascensor, pero no tenían nada solo aquello escrito en la entrada “sigue el camino amarillo” Charlotte levanta la mirada hacia el montón de tuberías y cables que atravesaban el techo, y entrecierra los ojos.

-De todas formas quiero ir a ver que hay en el otro cuarto.

-Como quieras, pero que ni se te ocurra escapar – le responde en un tono sobrio.

-No lo haré.

-Eso espero.

La chica entendió la amenaza, asiente y se introduce en el estrecho pasaje, que incluso para ella fue difícil.

Del otro lado se veía una habitación más iluminada y organizada, habían dos puerta, una que llevaba al exterior y otra que conectaba con la sala donde estaba Elías. Hizo el intento de abrirla pero fue inútil y no fue porque careciera de fuerza, sino, por el cerrojo que la atravesaba, parecía ser del mismo tipo que había en la sala con Cathleya ¿pero cómo abrir este? Incluso mirando a su alrededor no había nada más que basura. De todas formas decidió investigar las paredes en busca de otro pasaje o lago que la ayudase. En el peor de los casos tendría que regresas con Elías y encontrar otra forma de segur avanzando.

“Si quieres avanzar sigue en camino amarillo

Nuevamente esa frase aparecía frente a sus ojos, pintada en la pared ¿pero qué significaba? Era imposible que fuese algo literal, debía ocultar alguna cosa, algo que había pasado por alto.

Es entonces que algo hizo “clic” dentro de su cabeza.

-Alto – murmura mirando hacia el techo, específicamente al montón de cables que se diferenciaba por sus colores – sigue el camino amarillo…  sigue… el cable amarillo.

La chica observa el camino que recorre el dichoso cable, que justamente daba con la puerta bloqueada junto a otros cinco cables. La idea de tocar algo que posiblemente estuviera electrificado con las manos no le gustaba. Por lo que tomo la carpeta de su bolso y con las hojas que tenía envolvió cuidadosamente el cable amarillo lo mejor que pudo. Si bien no era el mejor aislante sería suficiente para evitar que recibiera una descarga mortal. Así que cerrando los ojos, corta el cable con un solo tirón. El cerrojo comienza a retirarse y la puerta se abre de forma automática.

-Vaya, realmente no escapaste.

-Dije que no lo haría.

Elías ladea la cabeza hacia un lado.

-Entonces no eres muy lista.

Charlotte baja la mirada.

-Eso supongo.

-Como sea, eres más inteligente que yo por lo que no puedo quejarme ¿Cuál es el siguiente paso para salir de aquí?

-Hay que seguir el camino amarillo.

-¿Ah? ¿Pero qué rayos significa eso? Esto no es el mago de Oz.

La joven apunta hacia arriba.

-Encontraremos la salida si seguimos ese cable… probablemente sea la respuesta… no estoy segura del todo.

Elías gruñe.

-Siempre lo arruinas todos con tus dudas, es tan molesto ¡¿es o no es el maldito camino?! – Charlotte abre los ojos sorprendida por un instante, aprieta los puños y asiente lentamente - ¿ves como no es tan difícil?

-Supongo.

-Y ya la has vuelto a cagar – se da con la mano en la frente – pero ya no importa. Andando.

-¿A dónde vas? – le pregunta mirando que se está marchando.

La mira por sobre su hombro.

-Es bastante obvio.

-Pero salir es arriesgado…

-Pfff. Quédate si quieres.

Ignorando por completo a la chica, Elías sale hacia el pasillo, como si no le importara o se hubiese olvidado de lo que había sucedido anteriormente. Pero para sorpresa de la joven nada ocurre.

-No volvieron a disparar – murmura por lo bajo – entonces las marcas de balas no son las mismas que las de la entrada.

Charlotte llega al lado de Elías y observa el lugar, nuevamente se encuentran en un pasillo donde las salidas de vapor hacen difícil ver lo que hay más adelante, pero fuera de eso no parecía haber nada demasiado peligroso, no se oían a otras personas o que hubiese algo más que no fuesen ellos dos ¿Qué clase de piso era este? Era ilógico pensar que estuviese vacío, las marcas de balas y la sangre lo probaban. La joven muerde la punta de su pulgar. Este sitio se parecía mucho al piso donde estaba Elías, en donde los asesinos corrían libremente en busca de los tributos, en donde se podía utilizar armas de fuego y si su teoría era cierta, estaban en una gran desventaja.

-Creo que ya sé de qué trata este lugar.

-¿En serio?

-Es un piso de tiroteo, solo eso explicaría todas balas que hay y los espacios tan extraños, las personas pueden ocultarse allí o tender una emboscada, lo que no entiendo es el por qué no hay nadie, al menos en el piso de Cathleya se podía oír a los tributos o esa cosas – un escalofrió le recorre la espalda al recordarlo.

-Puede ser… que aún no hayan comenzado el juego.

-¿Comenzado?

-Tampoco es como si me pasara las 24 horas del día matando, también necesito descansar de vez en cuando, por lo que los pisos se abren a una hora fija, aunque no sé como funcionaran con los demás.

-Ya veo, hubiese sido muy útil que me lo hubieses dicho desde el comienzo.

-No me lo preguntaste.

-Siempre decías que no te acordabas – se queja.

-Y no te he mentido en eso, no le puse atención a nada de este lugar, solo lo dije por el horario que tenía ¡Y no me grites, aún te faltan varios años para siquiera levantarme la voz! ¡Si no fuera por que soy un asco pensando las cosas ya te hubiese matado!

Charlotte suspira.

-De acuerdo ¿y cuál era ese horario?

-Mmmm, de 4 a 1 de la mañana.

-Eso es muy tarde.

-No me gusta madrugar, así que no juzgues.

-No lo hago - hace una pausa - así que estamos de noche o más bien de madrugada.

La joven saca la carpeta y revisa los pocos papeles que quedan en ella. Por lo que se coloca de rodillas para verlos mejor, eran prácticamente la misma información que había estado leyendo varias veces, asesinos que pagaron para matar personas, asesinos que estaban más cerca de ella de lo que imaginaba. Si lograba salir con vida de ese lugar, lo primero que haría sería denunciar a su profesor de biología con las autoridades.

-Te gusta revisar mucho esas cosas.

-Es solo que quería comprobar algo.

-¿Qué cosa?

-Que la mayoría de las personas que llegan a este edificio como tributo pasan de los 25 años de edad.

-Con razón vales tanto.

-Gracias.

-¡No es un cumplido, maldita idiota!

-Creo que tienes razón, aun así tu recompensa es exuberantemente alta.

-¿Qué es qué?

Ella suspira.

-Es muy alta en comparación al resto, creo que alguien  realmente quiere que te mueras.

-Wow, que increíble ¿quieres saber otra noticia impactante? Soy buscado por la policía. De verdad que eres la reina de lo obvio ¿alguna otra cosa?

La joven se pone de pie.

-También encontré estas fichas con nuestros datos, aunque no son tan detallados como el resto –le dice extendiéndole las hojas.

Elías las recibe con muy poco interés, por lo que no era de extrañarse de que apenas leyera las primeras dos líneas de los nombres.

-Información sobre nosotros, vaya tontería – tira los papeles a un lado – si ya no hay nada que hacer aquí mejor nos largamos, este sitio me estresa.

Charlotte deja la carpeta y su contenido en el suelo, de todas formas ya no le eran útiles, solo era peso extra ,si Cathleya poseía esa información, lo más que obvio era que el resto de los maestros o los responsables de todo, también los tuviesen y aun con más detalles, pero preocuparse de cuanto podían saber de ella no debía alterarla, lo primordial en este momento era encontrar la forma de salir, por lo que le da un último vistazo a las hojas tiradas el suelo, para luego darle alcance a Elías

Hola mis lectores, perdón por la tardanza, pero por fin les traigo el capítulo, se que no es tan emocionante como el anterior, pero demosle un descanso a Elías, que andar por ahí matando como si no hubiese un mañana es agotador XD.

También aprovecho para celebrar que  13 pisos llego al 1k de lecturas :o gracias a todos los que le han dado una oportunidad a esta historia :3, a los que votan y comentan y a las almas en pena que también se pasan a mirar a ver como va todo, también muchas gracias, los adoro igual <3
Así que ya saben, estaré esperando sus votitos y comentarios que amo responder.
En el próximo capítulo nos encontraremos con más problemas, éste par no tiene descanso.

Este capítulo esta dedicado a marielramos2000 quien me hace reír con sus comentarios, gracias por seguir mi historia :3

Pd: estaré dando agradecimientos en cada capítulo, así que no se sientan mal, ya les tocará. <3

Un abrazo psicológico para todos, y nos estamos leyendo para la próxima actualización, que son cada sábado, para los que saben <3

Continue Reading

You'll Also Like

9.1K 339 37
ship jara James x sara
70.1M 6.9M 49
[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me d...
3.3M 235K 200
Lo mejor está por venir. |Terminada| #50 en DeTodo: 22/02/17 #1 en Reflexiones: 14/08/18 #1 en Frases: 17/01/19
21.7K 1.2K 27
El tiempo pasa rápido cuando no esperas nada de nadie. "Mi padre me rompió el corazón, es por eso que me enamoro de todos los chicos que me demuestr...