13 Pisos

By MPMUniverse

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Un lugar cuya ubicación es desconocida, un grupo de personas sin escrúpulos se reúne para realizar cosas atro... More

Prólogo
Capítulo 1: Piso 12
Capítulo 2: Un cambio en las reglas
Capítulo 3: Piso 11
Capítulo 4: Salón de clases
Capítulo 6: Si juegas con fuego te quemas
Capítulo 7: Piso 10
Capítulo 8: Zona industrial
Capítulo 9: Acorralados
Capítulo 10: piso 9
Capítulo 11: El piso de los sacrificios
Capítulo 12: ¿Ángel o Demonio?
capítulo 13: Jaque Mate
Capítulo 14: La balanza no distingue entre el oro o el plomo
Capítulo 15: Piso 8
Capítulo 16: Parque de diversiones
Capítulo 17: Jugando según las reglas
Capítulo 18: Las reglas son para romperse
Capítulo 19: En la guerra la moral es relativa
Capítulo 20: Charlotte Evergarden
Capítulo 21: Piso 7
Capítulo 22: Restauran de carne
Capítulo 23: Sed de sangre
Capítulo 24: No soy capaz de matarte
Capítulo 25: La motivación viene de lugares inesperados
Capítulo 26: piso 6, casa de muñecas
Capítulo 27: Sólo uno
Capítulo 28: ¿Vas a luchar o a huir?
Capítulo 29: Elías
Capítulo 30: Luz y oscuridad
Capítulo 31: Bienvenida
Capítulo 32: Adiós, Charlotte Evergarden
Capítulo 33: Piso 3, Prostíbulo
Capítulo 34: Monstruo vs Demonio
Capítulo 35: Inocencia
Capítulo 36: Capaz de todo
Capítulo 37: Decisiones
Capítulo 38: Lo que no se pudo decir
Capítulo 39: Fin del juego
Epílogo
Agradecimientos
¿Y ahora qué?
One shot <3
One Shot parte 2
One Shot final
ES IMPORTANTE

Capítulo 5: Prodigio, no te equivoques

537 81 173
By MPMUniverse

La imagen sonriente de Cathleya en la pantalla, le provocaba una cierta incomodidad a la joven rubia que trataba de mantenerse tranquila, debía analizar con mucho cuidado la situación en la que se encontraban, Elías estaba inmovilizado, la puerta estaba cerrada y se encontraban en una habitación que estaba bajo el control de aquella mujer. La maestra del piso 11 parecía estar muy confiada o era ¿diversión? Fuera lo que fuera se debía asumir lo peor. La mujer de falsa sonrisa los observa fijamente.

– ¿Qué clase de examen? –   pregunta Charlotte con cierto recelo.

– Ah, ah, ah – niega con el dedo – eso solo le concierne a tu profesora, tu mi pequeña alumna dedícate a responder correctamente, o por lo menos inténtalo, después de todo mis exámenes tiene una tasa de aprobación del 8%.

La joven aprieta los puños, un 8% significaba que las preguntas eran de alto nivel o de conocimiento muy específico, de seguro no se parecían en nada a las que había visto en los otros salones ¿pero eso debía de sorprenderle? Se encontraba frente a la maestra de este piso, era obvio que no sería fácil, si lo único que quiere es asesinarlos. Estaban en problemas, si fallaba Elías sería el primero en morir y luego sería el turno de ella, no podía permitirlo pero tampoco podía asegurar de que lo conseguirían, después de todo no tenía ni la más mínima idea de que es lo se viene ¿sería capaz de responder todo correctamente? Niega con la cabeza. “ya basta, debes concentrarte” se dice así misma, “hay un 8% de probabilidad de que lo logre, mientras no sea cero, todo estaría bien”.

La joven suspira profundamente para luego levantar la mirada hacia la mujer del pronunciado escote.

– ¡Parece que ya estas lista! – Dice emocionada – adoro que mis alumnos tengan esa actitud de superación, pero… más adoraría reprobarte – suelta una risilla – muero por castigarlos.

– ¡Tú eres la única que va a morir, maldita perra! ¡Suéltame de ésta mierda para que pueda matarte, por un demonio!

Charlotte observa a Elías que estaba a poco menos de estallar, si las miradas fuesen capaz de matar a las personas, ese edificio ya sería un completo cementerio. El deseo de matar que emanaba aquel chico de cabello oscuro era escalofriante y aterrador al mismo tiempo, por una parte la chica de ojos azules agradecía que estuviese atado, con un carácter tan temperamental era mejor mantener una cierta distancia de la línea de fuego. Pero para Elías, estar en esa posición no era nada cómodo  y la actitud de Cathleya solo lo enfurecían más, no era alguien que se doblegase tan fácilmente, bien preferiría morir antes que hacerlo, pero por el momento, morir no estaba dentro de sus planes, estaba determinado a salir de ese edificio a como diera lugar, incluso si tenía que enfrentarse a todos los otros asesinos, incluso si tenía que liarse con una molesta adolecente, iba a hacerlo.

– Vaya, vaya, pero que pésimos modales tienes Elías – chasquea la mujer de lentes – esa no es forma de dirigirse a un profesor, tal parece que nunca te enseñaron lo que era el respeto.

– ¡Vete a la mierda!

– ¡Santo cielo! Que horrible comportamiento jovencito, tú necesitas correcciones urgentemente y por suerte para ti, aun estas en una excelente edad para aprender.

– Metete tus modales por el culo.

– ¡Oh! ¡Elías! – Pronuncia con voz lasciva – si lograra corregirte y convertirte en un estudiante modelo, ese sería el logro más grande de toda mi carrera, el solo pensarlo hace que me excite.

– Jodete — le dice con asco.

La extraña discusión continua por algunos minutos, mientras que Charlotte observa una vez más a su alrededor, el piso estaba cubierto por demasiada agua que no iba hacia ningún lado y los cables expuestos no brindaban ninguna confianza, un error y esto terminaría muy mal, pero, la muchacha se quedó un momento pensativa, si Cathleya tenía tanto afán de corregir el comportamiento de Elías ¿Por qué no lo hacía? Además el hecho de que no estuviese presente en la sala con ellos debía significar algo, eran preguntas que la joven no podía entender del todo, aunque ya tenía suposiciones sobre ello. La joven deja el pensamiento de lado y se sube al escritorio de madera del profesor, y desde allí espera a que todo se calme, lo cual tardo un tiempo.

– Realmente eres muy terco – suspira Cathleya cruzándose de brazos – pero me parece bien, de todas formas no saldrán con vida de esta sala – la mujer vuelve a golpear la fusta en su mano – señorita Evergarden.

– ¿Sí? – dice tomándola desprevenida.

– Como Elías gentilmente se ha ofrecido como conejillo de indias – el muchacho maldice – tu serás la que tenga que responder el examen, pero te diré que esta no es una prueba cualquiera, por cada error que cometas tu compañero recibirá una descarga eléctrica que aumentara gradualmente.

– ¡¿Qué mierda?!

– Silencio Elías, no querrás que tu compañera se desconcentre y falle ¿verdad? 

– Tks. Maldita sea – murmura entre dientes –  ¡Hey! ¡Mocosa!

Charlotte da un brinco del susto y voltea a verlo.

– ¿Qué… que pasa?

– ¡¿Cómo que, que pasa?! – le gruñe –  ¡Ni se te ocurra equivocarte, me oyes!

La rubia parpadea confundida.

– Esto… bueno… lo intentare.

– ¡No lo intentes, maldita sea! – La chica se espanta y casi cae del escritorio –  ¡Solo hazlo, de lo contrario voy a matarte!

Charlotte comienza a jugar nerviosa con la correa de su bolso.

– Pero si te mueres no podrás matarme – murmura

– ¡Cállate! Si yo muero es lo mismo para ti, hay un montón de personas que desean matarte y no duraras ni un minuto con ellos, y a diferencia de mí, ellos primero te torturarían y violarían hasta aburrirse de tus gritos.

La chica abre los ojos horrorizada, pero en el fondo bien sabía que aquellas palabras no eran una amenaza, era una advertencia de lo que había allá afuera, aún tenían que atravesar otros diez pisos para escapar, no se podía dar el lujo de perder a Elías en este momento, no si quería tener una oportunidad de escapar. Charlotte muerde su labio con fuerza. No podía fallar en esta prueba, ya no estaba en su escuela ni con sus profesores, esto lo era todo o nada.

La joven rubia mira fijamente aquellos dorados ojos que parecían arder con intensidad, que incluso en esa situación no mostraban ni una pizca de miedo, duda ni desesperación, solo estaba enojado pero nada más.

La chica asiente con arresto.

– De acuerdo, lo haré bien – se voltea hacia la pantalla – Estoy lista – añade con determinación.

Cathleya suelta una gran carcajada.

– ¡Maravilloso! No hay nada que me estimule más que un estudiante dispuesto a aprender, ese deseo por el conocimiento es algo que no se puede expresar con palabras, mi querida alumna, estoy ansiosa por ponerte a prueba. Pero antes debo de terminar de explicarte las reglas.

– ¿Reglas?

– Por supuesto, eres un tributo libre, por lo que se debe de proveer una forma para que sigas avanzando, eres una niña realmente suertuda – da golpecitos con la punta da la fusta en su mejilla – como maestra de este piso te haré cinco preguntas de distintas asignaturas, por cada respuesta correcta se abrirá uno de los cerrojos que bloquea la salida, también te daré un tiempo límite para que respondas cada pregunta, si no lo haces dentro del tiempo la considerare como incorrecta, por lo que en consecuencia Elías recibirá una linda descarga como penalización y el cerrojo no se abrirá, se partirá con 200 voltios que aumentaran por cada pregunta.

– Pero esa es una dosis casi letal – interrumpe sin darse cuenta – él morirá con la primer descarga.

– ¿Qué pasa señorita Evergarden? ¿No ha estudiado lo suficiente?  –  la mujer toma una hoja y comienza a leerla – Charlotte Evergarden, estudiante de segundo año de secundaria en la escuela Emilia Noroeste, una excelente escuela si me lo preguntan.

– Nadie te lo pregunto – murmura Elías con la cara apoyada en el escritorio.

La mujer frunce ligeramente el ceño antes de continuar.

– Tienes un promedio de notas de 9,1 en los últimos tres semestres, asistencia del 75%, parece que no te gusta ir mucho a clases – sonríe – no posees ni un logro académico ni mucho menos deportivo, de hecho, no tomas la clase de gimnasia o alguna actividad física, tu expediente de conducta está totalmente en blanco – suspira – dejando eso de lado, se podría decir que eres una estudiante promedio, pero bueno, de todas formas te deseo la mejor de las suertes y trata de dar un espectáculo para las cámaras ¡ah! Y otra cosa, Elías.

– ¿Qué carajos quieres ahora?

– Ayudar a Lotti en el examen se considera trampa, por lo que igual ameritara una descarga.

– ¡ah! ¡¿Y quién mierda es lotti?!

Tanto Charlotte como Cathleya le quedan mirando fijamente.

– ¿Sabes qué? Mejor olvídalo, obviamente esto está fuera de tus capacidades y no queremos que se te funda el cerebro antes de tiempo.

– ¡Agh! Solo cállate y empieza esta porquería de una buena vez.

– Que muchachito tan impaciente, ese es un muy mal hábito, pero si tanto deseas morir… entonces comencemos.

El ambiente se vuelve repentinamente tenso y casi sofocante, mientras que la mirada de Cathleya rebosa arrogancia hacia los jóvenes encerrados en la habitación. Se relame sus brillantes y carnosos labios rojos mostrando un extraño deseo que le provoca escalofrió a la joven rubia, quien de inmediato baja la mirada. Pero así era Cathleya, bajo su hermosa apariencia de mujer organizada y formal, se escondía un ser sediento de sangre y que le provocaba gran placer el torturar personas con sus crueles pruebas, un retorcido gusto de atormentar estudiantes hasta la muerte, ver la desesperación, la agonía y la frustración era lo que aquella mujer más amaba en el mundo. Repitiendo sus crueles métodos una y otra vez, gozándose de la desgracia, una asesina fetichista que no dudaba en ensuciarse las manos para satisfacer sus más horrendos deseos. 

Cathleya sabia como jugar con sus víctimas para sacar el máximo disfrute de ellas, era inteligente y manipuladora, pero por sobre todo caprichosa, si había algo que quisiera lo obtendría de alguna u otra forma, no importa los medios que tuviese que ocupar y estos jóvenes no eran la excepción, un chico problemático, violento, mal hablado y necio; una chica introvertida, educada, astuta y con gran capacidad de análisis, era sin duda una pareja que lograba extasiarla y apretar las piernas al imaginárselos.

– De acuerdo Lotti, comenzaremos con física, lee muy bien la pregunta que aparecerá en pantalla  antes de contestar, tienes 30 segundos para responder.

La pantalla del televisor se torna azul y la pregunta aparece.

Nombra y define las tres leyes de Newton

Un cronometro comenzaba a marcar el tiempo. La joven cierra los ojos por un instante y respira profundamente.

Principio de inercia: todo cuerpo libre, sobre el que no actúan fuerzas mantiene su estado de movimiento, ya sea en reposo o ya sea en movimiento rectilíneo uniforme, también es llamada el principio de Galileo. Ley fundamental de la dinámica: todo cuerpo sobre el que actúa una fuerza, se mueve de tal manera que la variación de su cantidad de movimiento respecto  al tiempo,  es igual a la fuerza que produce el movimiento. Ley de acción y reacción: siempre que un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, este segundo cuerpo ejerce una fuerza igual y de sentido contrario sobre el primero – termina de responder como una grabadora.

Con 13 segundos aun en el reloj el tiempo se detiene, y la pantalla se torna de un verde brillante. Un “clic” se oye desde la puerta, uno de los cerrojos se había abierto. 

– ¡Correcto! – Dice una entusiasmada Cathleya –  ¡eso fue impresionante! Es como si lo hubieses leído directamente de un libro de física – ríe con satisfacción – no titubeaste ni una sola vez, me has sorprendido, pero – su mirada se oscurece – esto apenas está comenzando. Tu siguiente pregunta será de biología con selección múltiple, recuerda que tienes que justificar tu respuesta, no quiero que aciertes por suerte. Tienes 60 segundos.

La pantalla vuelve a cambiar.

En el cuerpo humano existen distintos tipos de anticuerpos, de los cinco conocidos ¿Cuál es el más abundante en la sangre? A; IgA   B; IgD   C; IgE  D; IgG  E; IgM"

La joven mira fijamente la pantalla, mientras muerde la punta de su pulgar, los segundos pasaban aproximándose cada vez más al cero. Charlotte entrecierra los ojos tratando de concentrarse en sus recuerdos, en algún lugar donde haya visto eso, sin duda eran preguntas demasiado especifica. Cathleya estaba empeñada en matarlos a ambos, pero eso no podía suceder. La rubia mira de reojo a Elías quien sopla hacia arriba tratando de apartarse un mechón de cabello de los ojos, no parecía tener el más mínimo interés de lo que estaba pasando, pero más bien trataba de no volverse loco y desconcentrar a Charlotte.

“Es asombroso que este tan tranquilo” pensó la joven.

– IgG, son el anticuerpo que más abunda en la sangre, cubre hasta el 85% de la inmunoglobinas, también son conocidas como gammaglobulinas – dice cuando le quedaban 5 segundos al reloj.

Suspira aliviada cuando la pantalla se torna verde, marcando su respuesta correcta y el sonido de otro cerrojo abriéndose.

– ¡Alucinante! De verdad que me estas sorprendiendo, no creí que fueses capaz de responder esa ¡Oh! Charlotte – dice en un exagerado tono lascivo – sabía que eras mucho más brillante de lo que aparentabas ¡eres maravillosamente inteligente! ¿Por qué ocultabas algo tan hermoso como eso?

La joven ladea la cabeza a un lado.

– Creo que está confundiendo conocimiento con inteligencia – murmura por lo bajo.

– ¿Tu lo crees así? Entonces ¿me podrías explicar la diferencia de ambos?

– ¿Si lo hago abrirá otro cerrojo? Si no es así, entonces prefiero seguir con el examen, tenemos algo de prisa.

– ¿Oh? – Sonríe – sí que eres astuta, no me extraña que hayas podido llegar hasta aquí resolviendo las pistas, me tienes fascinada, pequeña.

– ¡¿Podrían parar con esa mierda y continuar la estúpida prueba?! ¡Y así poder matarlas a ambas de una puta vez!

Charlotte se voltea a mirar al hombre de cabello oscuro. Como lo suponía, su paciencia era casi nula y no soportaba estar quieto por mucho tiempo “¿será hiperactividad?” pensó la joven al verlo tan molesto “o simplemente él era así” la joven niega con la cabeza, no era el momento de pensar en eso, debía concentrarse en Cathleya, aún le quedaban tres preguntas que responder, y por lo visto, cada vez se complicaban más. Suspira por lo bajo. Realmente odiaba la escuela. Y lo peor era que Elías aún no había desistido de la idea de asesinarla, de hecho, entre más tiempo pasaba más parecía querer hacerlo, pero tampoco había motivos suficientes para que cambiara de parecer al respecto, después de todo en ningún momento dijo que no la mataría aun así, era lo mejor que tenía.  Pero esta situación era una verdadera molestia, los términos de la prueba parecían ser solo unilateral, ellos dos tenían todo que perder, sus vidas estaban en juego. La joven de ojos azules vuelve a observar su entorno. Era una sala realmente limpia, pero aun así había una pregunta que rondaba en su cabeza “¿A cuántos habrá matado en este lugar? ¿Serian ellos parte de ese número?”

– No puedo permitir que eso suceda – murmura casi para sí misma rasguñando el escritorio con sus uñas. – Cathleya… ¿Cuál es la siguiente pregunta?

– ¿Oh? – una enorme sonrisa de satisfacción se dibuja en sus labios  –  realmente eres la estudiante perfecta, tan aplicada y con tantas ansias de aprender me resultas tan existente ¡Charlotte Evergarden! – la mejillas de la mujer toman un ligero rubor – podría mantenerte aquí por siempre, mi querida estudiante.

– Tks ¡ya detén tus malditos orgasmos y continuemos con esta mierda! – le gruñe un muy encabronado Elías.

– Pero que muchacho tan irrespetuoso – lo mira de forma severa – debería castigarte  por ese atrevimiento, mi joven estudiante, deseo oír tus gritos de agonía – añade relamiéndose los labios.

– Muérete, maldita  lunática.

– Eres encantador mi joven estudiante problema – hace sonar la fusta en sus manos – pero tienes razón, esto aún no acaba, Charlotte.

– ¿Eh?

– Tu próxima pregunta será de matemáticas – una mueca se forma en la cara de la joven, definitivamente no era su fuerte – puedes usar lápiz y papel si así lo deseas, pero todo lo que escribas tendrás que enseñármelo ¿entendido?

La chica asiente y saca un cuaderno, notando algo muy extraño en su bolso, pero prefirió no tomarle atención, eso no era importante.

El problema no tardó mucho en aparecer en la pantalla, no solo eran números, también había una imagen que representaba el problema.

“una cuerda esta enrollada exactamente 4 veces alrededor de la barra, que tiene una circunferencia de 4cm y una longitud de 12cm ¿Cuánto mide la soga?”

El cronometro marcaba un tiempo de tres minutos.

– Esto es malo.

– ¿Qué es malo? – chasquea Elías.

– Esto… –  aprieta el lápiz entre sus dedos – no es nada, lo resolveré en un momento.

– Pues date prisa, te quedan dos minutos ¡y estar aquí sentado no es nada cómodo! ¡Ya me está doliendo el culo!

– Ya lo sé.

– ¡¿Cómo podrías saberlo?! ¡Solo responde esa mierda de una vez! No tengo intenciones de morir a manos de esa perra sádica.

La observa fijamente por un momento, haciendo que un escalofrío recorra la espalda de la rubia. No sabía lo que era, pero el tono de Elías mostraba mucha determinación al respecto de no morir en este lugar, eso era lógico, nadie quiere morir, ese era un sentimiento que ambos compartían  y que podría verse arruinado por este inconveniente. La joven muerde el extremo del lápiz dándose ánimos a sí misma, solo eran números que debían organizarse en alguna ecuación, no era algo de otro mundo, pero sí algo que le fastidiaba como ninguna otra cosa ¿Qué otra opción tenia? ¿Rendirse? Eso era estúpido, sobretodo porque Elías no se lo perdonaría jamás.

– Vamos Charlotte, piensa – murmura para sí misma, leyendo el problema una y otra vez.

Elías observaba a la joven que rayaba sin parar las hojas del cuaderno ¿de verdad era tan complicado? Le echa un vistazo rápido a la pantalla y solo ve un montón de números sin sentido. Hace una mueca de disgusto. Era jodidamente complicado para él. Esto no parecía tener buena pinta y el tiempo les marcaba un minuto. Gruñe por lo bajo. No tenía ninguna gana de convertirse en una anguila eléctrica, pero como iban las cosas no podría evitarlo. Quedarse atrapado en una situación como esta, bien podría haberlo hecho el mismo. Y tratar de soltarse tampoco era una opción, por muy fuerte que fuera, no podía competir contra grilletes de metal, y la piel sangrante de sus muñecas se lo recordaba.

– joder, que fastidio – murmura sin ganas.

El tiempo seguía corriendo mostrando lo poco que le quedaban, mientras tanto Charlotte seguía escribiendo y sacando cálculos que no llegaban a nada.

– ¿Por qué no puedo resolverlo? No es algo complicado ¿Qué estoy haciendo mal? – Aprieta el lápiz en su mano hasta romperlo por la mitad – esto es malo, estoy perdiendo la calma y eso no ayuda… debo tranquilizarme, aún tengo tiempo – respira profundamente cerrando los ojos – lo que estoy haciendo… esta todo mal, esto es… simplemente Pitágoras.

El reloj se detiene con dos segundos mientras que la pantalla se ilumina con verde. Charlotte mantiene extendido los brazos enseñando el cuaderno con la respuesta hacia la cámara un 20 encerrado dentro de un mal hecho círculo, junto a un montón de ejercicios. Sus manos temblaban por el esfuerzo que había hecho al escribir tan rápido, y se sentía como si acabase de correr una maratón, su corazón estaba agitado y la adrenalina corría por todo su cuerpo. Para ella era una sensación horrible. Pero todo pareció aliviarse cuando se escuchó el sonido del tercer cerrojo abriéndose.

– Maldita sea, eso estuvo cerca ¡Hey, mocosa, tardaste mucho! ¡sé más rápida!

La chica se voltea a verlo.

– Pero al final lo hice.

– ¡Casi por los pelos! ¡Por un demonio! Si te equivocas yo seré el que tenga que pagar tus errores.

– Lo sé – murmura en voz baja – me esforzaré más.

– Como sea, solo termina esto rápido para poder largarnos.

La joven asiente abrazando el cuaderno contra su pecho, de la misma forma que lo haría una niña pequeña recién regañada, se veía frágil, como un ciervo recién nacido que apenas daba sus primeros pasos.

– ¡Excelente espectáculo, mi pequeña genio! – Dice una exaltada Cathleya – Charlotte, me tuviste al borde del suspenso y cuando creía que fallarías, tu maravilloso cerebro reacciono de forma majestuosa – tuerce la fusta entre sus manos – no hay duda de que eres la estudiante que tanto he buscado ¡eres perfecta!

La incontrolable risa de Cathleya hacia que la sangre de Elías hirviera, su deseo de matar se incrementaba a cada segundo, y sus muñecas debían pagar el precio de su creciente locura, que de forma inconsciente lo hacía luchar para liberarse, rasgando la piel y dejando que las gotas de sangre se acumulen sobre la mesa metálica, pero lejos de presentar dolor de sus heridas, sus dorados ojos mostraban  una demencia incontrolable, una naturaleza aterradora, la esencia más pura de aquel ser conocido como Elías, que en este momento solo pensaba en una sola cosa.

Asesinar a Cathleya.

– Deja de  hablar maldita perra – murmura por lo bajo apuñando sus manos con fuerza – solo estas buscado más motivos para matarte – una sonrisa que refleja la locura en su interior se dibuja en su rostro  –  ¡Ya no aguanto las ganas de rebanarte! ¡Quiero ver la cara que pondrás cuando valla por ti, jodida puta!

Cathleya se queda paralizada por un instante observando aquel ser que no parecía humano. Una gota de sudor frio caía por su frente, un sentimiento que casi había olvidado… miedo, miedo provocado por unos ojos que gritaban por ver correr sangre y una riza que intimidaría hasta al más valiente.

– Realmente eres alguien único, Elías – pronuncia la mujer manteniendo la compostura – no por nada  eras el favorito – murmura entre dientes, algo que pasa desapercibido para los jóvenes – aun así mi verdadero interés en Charlotte, como profesora no me agrada decir esto, pero tú eres una muy mala influencia para ella, y lo mejor es deshacerme de ti.

– Quiero ver que lo intentes, maldita.

Cathleya sonríe de medio lado.

– Morirás en este piso, Elías – su atención se centra en la joven que se mantenía al margen de sus amenazas –   Charlotte, mi amada prodigio, espero que estés lista para tu penúltima pregunta.

– ¿Eh?... sí.

– ¡Perfecto! Pero esta pregunta será algo distinta a las demás, quiero saber cómo trabaja tu maravilloso cerebro, deseo ver cómo te equivocas – extiende sus brazos hacia ambos lados –  ¡Charlotte! ¡Quiero corregirte!

La muchacha se mueve incomoda sobre el escritorio, no lograba entender aquel pensamientos, sus palabras se contradecían ¿quería que fallara o quería que aprobara? Apretaba los puños sin encontrar la coherencia de ello, las palabras de Cathleya se contradecían entre sí, y eso provocaba un conflicto en el interior de Charlotte, pero lo que era más importante, es que esa mujer no tenía ni el más mínimo interés en dejarlos escapar, al menos no con vida, pero ¿Por qué no simplemente se ahorraba todo eso y bloqueaba las cerraduras? Si ella controlaba el juego debería resultarle fácil ¿para que tomarse tanta molestia en hacer todo esto?

“Eres un jugador libre, por lo que debe de existir una forma de que puedas seguir avanzando”

“Soy la maestra de este piso”

"Recuerda dar un buen espectáculo para las cámaras"

– Ya veo… es así como funciona – murmura para sí misma – Elías.

El chico enarca una ceja.

– ¿Qué? – gruñe.

– No… no es nada.

– ¡Deja de perder el tiempo! Estar atado no es nada divertido.

– De acuerdo – se voltea hacia la pantalla – Cathleya, estoy lista.

– ¡Maravilloso! Mi mejor estudiante, esta vez será un acertijo quiero saber cuál es tu capacidad de deducción, suerte, aunque no mucha.

En una noche lluviosa, en una lujosa mansión ubicada fuera de un pequeño pueblo, la hija mayor del matrimonio fue encontrada muerta en su habitación. La policía identifico  a tres sospechosos y estas fueron sus declaraciones; el ama de llaves “dijo que se encontraba barriendo el salón”; el mayor domo “dijo que se encontraba limpiando la bajilla de porcelana” y el jardinero “dijo que se encontraba regando el jardín”.
¿Quién de los tres es el culpable?

Junto con el texto aparecía la imagen de una hermosa joven de cabello oscuro tirada de espalda en la cama, su estómago tenía varias puñaladas y su cuello señales de haber sido estrangulada, todas las sabanas estaban bañadas de sangre  y su rostro reflejaba el terror con el que había muerto, y ni rastro del arma homicida.

El tiempo comienza a correr con 10 segundos.

No era algo difícil de resolver para la joven, ella sabía que cualquiera podría resolverlo si lo analizaba un poco, el juego aquí, era hacerlo en el menor tiempo posible.

– Fue el jardinero, no tiene sentido regar el jardín en plena lluvia — dice con una seguridad absoluta.

La pantalla se torna verde y el cuarto cerrojo se abre, con 6 segundos de sobras.

Como un eco se comienza a oír el sonido de aplausos casi sarcásticos. Las felicitaciones que les entregaba Cathleya eran muy falsas. Su expresión lo decía todo, tenía algo malo preparado, este juego no estaba resultando como ella lo había planeado, nunca se esperó que alguien como Charlotte apareciera, alguien con conocimiento tan puntual y exacto ¿realmente era una genio? Eso era algo que no podía decir a ciencia cierta, pero de que era intelectualmente superior, era un hecho, incluso se podía decir que superaba por mucho a los mismos académicos que venían a este lugar. Y por alguna razón, eso provocaba una enorme sonrisa en los rojos labios de la castaña.

– No hay duda de que eres a quien tanto buscaba, mi alumna genio, me tienes tan fascinada y no hay forma en que te deje ir, de alguna forma te las arreglaste para resolver todas las pruebas, pero tu camino se termina en este momento – su mirada se oscurece – un prodigio como tú, debe de ser entrenado para obtener su máximo potencial.  No me importa que métodos deba utilizar mi pequeña, incluso si debo matar a Elías para eso.

– ¡Ni creas que te saldrás con la tuya, maldita bastarda! ¡Te matare apenas logre librarme de esta! – Gruñe con ira en su mirada – te arrepentirás de todo esto.

– Elías… –  murmura la joven rubia.

– ¡JAJAJA! Eres de lo más encantador, para ser un adulto te comportas como un verdadero niño, y por mucho que te moleste, este es un examen reprobaran.

En la pantalla se muestra la última pregunta con 40 segundos de tiempo, haciendo que Charlotte trague saliva y se volteé con pánico hacia el chico de cabello oscuro.

– ¿Elías?

– ¿Qué quieres? ¡¿No ves que el tiempo corre?!

– Es que yo… esta pregunta – balbucea angustiada – está en alemán.

– ¿Y que con eso?

– Yo…–  lo mira directamente a los ojos – yo no sé alemán.














Ok, lo prometido es deuda, aquí está el capítulo, sé que falto el gore, pero aún quedan 10 pisos de los cuales disfrutarán un hermoso trauma :3

¿Que les pareció el examen? Ustedes hubiesen acertado? Porque yo no :|
La Charlotte nos salió Einstein.

Cathleya se las jugo bien jodida al cambiarles el idioma.
Tiempo limitado, una pregunta que no pueden leer, una habitación cerrada
Será éste el fin del hombre araña?

No se olviden votar y comentar, ya saben que me encanta leer y responder todos sus mensajes <3

Este capítulo esta dedicado a @Nightmare12 :3


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