Ámame si te atreves, jefe

Por SraDeTaker

361K 25.7K 1.8K

Libro #1 Saga Rusos. La mayoría de nosotros esperamos encontrar un trabajo que nos haga suspirar, que nos hag... Más

Sinopsis
⚠AVISO⚠
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo Especial (I)
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo Especial II
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 26 parte II
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo Especial III
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo Final
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 14

7.8K 619 38
Por SraDeTaker

Daphne...

Esto es insólito y no entiendo cómo pudo hacerme esto. Se suponía que nos respetábamos el espacio personal, pero no le importó ni un poquito que me estaba invadiendo mi paz mental.

Lo odio... lo odio... Lo odio con todas mis fuerzas.

¿Cómo se le ocurre besarme así? O sea, besa tan increíble que debería dedicarse a eso solamente. Mi corazón todavía está latiendo como un loco y todo mi ser no protesta por haber besado esos labios...

¡Esos son besos moja bragas!

—Daphne, ¿estás bien? —pregunta Tina, cuando llega al baño, ella tenía ojos de preocupación por verme tan alterada.

Claro, amiga. Estoy bien, solo que mi corazón se va a confundir ahora y no quiero eso.

—¿Te parece que está bien? —le responde con una pregunta, Gaby—. Oye, que te hizo el ogro que llevan por jefe. Puedo ir a ponerlo en su lugar ahora mismo para que te respete —me asegura molesta.

Empiezo a reírme y me sostengo del lavamanos para no caerme. ¿Qué le puedo decir a ella?

—Sé qué han tenido problemas últimamente, pero creo que ustedes pueden llegar a tener una tregua para vivir mejor en la oficina —propone, ella es la única que no sabe que estoy casada con él—. Que lo hago polvo junto a Ivan. ¡Promesa de jefes! —me da una sonrisa a modo de apoyo, pero no es suficiente.

—Las cosas no son tan sencillas, Gaby, ¿cómo lo vas a poner en su sitió si tiene derecho de hacerlo? Ah, como lo odio. La paz no es una opción. Trae la sierra que iré a cortarle las pelotas.

Las tres soltamos una carcajada, pero me abrazan para que me calme.

—Lo odio y juro que esto no se va a quedar así. No se irá con las manos vacías, pero tampoco seré la amante permisiva —les digo sincera, mientras me veo en el espejo.

Ambas se ven a la cara y con bastante confusión, aprueban lo que digo.

[...]

Regresar a la casa de mi esposo ausente, me había puesto muy nerviosa. Mi corazón no volvió a tener calma por más que traté y tomé un té, que según Tina, servía para relajarme. Para mi sorpresa, él no llegó a dormir anoche y digamos que me sentí feliz hasta cierto punto de lo normal.

No me siento preparada para verlo después del beso... Tengo miedo de que mi corazón me traicione y me termine gustando.

«¿Cómo debería ver a mi jefe desde ahora?», estaba tan sumergida en mis pensamientos, que olvidé que me encontraba nuevamente en la compañía.

Tal vez no debí tirarle la agenda, primero porque la rompí, segundo porque me tocó ir a buscarla cuando él no estaba y tercero porque pude haberlo lastimado.

Aunque no actué como una persona profesional ante semejante acto indebido, ¿qué más podía hacer? Me sentí desnuda ante ese beso. Lo esperaba, creo... pero no de esa manera. Ni siquiera cuando estaba de novia con Sasha me sucedió esto.

Y debo aclarar que ese hombre besaba como todo un experto.

Definitivamente la vida no nos sonrió como quisimos.

—Daphne, es mejor que termines las desventajas de la inversión con los españoles antes del almuerzo. El señor Schwarzgruber ya nos dijo que tendrías tres días libres por tu graduación y hay que avanzar con tu trabajo —me informa Adelaida, ella era quien me ayudaba a entender un poco mejor las cosas después de Tina.

—Vale, tendré listo el informe al mediodía y para el viernes el trabajo terminado —le respondo amablemente.

No sabía que él ya había hablado con ellos sobre mi graduación. Después de entregar el informe iré a la universidad a pagar lo que me falta y que me digan si la tesis pasó las evaluaciones.

Cuando me propongo hacer mis cosas, sinceramente las cosas fluyen bien y con rapidez. A veces me sorprendo, pero con el señor Müller, antes de que hiciera un desbarajuste en nuestras vidas, siempre le gustaron las personas que trabajan bajo presión y con rapidez. Al ser su secretaria por muchos años, tenía que hacer cálculos que te podían llevar tres días, a uno.

Sí, la paga era buena cuando hacía eso porque tenía horas extras, pero también era agotador.

Gracias a mi desempeño pude pagarme la profesión que estoy a punto de terminar.

—¿Me vas a contar qué fue lo que sucedió entre Jumper y tú? —pregunta Tina, cuando entramos al ascensor—. No estoy segura de lo que sucedió, pero Ivan tampoco me quiere decir que pasó.

Hoy no voy a poder almorzar con tranquilidad por tantos pendientes que tengo que hacer en una hora. Estoy tan feliz en mi trabajo, pero nada más el recordar lo de ayer, me aceleran el corazón.

Limpió mi pantalón negro de vestir y veo mis zapatos de tacón puntiagudos.

«Ni siquiera llego a su altura», con incomodidad pensé.

—Cariño, no sé que te puso así, pero puedes contar conmigo. No soy ni Jumper ni Ivan... —me empiezo a reír—. ¿Qué te hizo Günther que te dejó en las nubes, Daphne? —pregunta nuevamente.

Salimos del ascensor rumbo a la calle, ella iba a almorzar con Ivan y yo iba a la universidad.

Todo es tan extraño ahora.

Nunca había tenido una amiga para salir a la hora de almuerzo.

—Estoy agradecida de que no seas ellos —sonríe—, Lo que pasó fue que Günther me besó —me mira sin entender, mientras caminamos hacia el restaurante donde la dejaría—. Pues que no me parece que me esté besando en la empresa, Tina. Me besó como si él fuera el dueño de todo y no le importó tratarme como a la zorra de su amante —le cuento indignada.

Suelta una carcajada y se acerca a mí.

—Pero si Jumper es el dueño de la empresa y tu jefe... —se responde ella misma—. ¿Y qué tiene de malo que te bese? Daphne, él es tu esposo —me mira obvia, claro, ella no sabe del contrato—. Llévalo hasta el extremo y cuando menos te lo esperes, saca todo de ti y cázalo. Que sepa que la reina de la selva eres tú y no te vas a dejar mandar por cualquier pejelagarto.

—Sinceramente me siento animal hablando contigo —volvemos a reír.

Ella es un sol que me hace la vida divertida.

[...]

Fue un día bastante lleno de trabajo, pero pude adelantar muchas cosas, después de regresar de la universidad. Sigo de largo a mi habitación y busco las cosas para tomar una ducha.

Lo necesitaba porque estaba agotada.

De acuerdo a lo que me dijo Tina, debo hacerlo sufrir. No debo seducirlo porque yo estoy buscando es mantener la distancia entre los dos. Bastante sufrí con Sasha que fue mi primer amor.

Tomé el baño y me vestí con un pijama de pitufos y con bastante miedo me dirijo hacia la cocina por un vaso de agua. No quería encontrarme con él, pero mi buena suerte no puede durar dos días.

Me ve de arriba abajo sin ningún intento de disimular y dejando lo que estaba haciendo me habla.

—Eres del tamaño de un pitufo —lo ignoro, sirviendo mi vaso de agua, suspira fuerte y vuelve a hablar—. ¿Me estás ignorando? ¿Se puede saber qué te hice yo para que me trates de esa manera?

Tomo el agua, lavo el vaso y lo dejo en la nevera, me giro hasta donde él está y veo que está frunciendo el ceño con los brazos cruzados.

—¿Me ignoras por el beso de ayer? —lo miro sería, él sonríe de lado—. No me disculparé por eso porque eres mi esposa y debo admitir que besas como una diosa —intenta acercarse, pero me voy de la cocina.

—No puedo decir lo mismo de ti —finge estar sorprendido—. He probado mejores besos, compañero —se molesta, acercándose a mí, hasta quedar a centímetros de mi boca.

—Yo no soy tu compañero y te aseguro que seré el último en tocar esos labios. No volverás a besar a más nadie que no sea yo, Daphne —su respiración se acelera.

—No eres mi dueño y estamos juntos por un contrato —hago énfasis en la última palabra, se aleja llegando hasta el pasillo que da a las habitaciones—. Yo beso a quien yo quiera, me acuesto con quien quiera y le pertenezco a quién a mí me dé la gana.

¿Qué estoy diciendo?

Traga grueso y pasa su mano por su cuello.

—No me perteneces, pero te gustó que lo hiciera. ¿Si fui tan malo por qué ahora estás tan nerviosa? Tuviste que sentir lo mismo que yo —dice con simpleza.

—Tenemos a Don presumido. Yo no dije que no me gustara. Permíteme que te corrija, he dicho que he probado mejores —río y empiezo a caminar hacia él—, pero no hagas alarde de algo que no haces tan bien como crees —empieza a reírse.

—Ya me besaste y no podrás hacerlo con otro sin pensar en mí —termina de cortar la distancia entre ambos—. Admite que sí sentiste algo cuando nos besamos —habla casi en un susurro.

Señor, me voy a morir si se sigue acercando así.

¡Si me gustó el beso y claro que sentí algo!

¡Voy a perder el corazón!

Recuerda lo que te hizo en la compañía, hazle entender quien manda en el mundo de la selva.

¡Recuerda lo que te dijo Tina!

Nadie puede juzgarme, soy una guerrera y seré quien yo quiera ser. Haré lo mismo que este hombre me haga.

Günther, te haré la vida imposible.

Me acerco hasta rozar nuestros labios y ambos sonreímos por la tensión extraña que había.

—Estás muy mal, no te besé, fuiste tú, cariño —sus ojos azules se oscurecen—. La diferencia entre nosotros es que si yo te llegó a besar, esto —agarro su miembro, sorprendiéndolo, sonrío con malicia y me alejo con paso decidido—, deja de funcionar y nada más podrías usarlo conmigo, pero estoy segura de que no quieres eso, ¿verdad? —sonrío victoriosa y me voy hacia mi habitación sorprendida por lo que hice.

Toma de mi mano y me pega hacia la pared, se apoya en mi cuerpo haciéndome sentir su enorme erección.

Me sobresalto haciéndolo sonreír con dulzura.

—No pienses por mí, bonita —su voz me hace sentir cosas en partes que no debía—. Si mi amigo responde solo contigo, no tengo ningún problema —presiona más sus caderas contra la mía—. Eres mi nueva droga. Te lo dije, no me voy a alejar porque todo lo que quiero lo tienes tú.

Me volvió a besar...

Pone su mano detrás de mi cabeza haciendo presión al beso, con su mano libre me agarra para abrazarme por la cintura.

Era intenso y a la vez cariñoso, me sentía en las nubes al tocar sus labios. Un poco intimidada intenté separarme, pero no me dejó, bajó la intensidad del beso para darme la oportunidad de disfrutar del beso.

Nos separamos por la falta de aire... Agitados nos alejamos lentamente sin decir nada y como si esto no hubiera pasado. Él llega a la puerta de su habitación y yo a la mía.

Él me guiña un ojo y yo muerdo mi labio.

—¿Estás lista para jugar, esposa perdida?

—Que empiecen los juegos del hambre, esposo ausente.

[...]


¡Empezaron los Juegos del Hambre! 😂😂

Menos mal que se odian 🙈😂

¡Habemus beso, otra vez! 🎉🎉

Que tengan bonita noche ʕʘ̅͜ʘ̅ʔ

Si llegaste hasta aquí muchas gracias por tu apoyo. Recuerda regalarme un comentario o votar.

Nos leemos pronto 👋👋

Seguir leyendo

También te gustarán

124K 14.1K 42
⌫ | Lisa lo tiene todo, dinero por montón, cosas regadas por todo el mundo, belleza muy atrayente, autos y motos por montón, mascotas exóticas y demá...
7.2K 986 70
En el mundo interestelar del Imperio Osphia, Zhuo Yang, un guía raro, se convirtió en el esposo del príncipe heredero centinela discapacitado, el prí...
41K 3.5K 23
La muerte tenía una mirada enloquecida en sus ojos:"Puedes vengarte, solo has estado esperando casi ocho siglos por eso".⁹ "Venganza." ella sonrió mi...
11.1K 580 25
Es increíble como el miedo a veces nos hace creer que no existe una salida diferente. La vida de Kelly está a punto de dar un giro de 360 grados, uno...