Capítulo 36

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Cuando por fin me había armado de valor para hablar algunas cosas con Günther, pues, tocaron la puerta y tuvimos que regresarnos a la ciudad nuevamente. Ivan y él debían encontrarse con algunas personas importantes. Al parecer venían dos princesas que eran amigas de los dos, entonces, tendrían una comida con ellas y los encargados de la seguridad. Quisiera poder decirle que me encuentro nerviosa por la situación con Leah, pero no sé ni por dónde empezar con eso.

Solo quisiera que las cosas vayan mejor y que esa mujer no vaya a cometer una locura, por el odio que me tiene.

—¿Hasta cuándo vas a estar así, Daphne? —pregunta Tina, con preocupación—. Günther está a cargo de todo, no es como si van a ver a cualquier persona. Son princesas y aunque no lo creas, eso trae buenas vistas e ingresos para la empresa.

—No me preocupa en lo absoluto, ver que comparta con otras personas, Tina —estamos en la oficina de juntas, arreglando la mesa para la reunión de hoy—. Sé qué las personas que vienen el día de hoy, son muy importantes, pero el problema ni siquiera son ellas. Mi problema principal es Leah.

—¿Por qué tienes miedo de Leah, Daphne? ¿Qué te dijo ella para que estés así de nerviosa? —se acerca, hasta quedar frente a mí—. A veces quiero intentar ayudarlos en su situación, pero las mismas circunstancias, me impiden entender lo que sucede con ustedes —la miro mal—. Daphne, ustedes son muy cerrados con su vida personal y yo tuve ciertos problemas con Jumper, así que, sí, nos hablamos, pero seguimos enojados —me da una mirada triste—. Es la primera vez que lo acuso por algo y me duele, pero sentía que él estaba cubriendo a Ivan con eso de serme infiel.

Entiendo lo que siente y lo enojados que están uno con el otro, pero es una locura pensar que Ivan la traicionaría. Ellos se aman profundamente y tienen muchos años juntos.

—Promete que no volverás a desconfiar de tu hombre así. Para Ivan, tú eres la musa que le deja la libertad de ser un animal a toda hora —le digo, en tono burlón.

—Cambia el tema y juega para este bando, Daphne —frunzo el ceño sin entender—. Estás asustada por Leah y tienes inseguridades, es normal, pero debes hablarlo con la persona con la que estas. Él no es adivino y estoy muy segura de que ni debe sospechar que tú estás pensando en cosas muy raras.

Yo solo quiero graduarme, que Günther diga nuestra relación y las cosas sigan marchando bien, sin necesidad de hacer mucho alboroto.

Tengo miedo de la presa y que se filtre el tipo de relación que nosotros tuvimos al inicio.

[...]

He estado tratando de olvidar los posibles escenarios horribles que puede hacer Leah, para nosotros y disfrutar el momento de nervios, por la graduación. Ha sido un día agotador y más que todo, porque tenemos la visita extendida de dos princesas. También recordé, que la noche en que estuvimos juntos, Günther y yo, no nos cuidamos. Estoy asustada porque nunca tuve control de natalidad, ya que no lo necesitaba. Así que también me asusta estar embarazada. Digamos que no he tenido la oportunidad de hablar de hijos con Günther. Si se tocó el tema de los niños una vez, pero fue cuando estuvimos discutiendo los problemas con el contrato.

¿Querrá ser el padre de mis hijos? Bueno, nosotros nos dijimos que nos amábamos... Así que ahora no sé si aplica en el querer hijos conmigo.

—En resumen, tuviste sexo con Günther y como se vino dentro de ti, ahora estás asustada de que lleves a su bebé en tu vientre —Tina explica, con una sonrisa de diversión.

Estábamos en el ginecólogo que Tina me recomendó. Sí, a diferencia de mí, ella si se controla juiciosamente con uno. Bueno, ella porque tiene tiempo con Ivan, así que sería lo más normal, el hecho de que se cuide.

Ámame si te atreves, jefeWhere stories live. Discover now