Después de dejar a Alaric-Klaus en su departamento, regrese a el que hoy era mi nuevo hogar.
Me di un buen baño, cene un plato de cereal y después me fui a la cama, aunque no a dormir del todo, di más vueltas que otra cosa y es que estos últimos días con todo el estrés que he cargado y con todo el coraje también las cosas conmigo no andan nada bien, he tenido un par de episodios extraños y complejos que no se como manejarlos, necesito ayuda y estoy muy consiente de ello.
Al despertar me quede un rato en cama, me quede pensando en que lado de los bandos me encontraba, yo en realidad estaba en medio de todo este alboroto y por ende entre la espada y la pared.
Por un lado, estaba del lado de mis hermanos, no por proteger a Elena o porque siga viva, respirando en este mundo, pero no soportaría perder a mis hermanos de nuevo. Por el otro lado de la moneda, necesito a Klaus vivo, ¿por qué? razones mías, que solamente Elijah y yo sabemos.
Ocultarles cosas a mis hermanos no me agrada del todo, pero por ahora no estaba en mis planes contarles mis secretos, así que, ¿Qué podía hacer? ¿Proteger a Elena o proteger a el idiota?
Al pasar lo que fue alrededor de una hora, casi dos, decidí levantarme y preparar algo para comer, no tenía muchas ganas de cambiarme así que me quedé con mi ropa cómoda. Tome asiento en una silla de la barra a comer lo que cociné, bebí un poco de jugo de manzana y un poco de sangre al igual.
Sin muchos ánimos de lavar los trastes los deje solamente en el fregadero y me fui a sentar a la sala para poder ver la televisión un rato, pero realmente no paso del todo, pues mi cabeza daba muchas vueltas en pensar y pensar.
Mi celular comenzó a sonar en alguna parte de la casa, me puse de pie en busca del aparato guiándome por mi sentido del oído.
—¿Si? —mi voz apenas y logro salir en un tono apreciable.
—Me alegra escuchar tu voz de nuevo —todo en mi recupero la esperanza y la alegría.
—Elijah —mi felicidad no se podía contener solo en mi ser, si no que salía en mi voz.
—Necesito verte —automáticamente me levante del sillón al pedido del Original.
—Claro —asentí — ¿Dónde estás?
—En la mansión de los Lockwood.
—Voy en seguida —tan pronto como colgué el teléfono, me adentré a la ducha.
^^^
—Dios —me lance a los brazos de Elijah, que como siempre me recibieron con calidez.
—Hola mi niña —dejo un cálido beso en mi cabeza, causando que lo abrazara con mayor fuerza.
—¿Dónde has estado? —cuestione y por alguna razón mis lágrimas estaban presente en mis mejillas.
—No llores —seco mis lágrimas con su pulgar.
—Es solo de felicidad —asegure sonriendo.
—Tal vez estuve un poco muerto —lo tomé del brazo caminando por el jardín juntos—. Todo este tiempo estuve en tu casa, con una daga en mi pecho.
—Lo imagine —suspire—. Damon rompió mi cuello cuando te apuñalaron en la cena. Después cuando desperté, mis hermanos venían de la compañía de Elena, les pregunte que donde estabas y bueno me mintieron, amenace a Elena y ya sabes. Me salí de casa y ahora vivo independiente.
—Lo supongo —lo abrace un poco más.
—Tu hermano está aquí —mencioné en voz muy baja, casi, casi sin querer decirlo.
—Lo sé.
—¿En verdad quieren asesinarlo? —me detuve para mirarlo directamente a los ojos.
—Él matara a Elena —recordó.
—Elijah, sabes que ella no me importa.
—Pero si te importan tus hermanos —siguió caminando, me quede en mi lugar, pero después avance tras de él.
—Elijah – llame al original con voz temblorosa.
—¿Si? —él se detuvo y se giró a mirarme.
—¿Crees que este muerto? —pregunte con un nudo en la garganta. Elijah camino hacia mí de nuevo, y otra vez las lágrimas estaban más presentes que antes—. ¿Tu de verdad crees que este muerto? —Elijah me abrazo y entonces fue cuando no pude ocultarlo más y llore como hace tiempo no lo hacía.
—Él me lo confeso —me aparto de él para mirarme a los ojos—. Klaus me lo revelo.
—Es que no puedo creerlo —negué—. No quiero aceptarlo.
—Tal vez es hora de que lo hagamos... —hizo una pausa—, de que los dos lo aceptemos. Anabella, debes decidir que es lo que quieres para tus hermanos, si quieres que ellos sean infelices por una esperanza que ya no existe, si quieres que ellos sufran lo que has sufrido por años, o si quieres ayudarlos a ser felices y que no pasen por lo que tu estas pasando, porque a pesar de todo, ellos son tus hermanos y te aman.
—Y yo a ellos —Elijah tomo mis manos.
—Entonces haz lo correcto mi niña —dejó un beso en mi frente —. Yo siempre te voy a querer —sonrió y yo con él, le di un gran abrazo a el original, un abrazo con verdadero amor y aprecio.
—Gracias —suspire cerrando los ojos.
—No hay de que —apretó un poco más y después nos separamos—. Debes irte ya —lo mire—. Elena llego —asentí y antes de desaparecer de su vista le di un beso en la mejilla y una sonrisa.
^^^
Mis manos sudaban, mis nervios estaban a flor de piel, frote mis manos contra si misma y entonces toque la puerta.
Cruce mis brazos sobre mi pecho esperando a que está fuera abiertas mientras mi cuerpo estaba de frente al bosque dándole un vistazo.
Unos pasos resonaron adentro de la mansión para después abrirse la puerta dejando ver a la persona responsable.
—Ana —saludó Stefan—. Hola, ¿Qué haces aquí?
—Hola Stef —sonreí nerviosa—. Yo... Yo, vine a —un silencio incomodo se apodero del ambiente.
—¿Stefan? —Elena apareció en escena aumentando más la tensión—. Ana —su voz sonó con mucho asombro—. ¿Qué haces aquí? —quería contestarle que esta era mi casa, pero me contuve y solo suspiré.
—Yo vine... —metí mis manos a los bolsillos del pantalón—. Vine a decirles que los ayudare —suspire pesadamente—. Te protegeré —señale a Elena con fastidio.
—¿En serio? —sonó ella sorprendida.
—No te emociones, sigues sin caerme bien —mencione rápido – Lo hago por mis hermanos solamente, eres la novia de Stefan y si mueres mi hermano sufrirá —hice una mueca—. Si mueres a Stefan no le irá muy bien y no quiero esa para él. Los ayudaré.
—Pues gracias —mencionó Elena—. Supongo.
—Si yo... —señale al entorno—. Debo irme —Elena asintió y gire para marcharme de ahí.
—Espera —me detuve al escuchar la voz de Stefan—. Gracias —sonreí para restarle importancia, pero mi hermano se lanzó a mis brazos, me tambalee un poco, pero acepte su abrazo sujetándolo fuertemente—. Te quiero.
—También te quiero Stef —mencioné abrazándolo aun—. Debo irme —me separe de él.
—¿Por qué no te quedas? —sugirió rápidamente—. Tu cuarto esta como tú lo has dejado —sonreí.
—Hoy no —hice una mueca—. Tal vez otro día —le di un beso en la mejilla y caminé directo a mi auto.
^^^
Al despertar tenía un mensaje de Stefan, quería que fuera a la mansión para hablar sobre el asunto de Elena, así que, no haría esperar a mi hermano, por lo que me di una ducha rápida, bebí una bolsa de sangre mientras conducía a casa.
—Creo que es su decisión Damon —mencione al llegar a casa.
—¿Y desde cuando tú... —me señalo de con su dedo—, puedes opinar de lo que es mejor o no?
—Desde que yo pienso con la cabeza —respondí con una sonrisa.
—Claro, como tú la quieres muerta —me miro.
—Y como tú la quieres para ti —lo enfrente—. Tal vez yo la quiero muerta sí, pero tuve muchas oportunidades para matarla y mírala —señale a Elena—, ahí está, viva y decidiendo por ella misma su destino. Si ella quiere sacrificarse por su familia, por sus amigos, por Stefan e incluso por ti, creo que es decisión de ella. Tú no eres nadie para decirle que hacer —Damon me miro con odio puro, soltando todo el aire contenido por el enojo menciono sus palabras
—Púdrete —y sin más que decir salió de la habitación. Suspire rendida ante la actitud de mi hermano, para girar a ver a los presentes.
—Buenos días —salude con media sonrisa.
—Gracias —agradeció Stefan.
—No hay de que —me encogí de hombros—. Ya extrañaba pelear con ustedes.
^^^
Después de que Elijah terminara de dar su explicación, Stefan salió a hablar con Damon, por lo que me quede sola con el original y Elena.
No me mal entiendan, el querer salvar a Elena no tiene nada que ver con nuestra relación, ella me sigue cayendo mal y al parecer nunca la voy a tolerar, por lo que antes que estar sola en una habitación con ella, preferiría que me sacaran el corazón.
Así que, me puse de pie y me fui a la cocina a desayunar algo, ya que, salí sólo con una bolsa de sangre en el estomago.
Ya en la cocina jugo de naranja y un sándwich fue lo que me prepare, algo simple, pero solo era para matar la poca hambre que tenía.
Damon ingreso a la casa de nuevo hecho una bestia, baje de la silla de la barra y camine tras de él.
—¿Podemos hablar? —Damon no se detuvo y rodé los ojos—. Damon —a velocidad vampiro me coloqué frente a él—. Deja de actuar como un idiota.
—Muévete por favor —ignoro completamente lo que le dije.
—No —Damon rodeo los ojos, molesto y me miro con esa mirada penetrante—. Sé que estas molesto por la decisión de Elena, pero tan sólo ponte en su lugar. ¿Qué pasaría si él que tuviera que decidir eso fueras tú? ¿Si los que estuviéramos en peligro fuéramos Stefan y yo, incluso Elena? ¿Qué harías tú? —Damon me observo por un par de minutos, pero sus palabras resonaron fuertemente en mi cabeza.
—Me iría con Elena lejos de aquí —pude sentir como mi corazón era desprendido de mí, podía sentir como mi hermano había arrancado mi corazón, como lo había partido en su mano sin sentimiento alguno, podía sentir como lo que no quería aceptar se estaba confirmando.
—Solamente lo dices porque estas molesto —trate de que mi voz no sonara tan dolida, lo cual no fue así, mi voz salió apenas audible y tan quebrada, que parecía que había llorado.
—¿Querías escuchar la verdad? —me observo directo a los ojos—. Esa es la verdad —Damon paso a un lado mío, yo sólo me quede ahí parada sin hacer o decir nada, y es que mi hermano había hecho añicos mi corazón en tan solo un segundo.
La voz de Jenna asustada y más ruido abajo, me sacaron de mi trance y camine hacia la planta baja, para ver qué era lo que pasaba, al llegar a bajo, casi a la puerta, Jenna la apuntaba con una ballesta a Alaric.
—¿Qué pasa aquí? —preguntamos casi todos al unísono.
—No te me acerques —mencionó Jenna tomando la ballesta con fuerza.
—Jenna baja la ballesta —mencionó un Alaric asustado—. Klaus me soltó de su hipnosis.
—Demuéstralo —le ordenaron. Alaric pensó un poco y después hablo.
—Nuestra primera noche juntos Jeremy entro y...
—¡Listo! Es él —interrumpió Jenna y solté una pequeña risa.
—Quería escuchar los detalles —hice una falsa carita triste. Stefan miro tras de mí y me gire a ver a Damon que lo miraba con una mueca.
—¿Por qué te soltó? —cuestionó Stefan.
—Quería que les diera un mensaje —Alaric suspiro—. El sacrificio va a ser hoy –—a todos, y cuando digo todos es todos, nos sacó por sorpresa.
^^^
Decidí ir hacer un poco de té para todos en esta casa, así que ya en la cocina puse manos la obra.
Según yo, la luna llena llego muy rápido. ¿Hoy el sacrificio?, teníamos que poner un plan en marcha ahora. Tan sumida en mis pensamientos no me percate de una taza que terminé golpeándola y derribando haciendo que al caer al suelo se hiciera añicos.
—Rayos —me agache a recoger los pedazos de esta.
Mis manos temblaban y no sabía el porqué de las cosas, me sentía tan rara, me sentía nerviosa, estresada, y un poco asustada. El ruido de la tetera indicando que ya estaba listo me estaba desesperando más, y me estaba poniendo más nerviosa y de malas.
—¡Basta! —grite ocasionando que el fuego de la estufa se elevara y apagara después. Por inercia me hice hacía atrás muerta de miedo, pero suspiré tranquilizándome—. Todo está bien —tome un trapo para limpiar y servir el té.
Con la charola en manos camine hacia la sala y coloque la charola en la mesa.
—¿Qué más hice? —pregunto Ric un poco asustado.
—Yo tengo que disculparme contigo —Alaric me observo atento—. Te di una cachetada cuando eras Klaus.
—Supongo que lo tenía bien merecido —tome una taza de té.
—Técnicamente si —asentí y miré al original ahí presente.
—Iré a ver a Elena —mencionó Stefan.
—Elijah ¿Puedo hablar contigo? —el original asintió y nos alejamos de ahí—. Entonces ya está en su cuerpo —asintió suspirando.
—Si.
—¿Ahora es más fuerte? —mi afirmación sonó más como a pregunta.
—Me temo que si —lleve mi mano a mi frente irritada. Ruidos en la parte de arriba se hicieron presentes, no era necesario tener un oído desarrollado para saber que pasaba—. No —a velocidad vampírica llegue a la habitación de Damon. Stefan se encontraba en el piso mientras Damon sostenía entre sus manos un perchero quebrado e incrustado en el cuerpo de mi hermano menor—. ¡Damon! —empuje a Damon lo suficientemente fuerte, haciéndolo volar y golpear contra la pared, él se levantó y corrió hacia a mí—. Ni se te ocurra —me levante del suelo y mis venas aparecieron junto con mis colmillos, Damon se detuvo y se quedó viendo la escena—. Stefan —Alaric y Jenna llegaron. Tome el perchero y lo saque provocando un gemido de dolor de mi hermano—. Lo siento —Stefan se acostó en el regazo de Elena—. Lárgate —le sentencié a mi hermano.
Me levante hecha una furia, deje a mi hermano con Elena sabía que iba a estar bien, así que no me importo dejarlo solo. Baje las escaleras y al llegar a la puerta Elijah me dedico una mirada de disculpas, seguí mi camino y llegue a el lugar indicado. Corrí y tomé a Damon del cuello, estaba tan enojada, mis venias estaban ahí constatando los hechos.
—Tu —mi voz sonó rasposa—. Tú no puedes controlarte. Tú no puedes ser Dios —lo sujete aún más fuerte.
—Ella no debe morir —sujeto mis manos, pero no se pudo soltar.
—Tu no decides eso Damon —lo apreté más—. Entiende si ella quiere hacerlo lo hará. Y si me pide hacerlo a sus espaldas gustosa la voy a ayudar. ¿Entendiste?
^^^
Me encontraba sentada en la plaza fuera del grill, mi mente aun procesaba lo que pasaba, más bien mi cuerpo sacaba toda la rabia que lo consumía, y es que no se lo que hizo cambiar a Damon así, él antes no era así, antes era una persona amable, respetuosa y amorosa y ahora es todo lo contrario, es impulsivo, arrogante, es, en lo que pensé que jamás se convertiría. Lleva mis manos a mi rostro por no se que vez en el día y saque un suspiro de fastidio. Mi celular vibro indicando que tenía un mensaje
Luces fatigada
Levante mi vista a mirar a mi alrededor, pero no había nadie a quien conociera, me levante de la banca dispuesta a buscar al dueño del número, con celular en mi bolsillo, puse marcha mi búsqueda y camine primero al Grill, ahí solo se encontraba mi hermano y Ric, Damon se veía molesto, pero bueno él siempre está molesto. Salí del Grill y seguí caminando, mi búsqueda se vio interrumpida cuando mi cuerpo fue arrastrado a un callejón.
—Tú y tus maneras de saludar —molesta quite sus manos de mis brazos.
—Pensé que te alegraría verme —sonrió.
—Pues no —lo mire enojada.
—Amor
—No me llames así —mencione irritada—. ¿Qué es lo que quieres? —me cruce de brazos.
—Alguien amaneció de malas —se burlo.
—No lo preguntare de nuevo —mencione entre dientes—. ¿Qué es lo que quieres?
—Solo quería verte —sonrió—. Y saber ¿cómo estabas?
—Estoy bien. Ya me voy —camine, pero me sujeto.
—Aún no.
—Déjame en paz.
—Estas irritante el día de hoy.
—Si —acepte—.Y es por tu culpa que estoy así. Así que deja de seguirme porque seré yo quien te arranque el corazón antes que hagas el dichoso ritual —molesta lo empuje y salí del callejón.