Capítulo 13
“Por las malas"
*
Últimamente me estaba sintiendo mejor, ya no lloraba cada noche y aunque obviamente el dolor seguía, estaba intentando ser fuerte.
—¿Volverás a D & C?— Me pregunta James caminando junto a mí.
—Tengo qué hacerlo, no puedo librarme de aquella clase. Si no asisto me dijeron que no me aprobarán gimnasia ya que no me uno a ningún equipo— respondo
—Sólo debes confiar en ti, y tratar de coordinar tus golpes— Me aconseja Will llegando.
Ambos iban con sus ropas de gimnasia, lo que los hacía ver aún más sexi que de costumbre.
James tenía brazos grandes, y aunque era el más chico de edad lucía como alguien mayor.
William era más bien de contextura delgada y pequeña, pero creo que podría acabar con cualquiera de este lugar sin el más mínimo esfuerzo.
—Sí, devuelve cada golpe que puedas— James agrega.
— Por favor muchachos, Ella es una pequeña inútil y no puede hacer nada bien, acéptalo siempre serás una perdedora— Comenta Jacob mientras pasa junto a nosotros.
Me mira con desprecio, intentando hacerme sentir mal.
—¡Patearé tu huesudo y patético trasero!— Le reto, Jacob vuelve y me mira fijo.
—¿Me estás retando?— Me pregunta.
—Asi es horrible dementor, sin piedad tú y yo peleando, podrás desquitarte el odio que sientes por mi— Digo
—Elena, creo que no deberías— James intenta.
—Si, no creo que sea buena idea —interrumpe Will mirándome preocupado.
—Esto será interesante— Jacob me mira burlonamente —Tu y yo luchando cuerpo a cuerpo. —Me guiña.
—Claro que sí. Te romperé esa bonita cara que tienes Jacob Wood. -- Digo sonriendo.
Su sonrisa aumenta maliciosamente.
Me acerca peligrosamente.
—No puedo esperar para verte transpirada bajo de mí mientras te doy una lección— Susurra en mí oído, causando que mí vello se erice por la proximidad de su cuerpo.
Se separa y me mira a los ojos, esos oscuros y penetrantes ojos que tiene, me sonríe con malicia luego se marcha.
—Ese idiota te va a romper los huesos. — Me dice William mirándome con pena.
Caminamos en silencio hasta el gimnasio donde me uno al grupo que están haciendo calentamiento.
William se dirige con una chica con quién se queda hablando mientras que James comienza a calentar para escalar una pared que está junto dónde yo estoy.
Siempre tenía uno de ellos cerca, cómo esperando que me meta en problemas y deban salvarme el trasero pero yo estaba bien, me comportaba y no arriesgaría su vida académica por una idiotez.
No me parecía justo que la directora los obligará a cuidarme porque ellos no tenían la culpa de que yo terminará anclada en sus vidas, pero no podía hacer más que intentar ser invisible y no meterme en líos.
—¡Hey sudorosa y sexy Elena!— Dice William cuando llegó junto a él.
Después de haber dado más de 10 vueltas al gimnasio, y había practicado con el saco de box; Estaba liquidada.
Até mi pelo en una coleta alta.
—Sé que estoy hecha un asco— Me quejo secando mi transpiración. Apestaba y ni siquiera hacía ni la mitad que los demás.
—Sabes que Jacob te romperá el alma ¿verdad?— Pregunta tomando agua agitado.
Muerdo mi labio intentando no pensar en lo sexy que se ve mi amigo en estás fachas.
Está sudoroso y sus cabellos se pegan en su frente, tiene brazos fuertes y lucen increíblemente bien.
—Lo sé, creo que debí cerrar mi bocota— Susurro mirando hacia cualquier otro lado.
—Aún puedes dar marcha atrás— Me aconseja.
—No quiero hacerlo, quiero que sepa que no soy una inútil— digo buscando a Jacob con la mirada.
—Pero si lo eres Elena— Dice riendo ganándose un golpe en su estómago. Este me lo devolvió y comenzó una pelea.
Golpee su estómago, y este me tiró al suelo con una llave, de la cual me zafé. Me tiré sobre él golpeándolo en modo de juego.
Juro que iba ganando hasta que sostuvo mis muñecas fuertemente con sus manos.
—Si no sales de encima ahora mismo, tendré un accidente. — Me dice mirándome fijo.
Mis ojos se abrieron sorprendidos.
—¡Oh cielos no! — Dije saliendo rápidamente. Me deje caer a su lado, agitada por intentar ganarle en una estúpida lucha.
Él se burla de aquella escena vergonzosa.
—Lo siento mucho Elena, no es como si lo pudiera controlar. No quise incomodarte, lo lamento. — Se disculpa.
Miro a mi alrededor pero por suerte no hay nadie prestandonos atención.
—No le digas a los demás o jamás dejarán que lo olvide. — Pide.
Asiento rápidamente.
—Okay. No te preocupes— Susurro.
—No lo hice a propósito. No te asustes y perdoname— Intenta.
Me paro rápidamente, sintiéndome una idiota, estiró mí mano ayudándolo a levantarse.
—Tranquilo Will, no te preocupes — digo fingiendo que nada ha pasado.
Él sonríe satisfecho.
—¡Talbot a pelear con Elis!— Gritó el entrenador señalando a un chico, delgado bastante guapo pero a quien no le caía muy bien porque siempre me miraba feo.
Salvada por la campana, huí de William rápidamente.
—Entrenador, quería pedirle disculpas por ser tan grosera en la clase pasada — Me excuso con miedo.
Él era un muchacho joven pero muy grande, como súper soldado de alguna película.
Tenía la cara rígida y no se veía amigable.
—Está bien, te disculpo porque era tu primera vez en esta clase pero me vuelves a hablar de esa forma otra vez y te pondré a luchar con cada uno de los mejores para que no puedas salir de la enfermería por un mes. — Me amenaza.
Asiento con miedo.
— Sé que creés que soy cruel pero los entrenamos para la vida real. Las princesas de estos tiempos se salvan solas Elena. Así que seca tus lágrimas y ponte a luchar. —Me aconseja.
—Sí señor. — Me estaba por marchar pero volví. —¿Usted cree que podría luchar con Jacob?— Preguntó, él levanta una ceja.
—¿Con Wood? No sabes dar un golpe, ¿Y te quieres poner a pelear con el mejor de la clase?— pregunta mirando al moreno levantar enormes pesas. — Primero camina, luego hablamos de correr. Jacob es muy rudo y tosco, te va a romper algún hueso. — No puedo dejar de mirar al idiota mientras se ejercita.
¡Cielos santos! Si no fuera tan pendejo podría decir que es apuesto.
—Si lo sé, pero quiero demostrarle que no soy tan débil e inútil como él piensa— Argumento.
—Está bien. ¿Te sientes suicida? Pues es un gran día para morir —Dice riendo, palmeó mi hombro.
¿Se supone que eso me daría ánimos?
—Wood a pelear— Le ordena, Jacob me mira sonriendo maliciosamente. Deja las pesas y seca su transpiración. —No hay reglas, solo... Traten de no matarse. — Dice el entrenador.
—No hay reglas Elena, eres toda mía— Susurra Jacob llegando a mí. —Te irás en la camilla pequeña bolsa de sangre. —Algunos ríen y veo como dejan de entrenar para acercarme a mirar.
—¿Asustado Wood? Te romperé esa boca tan grande que tienes. — Amenazo intentado sonar tranquila, pero a quien engaño este idiota me haría mierda.
—Mira de lo que eres capaz, arriesgas tu vida solo para poder poner tus manos sobre mí.— Comenta con una sonrisa de lado. —No intentes nada sucio Elena.
—Ya quisieras tú que mis manos te toquen con algo más que asco, pero goza la desilusión... Para mí solo eres el imbécil boca floja de la escuela.— Respondo. Oigo un "Uhhhh" de los demás,
Él quiere decir algo más pero William lo interrumpe.
—Elena por favor romperle algún hueso— grita cerca mío. — ¡Enséñale quien manda!— Agrega.
—¿Listos? Es solo una clase, no quiero ingresar a nadie está guardia Wood. ¡A PELEAR!— gritó el entrenador.
Jacob salta sobre mí sin darme tiempo a nada, cayendo de lleno sobre mi cuerpo.
Caigo con fuerza sobre el suelo acolchonado pero aun así dolió bastante. Con su mano derecha sostiene las mías y las detiene con fuerza sobre mi cabeza.
Estaba inmóvil y no llevábamos ni 1 minuto de pelea.
—Ríndete. — Amenaza. Aunque es delgado su cuerpo se siente muy pesado sobre mí, tanto que me están doliendo las costillas por la presión que hace. — No quiero lastimarte. — parece genuino.
—Muérdeme el culo — Digo y golpeó su cara con mi cabeza, logrando que me suelte.
Su nariz sangra, él se limpia y me mira enojado.
¡Esto se iba a poner feo!
Una vez más se abalanza sobre mí y me tira al piso esta vez boca abajo, agarra mi brazo y mi pierna derecha tirándola con fuerza parece que los músculos se están desprendiendo, doy un grito de dolor y veo a lo lejos la cara de preocupación de Liam.
Siento su rodilla apretando mi espalda, estoy inmóvil una vez más.
—¿TE RINDES?— Grita. William está a unos pasos de mi. Parece asustado, creo que sabe que esto va a terminar muy mal.
Me duele demasiado, pero no me rendiría frente a esta bestia.
Tomo impulso y con mi brazo libre le doy un par de golpes, mi codo en su cara, haciendo que aflojó su agarre. Aprovechó la ventaja y me libró, golpeándole el costado con una patada que lo tumba en el suelo, él gime de dolor y vuelvo a pegarle.
Me cierno sobre él y comienzo a golpear el estómago, tan fuerte como puedo con mis puños cerrados.
Me dio una bofetada que me tiró hacia el otro lado. Me golpea una vez más la cara pero con más fuerza, me deja aturdida por un momento, cuando intenta golpearme otra vez, lo esquivó y le doy un puñetazo en la nariz, este cae de rodillas y con una patada lo derribó, está sangrando y creo que yo también porque mí cara está empapada y caliente.
Desde el piso golpea con su pie de costado mí trasero haciendo que caiga pero antes que pueda hacer algo ambos nos paramos, rápidamente me tomó de un brazo y tiró de mí con fuerza, mi espalda pegada a su pecho él apretaba mi cuello con su antebrazo, estaba desesperada, necesitaba aire, mis pulmones quemaban y podían sentir como me iba apagando lentamente.
Después de segundos eternos, me solté y caí al suelo tosiendo con fuerza desesperada por el aire.
—¿Es suficiente?— me preguntó agitado. Me arrastre lejos de él—Podría romperte cada hueso de tu sexy cuerpo Elena— Dijo mirándome, yo aun estaba en el suelo tomándome el cuello que me dolía. Recuperando el aliento.
—¡Elena, ya basta, saldrás lastimada!— dice William enojado.
—¡No! Seguiré, hasta que lo venza— dije levantándome, yo podía ser débil y sin experiencia pero era testaruda, tanto lo era que nadie me haría cambiar de opinión y hoy quería pelear y ganar sin importar si terminaba internada con cada hueso de mi cuerpo roto.
Intento darle una patada pero me sostiene de la pierna y me tira con fuerza contra el piso.
Todo mi cuerpo me duele, me levanto con dificultad, jadeando por el aire. Él sonríe al saber que está haciendo conmigo lo que quería.
Me voy contra él con las pocas fuerzas que me quedaban. Cuando logró derribarlo, apretó mis piernas en su estómago logrando inmovilizarlo por un segundo, aprovecho para darle un puñetazo en la cara cuando quiero darle el segundo, detiene mí mano fuertemente.
—Teniéndote de esta forma, sobre mí regazo. Se me vienen muchas ideas sucias a la mente. —Me sonríe con sangre en su boca. Se voltea rápidamente, quedando encima de mí. — Pero me gusta más arriba. — Agrega. Estoy inmóvil, sostiene mis muñecas con fuerza.
Le doy una patada en su entrepierna logrando que me suelte.
—Sigue soñando culo caliente. — Le digo y le doy una patada en la cara. Este cae pero al levantarse me golpea en la cara fuertemente dejándome aturdida.
Este ha sido el peor golpe de todos.
Estoy en el piso, y los sonidos se vuelven confusos.
Hay muchas voces pero puedo oír con claridad a William
—¡¿QUÉ MIERDA CREES QUE HACES GRANDÍSIMO IMBÉCIL ?!— Se oye enojado.
—¡Elena maldita loca ya para!— Me grita. Me paro una vez más con dificultad, el último golpe me ha dejado mareada.
Limpio mí rostro, y voy por él nuevamente, ambos caímos al suelo apreté su cuello con mi antebrazo, él gimió por un poco de aire y yo apreté un poco más, con sus piernas golpeó mi espalda haciendo que caiga fuera, golpeó mi cabeza con la suya dejándome más mareada que antes.
Tomo mí cabeza con su mano y con un solo golpe me derribó.
Escuché el sonido de mí alma dejando mí cuerpo.
—¡ELENA!— La voz de William golpea mis oídos.
—¡Dejaremos la pelea para la clase que viene! Es un empate— Dijo el entrenador.
Escucho gritos y aplausos, todos festejan pero estoy demasiado mal como para entender con claridad qué pasa.
Siento que alguien me sostiene, acomodándose con firmeza en sus brazos.
—Lleven a la niña nueva a la enfermería, parece que hemos subestimado su fuerza — dice él entrenador. Abrí mis ojos aún mareada y me encuentro con William mirándome asustado, creo que está revisando que siga con vida. — Buen trabajó Talbot. — Me dice.
—Estas demente — Me dice William preocupado
—Elena vamos te llevaremos a qué te revisen. -- Liam toma mí mano. Estaba muy adolorida.
—Creo que me morí y estoy en el cielo. Con los ángeles más sexis que jamás he visto. — Susurro adolorida. No sé por qué había dicho semejante estupidez. acaricio la cara de William mientras esté me mira muy preocupado.
—Eres muy sexi Will— Le confieso.
—Creo que tienes una contusión, quizás te ha golpeado tan fuerte la cabeza que estas diciendo incoherencias — Me dice este.
—Probablemente así sea, pero eres sexi— Agrego riendo.
—Ven, tienes que pararte.— Me aconseja cuando Liam intenta levantarme pero me niego.
— No, tu solo quítate la camisa y llévame en tus brazos fuertes— Creo que no lo pensé y en realidad lo dije. Liam ríe.
—Elena, estás muy golpeada debemos llevarte a la enfermería. — Me dice William. Estoy casi en su regazo, apoyada en su pecho. Olía a un hombre sudado y fuerte.
Tomo un poco de aire.
—Descuida, estoy bien. — Me siento mejor sobre la colchoneta. Sostengo mí cabeza adolorida. William frota mí espalda dándome ánimos. Busco a Jacob pero ya no está cerca —Lo hice sangrar — Susurro feliz.
—Maldita demente— Susurra William ayudándome a parar.
—Elena esto fue innecesario, te pudo haber hecho mucho daño — Liam luce molesto.
—Creo que me rompió algo igual— Susurro.
—Ven te llevaremos por un analgésico. — Quiero oponerme pero ya estoy en los brazos de Liam.
Me habían jodido y me aprovecharía del momento.
Enganché mis brazos en el cuello de Liam y me acurruque en él.
—¿Qué demonios crees que haces Liam?— Pregunta una voz femenina.
—Llevó a mí amiga a qué la vea un médico. — Responde sin dejar de caminar conmigo en brazos.
Pude sentirlo como una batalla ganada frente a la Barbie diabólica.