—Qué haces acá.
—Pues... es que Patrick solo se fue, no me contesta los mensajes ni las llamadas ni el inbox hace tres días.
—Oh, vaya... ¿por qué será? —dijo con sarcasmo.
—Puta, si lo supiera lo arreglaría. ¿Donde está?
—Arriba, durmiendo.
—Son las tres de la tarde.
—Pues no te contesta porque desde hace tres días que solo duerme y no hace nada. Ah, y llora y come... y va al baño. Es como si se hubiera convertido en un bebé.
—Pero... ¿puedo verlo?
Brendon se encogió de hombros.
—Si quieres...
Brendon le abrió paso. Estaba con Dallon en el sofá, pero Pete no lo miró y subió al cuarto de Patrick. Estaba durmiendo profundamente.
Él se sentó a su lado y le puso una mano en la cabeza. Patrick abrió los ojos y miró a Pete.
—¿Por qué estás aquí?
—No me contestas... me preocupé.
—¿Eso no te dice nada? —Patrick se dio media vuelta.
—¿Qué hice ahora?
—En gran parte es culpa mía. Solo no quiero hablar.
—¿Es por lo de la fiesta?
—Me drogaron, pero en parte fue mi culpa... yo solo debo aprender a decir que no, pero tú me manipulaste. Y yo dejé que lo hicieras.
—¿Qué? Eso no es cierto.
—Ay, Pete... soy experto en esas cosas. El "yo haría cualquier cosa por ti" es para que yo me sintiera mal... yo sé lo que haces... y sé que está mal dejarte... yo no quería... me siento mal, ni siquiera me acuerdo de nada... y conociéndote, ahora vas a pedir perdón, pero cuando veas que eso no te va a funcionar, te vas a ir ofendido. Y eso va a ser un drama, porque uno se va a tener que disculpar, y a ninguno le gusta eso... aunque a ti te cueste menos... en algún minuto vas a decirme que yo jamás me disculpo y vas a creer que no te importo... pero sabes que no es así... y ahora siento que... tal vez te importo, pero no te importa lo que yo piense... o como me sienta. O que ayer solo estabas pensando en lo que tú querías... y no lo que a mí me acomodaba... porque te creo que haya digo algo diferente... pero esto... es un tema delicado...
—Eh... sí, pero Patrick... eso fue hace tres días.
—¿Y eso qué significa?
—Que no fue ayer.
—¡Qué importa! ¡En serio que puedes ser un verdadero imbécil cuando quieres! ¿Acaso te quedó algo de lo que dije?
—Sí... y lo siento, pero jamás me dijiste que no querías...
—¡Te lo dije textual! Prácticamente... no tuve opción... con tu "haría lo que fuera por ti, Patrick. Piénsalo", con que llegó Alex y me dijo "toma, cocaína, bebé rápido"... y de repente... ya no me acuerdo de nada... y seguro que el resto sí... y no quiero recordar... no quiero saber por qué estoy lleno de moretones, no quiero saber...
Pete suspiró e hizo que Patrick se incorporara.
—Sé que soy un idiota... pero... yo tampoco recuerdo qué pasó...
—¿Esperas que te crea eso?
—En serio... lo último que recuerdo fue que... estábamos caminando en la calle y tomamos... un té que sabía extraño.
—Eso explicaría por qué Jack se puso a bailar Lady Gaga con Andy y Josh. Y por qué Alex se subió a la espalda de Josh y comenzó a roer su hombro... pero tú te veías... no... olvídalo, es cierto... supongo que... está bien.
—Sí... ninguno recuerda nada, así que debes estar tranquilo...
—Okay...
—Relájate, bebé. —Pete lo abrazó y le dio un beso. Patrick sabía que mentía.
—Seguiré durmiendo.
—¿No quieres salir...? Podemos tomar helado y ver una película.
—No tengo ganas, Pete...
—¿Y qué quieres?
—Quiero dormir.
—Bueno... ¿seguro? ¿No quieres... ver una película? —Pete comenzó a subir su mano por la pierna de Patrick.
—No, no quiero. Quiero dormir...
—Brendon dijo que estabas durmiendo mucho.
—Pues sí, estoy de vacaciones.
—Veo que... no tienes muchas ganas de hablar.
—Quiero dormir. Ven acá. —Patrick se dio vuelta y extendió los brazos nada abrazar a Pete.
—Bueno, vamos a dormir.
—Te amo...
—Yo también.
Después de un rato, Patrick despertó solo en la cama. Al parecer había comenzado una lluvia de verano.
Patrick se levantó y bajó escuchando unas risas en el camino. Pete estaba en el sofá riéndose junto a Dallon. Una vez más, creía que estaba soñando, así que se quedó mirando con cara de confusión y se pellizcó un brazo.
—¡Patito, despertaste! Ven aquí. —Pete extendió los brazos y Patrick se sentó en sus piernas.
—¿Qué pasa aquí?
—Nada. Conversamos un rato.
Patrick temió preguntar que si se habían arreglado.
—Ah...
—Oh, Patrick, despertaste. —Brendon dejó unas papas y bebida en la mesa.
—Eh... sí... creo.
—¿Quieres helado?
—Sí... gracias.
Brendon le llevó helado, pero Pete se lo quito de las manos y le comenzó a dar a Patrick en la boca.
—Te amo.
Patrick le dio una leve sonrisa.
—Eh... ¿y qué hacen?
—No mucho... hablar.
—Ah... ¿de qué?
—Cosas.
—Ah. Bueno...
—Patrick... recuerda que debes... poner tus cosas en cajas.
—Ah... sí... yo... sí.
—¿Te ayudo, bebé?
—Eh... okay. Gracias. Ahora, eso sí...
—Oh, claro... sí...
Los dos subieron y entraron a la habitación de Patrick. Él sacó unas cajas que estaban en su closet y suspiró.
—Podrías ayudarme con los libros... —dijo sacando cosas de sus estantes.
—Está bien...
—No me quiero ir de aquí. Hay muchos recuerdos en esta casa. Fue cuando al fin nos estabilizamos.
—Al menos dejaras de ser vecino de Frank.
Patrick miró a Pete y no le dijo nada al respecto.
—Tengo muchos recuerdos. Conozco cada rincón de esta casa. Dejaré una muñeca de porcelana antigua colgada en el ático para los nuevos inquilinos.
—Aw, qué lindo.
—Mh...
—Bebé.
—Ah.
—Mira.
Patrick se volteó y vio a Pete sujetando la foto de pequeño que le había robado.
—Déjame. Es que eras tan cachetón, muy adorable. Eras como el emoji del hámster, tienes los mismos cachetes. Y eras muy negro, qué impresionante, ¿te bañabas? Es que no sabía que se podía ser tan negro...
—De seguro que tú eras un papel.
—Seh. Pero jamás verás fotos mías de bebé.
—Ya he visto. Tu mamá me ha mostrado varias.
—Puta la wea.
—Te vuelves cada día más adorable, ¿eh?
—Te vuelves cada día más negro.
—Y te encanta.
—Te voy a dar una ensandwichada.
—¿Una qué?
—Pan —Patrick le mostró un mano—, pan —la otra—, ¡Sandwich! —le pegó a Pete haciendo un sándwich con su cara.
—¡Hey! —Pete lo agarró de las muñecas y lo puso contra el armario.
—¿Qué haces?
—Un hot dog.
—¿Como?
—Mi salchicha entre tus panes.
—¡Pete! —Patrick se puso rojo.
—Dame un beso.
—Nah...
—¿No?
—Nones.
Pete puso una pierna entre las de Patrick haciendo presión.
—¿Y ahora?
—No te entusiasmes mucho, tenemos que empacar. Además, deberás entender de que en realidad no quiero tener sexo un... tiempo.
Pete suspiró y se apartó.
—¿Y qué hago con esto? —Dijo apuntando al bulto en su pantalón.
—Ay, vamos. ¿Es todo? Puedes hacerlo mejor.
Patrick siguió empacando sus cosas.
OOOOOO
holaaa
Estoy muy entusiasmada con las nuevas historias vfndmdls
Weno po bai
Besos con sida<3