La pelirroja se despertó muy temprano en la mañana del tercer día. Su novio dormía como un bebé a su lado, ella lo observó con los ojos aún algo dormidos.
-Despierta.
El chico abrió lentamente los ojos, esbozó una sonrisa y le dio un beso corto en los labios a la chica. El desayuno fue simple, Harry sentía en su pecho que esas pequeñas vacaciones estaban llegando a su fin. Ginny no quería saber la fecha en la que su novio se marcharía en busca de Voldemort, Harry respetaba esto, pero él sabia muy bien que en cuanto regresaran al colegio, se iría.
Miró a Ginny mientras ella se comía una tostada, se preguntaba si la chica realmente lo esperaría, en ese momento ella le sonrió y le guiñó un ojo, él comprendió que estaría esperándolo a su regreso, si es que regresaba.
-¿Qué te gustaría hacer hoy?-Preguntó Harry.
-No lo sé, ¿qué te gustaría a ti?
-Me gustaría salir de nuevo contigo.
La chica lo miró y negó con la cabeza.
-Harry, ya hemos salido, no creo que sea buena idea.-Le confesó la pelirroja.
-Vamos, solo a caminar un poco.
-¿No te gusta estar aquí conmigo?.-Le preguntó después un tanto molesta.
El aprendiz de mago abrió los ojos y rió, se puso de pie y caminó hasta la chica.
-¿Cómo puedes decir eso? Me encanta estar aquí contigo, pero debes salir un poco y dejar que el sol te ilumine, estas muy pálida, a demás... No quiero que te aburras de estar aquí encerrada.
-Harry, no me importaría estar 10 años encerrada, si estoy contigo.
El chico besó a la pelirroja en la boca, se sentía agradecido de que su novia fuera tan comprensiva con él.
-Sé que no es fácil para ti, quisiera ser una persona normal y no hacerte pasar por esto.-Le dijo después, mientras el muchacho bajaba la vista, en el fondo de su corazón deseaba ser un chico como cualquier otro, salir a fiestas, visitar amigos y por sobre todas las cosas, poder ser libre de salir con su novia sin temer a que alguien lo viera.
La muchacha le alzó el rostro tomándolo del mentón.
-Sé lo que estás pensando, Harry, no hagas eso, no te culpes ni te lamentes, haremos esto, ¿que tal si salimos con la capa de tu padre?
Al chico le brillaron los ojos, la idea le pareció deliciosa y tierna.
-¿Has ido alguna vez al cine?
-¿Qué es eso?-Le preguntó la chica sin entender.
-Bueno, yo nunca he ido, los muggles no me llevaban, pero es un lugar donde puedes ver películas, te gustará.
Ginny lo miró algo asombrada, no tenia idea de lo que hablaba su novio, pero aceptó. Se cambiaron de ropa y salieron cubiertos con la capa. Las calles se veían algo desiertas, aprovecharon esto y se metieron en el subterráneo, pasaron sin ser vistos y subieron en el ultimo vagón, después de varias estaciones Harry le dio un suave codazo a su novia para que se pusiera de pie con él, bajaron del vagón y subieron por una escalera manual.
Al salir a la calle Ginny se encontró con el centro de la ciudad, caminaron dos cuadras y encontraron un cine, daban tres películas en el lugar, una de terror, una de acción y una de comedia.
-¿Qué te gustaría ver, cariño?
Ella, que no tenía ni idea de cómo era un cine, se encogió de hombros.
-Bueno, lo que tu quieras...
El chico miró el cartel y pensó.
-Para cosas de terror ya tengo mi propia vida, para dramas...No, algo triste no, mejor la comedia.-Le dijo después haciendo reír a la chica.-Dame la mano.
La chica caminó con su novio, esperaron unos largos minutos hasta que la gente entró en el cine, el señor que cortaba las entradas también ingresó en la sala, Harry aprovechó esto y arrastró a su novia llevándola de la mano, el lugar solo contaba con unas luces bajas, se sentaron en la última fila que estaba vacía, siguieron con la capa puesta hasta que las luces se bajaron del todo, a la pelirroja se le escapó un grito ahogado cuando la sala quedó a oscuras. Harry estaba tan emocionado como un niño pequeño, era la primera vez que iba al cine y estaba feliz de compartir eso con su chica.
La película comenzó y Harry se quitó la capa, le tomó la mano a la chica y disfrutó con ella de la película, el muchacho se reía a carcajada limpia con las escenas de la película, Ginny no la entendía del todo, estaba muy asombrada viendo como la gente se movía en la pantalla, le recordaba a las fotos de su mundo.
El chico no pudo evitarlo y la miró, ella se veía bellísima en esa bruma oscura, sus ojos destellaban y él no evitó decir lo que sentía.
-Eres tan bella, Ginny.
La chica le respondió con una sonrisa, Harry llevó su mano al mentón de la chica y la besó, la besó con todo el amor y la alegría que sentía en ese momento, por una vez se sintió solo un chico, un chico normal compartiendo con su amada Ginny una tarde normal, como lo haría cualquier enamorado.
La película dejó de interesarle a ella, sin importar que no estuvieran solos en el lugar, rodeó al moreno del cuello, le hundió su lengua en la boca haciendo que el chico suspirara entrecortadamente, luego besó su cuello, Harry cerró los ojos unos segundos y luego los abrió con horror.
-Detente, Ginny, no estamos solos y esto me gusta, sabes que me enloqueces...-Le dijo mientras miraba aterrado si los demás en el cine podían verlos.
La chica hizo de cuenta que no había escuchado nada y siguió besando su cuello, subió por su mentón y besó su rostro, luego sus mejillas y finalmente el lóbulo de su oreja, para el chico era más que una provocación, tomó la capa de invisibilidad que estaba en la butaca continua y se ocultaron con ella, a lo lejos la última fila se veía vacía, pero no lo estaba, bajo la capa las manos de Harry estrujaban con pasión los pechos dulces de la muchacha, el chico quería arrancarle la camisa y besárselos.
-Te deseo.-Le murmuró a su novia en el oído, Ginny echó la cabeza hacia atrás y el moreno aprovecho la postura adoptada por su novia para besarle el cuello.
-Regresemos a la casa, mi amor.-Le dijo ella.
El muchacho se acomodó los anteojos algo aturdido, se sentía incapaz de ponerse de pie. Volvió a acariciar los pechos de Ginny sabiendo que no podía detenerse, no quería, necesitaba hacerle el amor en ese preciso instante.
-Regresemos, Harry, llévame a casa.
Como si le hubieran puesto una pila nueva en la espalda el chico, se puso de pie, sacó a su novia casi corriendo del cine, y a la salida del lugar vieron que el cielo se había puesto gris y oscuro, cosa común en Londres, la capa se les resbaló y quedaron a la vista.
-No importa.-Dijo él.
Corrió con Ginny por la calle hasta llegar al subterráneo, se pusieron la capa antes de pasar por el molinete y esperaron en el anden, debajo de la capa eran invisibles por lo tanto los demás no podían ver su lujuria y deseo.
Harry había arrinconado a Ginny contra una pared, la besaba con desesperación mientras ella se aferraba a él tomándolo de la espalda, el muchacho sentía que su virilidad estaba a punto de explotar, las manos de Harry regresaban una vez más a los pechos de Ginny, sin importarle estar en el anden de un subterráneo, desabotonó los primeros botones de la camisa, bajó con su lengua buscando los pezones de la chica, Ginny se mordía los labios para no gritar, de reojo la pelirrojo vio que unas personas ingresaban en el anden, tenía la sensación de que podían verla, pero no era así, los extraños no tenían idea de que la parejita se estaba besando tan apasionadamente.
El moreno jadeaba suavemente, el vagón llegó al anden haciendo mucho ruido, con la camisa aún medio desabrochada, Ginny entró en el vagón, solo había unas pocas personas adentro, Harry siguió besando a la chica que a estas alturas poco le importaban los muggles del vagón.
Las manos de Harry recorrían el cuerpo de la pelirroja bajo la capa, Ginny le apretaba las nalgas al chico haciendo que éste se enloqueciera aún más, la lengua de Ginny se metía en su boca con lujuria, sentía que no podía soportarlo más, quería sentirlo, quería tenerlo nuevamente como lo había hecho los últimos tres días.
El chico se separó ligeramente de ella y la miró a los ojos, los labios de la chica estaban hinchados y rojos a causa de los suaves mordiscos que el mago le había propinado.
-Te amo, Ginny, me esperarás ¿verdad?
La chica lo abrazó y le habló al oído casi en un gemido.
-Siempre te esperaré, esperaría toda la vida para tener un segundo contigo.
Él no podía sentirse más feliz, la amaba, Ginny dejó de ser solo su novia ese día, se transformó en una compañera fundamental para su existencia, su amante, su amiga, Ginny le daba todo y lo complacía en todos los sentidos, Ginny sabía exactamente como tratarlo, como amarlo, Harry volvió a besarla mientras llegaban a su estación.
Al salir del subterráneo, los chicos corrieron por la calle, llegaron jadeantes a la casa, en cuanto pusieron un pie adentro, la capa de invisibilidad cayó al suelo, en el mismo pasillo de entrada Harry arrinconó a la chica contra la pared, le abrió la camisa de un tirón y se quitó su sudadera, le desprendió en broche del sostén a la chica y besó sus senos en libertad y como deseaba hacerlo, su boca succionaban los pezones de la pelirroja mientras ella le desabrochaba el botón del pantalón, cuando logró quitárselos, lo despojó también de su ropa interior dejándolo desnudo, el mago no perdió un segundo, la desnudó mientras la besaba y fueron bajando por la pared hasta llegar al suelo, el chico quedó con la espalda pegada al piso de madera, la chica le besó el pecho dibujando formas con su lengua, llegó con besos lujuriosos a su sexo inflamado y lo metió en su boca saboreándolo como si fuera un delicioso helado.
Harry levantó levemente la cabeza y vio como la chica lo devoraba con pasión, la imagen lo perturbó, lo excitó al máximo de sus limites, la chica seguía besándolo, haciendo que el mago se descontrolara de deseo, Harry gemía mientras sentía que le cabeza le daba vueltas al punto de sentir un pequeño mareo, la pelirroja se detuvo y subió con besos por su ingle, su estomago, su pecho... hasta llegar finalmente a su boca, la lengua del chico se estiró en el aire para alcanzar la de su compañera, la tomó con firmeza de la nuca mientras Ginny se montaba sobre él como un animal deseoso.
Antes de que pudieran reaccionar, Ginny estaba sobre el cabalgándolo salvajemente, Harry arqueaba la espalda y se mordía el labio inferior, sus manos masajeaban los pechos desnudos de Ginny que estaba mas agitada que nunca, él la tomó de las caderas y la ayudó en el rítmico movimiento, Ginny comenzó a gritar abiertamente sin escatimar un solo gemido, Harry se retorció y abrió los labios para dejar salir un gemido profundo, Ginny en el medio del inmenso placer... Sentía como su novio le regalaba una vez mas su esencia.
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Mientras editaba el capítulo, me pregunté: ¿qué pasaría si Ron se enterara de lo que hacen su hermanita y su mejor amigo? Pues... no sería muy bonito, pero no se puede quejar, hace lo mismo con Hermione, ¡Por Merlín!
Espero que les haya gustado y les quiero dar las gracias porque llegamos a las 9k visitas. Cuando termine esta historia empezaré con la otra Romione que está en mi perfil. (Por cierto, si no has leído los dos primeros caps, te invito, sé que te va a encantar.)
Un beso, y hasta la próxima.
Pd: Espero que sea muy pronto.
Pd2: Broadripple me llega a lo más profundo del corazón.
Att: LauraHillón.