capítulo 14: Esclavo de tu amor.

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A la seis de la mañana el pelirrojo abrió los ojos, con alegría comprobó que la castaña seguía a su lado, le acarició el cabello y se dedicó a mirarla por un largo rato. Luego le dio unos cortos besos en la frente, ella se movió entre las mantas y abrió lentamente sus ojos.

—¡Buenos días!-Dijo el pelirrojo con dulce voz.

—¡Hola!

—¿Estás bien? ¿Dormiste bien?-Preguntó de inmediato el chico.

—Muy bien y ¿tú?

El chico le sonrió con alegría, nunca había dormido mejor en toda su vida, estaban felices, se miraron un largo rato mientras Ron le acariciaba el rostro, luego la tomó de la cintura y la giró, ella quedó sobre él y lo rodeó del cuello.

—Te quiero.-Dijo la chica en un susurro, el pelirrojo no pudo más que reír frente a tan dulces palabras, se sentía unido a ella, unido de una manera muy especial, y esto era solo el comienzo de una larga lista de sensaciones que seguirían en el futuro.

Hermione alzó la vista y lo besó, le dio un beso suave y delicado, luego ella lo tomó del rostro y se lo acarició con sus suaves manos, el chico se sentía en el cielo, cuando lograron despegarse él le
dijo suavemente:

—¿Sabes? yo podría pasar toda mi vida junto a ti.

La chica bajo la vista y él noto un dejo de tristeza en el rostro de su querida castaña.

—¿Qué sucede?-Preguntó.

Pero ella no dijo nada, clavó la mirada en las sabanas y dibujó formas extrañas con su dedo sobre ellas.

—¿Herms​, qué pasa?-Preguntó de nuevo.

—Nada, es que… -Suspiró la chica mientras lo miraba a los ojos.-No sé, de pronto me di cuenta de lo mucho que te quiero. Ahora estamos en el colegio y luego nos iremos con Harry, pero cuando todo termine, ya no te tendré todos los días, saldremos al mundo y tu conocerás otras personas y entonces…

—¿Entonces qué?

—Bueno, es solo que de verdad me gustaría que me quisieras siempre.

Ron comprendió las palabras de la chica y aunque fuera morboso le alegró saber que ella tenía miedo de perderlo, disfrutó ese instante sintiéndose tan querido por ella, luego la tomó del rostro al tiempo que le decía.

—¿Tú crees que cuando todo esto acabe y salgamos al mundo exterior yo te dejaré?

—Pues, no lo sé… Ya no hablemos de esto, soy una tonta.

—No lo eres, yo no te dejaría, Herms​, sé que suena raro, pero yo siento y deseo estar toda la vida contigo, llevo años queriéndote, ¿crees que eso se olvida? nada se interpondrá entre nosotros, tú eres mi princesa, la única mujer que me importa.

Ella le sonrió abiertamente.

—¿Tú…Tú me dejarías?-Preguntó después el chico.

—No, Ron, no lo haría.-Contestó la chica.

—Yo soy tuyo, Herms, y tú eres mía, nos pertenecemos el uno al otro, no vas a librarte de mí.-Terminó de decir el chico con una sonrisa coqueta.

El chico la besó con pasión mientras sentía una extraña sensación crecerle por el cuerpo, de pronto se sintió su dueño, el dueño de su corazón, el dueño de sus besos y de su piel.

"Es mía"-Pensó mientras la besaba apasionadamente.

Esta idea lo alegró y lo sobresaltó, de pronto sus manos bajaron por el cuerpo de la chica, él se sintió extraño, quería hacerle el amor nuevamente, quería sentirla, la sentía suya, de pronto cayó en la cuenta de que la chica lo quería tanto como él a ella, él estaba entregado por completo. Se separó de sus labios y le preguntó:

El placer del amor.| Romione.Where stories live. Discover now