El placer del amor.| Romione.

Capítulo 13: El momento más esperado.

Advertencia: Este capítulo tiene expresiones y contenido explícito, se recomienda calma. 7u7 <3

Al entrar en la sala vieron que en el lugar solo había una gran cama con cortinas blancas transparentes, el chico dejó pasar primero a la castaña, ella caminó unos pasos pero no tocó la cama, solo se giró y lo miró.

El corazón del muchacho latía como nunca en su vida, estaba muy nervioso, quería besarla, acariciarla, pero todo lo que había imaginado ahora no le servía de nada, estaba con los pies clavados en el piso. Estuvieron en silencio unos largos segundos, de pronto el chico tomó coraje.

—"No he llegado hasta aquí para comportarme como un idiota"-Se dijo.

Tomó aire y caminó hacia ella, la tomó con fuerzas de la cintura y la pegó a su cuerpo.

—No quiero que pase nada que tú no quieras.- Le dijo.- Solo quiero estar contigo.

Ella lo rodeó del cuello y lo besó, se besaron intensamente, fue un beso suave y cariñoso, un beso que los relajó, todo estaba bien en ese momento, mientras se besaban fueron olvidando los nervios, luego de un rato se separaron y Ron dijo:

—Yo… No lo he dicho, pero, me gustaría mucho que fueras mi novia y… Bueno, tú sabes.

—Me encantaría.-Dijo la castaña con una tierna sonrisa.

Al chico se le llenó el rostro de felicidad, ella lo miró con ojos ardientes, la castaña se separo de él y se paró junto a la cama, él la miraba deleitado.

—Eres hermosa.-Le dijo suavemente.

Ella le tendió la mano y lo llamó, él caminó dos pasos y quedó junto a la bella chica, la castaña le colocó las manos en su cadera.

—Levanta los brazos.-Le solicito la chica.

Ron lo hizo, ella tiró de la camiseta del chico y se la quitó, el pelirrojo respiraba entrecortadamente a causa de los nervios, la chica le colocó las manos sobre el pecho y lo acarició, Ron cerró lo ojos, sentía sobre su piel las manos suaves de la castaña, la chica recorrió lentamente su tórax, luego se acercó con sus labios hasta apoyarlos en el cuello del pelirrojo, Ron suspiró, ella le besó el cuello dulcemente y Ron abrió los ojos, la miró con un intenso brillo en los ojos, ahora el chico comenzó a desnudarla, le quito la blusa lentamente sin dejar de mirarla a los ojos, después de despojarla de su blusa la tomó de la cadera y bajó el cierre de su falda, al instante la falda cayó al suelo.

—Eres bellísima.-Le susurró.

Ella apoyó las manos en el pantalón del chico y lo desabrocho, bajó el cierre y el pantalón fue cayendo lentamente, el chico la tomó de la cintura y la rodeó con sus brazos, hundió su lengua en la boca de la chica y la recorrió con pasión, ella sentía la húmeda lengua del pelirrojo que la acariciaba, Ron entró en una especie de locura, sin saber por qué apoyó un dedo en la boca de la chica y le recorrió los labios con la yema de los dedos.

—Tienes una boca preciosa.

Ella abrió los labios levemente y el pelirrojo se enloqueció, su boca lo provocaba, cada vez que le miraba los labios su cuerpo se encendía en llamas, ella besó el dedo de Ron, pero no lo hizo de forma tímida, fue con pasión, el chico no pudo evitarlo y metió su dedo dentro de aquella boca, la chica lamió su dedo seductoramente haciendo que él se prendiera fuego de solo verla, luego con desenfado, la castaña, succionó el dedo cerrando los ojos.

—Sabes que me enloqueces ¿verdad?-Dijo Ron.

Apartó su dedo y en su lugar metió con pasión su lengua en la boca de la chica, la tomó de la cintura y la recostó en la cama, le quitó el sostén y besó su cuello, su lengua se movía con desesperación sobre el cuello de la castaña, ella jadeaba y se entregaba a ese placer exquisito, el chico bajo sus manos hasta envolver con ellas los pechos de la chica, los acarició suavemente mientras ella gemía más fuerte, bajó con sus labios recorriendo cada palmo de su piel, por fin sus labios tocaron sus senos, al sentir los labios de Ron sobre sus pechos la chica abrió los ojos y arqueó la espalda, Ron pasó su lengua desenfrenada sobre los pezones de la castaña, los saboreó, los mordió suavemente y estos se fueron poniendo más y más duros, la chica estaba enloquecida, él le provocaba un placer sin igual.