El placer del amor.| Romione.

Capítulo 19: Las monedas del ED.

Pasaron dos días y la castaña seguía firme en su decisión de no ir a la Madriguera, no era la madre de Ron lo que le preocupaba, sino que Harry estuviera solo con Ginny en la casa que su padrino le había dejado, tenía temor a que Voldemort lo descubriera y fuera por ellos, le parecía arriesgado exponerse de esa manera. Si el innombrable los atrapaba solos, no tendría piedad de ellos.

La chica hacía todo lo posible por no quedarse sola con su novio, sabía que él podía convencerla y no estaba dispuesta a ceder y dejar que su mejor amigo y su novia fueran a lo que ella consideraba una muerte segura.

Por la noche estaban en la sala común, la sala estaba abarrotada de estudiantes, cuando el nutrido grupo de chicos se fue retirando a sus respectivas habitaciones, la chica se puso de pie para marcharse también.

—No te vayas, Herms, quiero hablar contigo.-Le dijo Harry.

Ron había tratado de hablar con ella pero la chica evitaba quedarse sola con él, durante ese día Ron y Harry discutieron sobre el tema y el moreno decidió ser él el que hablara con su amiga. La castaña tomó nuevamente asiento mientras su novio le daba un corto beso de las buenas noches.

Cuando estuvieron solos, Harry tosió nervioso y arrancó:

—Seré franco contigo, yo iré de todas maneras, Voldemort no me atrapará ahí y créeme, sé lo que te digo, él me está esperando, pero no es la fecha, el día del encuentro ya esta señalado, y no es en Semana Santa.-Le confesó el chico controlando su voz además de sus manos.

—¿Y cómo sabes eso?-Le preguntó Hermione..

—Lo sé, y es todo lo que puedo decir por ahora, cuando me marche del colegio lo sabrás...

—¿Por qué te pones misterioso?

—No quiero ser misterioso, es así y punto, por favor, confía en mí.

—Es arriesgado por Ginny, ¿Cómo puedes exponerla así?

El moreno se molestó con su amiga, no podía creer lo que escuchaba.

—¡¿Crees que de verdad yo la expondría?! ¡¿Cómo puedes pensar eso?! ¡Por si no te has dado cuenta yo quiero mucho a Ginny y no haría nada para lastimarla! Esos pocos días que tendré para estar con ella son muy importantes para mí, ella lo es todo, Hermione, no iría si no estuviera seguro de que nada malo le pasará, además nadie sabrá que estamos ahí. Yo necesito estar con ella antes de partir.

—Pues a mi no me parece prudente.

—¿Te das cuenta de que quizás no regrese del enfrentamiento con Voldemort?

—No digas eso...

—Es verdad, puedo morir, te juro que no me gusta la idea, pero puede pasar, solo quiero estar con ella. Quiero llevarme ese recuerdo conmigo, si algo me pasa, será lo último que recordaré.

La castaña bajó la vista, no había imaginado como se sentía Harry frente a esta posibilidad de estar con su novia, por primera vez se dio cuenta de cuanto quería su moreno amigo a la pelirroja.

—Harry… Lo siento, te quiero mucho y lo sabes, pero no estaré tranquila si te marchas con ella, no quiero que nada les pase, lo siento. Sé que la quieres, pero es arriesgado.

—Igualmente me iré con ella.

—No puedo hacer nada para impedírtelo, pero no seré cómplice de esto, si algo les pasa… Yo no podría vivir con eso en mi cabeza.

—¿Y Ron? ¿No piensas en él?

—Eso es un golpe bajo, llevo dos días evitándolo, no quiero que me convenza, y no digas que no pienso en él, no tienes la menor idea de cuanto me importa. Y si a ti te importara tanto Ginny como dices, deberías protegerla, y no arriesgarte.