Capítulo 5: El vestuario.

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Los días fueron pasando y el muchacho no encontraba la forma de hablar con su amiga, cada día que pasaba se le hacía más difícil expresar sus sentimientos, ni siquiera él podía entenderlos, por momentos era solo ternura, en otros momentos su cuerpo se enloquecía imaginando que la besaba y que la sentía como un hombre.

La castaña parecía indiferente a estas sensaciones ya que cada vez que lo veía hacía de cuenta que no existía. Para ella era igual de complicado, por las noches soñaba despierta con ese pelirrojo, que a esa altura era ya irresistible para ella.

Una tarde las chicas salieron a los terrenos del colegio, tanto Harry como Ron tenían entrenamiento de quidditch. Las dos amigas se sentaron en las gradas a mirar, Hermione llevaba con ella un libro sobre encantamientos, al verla desde el aire Ron se puso muy nervioso, hubiera preferido que la chica no presenciara el entrenamiento.

La dura practica duro casi dos horas, al terminar los chicos partieron al vestuario para ducharse, Ginny se moría de ganas por estar un rato a solas con Harry. La relación entre ellos seguía según lo planeado, en completo secreto.

Luego de un rato vieron salir al ojiverde del vestuario, estaba solo, la pelirroja aprovechó la ocasión para poder hablar a solas con él, la castaña los seguía dos pasos más atrás, de pronto Harry se giró y le dijo a Ginny que debía regresar por sus guantes, los había dejado en el vestuario, la pelirroja puso mala cara, no eran muchas las ocasiones que tenían para charlar a solas.

Hermione que venía más atrás se ofreció para ir a buscar los guantes, Ginny la miró agradecida, la castaña le entregó su libro de encantamientos y partió en busca de los guantes. La chica pegó la vuelta camino al vestuario, al llegar llamó la puerta, como nadie respondió entró, buscó los guantes pero no los veía por ningún lado, de pronto una de las puertas de los cubiculos se abrió, Ron apareció por ella vestido con un pantalón y sin su camiseta, se llevó un gran susto al ver a su amiga frente a él, ella también se asustó un poco, no esperaba verlo así, el joven llevaba su pantalón pero no había terminado de vestirse, tenía su torso desnudo y la camiseta en la mano.

—¿Qué haces aquí?-Preguntó Ron.

—Harry me pidió que buscara sus guantes. Vístete, ¿quieres?

En ese momento el chico cayó en  cuenta de que estaba con el torso desnudo, ella lo miró disimuladamente, era difícil no mirarlo.

La chica pensó que el muchacho se veía maravilloso.

—¿De dónde sacó ese cuerpo?-Se preguntó.

Tratando de volver en si, le preguntó a su pelirrojo amigo por los guantes.

—¿Viste los guantes de Harry?

—Si, ya los guarde...

—Bueno, en ese caso, ya me voy.

Al verla girar el pelirrojo la llamó, tenía que hacerlo, tenía que decirle lo que sentía.

—¡Hermione!

—¿Si?-Dijo la chica mirándolo.

—Has…¿Has visto el entrenamiento?

—Eh, si…Yo estuve con Ginny en las gradas.

La castaña sentía la necesidad de salir corriendo, pensaba que si se quedaba un minuto más no podría aguantar las ganas de tirarse sobre él y besarlo. Al chico le pasaba algo similar, estaban solos, ése era el mejor momento para decirle todo, o por lo menos una parte de lo que le pasaba.

El pelirrojo caminó hacia ella mirándola a los ojos, estaba colorado hasta las orejas pero igual continúo avanzando, por alguna razón extraña ella se alteró y comenzó a dar cortos pasos hacia atrás.

Él la tenía muy cerca cuando la castaña descubrió que no tenía dónde huir, su espalda ya estaba pegada a la pared del vestuario, ahora estaba a su merced. El muchacho se paró frente a ella con la camiseta en la mano y el torso desnudo, la miró con la cara llena de vergüenza y le dijo.

—Yo…Quiero decirte algo.

La chica tenía los ojos abiertos como platos, no sabía qué esperar, lo único que quería era que su amigo dijera pronto lo que tenía que decir, caso contrario no podría contenerse y lo besaría aunque después él no le hablara por el resto de su vida.

—Dime.-Dijo la castaña bajando la vista, el pelirrojo tomó aire y buscó coraje, la tomó del mentón y la obligó a levantar la vista.

—Necesito que me mires a los ojos, Herms.

Ella no podía creerlo, de no hablarle ni media palabra ahora la trataba de manera cariñosa.

—¿Recuerdas que los otros días te dije que no podía decirte lo que me pasaba?

—Si, lo recuerdo, fue cuando me hiciste llorar.

—Lo siento, no quería hacerlo, créeme que no te haría daño...

La chica no aguantaba más, quería salir corriendo, estaba a punto de perder los estribos, lo tenía tan cerca. Él no pudo evitarlo y miró sus labios, su boca lo deleitaba, sobre todo cuando ella entre abría sus labios..

—No abras los labios.-Dijo él para sus adentros.

Era tarde, la chica movió sus labios para decir algo y él no pudo contenerse, la tomó del rostro con fuerzas y la besó, primero solo unieron sus labios en un beso inocente, luego la chica despegó sus labios y él aprovecho para hundir su lengua en esa deliciosa boca.

Parecía que todo se había detenido, sus bocas ahora se movían con desesperación, sus lenguas se unían y se saboreaban por primera vez. El aroma y el sabor de ese beso los fue impregnando poco a poco, ella apoyó sus pequeñas manos en aquel pecho desnudo, al hacerlo, el chico sintió que su cuerpo se estremecía, tomó las manos de la joven con las suyas y las apartó delicadamente de su pecho, lo que hizo a continuación fue mucho más perturbador, la abrazo, al hacerlo ella pudo sentir el aroma de su piel y de manera natural le besó el cuello, Ron cerró los ojos y la tomó nuevamente del rostro para besarla, sus manos bajaron hasta su cintura y la trajo hacia él, ahora sus cuerpos estaban pegados, él la sentía, sentía su calor sobre su desnuda piel, de inmediato la apartó, si no lo hacía, no podría detenerse.

—¿Qué me querías decir?-Dijo la chica seductoramente.

—Que te adoro.

Sin poder resistirse se abrazaron con la felicidad de saber que aquel beso había sido correspondido, quedaba mucho por decir, pero en ese momento se conformaban con besarse a escondidas en el viejo vestuario.

Continuara

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OMG! Ya recuerdo porque tomé la decisión de subir este fic, es buenísimo.

Espero que lo disfruten tanto como yo.

Gracias por el apoyo.

LauraHillón ✏

El placer del amor.| Romione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora