El placer del amor.| Romione.

Capítulo 26: El tercer día de Harry y Ginny.

La pelirroja se despertó muy temprano en la mañana del tercer día. Su novio dormía como un bebé a su lado, ella lo observó con los ojos aún algo dormidos.

-Despierta.

El chico abrió lentamente los ojos, esbozó una sonrisa y le dio un beso corto en los labios a la chica. El desayuno fue simple, Harry sentía en su pecho que esas pequeñas vacaciones estaban llegando a su fin. Ginny no quería saber la fecha en la que su novio se marcharía en busca de Voldemort, Harry respetaba esto, pero él sabia muy bien que en cuanto regresaran al colegio, se iría.

Miró a Ginny mientras ella se comía una tostada, se preguntaba si la chica realmente lo esperaría, en ese momento ella le sonrió y le guiñó un ojo, él comprendió que estaría esperándolo a su regreso, si es que regresaba.

-¿Qué te gustaría hacer hoy?-Preguntó Harry.

-No lo sé, ¿qué te gustaría a ti?

-Me gustaría salir de nuevo contigo.

La chica lo miró y negó con la cabeza.

-Harry, ya hemos salido, no creo que sea buena idea.-Le confesó la pelirroja.

-Vamos, solo a caminar un poco.

-¿No te gusta estar aquí conmigo?.-Le preguntó después un tanto molesta.

El aprendiz de mago abrió los ojos y rió, se puso de pie y caminó hasta la chica.

-¿Cómo puedes decir eso? Me encanta estar aquí contigo, pero debes salir un poco y dejar que el sol te ilumine, estas muy pálida, a demás... No quiero que te aburras de estar aquí encerrada.

-Harry, no me importaría estar 10 años encerrada, si estoy contigo.

El chico besó a la pelirroja en la boca, se sentía agradecido de que su novia fuera tan comprensiva con él.

-Sé que no es fácil para ti, quisiera ser una persona normal y no hacerte pasar por esto.-Le dijo después, mientras el muchacho bajaba la vista, en el fondo de su corazón deseaba ser un chico como cualquier otro, salir a fiestas, visitar amigos y por sobre todas las cosas, poder ser libre de salir con su novia sin temer a que alguien lo viera.

La muchacha le alzó el rostro tomándolo del mentón.

-Sé lo que estás pensando, Harry, no hagas eso, no te culpes ni te lamentes, haremos esto, ¿que tal si salimos con la capa de tu padre?

Al chico le brillaron los ojos, la idea le pareció deliciosa y tierna.

-¿Has ido alguna vez al cine?

-¿Qué es eso?-Le preguntó la chica sin entender.

-Bueno, yo nunca he ido, los muggles no me llevaban, pero es un lugar donde puedes ver películas, te gustará. 

Ginny lo miró algo asombrada, no tenia idea de lo que hablaba su novio, pero aceptó. Se cambiaron de ropa y salieron cubiertos con la capa. Las calles se veían algo desiertas, aprovecharon esto y se metieron en el subterráneo, pasaron sin ser vistos y subieron en el ultimo vagón, después de varias estaciones Harry le dio un suave codazo a su novia para que se pusiera de pie con él, bajaron del vagón y subieron por una escalera manual.

Al salir a la calle Ginny se encontró con el centro de la ciudad, caminaron dos cuadras y encontraron un cine, daban tres películas en el lugar, una de terror, una de acción y una de comedia.

-¿Qué te gustaría ver, cariño?

Ella, que no tenía ni idea de cómo era un cine, se encogió de hombros.