El placer del amor.| Romione.

Capítulo 27: Cuarto día de Ron y Hermione.

Hola, ¿qué tal están? Espero que muy bien, necesito que se queden hasta el final para leer la nota que les he dejado. Es importante. ;)
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Mientras ella dormía cubierta por las sabanas de la cama de Ron, el chico la miraba, se había sentado en el piso de su cuarto, se había colocado sus jeans y estaba descalzo y sin remera, miraba a su chica dormir mientras pensaba.

Lo que sucedió entre ellos la noche anterior lo había perturbado terriblemente, en el momento su deseo y su pasión lo dejaban desprender de su cabeza todas sus fantasías, pero luego se torturaba mentalmente pensando que era un desquiciado, la chica le provocaba un deseo irrefrenable, un deseo profundo y oscuro, por otro lado, la amaba, la quería con todo su corazón.

Ella estaba grabada en cada poro de su piel, grabada a fuego. Ron todavía no podía explicarse por qué ella le provocaba esos deseos incontenibles, mientras ella dormía y él la miraba, pensaba que no podía ser una persona normal, imaginaba que algo estaba mal en él, la amaba y la deseaba constantemente, hacerle el amor le hacía sentir que era su dueño, lo hacía sentirse poderoso y a la vez vulnerable.

Por estar con ella en la madriguera había mentido en el colegio y a sus padres, se preguntaba cuantas cosas más haría por pasar más tiempo con ella, la veía dormir con su cabello sobre el rostro y su corazón se enterneció.

-Eres tan bella.-Murmuró en un susurro.

Estaba seguro de que haría cualquier cosa por ella, recordó nuevamente la tarde anterior, recordó la forma en la que se complacían y se amaban, haberla visto tan expuesta y vulnerable lo excitaba, lo enloquecía la forma en la que ella se entregaba a él, se le brindaba sin reparos, se dejaba besar, poseer, saborear, se acercó a ella lentamente y desde el suelo estiró su cuello para darle un suave beso en los labios, la chica se movió suavemente y abrió los ojos, su mirada descubrió al momento los celestes y profundos ojos del pelirrojo, él le corrió el cabello del rostro y se lo acomodó detrás de las orejas.

-¿Quieres desayunar?

Hermione se estiró en la cama, feliz asintió con la cabeza, el chico intentó ponerse de pie para ocuparse del desayuno, pero ella no lo dejó, lo tomó de la mano y lo retuvo.

-¿Por qué estás fuera de la cama?-Ron se mordió el labio, no sabía cómo explicarle que se había despertado y que no podía contener sus ganas de besarla.

-Estabas muy dormida y yo no quería molestarte.

-¿Molestarme? ¿Estás loco?-Le dijo la chica sorprendida.

-Puede ser...-contestó él con tono coqueto.

La chica tiró de la mano de Ron para que éste se acerara, cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, lo rodeó del cuello y lo besó.

-¿Cómo podrías molestarme?-Le dijo suave en el oído.

El chico cerró los ojos y escuchó el murmullo de su voz en su oído, fue tal la sensación que se le erizaron los vellos de la nuca.

-Vamos a... desayunar.-susurró el chico con voz entre cortada.

-No quiero desayunar.

-¿No tienes hambre?

-Si, tengo hambre de ti...-Le contestó la chica con voz seductora.

La chica nuevamente comenzó a besarlo, pasó su lengua sedosa sobre los labios de su novio, Ron la tomó del rostro con las manos, se dejó acariciar tan dulcemente por esa boca que lo perdía, luego se separó unos centímetros de ella.

-¿Por qué me provocas así?, ¿No te das cuenta de que no puedo oponerme?

Ella abrió sus enormes ojos castaños y le habló: